Partida Rol por web

Bruce sin duda se había quedado anonadado y sorprendido por la respuesta del recepcionista. Menos mal que Dingwall se acercó para solucionar la situación. Ni siquiera logró emitir mas que un malhumorado refunfuñeo cuando Gary dice algo de "La actuación del inglés".

Dije Bellini porque es el primer nombre que se me vino a la cabeza. Vi a un cura con pinta siniestra y se me ocurrió preguntar al recepcionista, pero su respuesta me ha sorprendido tanto como a vosotros.

Una vez se ha tranquilizado, y tras una reparadora ducha, Bruce baja hasta el caledonian para disfrutar de un merecido ágape. Elegantemente vestido para la velada, con una impoluta camisa blanca y un traje negro hecho a medida,  toma asiento al lado de sus compañeros en el Caledonian y estudia la carta con atención. Se decide por unas rosettes de boeuf aux oignons caraelisés et sauce au Porto y un tinto reserva de la Borgoña.

Permanecía silencioso y deleitandose con cada bocado de ternera y cada sorbo de vino. Ninguno de los otros extraños comensales que se daban cita en este comedor iba a reventarle la cena.

Bajando la voz se decide a intervenir, intentando que no se le escuche en ninguna otra mesa y callándose repentinamente cuando algún camarero decide acercarse.

Parece relacionado. Todo esto es rarísimo, pero visto lo visto, puede que Bellini no estuviera muerto del todo y puede que contagiado de la extraña vitalidad parecida a la que disfruta Gallagher, se desperezó y salió por su propio pie del real instituto anatómico forense: su cadáver no fue robado porque no estaba muerto, sino... ¿hibernando o algo así? Y es demasiada casualidad que ahora haya un sacerdote llamado Bellini registrado en este hotel. Y Gallagher, que iba de viaje a ¿reunirse con un hombre santo?.

Berenjenas a la egipcia... Esa joven tiene un gusto extraordinario. Y se debe aburrir tanto con ese anciano... ¡lo que necesita es un hombre de verdad!

Bruce decide bajarse a cenar el recuerdo de calibre 9 mm. que se trajo de Belgrado. No le gusta nada la situación y quizás sus vidas corren peligro de acabar como el hermano de Dingwall, y ni siquiera confía en que el arma pueda llegar a salvarle la vida. Si no se ha vuelto a Belgravia es porque quiere enrollarse con la chavala que degusta las berenjenas a la egipcia. Y porque en el fondo el peligro le gusta. Y no tan en el fondo.

Martín ataca su pasta con salsa de trufa blanca, un lujo cuyo coste le piensa pasar a la Merrick House en forma de dietas.

- Así que tenemos a Bellini en el hotel, a Urchudan fuera y a Gallagher viniendo para acá, aparte de todos estos "invitados" que nos rodean - Hace un gesto disimulado con el tenedor - Dos de tres, creo que será mejor esperar a tener noticias de Gallagher y tratar de pillar dos pájaros de un tiro, ¿no os parece? Soy de la opinión de Douglas, creo que el policía viene hacia aquí a ver a nuestro Bellini. Luego podemos ir a por el Urchudan ese...

Miré a mi alrededor. Toda esta situación era nueva para mi. Los libros me daban dinero, pero siendo realistas, lo suficiente para vivir desahogado y dedicarme únicamente a escribir. Esta clase de lujos no eran comunes en mi vida diaria.

Tras unos momentos de absentismo me centré de nuevo en la conversación de la mesa cuando Patrick se disculpó para ir al servicio.

- Demasiadas casualidades, si señor - confirmé.

- Estoy un poco perdido, esto de jugar a los polis es lo que venía buscando cuando me embarqué en la última novela pero nunca imaginé que pudiera llegar tan lejos. Lo cierto es que tenemos un cura no tan muerto bastante cerca y me parece muy acertada la suposición de Bruce. Tenemos al hombre santo con lo que la ecuación va poco a poco resolviendose. Estoy de acuerdo, caballeros, mejor esperemos a ver que tan bien se resuelven los hechos, eso si, ¡ojo avizor! - dije llevandome un dedo al ojo.

Miré lo que estaba sobre mi plato, ¿cómo había dicho que se llamaba esto? Se parecen a las albondigas que hace Patricia. Probé un primer bocado.

- Exquisito. ¿Cómo has dicho que se llaman estás ... albondigas, Bruce? Mi mujer hace algo parecido con la carne pero ... - me callé. La mirada de Bruce parecía amenazadora. No estaba a la altura y si algo había aprendido de buenos modales era a permanecer callado cuando no sabes que decir.

