Partida Rol por web

- No tengo intención de hacerlo. Eso sólo acabaría por dejarnos en mal lugar.

Le respondo rápidamente y rotundidad.

- Piensa en ello, ese Pher ha conseguido un super destructor de la república mientras que nosotros no hemos podido ni entregar una rehén.

Dejo que cale la idea en su cabeza antes de proseguir.

- Ahora mismo contamos con que vendrán tras nosotros. ¿Crees que dejarán escapar la oportunidad de acabar con un Maestro Sith sólo por rescatar una rehén? Lo dudo, y cuando Koff vea que volvemos a escaparnos, los jedis insistirán en acabar con la amenaza existente en ese planeta haciendonos el trabajo más complicado... pero si quieres arriesgar tu culo bajando a ese planeta y luego escapar de él, puedes coger uno de los cazas.

- La gente no se manipula, la gente se usa. Se mueve por instintos. Pher es sólo un hombre, nos haya traicionado o no, dudo que se ponga delante de nosotros sin una buena causa. Es un cobarde, nunca lo hubiese definido mejor que con la palabra "rata" - dice con desprecio.

Pher a ojos de Mudir era aquel tipo tranquilo y... ¿agradable? que no hacía más que esconderse de todos los peligros y moverse sigilosamente para atacar por la espalda. Al minion no le gustaba la gente así. Cobarde y rastrera.

Krona enarca una ceja ante la respuesta de Indala.

Vale. Perdona. A lo mejor no he sido claro. ¿Ha parecido una petición? No lo era.

Ahora estaba mortalmente serio.

Voy a explicarte la situación como deferencia a que me salvaste el culo en el celestial. Pero no te lo tomes como costumbre.

Nosotros vamos a bajar a ese planeta en cuanto lleguemos. Y acabaremos la misión que nos ha encomendado, entre otros, tu amo y señor Darth Quarum.

No confio en que nos esperes si las cosas se ponen minimamente complicadas. No eres ninguna estupida, pero sí que esperaras lo minimo inprescindible.
Si cuando contactes con el amo este no te dice lo contrario, cuando salgas de aquí irás a llevarle la invitada que tenemos. Incluso aunque yo no vuelva y los demás sí.

Ha quedado claro.

- Muy claro.

Sonrío con mi respuesta. Si quiere que les deje en ese planeta con Koff pisándonos los talones, no pondré ninguna objeción al respecto.

Después de una serie de discusiones pasa la media hora que os iba a llevar el viaje, durante todo el camino seguís observando el ocasional relampagueo azul que pasa por los equipos electrónicos... que sólo os causa un susto porque nada falla en el hiperespacio.

Madrian se sienta en el asiento del copiloto y comprueba nerviosa las pantallas...

-Veinte segundos para el espacio real...-