Partida Rol por web

Ka-Zar, puedes contar con nosotros. Recuerdo algunos encuentros con los mutantes del Profesor Xavier y Sauron en el pasado. Recuerdo que también tenía poderes hipnóticos pero que volvía a su forma humana si no consumía la energía de otros seres.

Tenemos que descrubir por qué está atacando otra vez.

No conozco esos  nombres que dices, pero bien valdreis de ayuda. Dado que es una urgencia, salgamos ahora.

Casi sin comer, os vais con el a traves de la jungla en busca de Saurón. Veis como se desenvuelve agilmente entre los arboles, y maleza mientras se abre camino con un cuchillo enorme. Pronto escuchais gritos de una mujer que solicita ayuda. Os acercais y esta siendo perseguida por varios hombres lagarto armados con lanzas. Ella corre camino abajo hacia la ribera de un rio.

Los gritos de ayuda no pasan desapercibidos, por lo que azuzo mi montura para llegar lo antes posible a donde se encuentran esos hombres lagarto con la mujer. Ya cercano a ellos, de un salto abandono la grupa de mi insecto volador para tomar un tamaño adecuado para el conflicto con esos seres.

" De nuevo, Pym, actúas sin pensar. Soy un Vengador, es mi deber ayudar"

- ¡ DEJAD A LA MUJER, REPTILES! - Grito para marcar mi posición al Capitán y a Ka- Zar y llamar la atención del grupo armado.

Me dirigo hacia el grito de Hank para apoyarle. Lanzo el escudo para intentar alcanzar a todos los enemigos y que me vuelva a mi.

Hank Pym emerge de entre la vegetacion a una estatura suficiente para destacar entre la vegetacion alertando de su presencia a los perseguidores. Ante su grito, estos se paran mirando hacia detrás al enorme hombre que se aproximaba paso a paso. Ese gesto lo aprovecha el Capitan America para lanzar su escudo contra ellos y derriba a tres de ellos, mientras el resto esquiva el escudo que va rebotando de cuerpo en cuerpo hasta llegar a manos de su dueño.

Kazar lanza su machete eliminando a otro. Los dos que quedan, viendose superados e intimidados por la enorme figura se escapan corriendo. La mujer se esconde tras un árbol sin saber reaccionar a la figura de Pym.

Tras la resolución de la batalla, muy a favor de nuestro bando, decido recuperar mi estatura normal de metro ochenta y dos para no asustar más a la mujer. Avanzo hacia donde ella esta oculta con los brazos abiertos, buscando mostrar que no llevo ninguna intención hostil contra ella. A la vez mi mirada escapa, disimuladamente, a los hombres lagarto inconscientes, una raza sorprendente.

" Podría tratarse de una divergencia de la evolución planteada por  las variaciones del ecosistema. Fascinante, esta zona promete mucho. Desearía tener mucho más tiempo para poder observarlo y analizar cada sujeto que vemos"

- No se preocupe, somos amigos. - Menciono a la mujer sacándo la mascara para que vea mi aspecto. - Somos como usted. Fijese.

Hank vuelve a su estatura normal y abre los brazos mientras intenta calmar a la mujer con sus palabras. Esta se da cuenta de que no hay peligro y sale corriendo en su direccion. Hank, la espera para apaciguarla entre sus brazos... pero ve como pasa por su lado sin frenarse, hasta llegar a los brazos de Ka-zar. Este la recoge entre ellos y la apacigua la cabeza.

Ka-zar, eres tú?!. Me alegra tanto que me salvaras... La mujer le miraba la cabeza mientras con su mano le acariciaba la nuca. Su expresion denotaba admiracion, y en su vista solo estaba el hombre fornido.

Eres Elisia, verdad? De la tribu de los Coracuas,no? He recibido noticias de que han invadido tu aldea. Ya puedes estar tranquila, el peligro pasó.

Sí, yo misma. Soy la hija del jefe Ciamo. He escuchado tanto de tus hazañas. Deja ir un suspiro profundo. Fuimos atacados y muchos han sido raptados y llevados hasta las montañas del norte.

Ya puedes retirarte. La aparta sutilmente con las manos. La mujer se le agarraba como si de una fan a un cantante. Mira hacia vosotros y os dice: Parece que nuestro destino seran las montañas del norte. Tardaremos un día en llegar a pie. Estais preparados para un viaje largo? Yo os haré de guía.

Iniciemos el camino. Estamos alerta ante cualquier amenaza. ¿qué esperáis encontrar en las montañas del norte?

De nuevo, tras encogerme, llamo un insecto para poder ir a la par del Capitan y Ka-Zar, nuestro guía. No me cabe duda de que los hombres reptil trabajan para el tal Sauron, un enemigo que puede ser muy peligroso. Hay que añadir a la amenaza un posible grupo armado que le apoye.

