Partida Rol por web

El rayo de Cíclope sale despedido al llegar a la pirámide al chocar contra algo metálico. El mismo, se intensifica y se refleja hacía el superskrull que, unido al ataque por la espalda de la vengadora Tigra, nada puede hacer por aguantar ambos ataques y cae al suelo inconsciente. La red lanzada por Spiderman no llegaron a alcanzarle.

Por su parte, el enorme gigante sigue tratando de zafarse de sus ataduras y muy pronto lo conseguirá. Las redes del trepamuros poco pueden hacer ya por contenerlo.

El culpable del rayo repelido no es otro que el hombre acorazado con escudo que vísteis cuando llegásteis, que ha reflejado el rayo con su escudo.

- Saludos, héroes. Es hora de salir de aquí. Venía a buscar a la dama pero al estar ya a salvo, propongo que nos vayamos antes de que esa mole de músculo despierte. Hay mucho que contar y poco tiempo. Síganme, tengo un transporte. - Os comenta el recién llegado.

-Ni hablar, hay mutantes ahí debajo atrapados, no les dejaré atrás.

Dicho esto volví a dirigir mi mirada al suelo donde antes se encontraba la pirámide y lancé un poderoso rayo láser.

-  Como quieras, hombre x. Pero deberías saber que hay skrulls, badoom y más de esos monstruos gigantes. Como ese que trata de librarse de sus ataduras. Así, puedes quedarte a morir intentándolo. Quien quiera vivir que venga conmigo. - Os insta el extraño hombre del escudo.

No puedo dejar a todos esos mutantes ahí encerrados, debo ayudarles, pero quizás sea cierto lo que dice este hombre.

Agachando la cabeza en señal de derrota me dirijo hacia la antorcha humana y le cojo en brazos para seguir a aquel hombre hasta su guarida.

- Spidy, quizás deberíamos llevar con nosotros al SuperSkrull, si le dejamos aquí probablemente acabe muriendo.

Mientras tanto, los cuerpos inconscientes del Superskrull y de la Antorcha humana son recubiertos por un extraño brillo y tras unos segundos se esfuman, dejando tras de si un fogonazo y algo de humo.

-Pero qué...?- fueron las palabras de el arácnido al ver como los dos cuerpos desaparecían de aquel lugar como por arte de magia.

Aquello era de lo más misterioso. Donde habían ido a parar? Habían quedado fuera de aquella competición entre buenos y malos? Y hablando de buenos y malos: aquel hombre del escudo que les prestaba ayuda, quién demonios era?

-Cíclope, Tigra... puede que tenga razón el tipo del escudo. Ahora somos solo tres y enfrentarnos a esta cosa enorme va a ser difícil. Y si hay más, como dice, la cosa se va a poner fea. Creo que lo mejor será acompañarlo. Pero con los ojos bien abiertos.

Y estando muy alerta a su sentido de peligro, se acercó hasta el desconocido.

-Muy bien amigo, quién eres? No serás por casualidad un primo lejano del Capi América?

- Mi nombre es Gabriel Carlos Dantes Sepúlveda, pero me conocen como El Defensor. Y no, no conozco al Capitán América más que por los periódicos. - Contesta el héroe acorazado.

- Hay más héroes atrapados ahí abajo. ahora debemos retirarnos y volver a por ellos con refuerzos. Seguidme. ¡Vamos Tigra! - Comenta mientras sale caminando en dirección a la jungla. Tigra le sigue y os hace ademán para seguirla.

Espero que sea cierto todo lo que dices, no te quitaremos ojo de encima.

Cíclope decidido siguió al misterioso hombre sin perder de vista sus movimientos.

El hecho de que Tigra tuviera confianza en aquel desconocido, tranquilizó un poco más a Spidey. Si ella no parecía mostrar dudas, porqué debían hacerlo ellos? Pero el estado de alerta de Cíclope no era del todo equivocado. Los últimos sucesos parecían demostrar que todo podía ser fruto de la mente de un loco. La llegada a aquel lugar, la piramide, la desaparición de su compañero...

-De que conoces a este tipo, Tigra?-preguntó el hombre araña acercándose a la mujer e intentando que aquel tal Defensor no lo escuchara.

-Ciclo, no le quites ojo a este tipo... Ha, ha, ha...quitarle el ojo! Lo pillas?

Como era posible que fuera capaz de decir semejante tonteria en una situación como aquella? Tia May seguro que le hubiera recriminado "poca seriedad" en todo aquel lío.

Entre chiste y chiste arácnido, todos seguís al caballero del escudo.

- Es una larga historia, mejor será que os lo cuente luego. - Comenta Tigra.

Tras una carrera de varios metros, os alejáis lo suficiente para ascender una colina. Desde la misma, el Defensor os señala un claro algo alejado. - En 10 minutos llegaremos. Estaba ocultándome en aquel poblado. Seguidme. - Os comenta para aligerar el paso.

En un rato os acercáis al claro donde se sitúa el poblado, solo para ver a los indígenas señalar al cielo. Cuando alzáis la vista, una especie de nave tripulada, que va dejando una estela de humo negro, os hace indicar a todas luces de que se va a estrellar contra el suelo. Y lo más llamativo es que estáis en medio de su trayectoria balísitca.

- ¡Fuera todo el mundo! ¡Atrás! ¡Viene directo hacía aquí! - Grita Tigra.

Todo es rapidísimo. En un abrir y cerrar de ojos, la nave se estrella contra los árboles y el suelo dejándo un reguero de destrucción en su trayecto. Os acercáis lo justo al artefacto para ver que hay cuatro figuras humanas en el interior del aparato, que empieza a chisporrotear y dar señales de inestabilidad.

A Cíclope le suena una cara más que al resto. Se trata de Jean Grey, compañera mujer x y de otros 3 individuos.

El viaje, aunque al principio tranquilo, pronto se tuerce cuando llegamos a la selva... Desde luego no es muy habitual ver aquellos sistemas anti-aéreos en medio de la selva. Por suerte, Sabra sabe maniobrar lo suficiente para poder evitar los disparos y "aterrizamos" en lo que parece un pequeño poblado.

Aún tambaleándome, salgo del vehículo.

- ¿Estamos todos bien? - Pregunto en un momento.

Pero antes de poder hacer nada más, veo a unas figuras acercarse.

De inmediato me pongo en guardia... Hasta que entran en nuestro campo de visión.

- ¿Scott? - Pregunto sorprendida.

A pesar de los años, del resentimiento, del dolor y las traiciones, una ligera sonrisa se ilumina en mis labios. Desde luego es agradable ver una cara familiar en aquel lugar.

- ¿Estáis bien? ¿Hemos dañado a alguien? - Pregunto mirando a mi alrededor. - Estos son Sabra... - Señalo a la mujer del traje blanco. - Trebol. - La de verde. - Y el caballero Árabe... 

Me quedo sin palabras durante unos segundos al ver a Jean salir de aquella nave.

Menos mal que está sana y salva pensé para mí.
Jean! Me alegro de verte, ¿Estás bien? Spidy y yo hemos perdido a la Antorcha Humana. Este lugar es muy extraño, tenemos que buscar un refugio.

Mientras miro al resto de acompañantes de Jean me fijo minuciosamente si logro distinguir a alguno de ellos. Hola a todos, yo soy Cíclope y estos son Spiderman, Tigra y el hombre del escudo es... en realidad no sé como se llama. Debemos movernos, aquí no estamos seguros.