Partida Rol por web

Justo antes de asesinarle, Mudir siente que Dismater trata de alcanzar el Lado Oscuro y prepararse para resistir el golpe y responderle... pero falla, no es lo sufientemente hábil para hacer todo eso a la vez y el golpe de Mudir decapita limpiamente a su enemigo de la cara desfigurada. La cabeza sale volando y desaparece entre los restos llameantes de los turboascensores.

Otra vez el lado oscuro crepita y una bola de energía azul implosiona desde donde estaba Dismater dejando un círculo quemado en el suelo. Afortunadamente Mudir ya estaba preparado y se aparta después del golpe, que ha sido increiblemente preciso.

Parapetada en una de las columnas, Lia apuntó con su blaster de bolsillo a una de las centinelas que aun quedaban en pie y le disparó.

Todo el caos generado con la explosión se estaba tornando en aplastante victoria frente a las fuerzas de Skarus... pero aun quedaba el mismo Skarus, ese sería el reto.

El disparo del arma de Lia no tiene apenas potencia y se disipa en el chaleco protector de la centinela, que resiste el golpe. La Twi-lel se da cuenta que es hora de cambiar el cargador de su potente blater de bolsillo robado a las Mystril.

Mientras tanto Murbella continúa con la masacre y asesina a otra de las guardias acercándose a ella y partiéndola en dos a la altura del pecho, la centinela que no ha podido dar ni un paso se derrumba cortada en cuatro trozos. Ya que en el golpe Murbella ha segado sus dos brazos al cortar un poco por debajo de los hombros.

-¡Proteged a vuestro señor! ¡Proteged al elegido!-grita la única de las mujeres que queda intacta, aún así probablemente todavía no se ha dado cuenta del destino que han corrido sus compañeras y sus líderes entre todo el caos y la destrucción que ha acontecido.

Al ver a Murbella troceando a su amiga dispara con su bláster contra ella, pero la sith ríe mientras desvía el disparo con su hoja láser.

Por su parte la centinela atacada por Selfeth saca un estilete y trata de clavarselo en el cuello al esbirro, su golpe choca con las duras protecciones de la armadura de éste que replica sajando a la mujer desde el vientre, donde tenía hundido su vibrofilo, hasta el cuello, abriendo la caja torácica y esparciendo sus órganos por el suelo.

Las dos centinelas heridas por Krona anteriormente buscan refugio en el lado opuesto de las estatuas al que estaban antes, soportando el calor del incendio de los turboascensores y disparan al sith que las hirió, tratando de cobrarse venganza, una de ellas arranca esquirlas de la estatua donde se ha refugiado Krona.

La cosa iba bien, los enemigos principales ya habían caido y sólo quedaba la morralla, no confiaba en que duraran más. Pero para su sorpresa aun intentaron atacarles. Unas esquirlas de la columna donde se parapetaba le indicaron que le habían disparado.

¿Todavía tienen ganas de pelear?
Odio los fanaticos. No saben cuando han sido derrotados.

El sith se asomó lo suficiente para disparar a una de las zorras y disparó. Pero las muy putas estaban bien resguardadas.

Era probable que los enemigos atacasen fruto de la desesperación, no creían que nadie les diese cuartel, ni ellos se hubieran planteado darlo nunca a nadie.

O eran tan fanáticos que lucharían hasta el final.

Mudir se recuperó de la esquiva que había hecho a la explosión del cuerpo de Dismater mientras Krona trataba de exterminar a las dos centinelas heridas y parapetadas...

Mudir giró sobre su pie de apoyo para seguir con sus ataques mortíferos. Ésta vez atacó a dos de las centinelas que quedaban con vida, las cuales tuvieron la mala suerte de estar más cerca de Mudir que las demás.

La hoja hizo un nuevo giro en el aire y trató de sesgar a dos de ellas.

Poco les habían durado las centinelas y sus jefes, pues solo quedaba un número muy reducido de ellas. Lia enfundó su blaster de bolsillo que parecía descargado y sacó el otro blaster de bolsilo, idéntico al anterior. Asomándose desde su posición, detrás de una columna, disparó a la única de las centinelas que estaba viva y que al parecer aun tenía ganas de chillar consignas a... ¿quién?

Cuando disparó, vió que su puntería era excelente, como siempre, pero parecía que éste blaster de bolsillo también estaba bajo de energía... eso o que de no utilizarlo estaba algo "oxidado".

Aunque su primer ataque choca contra la estatua derribada, el segundo sablazo de Mudir ya golpea en la carne de una de las centinelas parapetadas, segando su vida, por su parte, Murbella salta la columna y asesina a la otra de un golpe bien colocado.

El disparo de Lia es certero pero otra vez sólo aturde a la única centinela que daba órdenes, el aturdimiento es suficiente para que Selfeth se arroje contra ella y le clave su vibrofilo en el cuello.

