Partida Rol por web

La capitana asintió la sugerencia de su primer oficial. Una celda podría ser conveniente ante todo lo ocurrido previamente. No solo por su seguridad, también por la de todos.

Coincido con usted comandante. Con el posterior beneplácito de la doctora sería precavido enviar a la teniente a una celda. Hasta creo intuir un posible lavado de cerebro. Hay técnicas para crear espías durmientes que escapan a nuestro entender, a diferencia de la acción intencional de Da'Par. Aunque es pronto para descartar cualquier opción.

Desde luego el tiempo y las pruebas determinarían el trasfondo de todo...

Lena lo estaba flipando en colorines... ¿Qué le había pasado a la abuela con ella? era como si de repente ahora le hubiese dado por increpar a la doctora para ver hasta donde podía llegar y seguir tensando hasta que saltara por los cerros de Úbeda... Connor suspiró para acto seguido sonreir, aquello con ella no iba.

- Exijo, palabras registradas, sino fuera porque estamos donde estamos diría que se ha escapado usted de la Gestapo y que a usted me la han cambiado... o más bien a la Cira de la que me ocupé personalmente durante su comparecencia, puesto que creía que ambas nos conocíamos y respetábamos. Mis comentarios irónicos los vengo utilizando desde que tengo uso de razón y que yo sepa, ni interfieren en mi trabajo, ni en mi juicio, ni creo que en el de los demás y mucho menos hay ninguna regla escrita de la Flota que los prohiba, de manera que no está usted en posición de prohibir que hable ni que respire mientras no le falte a usted al respeto, cosa que no he hecho. Así pues que no panda el cúnico que la teniente no va a despertarse ni creo que sepa hacer kung fu mientras duerme.

Le dijo tranquilamente al tiempo que cerraba su tricorder y lo guardaba junto a su equipo para a continuación cruzarse de brazos tras las palabras del primer oficial.

- Capitán, lo que ha dicho el señor Shev es cierto. No es necesario con los métodos que tenemos a bordo utilizar medidas tan drásticas frente a una oficial de la flota que ha de ser interrogada pero a la que se le debe de atribuir la presunción de inocencia hasta que se demuestre lo contrario- elevó una mano que veía venir a Cira volver a incidir sobre sus pruebas irrefutables- personalmente no tengo ningún inconveniente en que caiga todo el peso de la ley sobre Annaith si es culpable, si lo que ha pensado es que me dejo llevar por sentimentalismos me temo que se ha equivocado conmigo y vuelve usted a ofenderme... pero correré un túpido velo, es poco conveniente para la dermis que yo me altere, por el tema de las arrugas y porque simplemente no me apetece y como ahora me dirá que no tenemos tiempo y que cumpla con mi deber, sugiero la propuesta del primer oficial y me ofrezco para asistir al interrogatorio, si le hace sentir más tranquila puedo saber exactamente si la acusada miente o no, pero prefiero no sedarla ni suministrarle ningún fármaco hasta que despierte, la integridad física de todos los tripulantes de la Enterprise es mi prioridad, señora.

Las palabras de la doctoran finalmente decantaron por evitar las drogas y esperar a que la acusada despierte. Con la decisión la capitana optó por secundar la acción de Shev y transportar a Annaith directo a una celda para que los presentes a continuación se dirigieran allí.

- Perfecto. Si no hay nada más para agregar entonces ordenaré el transporte de la teniente a una celda de contención para su interrogatorio a continuación. - respondió a los presentes, con claro interés en avanzar en la investigación por encima de todo lo demás. Luego tendría las reuniones pertinentes con quien crea necesario.

- Sala de transportes, fije la señal de la teniente Annaith y envíela directo a una celda de contención. - ordenó Cira al oficial a cargo de la sala de los transportadores.

- Seguridad. Van a recibir un tripulante en condición de arresto e interrogación. Procedan según el protocolo hasta que los oficiales superiores lleguen. - añadió a continuación a los responsables de las celdas.

- Señor Daq. ¿Halló algo de interés? - pregunta a su oficial, que no se había pronunciado hasta el momento.

A continuación la capitana se dispuso a salir de la bahía de carga, no sin antes ir a buscar su cámara grabadora 3d y guardarla en su bolsillo. El pequeño aparato estaba cuidadosamente posicionado en una esquina de la bahía de carga y hasta el momento había estado funcionando.

Luego de la confirmación del transporte de la teniente Cira iría junto a los demás a las celdas.

- Señor Daq. ¿Halló algo de interés? - pregunta a su oficial, que no se había pronunciado hasta el momento.

Jor se levantó en ese momento.  Había estado revisando la ropa, contenedores externos, y otras cosas que la teniente Annaith hubiera estado dejando por ahí, ocultas tal vez en algún panel, o así, en la prisa antes de entrar a la confrontación fallida con la capitana Graystone. 

Sus ojos se ajustaron en ese fruncir de ceño tan característico de los klingon.  Había estado Jor reproduciendo mentalmente la escena, viendo si todo cuadraba.  Trataba de usar su empatía para la reacción de la vulcana, y ver que había ocultado y de qué forma.  No era inusual que algunos fueran espías, sólo tenían que usar la lógica para plantearse la mentira, y con eso era que la ocultaban tan bien.   Algunos, no eran vulcanos, sino otras razas con alteraciones externas o genéticas.  ¿Annaith es una de ellas?  ¿Lo sabría por signos?

Capitana, lo que encontré fue... nada. La Teniente Annaith no tenía nada entre sus ropas, ni un phaser o dispositivo de ningún tipo -  Y lo dijo, así, simplemente.

Al instante, el haz del transportador apareció sobre el cuerpo de la vulcaniana, que unos segundos más tarde desaparecía del suelo de la bahía de carga, dejándolo el lugar tan vacío y silencioso como siempre, pero las mentes de los presentes, llenas de preguntas. ¿Por qué había ido hasta allí? ¿De verdad era una espía, ella?

Annaith ya no tenía ninguna duda de que Vrako no se había acercado a la bahía de carga, pero cumpliendo las órdenes recibidas, lo comprobó en la computadora.

Una vez reunida la información, pulsó su comunicador.

-Capitana, aquí Annaith. El teniente Vrako continúa en la enfermería y no ha salido de allí desde que entró. Tampoco ha entrado en la bahía de carga.

-Capitana, aquí Annaith. El teniente Vrako continúa en la enfermería y no ha salido de allí desde que entró. Tampoco ha entrado en la bahía de carga.

En cuanto recibió la respuesta de Cira, Annaith no dijo nada más. Tenía la palabra de Vrako, además de su enfado, y la prueba de que no había nada allí que lo demostrase. No obstante, la lógica seguía rumiando en su cerebro. 

Si había un segundo espía a bordo... 

Voy enseguida, capitana.