Tal como estaba previsto, al día siguiente partieron y llegaron a la hora esperada. No hubo conflicto alguno por el camino, ni adversidad que interrumpiera la marcha. Max, Ser Egron y sus soldados, llegaron al castillo del Lord. Una fortaleza grande, capaz de albergar a cientos de personas en su interior y de resistir un tiempo cualquier asedio; aun así, el Castillo del Valle, era mayor.
- Ir a asearos - le dijo el caballero, señalando la dirección donde encontraría la sala común - a la tarde serás recibido por el Lord, quien si le caéis en gracia organizara otro banquete en tu nombre.
Dicho esto, el caballero se alejo, dejando a Max solo en la segunda puerta, la puerta de la servidumbre.
Una vez aseado, comido y descansado, fue convocado a la sala del homenaje, donde le esperaba el Lord.
- Así que este es el campeón que abatió el lobo - lo escudriño con la mirada, sentado desde su trono - cuéntanos tu proeza y veré si en verdad mereces una recompensa. - el rostro del Lord, manifestaba que ese, no era su mejor día.
Max se arrodilló ante el señor de talamanca.-Señor....Antes de comenzar a relatarle solo quiero decirle que espero que no le decepcione lo que le voy a contar,pues solo es la verdad...-Max alzó un poco la mirada y miró a su señor.-Nada de luchas épicas ni de heroicidades.-Tomó aire y comenzó a relatar.-Señor fue una caza de una bestia como otra cualquiera para mi,pero esta era mas astuta y me encontró ella a mi y no yo a ella,fuerte,astuta y cruel...el combate fue sucio,ruín,cubierto de sangre por todos lados,una lucha por la supervivencia del mas fuerte que al final gané yo y de la que me siento orgulloso,Mi señor espero que mis sinceras palabras no me premien con la muerte,pero no he venido ante vos con la intención de ganar recompensa alguna mas allá de la que pudiera ganar vendiendo las pieles de un lobo cualquiera,El pueblo ya me ha recompensado enormemente con su gratitud y eso es una gran recompensa,tanto si deseáis o no recompensarme ahora...marcharé con la misma dignidad con la que entré....-Max respiró hondo y acabó.-eso es todo señor...gracias por su presencia.-Max contuvo la respiración ante la respuesta del lord,sentía su corazón latir con fuerza,tanta que parecía que le saldría del pecho.
Espero no ganarme un paseo a la soga XD
El Lord sonrió ante tanta sinceridad.
- No es propio de ver que alguien se muestre tan dispuesto a desmerecer méritos - hablando al poco público presente que había - ¡He aquí, un hombre del pueblo! - volvió a mirarle - tan honesto, tan sencillo... ¿por qué habría de ordenar tu muerte? Más bien lo contrario, has salvado a mi pueblo, has devuelto la paz a una gente que ya no vendrán a reclamar mi ayuda y ¿quien mejor que su salvador, para custodiar mis tierras en mi nombre? ¡Arrodillaos! - le indicó donde debía de hincar la rodilla. Un paje trajo una cinta de cuero negro, con un broche en forma de espada y vaina cruzadas, el ornamento del Guardián y te lo colgó al cuello.
- ¡Yo, Lord Olmen de Talamanca y Señor del Valle, os otorgo el cargo de Guardián del Norte y Caballero del Reino. Levantaros, Ser.
Max se arrodilló con presteza ante su señor y recibió con orgullo el titulo, tras lo cual alzó la mirada con una lagrima de orgullo recorriendo sus mejillas.-Mi señor.....-Tragó saliva y volvió a inclinarse.-Gracias,con sumo gusto daré mi vida por vos y las gentes de estas tierras.-Tras lo cual se alzó e hizo una reverencia,miró en derredor a los demás presentes en la sala.-Lo juro ante todos los aquí presentes que no fallaré en mi promesa.-Tras aquellas palabras se volvió a arrodillar e inclinó la cabeza esperando las palabras de Lord Talamanca.
Sea pues.
Y con esas palabras, la ceremonia quedó concluida y con aplausos poco entusiastas, terminó todo.
Esa misma noche estaba prevista un banquete en honor al Guardián del Norte, pero el Lord decidió que no estaba el reino para festejos y fue cancelada. Esa misma noche, Ser Max, recibió en sus aposentos, la visita de Alester.
Permitidme compartir con vos una copa, soy Alester, Consejero del Dominio del Lord - dijo, sin dejar claro si era una invitación o una orden educada - os traigo un buen vino, traído de más allá del Mar Calmado, por unos buhoneros de considerable reputación. No es justo para vos, que esta noche, donde su destino ha cambiado por completo, quede sin una buena copa.
Sirviendo el licor en dos copas continuó con su conversación - imagino que no tendréis ni idea de por qué se ha cancelado el banquete a su honor - una vez más hablaba con expresiones confusas - Bien, seré yo quien os ponga al corriente, pues está entre tus deberes atender el malestar que achaca al Lord estos días.
Hace dos noches, un antiguo Caballero llamado Carler, robó una espada, una reliquia, obsequio del Rey a nuestro Señor. - le ofreció la copa - Dicha espada es muy codiciada por nuestro Lord, pues es el sello de amistad entre el Reino y nuestras tierras. Y lo más preocupante, los Sacerdotes de Nemie, pretenden tomarla para destruirla por una ridícula superstición.