- Tal vez lo mejor será optar por un acercamiento más sigiloso. Supongo que puede tener vigías por la zona de las montañas, incluso puestos de avistamiento o patrullas de reconocimiento. De todas maneras, tú eres el experto en estas tierras, Ka- Zar, te seguimos.

Tras exponer mis ideas, cabalgando una libélula, espero que Ka- Zar inicie la ruta para seguirlo.

Tienes razón Hank, Ka-Zar conoce esta zona mucho mejor que nosotros.

Ka-zar da reprimenda a la mujer y la fueza a que se vuelva hacia su poblado. A pesar que ir con vosotros es lo que quiere, solo sería un estorbo y seria expuesta al peligro. Cabizbaja retrocede los mismo pasos por los que huyo, mientras Ka-zar indica el nuevo camino.

Empezais a seguir la ribera del rio a contracorriente. Tras algo mas de 1 hora caminando os encontrais con una cascada.

Subiremos por aqui, es el camino mas recto. Evitar esto nos haria perder mucho tiempo. Indica el terreno y a la vez un árbol con lianas colgando. Lo mejor será usar estas lianas para subir hasta esa rama de alli lo alto, mas luego dar un salo hasta la roca y escalar lo poco que queda.

La altura total de la cascada serían 20m. Las lianas hasta la rama unos 15m. La distancia hasta la roca era un pequeño salto y luego el resto ya no era dificil.

Ahí vamos! Debemos acercarnos en silencio para no ser detectados. 

Por orden Ka-zar es el primer en subir para orientaros. A medida que el Capitan hacia gala de una agilidad similar a la de Ka-zar, Hank sube montado en su vehiculo particular, una hormiga voladora como las que acostumbra. Arriba estais en un momento y Kazar observa vuestras virtudes atléticas.

Parece que no he fallado en escogeros. Me sorprende tu agilidad Capitan, mientras tu Hank, esa habilidad para dominar insectos puede ser realmente util. Nunca vi a nadie manejar su cuerpo de esa manera.

El camino continua algunas horas más. Os encontrais con el dilema de pasar un precipicio de 15m de acho. Su profundidad es cerca de los 40m. Por el fondo pasa un rio de escaso cabal y piedras.

Debemos buscar una forma de poder pasar al otro lado. Ya está anocheciendo y es mas seguro el otro lado que este. Aqui hay depredadores que bien podrían acabar con nosotros.

- Bien, si ese es el problema no hay que preocuparse. Podría reduciros a los dos y pasaríamos usando una especie voladora que se encuentre por la zona. En caso de no encontrarla, tendremos que proceder a buscar un sitio que tenga más facilidad para ser cruzado. - Puedo mencionar que al volverme gigante es un simple paso, pero anularía todo el factor cauto para pasar desapercibidos que llevábamos hasta el momento.

- La presencia de depredadores es una buena señal. Significa que los cazadores no son muy habituales en esta parte. Eso seguro que incluye las patrullas de hombres lagarto u otros aliados de Sauron, - Recordaba las lecciones de T´Challa acerca de supervivencia. Cuando regresáramos a casa tendría pendiente agradecérselo - aunque es factible que si apuramos algo el paso podamos intentar encontrar algún sitio seguro donde acampar. 

En parte, me alegre de que fuese a llegar la noche. Con las estrellas podría comprobar si conocía alguna constelación, un método para comprobar si todavía seguíamos en la misma galaxia.

Hank, en esta selva realmente no hay lugar seguro de depredadores. La ley de la selva, es la ley del mas fuerte. Si tengo hambre, te mataré. Aun no nos hemos encontrado ninguno, pero hay reptiles gigantes de mas de 6 m de altura. De un bocado te podrian matar perfectamente. Tampoco me gusta la opcion de encongerme. No soy muy partidario de la tecnología de vanguardia, aunque sea útil.

Kazar se acercó hacia un árbol que ya estaba algo viejo, pero se veía resistente. A base de empujar se veia que el árbol iba cediendo, pero le faltaba fuerza. Su altura sobrepasaba la longitud del precipio, con lo que serviría para pasar.

Ayudo a Ka-Zar haciendo palanca en el árbol con el escudo a ver si se derriba para cubrir el precipicio.

Tomo una nueva altura, de tres metros y medio, la suficiente para tener fuerza, pero no para ser un objetivo visible por todo el mundo, para ayudar con el cometido de empujar el tronco y lograr, de esta manera, un paso al otro lado del camino. La combinación de las fuerzas de Ka-Zar, del Capitán y la mía debería bastar para hacer que ese árbol cediese.