Gabriel aprovecho para cambiarse de nuevo, a pesar de que su equipaje era escaso, no reparo en cambiarse, despues de todo este era un hotel de prestigio y sabia que si pedia una camisa nueva le traerian al menos 4 para elegir, y asi lo hizo, bajo con su perfecto peinado, camisa inmaculada, patalon de fina de pana... y con sus clasicas botas se presento a la cena. Cualquiera que le viera sentado en la mesa, no dudaria de que era un nuevo rico, en cambio verlo de pie, no evocaba mas que una extraña sensacion que produce la gente que no "sabe combinar" prendas de vestir.
"Y aun asi, me siento incomodo, mmmm... parece que al menos no toda la compañia sera de testosterona"

Sin importarle guardar las apariencias, cuando los demas ya habian decidido, hizo llamar al camarero para pedir consejo sobre lo mas sabroso de su carta a la vez que autoctono. No estaba seguro de lo que habia pedido pero la seguridad del camarero no le hizo dudar, sin embardo la pinta que tenia aquel plato lo hizo preguntarse si habia echo bien en pedirlo, y eso que el estaba acostumbrado a comer casi cualquier exquisitez, tal vez fuera que la comida de rico no estaba echa para sus ojos.
"Y luego dicen que en Ucrania no saben comer... Quienes no aprecian su vida son quien invento la comida "tipica" europea"

Tras dar un bocado de su plato y hasta empezar a escuchar las palabras de sus compañeros no reparo en el resto de los presentes exceptuando a la mujer y a su ¿Padre?
-Curioso, un par de guardaespaldas, una mujer con un viejo... supongo que sera maestro y secretaria... un joven nervioso y nuestro amigo resucitado. La verdad si todos tienen mala cara, pero creo que si ellos miraran a nuestra mesa tambien estarian pensando en lo mismo.-Alzo entonces el tenedor para dar un nuevo bocado a una cena que no sabia ponerle nombre, para terminar señalando a Martin con el.-No creo que sirva de mucho eso, colega. Si en el Hotel no a dejado nada, en esa agencia de limusinas menos aun... Pero supongo que vosotros sabreis mas sobre eso. E Bruce-Se dirigio instantes despues.-¿Que nombre tiene esto que me han servido?
"El caso es que no esta nada mal, pero es como la buena musica, solo te gusta segun sigas provandola, una y otra vez... ¿Que es esto.... pimienta?"

 Diríase que habéis pedido vuestros platos al azar, caballeros, a juzgar por vuestros comentarios. Esas albóndigas, Ignacio,  son un simple Steak Tartar. Carne picada de ternera lechal que por su aspecto juzgaría de extraordinaria calidad y condimentada con exquisito gusto. Y eso, Gary, es un risotto de champignons con osobuco y salsa de tomates frescos.

Y al hablar de un tema menos convencional baja la voz. No desea que nadie mas le escuche.

En todo caso, éste asunto es muy muy extraño. Habrá que preguntar también al servicio de habitaciones por Urchudan, si es que alguien le recuerda, y a algún camarero.  Cuando esto se despeje un poco. Quizás también la imagen de Urchudan pueda esta en las cámaras de seguridad del hotel aunque para tener acceso la placa de Patrick puede ser muy necesaria, ¿no? A ver si vuelve del servicio y se lo comento. 

Asiento a los comentarios de Bruce

- Y con la agencia de Limousinas, al menos sabremos a dónde se dirigía. Que, aunque sea poco, es mucho más de lo que tenemos...

Sales del Caledonian pausadamente entre el murmullo de la muchedumbre y el sonido de los cubiertos tocando la cerámica de los platos de los comensales.
Afuera hay menos gente que una hora antes, pero aún así, en recepción continúan con un revuelo de gente ultimando con el recepcionista sus reservas en el hotel.

Preguntas a una sirvienta del hotel que conduce atareada un carrito lleno de telas y toallas blancas que seguramente conduce hasta las habitaciones de lavado.

- Urchudan ? Sí, la recuerdo, dejaba unas interesantes propinas - la muchacha sonríe vergonzosamente.

Por desgracia, se encuentra ocupada y no puede acompañarte al Caledonian para ver al resto de comensales. Te diriges entonces al recepcionista de antea y preguntas por la limusina que recogió a Urchudan esa misma mañana.

- La limusina de la señora Urchudan no la encargó el hotel, supongo que sería el suyo propio el que la recogió.

Con estos nuevos datos, vuelves al Caledonian e intentas sobornar a un chico que recibe en la entrada del mismo, preguntando sobre los comensales del restaurante.
Sobre el cura te cuenta que se trata del padre Vincenzo Bellini, y que llegó al hotel esa misma tarde, unas horas atrás.
Lo más destacable que puede contarte sobre el resto de clientes, es que la chica de cabello negro y muy rizado es Anne Wolf, y el caballero que la acompaña es su padre, Cristopher Wolf.
Sobre el extraño joven hombre dle pendiente solo tiene palbras de elogio, ya que suele dejar muy buenas propinas.