Tened el ojo abierto y el oído atento, cualquier noticia, cualquier sospecha o rumor que os llegue, enviármelo y valoraremos su credibilidad.
Mañana partiréis y tomaréis el cargo de manera oficial. Y ahora ¿si puedo serviros en algo? - tomó un sorbo de vino.
Max a medio vestir recibió al consejero del Lord.-Disculpe su eminencia por mi aspecto,me disponía a ir a descansar tras limpiar mis vendajes y no os preocupeis...Lord Talamanca debe de tener cosas mas importantes que hacer y yo no soy quien para discutirlo.-La sonrisa desapareció de su rostro juvenil, y se sentó en una silla del cuarto.-Gracias por la copa Señor,agradezco mucho el detalle.-dejó la copa a un lado mientras se tocaba suavemente la herida de la pierna y tras una pequeña mueca de dolor recogió la copa y bebió de ella un pequeño sorbo para degustar su sabor.-Hmmm....Comprendo,una reliquia importante...no conviene desagradar al Rey.-Bebió un poco mas de la copa y se levantó de nuevo y caminó hasta el ventanal.-Mmmm...Tomaré mi cargo como prometí... y cazaré personalmente a ese ladrón.-Abrió la ventana y se sentó,respiró hondo y luego volvió a beber otro pequeño sorbo.-Si,Podéis hacer algo por mi,si su merced así lo desea....Me gustaría disponer de un caballo rápido,una capa de viaje,algunas provisiones,un arco o una hoja en mejor estado que mis viejas Herramientas señor....y si mi lengua no pide demasiado y merezco castigo por ello...Una paloma mensajera o un cuervo...os avisaré de mis avances en la persecución del ladrón a través de ella.-Inclinó la cabeza en señal de respeto y de disculpa ante tales peticiones.-Y si no os importa....Dejadme la botella señor,Buen vino por cierto.-Sonrió y se puso en pie caminando por la habitación.-Deseáis algo mas de este humilde caballero señor? o preferís beber un poco mas conmigo y conversar...Os puedo contar con detalles la lucha contra el lobo si gustais.-Sonrió de nuevo y salió a relucir lo que en realidad era,un joven entusiasta de gran corazón y entregado a la causa de los débiles...uno de los pocos caballeros que todos querrían a su lado.
Creo que me he pasado pidiendo....Me van a colgar o algo XD
Son peticiones razonables - dijo el consejero - cuenta con ellas mañana, antes de partir, haré que os sean entregadas. No podemos consentir que uno de nuestros Guardianes vista cualquier harapo. Incluso la botella, yo tengo que marcharme, pero os regalo la botella. Beber y celebrar vuestro ascenso y cuidarlo.
El consejero se acerco hasta la puerta, la abrió - recordar, cualquier noticia me ha de ser dada. Que descanséis - cerró la puerta dejando un silencio solitario.
Al día siguiente, tal como le dijo el Consejero, tenía cuanto solicitó al consejero: un buen animal, armas de calidad* y ropas nuevas para el viaje y los momentos de etiqueta. También entró a su servicio un joven muchacho, Salu. Quien se encargaría de las tareas de su casa y de las palomas mensajeras, de las que le dieron seis.
Tan pronto estuvo todo preparado, comenzó el viaje. Tardarían toda una jornada en llegar a Indon, lugar donde residía la Casa del Guardián. Junto al nuevo cargo, viajaban otros soldados que estaban bajo su mando y provisiones extra, pues Indon, no era la más rica de las aldeas de Talamanca.
El camino hacia Indon le permitió a Max pensar en su nuevo cargo y posición,a veces dejando la mente en blanco pues le costaba creer como en cuestión de días dejó de ser un caballero sin títulos a un señor de unas pequeñas tierras con grandes responsabilidades a sus espaldas...aunque gracias a Dios su primera misión para con Lord Talamanca era lo que siempre se le dió bien...Recorrer mundo.
Miró al joven que iba junto a él a no mucha distancia y a los hombres que lo rodeaban y pensó si sería capaz de dirigirlos a todos y llevar bien acabo su trabajo,estas y muchas dudas mas asaltaron su mente que apartó rápidamente...Con la preocupación no resuelvo nada,actuando si...Con esa idea en la mente Max tomó las riendas del caballo y acarició su cuello.-Perdonad,¿Podríais hablarme de Indon,como son sus gentes,su situación?Será mi tierra y mi gente y como tal merecen mi preocupación.-Le dijo al soldado mas cercano a el llamando su atención.
Lell me aparece otro personaje como destinatario,Hago bien en no marcarlo verdad?
SIETE DÍAS MÁS TARDE...
Cumplido su encargo, Alayne regresó a por la ayuda prometida, pero a su regreso todo cuanto encontró fueron evasivas y disculpas absurdas para no ser atendida. Llevaba dos días allí y ni el Lord, ni el Consejero, parecían dispuestos a atenderla. Por más que ella mostrara su impaciencia por recibir audiencia, más parecían ellos estar ocupados con otros asuntos de mayor urgencia.