Partida Rol por web

Le observo durante varios segundos antes de tomar ninguna decisión, meditando si concederle su último deseo o dejar que el planeta lo devore poco a poco arrastrándole por una agonía eterna. He de admitir que la idea no me desagrada, pero el pequeño detalle que me desvelara a nuestros asaltantes me hace estar en deuda con él, así que su cabeza no tarda en acompañar las del resto.
Resulta curioso que los dos capaces de sentir la Fuerza del planeta, fueran incapaces de detectar un ataque, seguramente distraídos a saber por qué cosas que yo era incapaz de atisvar. Puede que simplemente no fuera el momento adecuado para desvelar ese secreto.

Quizás...

Pienso sobre ello mientras me registro las posesiones de Moon, Diss y los defel. Buscando respuestas al conocimiento que se me negaba, ya fuera en la Fuerza o cualquier cosa que indicara de dónde venían los asesinos antes de decidirme a reportar o no el encuentro.

Mientras registras a tus antiguos "aliados" y a tus enemigos tienes una sensación de desazón muy parecida a la que experimentas cuando estás en el simulador de la nave y no ves a ningún enemigo cerca... pero sabes que en algún sitio tienen que estar.

Sin embargo nada te asalta, nada te perturba... excepto el pensamiento de continuar la misión o volver inmediatamente a informar.

¿Quién se iba a imaginar ésto?

Me sorprendo al descubrir tántos sables de luz entre mis antiguos compañeros y decido guardarlos, si pudiera averiguar algo sobre sus cristales podría servirme para acabar el mío e incluso podría llegar a utilizarlos si fuera necesario. Pero eso no es lo único que me resulta de utilidad entre sus pertenencias, los medpacs pueden llegar a ser útiles, al igual que el holoproyector-comunicador de Diss, las herramientas y detectores de Moon tampoco eran un mal añadido a mi equipo... al encontrar los intrumentos de tortura no puedo evitar sonreir al reconocerlos bastante obsoletos, al menos contra mi. El equipo de los defel no resulta muy interesante precisamente, pero aún así me quedo con uno de sus collares "por si acaso".
Por contra, su mini-comunicadores si resultan algo más útiles que el resto de sus posesiones, y con un poco de suerte podría averiguar con quién habían estado hablando y su radio de acción. Lo que me prevendría sobre más posibles ataques, así que me decido a sentarme y estudiarlo durante unos minutos.

Parece que los comunicadores son para mantenerse unidos, pero aún así no puedo evitar la tentación de avisar por uno de ellos a cualquiera que esté escuchando.

- La proxima vez, mandad alguien que sepa hablar.

Despues lo rompo sin esperar contestación alguna. Si hay alguien tras estas cosas, seguramente ya me tendrá vigilada y los electrovinoculares de Diss seguro que me son útiles, al menos para comprobar que eran esos cosas en el patio del templo.

- Interesante.

Tanta nave indicaba que alguien más andaba interesado en el lugar y que el ataque no había sido casualidad dejando claro que debería contactar con la base y esperar nuevas órdenes.

- Madrian - susurro por el comunicador mientras sigo mirando - Contacta con Gladriss y preparadme un puente con la base. Hay algo que deberían saber.

Te llega la voz susurrante de Madrian al cabo de unos segundos.-Comunicación establecida con la nave, cuando tengamos el mensaje lo enviaremos y esperaremos respuesta-

- Hay naves junto al templo, parece que alguien se nos ha adelantado.

Sigo observando, intentando localizar a los guardias entre la gente o en posiciones más avanzadas.

- Diss y Moon han caído en un ataque. Esperando órdenes.

Un mensaje bastante conciso y escueto, lo justo para informar de lo ocurrido y anunciar el deseo de más instrucciones al haber concluido la primera parte.

Los segundos que pasan hasta que llega la contestación te parecen una eternidad.

-Aborte la misión y vuelva a la base, trate de minimizar daños al resto del personal y equipo-

Parece que valoran tu seguridad o no confían mucho en tus capacidades.

Vuelvo a mirar una última vez mientras me pregunto quiénes pueden ser y que estarán buscando.

- Recibido. Tengo un collar de nuestro atacantes, en cuanto pueda os mando una holoproyección y comprobare si tiene algún rastreador antes de llegar.

Acabo de hablar y aún pierdo unos segundos más contemplando el templo y el planeta con la sensación de que no desean que permanezca en él por lo que pueda mostrarme. Pero el temor a un posible castigo aún resulta superior al ansia de conocimientos y tendré tiempo para desarmar alguno de los sables de luz y estudiar los cristales.
Poco a poco retrocedo con cuidado de no encontrarme con otra sorpresa que conlleve un peligro para mi existencia.