Entonces, vuelves a la mesa, y observas como el padre Bellini continía vigilando descaradamente al joven del pendiente.

Patrick vuelve a la mesa, se sienta, se coloca la servilleta y llena su copa de agua mineral. Su rostro, aunque todavía demacrado, aparenta tranquilidad mientras habla al resto de sus compañeros de mesa alzando la voz sólo lo justo como para que le puedan escuchar por encima del murmullo del salón comedor.

Tengo algo interesante. He preguntado a personal del hotel y sobre Urchudan parece ser que la limusina que le recogió era suya, y no de un servicio de alquiler, por lo que no podremos seguir esa pista.

Hace una pausa para tomar un sorbo de agua, de pronto siente la boca seca.
Ese siniestro sacerdote que se sienta en la mesa de allí se llama Vincenzo... Bellini. Sí, eso es, por la edad podría tratarse de un hermano o primo de Pietro Bellini, el cura que se suicidó en el cementerio de Highgate y cuyo cadáver “desapareció” del Real Instituto de Investigaciones Anatómico-Forenses. Ha llegado esta misma tarde al hotel.

En la mesa de la izquierda ¡no mireis! el anciano y la chica son padre e hija: Anne y Christopher Wolf. De momento no se nada más de ellos.

No se si os habéis fijado en el joven que nuestro sacerdote vigila tan descaradamente. Sí, ese que lleva un pendiente igual al puñal que encontré junto al cuerpo de mi hermano. Algo me dice que deberíamos fijarnos sobre todo en estos dos, pero sin perder de vista tampoco a los Wolf ni al calvo y su guardaespaldas.
Intentaré abordar al sacerdote cuando termine la cena. Sabiendo lo que sabemos sobre el otro Bellini, esto podría servir como acercamiento.

Además, yo diría que el cura quiere encontrarse con el chico del pendiente. Si es así, yo quiero escuchar esa conversación...

Y hay algo más que no hemos considerado.

El personal del hotel se refiere a Urchudan como... ella. Sí, eso es, Urchudan es una mujer.

Al poco de llegar Patrick de nuevo a la mesa, el padre Bellini se levanta de su mesa tras un sorbo de vino y sin haber acabado su plato, y toma la dirección a los servicios del restaurante.

Dispuesto a no dejar escapar a su presa, Patrick se levanta de la mesa en pos del padre Bellini...

Esperadme un rato. Murmura rápidamente. Si tardo más trataré de aparecer por el bar del hotel más tarde.
A punto de irse, da una vez más la vuelta.
Y si tenemos que dejarnos mensajes, podemos usar la recepción del hotel.

Dicho esto, sale del Caledonian.

Degustando su cena asi como escuchando las ¿valiosas? explicaciones de su compañero habia conseguido, dio un largo trago de vino para bajar el nudo que le produjo el saber del posible pariente del cura muerto y de su curiosa presa, aquel joven que portada un simbolo igual al que habia entregado horas antes al viejo de la Merrick.
"¿Un pendiente? Yo no habia reparado en eso... Como narices lo hara... Voy a tener que leer mas novelas negras".

Nada mas terminar de hablar Patrick no le dio tiempo a preguntar, ya que parece que el habia elegido a su presa y esta marchaba del comedor.
-Oye espera... Y porque...-Alzo la mano para llamarlo pero no tuvo suerte, Patrick ya estaba lo suficientemente lejos como para que no le pudiese escuchar.
-Perfecto... ¿Alguien sabe de ese tal...Christopher Wolf y su hermosa hija? tiene que ser un pez gordo teniendo ese par de guardaespaldas.-Dijo sin señalar a ningun lado concreto.
"Mmmm... Elegir presa, la mujer parece muy interesante pero nunca se me han dado bien lidiar con los padres ademas..."

Instintivamente, Gary se miro la mano magullada y recordo aquella curiosa forma, tras un leve escalofrio que nego con un simple ademan de cabeza, se metio un buen trozo de su cena en la boca. Tras degustarlo y un minuto largo de silencio por su parte, se limpio los labios con la servilleta que descansaba en su regazo.
-Creo que si tenemos que elegir zorro, yo me quedo con el chaval del pendiente, espero que no sea mas peligroso de lo que aparenta.
"No entiendo una cosa, si ese Bellini a puesto su mirada en ese muchacho, ¿Porque es el quien primero deja la cena?
Mmmmm... asi que Urchudan es una mujer... me pregunto que figura tendra, una mujer fatal ¿Tal vez?"