Partida Rol por web

Janus Tenkai, ascendido a caballero Jedi por el propio Luke Skywalker, se retira frente a Mudir Nahya hacia la seguridad de los soldados, sin embargo Mudir salta hacia él y ataca con su sable de luz...

Janus al sentir el experto movimiento trata de invocar de nuevo al Lado Oscuro de la Fuerza... pero Mudir puede ver como su piel se cuartea sus ojos se llenan de sangre y le aparecen cardenales en la cara ¡El poder del Lado Oscuro le ha fallado!

El sable Doble de Mudir atraviesa a su oponente y el Sith siente como la vida se extingue de los ojos de su enemigo... el cuál cae para atrás en brazos del soldado más cercano, que le agarra y sube su cuerpo inmóvil hacia las alturas...

Desde la rampa de la nave y entre la humareda Krona ve como Mudir ataca y atraviesa al Jedi, que se estaba retirando para atrás; uno de los soldados toma su cuerpo inmóvil y lo sube con las pistolas de ascensión....

En vuestros cuatro comunicadores suena una voz de mujer:

-Tenemos Cazas X de la república a pocos segundos de llegar a distancia de ataque... sugiero que se den prisa y entren en la nave...-

La rabia que Mudir tenía en su interior se descargó con ese golpe. Cuando el sable de luz tocó carne y el Jedi fue atravesado por su hoja doble, el aprendiz de Sith sació su necesidad corporal. El tiempo se detuvo los instantes suficientes como para que pudiera saborear el gesto de Tenkai, sus ojos,... viendo como Mudir había sido capaz de acabar con él sin sufrir una sola herida en el cuerpo.

Vio como el cuerpo caía, y enseguida se giró con el sable en alto por si al otro Jedi o a la Padawan les daba por hacer algo estúpido como atacarles sin la ayuda de su maestro, pero estaba claro que la idea que tenían en mente era la de huir. Y esta vez Mudir tenía que permitir que escaparan, eso no le iba a gustar nada a sus maestros.

Permaneció de pie unos momentos. Su capa ondeaba con el viento que generaban los motores. La vista de Mudir estaba fija en la nave que estaba recogiendo el cuerpo sin vida del Maestro Tenkai. Su sable brillaba aún en su mano, pero ésta estaba mucho más relajada.

Danko empezó a caminar guiado por la fuerza, cuando al ir por la rampa de la nave, sintió a Mudir atacando a Janus... Esa presa era suya, no de Mudir. Sintió como si le estuvieran quitando parte de su deber como alumno de Darth Tenkai. Aun así su pelea con Mus habia quedado también aplazada, de modo que tampoco podía quejarse... No habia estado tan a la altura como esperaba poder estarlo.

- ¡Mudir! Vuelve a la puta nave... Tenemos que salir de este agujero. - Dijo mientras entraba. Su mal humor iba a ser astronomico estos dias...

Mudir giró la cabeza unos instantes. Vió la frustración de Danko y sonrió unos segundos, saboreándolo también. Miró de nuevo hacia arriba sin moverse, el tiempo suficiente para ver la nave alejarse a toda velocidad.

Le hubiera gustado haber matado también a Mus, y sobretodo a esa asquerosa cobarde que tenía Tenkai por Padawan. La idea de huir, cobarde, rastrera, de tratar de evitar combates entre ellos... Sabía que tenían las de perder, y ahora habían conseguido borrar una escoria más del Universo.

Mudir se giró con un rápido movimiento, su capa se levantó en el aire, mientras comenzaba a andar. Se echó la capucha sobre la cabeza, e ignorando al resto de  soldados, apagó su sable doble y se dirigió a la nave. Después de acabar con un maestro Jedi, dudaba que los demás que quedaban en esa sala quisieran problemas con cualquiera de ellos.

Sin decir nada al pasar al lado de Danko, Indala y Krona, accedió al interior de la misma. No sabía ni dónde estaba Lia, ni donde estaba Pher, por por él, este segundo podía haber muerto que lo único que haría sería alegrarle aún más de lo que estaba.

Ha sido un gran día,...

Nada más entrar los cuatro en la nave, la rampa que se extendía debajo de ella se cierra y con los propulsores de maniobra empieza a retirarse hacia atrás.

