Arrastrándote no, irías un poco atontaillo esta noche pero en la práctica estarías perfecto para cualquier cosa, solo que no recuperas los puntos de vida.
Para recuperarlos tendrás que descansar, durmiendo esta noche o en alguna siguiente.
Un estremecimiento recorre a Patrick al oir las palabras del médico. Para ocultarlo, se vuelve hacia una ventana mientras apura el café de máquina que se ha sacado.
Pobre Ignacio. Sin quererlo se ha convertido en una víctima más de los acontecimientos. El escritor no podrá volver a mirarse a un espejo sin recordar lo sucedido esta noche de Navidad.
¿Y todo por qué? Todavía no saben las razones que motivaron los incidentes del hotel Pompadour... Aunque puede que haya alguien que sí lo sepa: Anne Wolf. Después de todo ¿no asesinaron a su padre y trataron de acabar con ella también? Alguna razón de peso tiene que haber para que los Wolf estuvieran implicados en estos incidentes.
Tratando de contener su mal genio recordándo que la joven acaba de perder a su padre, Patrick se aproxima a ella y a Bellini en busca de una explicación.
Patrick había entrado en la sala de espera de aquel hospital público. Los segundos pasaban silenciosamente mientras los galenos recuperaban la maltrecha salud de Ignacio Sansegundo. La tensión se hacía patente en el joven británico, tanto que no paraba de moverse por la sala de espera como si fuera una fiera circense enjaulada. Apenas 10 minutos tras haber entrado en la sala, Bruce deja a sus compañeros. necesita tomar el aire, aunque en esta desapacible noche sea gélido y cortante. No aguanta más tiempo en la sala de espera.
134 minutos mas tarde, Bruce regresa. Huele a humo, a bar, y tiene las mejillas sonrosadas tras la ingesta de alguna copa. Dingwall llega un poco después.
Se sienta con sus compañeros breves instantes antes de que el doctor les tranquilice referente a la salud de Ignacio Sansegundo. Un nudo se le hace en su garganta cuando el galeno va a hablar. Deberíamos haberle llevado a un hospital privado. Además de tener mejores salas de espera, habitaciones individuales y enfermeras-modelos, los médicos hacen menos preguntas sobre las heridas con las que entras en el hospital. En los hospitales privados solo te preguntan por tu número de tarjeta bancaria o tu forma preferida de pago.
Instantes después aparece el sacerdote con la mujer. Bruce eleva la vista cuando Martin responde escuetamente a la pregunta del sacerdote. Dingwall también se acerca para pedir explicaciones. Quizás el hospital no es el mejor sitio para hablar, pero tiene curiosidad por ver lo que sus interlocutores tienen que decir. Y de paso añade un breve Buenas noches como educada fórmula de salutación que el sacerdote omitió.
- Está bien, todos estamos un poco tensos esta noche, y la señorita Wolf ha perdido a su padre esta misma noche. De hecho casi todos hemos perdido a alguien estos últimos días, verdad ? -
- La señorita Wolf y yo hemos alquilado un par de habitaciones libres en un motel a unos kilómetros de aquí, en una zona cercana de bares de Edimburgo. Podríamos ir a tomar una copa y charlar ahí antes de ir a descansar, recuerden que mañana a las cuatro de la tarde tenemos una cita en el cementerio.
¿Cita con quién? ¿ementerio? ¿Me he perdido algo?
El funeral de Wolf no es, ¿no? falta la autopsia, el velatorio y todo eso y no les habrá dado tiempo a prepararlo todo...
El entierro de Brian, es posible que lo dijeran cuando estabas de vacas. Klodzinsky se las apañó para montar un entierro en el cementerio de edimburgo para el hermano de Patrick.