Partida Rol por web

Lena que se había mantenido como sujeto pasivo tras su intervención, sonrio cuando la capitán le dio la bienvenida al romulano. La curación del paciente era complicada pero estaba segura que podría llegar a un avance con la ayuda de Annaith.

- Señor Vakro- Le dijo a modo de despedida, más adelante lo haría llamar para darle los detalles sobre su tratamiento.

La doctora aguardó a que se retirara el romulano por si la capitán precisaba de algún informe más, de lo contrario se retiraría.

- Teniente – saluda a su futuro oficial de seguridad al abandonar la oficina.

Luego centra su atención en la doctora Connor.

Una vez que Vrako abandona la estancia las palabras de Cira son diferentes cuando el teniente se encontraba presente.

- Doctora, confió que en hará todo lo posible por el Teniente. Ante cualquier inconveniente en su tratamiento no tarde en informar. Gracias, puede retirarse. -

No es fácil tener que aceptar un oficial cuya historia es complicada. Es peor cuando la orden no depende de Cira.

- Doctora, confió que en hará todo lo posible por el Teniente. Ante cualquier inconveniente en su tratamiento no tarde en informar. Gracias, puede retirarse. 

- Por supuesto señora- la duda ofendía, Lena era tremendamente escrupulosa en su trabajo y el romulano se había convertido en uno de sus pacientes más interesantes por su rara dolencia, lo que le confería un trato especial- Capitán- dijo finalmente recogiendo su ipad de la mesa y levantándose de la silla para salir del despacho.

Salí del despacho de la Capitana con una sonrisa de ganador en el rostro. El tripulante de la Enterprise que me acompañó hasta allí, permanecía en el pasillo esperándome. Su gesto seguía siendo el mismo que el previo y me puse serio al verle. 

- Ya está decidido. - Le dije mientras me escoltaba hacia el ascensor. - Soy el nuevo Oficial de Seguridad de la USS Enterprise. El teniente Vrako. - Me presenté como su superior y observé su reacción. - Puede hablar con sus compañeros y decirles que un romulano estará por encima de ellos, donde siempre debemos estar... No quiero sorpresas el primer día. Y si a alguno no le gusta, - miré a los ojos al tripulante, acercando mi rostro al suyo. - Que solicite el traslado ya... Esto podría ser un infierno para él... - Le dije con cierto tono amenazante al final, una vez solos en aquel ascensor.

No hablé nada más con él, simplemente le sonreí al verle sudar y sentirse amenazado y salí de la nave. Debía informar a mis superiores antes de embarcarme en aquella colosal nave. Ser doble agente era lo que tenía y debían saber que lo había logrado. Ya en la seguridad de mi habitación, la cual revisaba cada vez que entraba buscando cámaras ocultas o micrófonos, realicé el informe y lo encripté para que, en caso de ser interceptado, les costase acceder a él. Además, usé el código que me enseñaron en mi Imperio, lo que dificultaría aún más su lectura. El mensaje sin cifrar rezaba así:

He conseguido un puesto en la USS Enterprise-F. Desconozco las medidas de seguridad en las comunicaciones de la nave. En cuanto logre acceso a una puerta trasera, recibiréis nuevas noticias mías y sobre su Nave Insignia.

¡Por nuestro Imperio!

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*** Fin del mensaje ***

 Lo peor ya había pasado, pero quedaba lo más pesado: ganarme la confianza de los demás Oficiales de la nave.