La rampa da a la bodega, que veis provista de motojets, suministros, una armería, un laboratorio médico completo (con tanque de bacta y droide auxiliar).

Seguís hacia arriba y llegáis a una sala común, de la que sale un pasillo para ir la la sala de Máquinas/motores (que se desvía para ir a la torreta y al puerto de atraque de cazas) varias habitaciones y otro pasillo que llega a la cabina de control, en la que veis a una mujer vestida con un uniforme de corte imperial, que os mira con aprensión.

La nave parece muy moderna, éste no es ningún pedazo de chatarra.

-Tenemos un bonito escuadrón de cazas X a unos veinte segundos de llegar a punto de disparo óptimo, y estamos dentro del pozo de gravedad del planeta... espero que sus famosas habilidades de pilotaje estén hoy a la altura, jefa...- dice refiriéndose a Indala.

Reconoces por el uniforme a Madrian como una de las oficiales que entrena tu maestro en su base, eso quiere decir que sabrá pilotar, disparar, y estará entrenada en variedad de campos útiles, también sabes que reciben algo de condicionamiento mental para ser leales y eficientes...

La cabeza me continúa dando vueltas pero no tanto como antes, así que me siento en el asiento del piloto y saco esta maravilla del celestial para hacer frente a los cazas.

- Si alguien sabe manejar un caza que baje y se monte en uno.

Sugiero emocionada por probar de verdad lo que puede hacer la nave.

Al entrar en la nave observo como Imdala ya se ha recuperado de las granadas. Lo cual es una alivio, así tendrán a un buen piloto a los mandos.
La acompaña hasta la cabina solo para ver más caras conocidas.

Ante el comentario de los cazas, Krona ni se lo piensa. Pasa del tema. Es capaz de pilotar un transporte, pero no se piensa enfrentar a un escuadron de cazas-x a menos que sea imprescindible.
En su lugar trató de comunicarse con Lia.

Lia. ¿Me escuchas? ¿Por donde andas?

Mudir apareció de las sombras más atrás del umbral del portón de entrada a la cabina. Hizo un rápido movimiento de cabeza para que la coleta le cayera de nuevo hacia atrás en vez de quedar apoyada en su hombro como estaba.

Se cruzó de brazos y vio la agitación del lugar.

- Indala,... - dijo sin demasiada entonación - deberíamos seguir a esos Jedi y acabar con ellos. No sólo por el hecho de que estén muertos, sino porque si huyen sabrán que existimos, y eso no podemos permitirlo.

Permaneció ahi, de pie, impasible, y como si esperara que Indala no le fuera a hacer caso. Mudir tenía una cosa clara,... daba igual que le hicieran caso ahora,... él era una persona paciente, muy paciente...

- Entonces ve tras ellos mientras aquí acabamos con los X.

Parece una opción ovbia, pero como nadie parece contribuir a acabar rapidamente contra los cazas, seguramente los jedis acaben por escapar.

- Madrian, necesito más potencia en los motores o seremos presa facil. Y no falles cuando los tengas a tiro.

Continuo con el pulso acelerado por la emoción.

- Grend, localice la lanzadera jedi por si aún está a nuestra alcance y pasa los datos a los ala-A por si los maestros del sable saben hacer algo más.

Dar órdenes es lo único que parezco saber hacer, pero la nave ya se encuentra en posición para enfrentarse al escuadrón y resulta evidente que me encuentro como pez en el agua en estos momentos.

Krona estaba intentando localizar a Lia cuando escuchó como Indala trataba de que hicera algo. Estaba a punto de ignorarla, pero al fin y al cabo estaban en su nave. Por lo que le dejaría que tuviera la sensación de que controlaba la situación.

Ahora mismo no puedo. Estoy tratando de localizar a alguien que también estaba en la sala. Puede que tengamos que ir a por ella. Así que no nos movamos muy lejos de la zona. De momento.

Por fin el comunicador de Krona responde:

- Hola Krona. Ando un poco liada, intentando acabar la misión que nos habían encomendado ¿recuerdas cual era?. Y vosotros ¿qué hacéis?

En las pantallas podéis ver como un vehículo, mezcla de aerodeslizador y coche de las nubes sale del hangar inferior... y sentís a vuestra compañera en su interior...