Despues del la explosión, el polvo se va asentando, en menos de veinte segundos el equipo ha efectuado un ataque sangriento y efectivo, dejando la gran sala de las estatuas sin enemigos, sólo se escucha el sonido de las células de energía de los turboascensores mientras arden y explotan y los gemidos de las dos centinelas atrapadas.

Selfeth saca el cuchillo del cuello de la centinela, que se derrumba agarrandose su tráquea... pero el esbirrro sonríe, y guardando el arma sin limpiarla, procede a tirar del pelo a la mujer la cabea hacia atrás para ver si no puede contener la hemorragia y muere antes.

-Jajaja.-Rie como un idiota. Perdido en el placer de causar dolor.

El combate acabó, si es que a lo que había pasado se le podía llamar combate claro. Porque había sido demasiado rápido para que no fuese más que una escaramuza.

Krona decidió dejar que los esbirros de Mudir acabaran con las zorras y se adelantó hasta las escaleras. Tenía algo de prisa por el comentario sobre las crisalidas, no sabía lo que era pero no sonaba nada bien.

Bueno. Sigamos moviendonos. Tenemos todavía una misión que cumplir, esto no era más que una distracción.

No obstante antes de bajar volvió a sacar el aparato detector y empezó a bajar cuando se aseguraba que no había explosivos.

- ¿Alguno de vosotros sabe algo de edificios? - preguntó Mudir mientras apagaba el sable laser. Se acercó a Krona por detrás, al fin y al cabo era él quién tenía el mapa. Sin decir mucho más, esperó una respuesta mientras permanecía atento a todas las direcciones.

A Krona le extrañó la pregunta de Mudir. No ya sólo porque preguntara algo, sino la pregunta en si. Muy ambigüa.

¿A qué te refieres? ¿Demoliciones y esas cosas o a diseñarlos?

Preguntó enarcando una ceja pero sin dejar d emirar a su escaner.

Mudir miró a Krona algo decepcionado.

- Obviamente para demolerlos. ¿Para qué iba a pensar en diseñar un edificio ahora?, lumbreras. Quizás si colocaramos unas cargas podríamos encargarnos de un plumazo de todas esas tonterías de crisálidas y de vasallos de mierda. Aunque a Skarus estaría bien matarle en persona y disfrutar de su cara cuando sea atravesado por un sable.

El minion disfrutaba sólo con la escena que recreaba violentamente en su cabeza.

Ahora mismo ya no estáis en un edificio, esto ya es un subterráneo excavado y probablemente no se viera afectado por los detonadores termales o explosivos que pudierais colocar, pero si queréis derribar el edificio de arriba (la pirámide) tienes los planos y con una moderada de Demoliciones (13-14) podrías saber como demolerlo...

Krona se encogió de hombros.

Y yo qué sé qué los hobbys raros que tienes.

En cuanto a tú pregunta. Sí, sabría demoler el edificio. Pero ya no estamos en el.
Estamos en unos subterraneos excabados por debajo, por lo que el derrumbe del mismo lo único que haría sería cortarnos la via de escape. Y eso suponiendo que tubieramos los explosivos necesarios, cosa que no creo.

Me da que vamos a tener que hacerlo en persona. De todos modos, me da a mi que a Skarus lo vamos a encontrar en la sala de esas crisalidas. Creo que va a tratar de nutrirse con ellas o algo así. No estoy muy seguro de cómo funciona.

Tras disparar a la centinela, Lia salió de su cobijo y se percato si alguien quedara con vida. Caundo cosntató que todos habían muerto sonrió. Todo había acabado. Casi en un suspiro. Comosi hubiera pasado un ciclón y lo hubiera destrozado todo.

Al mirar al suelo, la Twi´Lek vio que a un paso se encontraba el sable de luz de Dismaster, el esbirro de Skarus. En la explosión saldría disparado hacia ese lugar. Encogiéndose de  hombros, Lia lo recogió y lo guardó. Sonriéndo, dijo en un susurro mientras corría hacia las escaleras que seguían bajando.- Creo que ya no la necesitará más.

Cuando llegó a las escaleras, Lia escuchó la conversación de sus compañeros. Negando con la cabeza comentó.- No sabemos lo que son esas crisálidas, así que dejar de elucubrar y de buscar soluciones megalómanas y bajemos cuanto antes.- Concluyó la minion.

El grupo, que había arrasado el último bloqueo de manera increíblemente eficiente casi sin darse cuenta y ya estaba a la gresca otra vez, siguió a Krona a las profundidades bajando las escaleras.

Krona controló en todo momento que no hubiera trampas explosivas. Su prudencia era encomiable, pero ya quedaba muy poco para el último encuentro.