Elgast escuchaba con asombro la descripción de Nascaar y, por un instante, su expresión de seguridad vaciló un instante. Rápidamente se recompuso y caminó un par de pasos hacia el panel que observaba Vincent.
—Ya —dijo mientras torcía el gesto disgustado—. ¿Y qué puedes hacer desde aquí?
El rostro del Decados nuevamente se endureció tras la pregunta. Mucho se imaginaba que el hombre no tendría una respuesta pero él tampoco la tenía.
Drim apareció por el pasillo gritando:
- ¡Se están retirando! ¡Los hemos hecho retroceder!
Irrumpió en la sala pasando por entre los guardias. Una fea herida marcaba su frente, sin duda provocada por algún disparo perdido.
- Creemos que esperaban refuerzos que no han llegado.- miró la máquina - ¿Cómo va todo aquí? ¿Habéis logrado frenar la invasión?
-¿La de este planeta? , sin duda , ¿la de Tormenta Azul ? ... - el joven mecánico hace una pausa ya que no esta seguro de lo que esta pasando ya que los paneles o no sabe leerlos y no quiere reconocerlo o no muestran esa información .
- ... no tengo claro que esta ocurriendo , los portales se estan cerrando y eso es bueno , creo que para desterrar la amenaza del todo lo mejor sería volar todo esto como hicimos con el generador .- Duda entre si seguir diciendo cosas de las que no esta seguro o dejar a la imaginación del joven duque lo siguiente .
- Pero eso si recuerda tiene un riesgo , no creo que vuelva a desaparecer la montaña , ¿pero quien se va a arriesgar ? o ahora con tiempo ponemos un disparador retardado . -
El noble miró la maquinaria. En su cara se leía un cierto pesar por todo lo que significaba volar aquello pero después de lo sucedido no se podían correr más riesgos.
- Mandaré a uno de nuestros zapadores que coloque los explosivos.
No mencionó nada de pedirle permiso a su padre. ¿Habría entrado el Duque Blanco en razón?
Elgast estaba confuso, todas esos datos no le decían nada y tenía que confiar en el Carroñero, por mucho que le costase aquello.
La reacción del Valiantor le sorprendió y levanto las cejas mirando sorprendido a Drim.
—Bien dicho —celebró mientras se acercaba al Drim con gesto afable—. Eres un hombre valiente Drim de la casa Valiantor. Haces lo correcto.
Después de todo lo que había ocurrido entre Elgast y el joven Valiantor las palabras del Decados parecieron poco menos que sorprendentes. ¿Quizá quería conciliar ahora? ¿Con qué causa? ¿Sería quizá una máscara?
Elgast volvió la vista hacia Vincent.
—Venga, acaba lo que tengas que hacer y marchémonos de aquí.
Vicent vio como el último destello del Portal que unía Tormenta Azul con la dimensión desconocida se apagaba. ¡Se había cerrado! Pero ¿qué había pasado al otro lado?
Mientras pensaba en esto un zapador comenzaba a poner explosivos alrededor de la maquinaria, bajo la supervisión de Drim.
- Mi padre no está muy de acuerdo con esta decisión.- dijo el albino en un aparte a ambos hombres - Pero espero que nos de tiempo a volar la estructura antes de que vuelva de la batida que dirige contra los fugitivos que se retiran.
Había un brillo de desafío en su mirada. El desafío del que aprende a desobedecer órdenes guiándose por sus propias convicciones morales.
vincent no pudo evitar el suspiro que se le escapo al ver cerrarse el portal de Tormenta Azul , por lo menos la puerta estaba cerrada ¿ habría sido suficiente para evitar toda la invasión o estaría la estación en medio de una batalla campal ? Es algo que con suerte podrían comprobar .
- Si es así lo mejor será darse prisa y salir de aquí rápido .- Dijo el joven intentando retener en su memoria todo lo que veía para analizarlo con mucha mas calma . Ademas miro por si descubría algún tipo de documentación que poder estudiar mas tarde .
Drim se apresuró a dar órdenes a los hombres. Elgast y Vincent iban tras él. Todos desalojaban las cavernas mientras el zapador disponía los últimos explosivos.
Al salir al exterior los dos viajeros se dieron cuenta de la crueldad de la batalla. A lo largo de todo el valle decenas de muertos decoraban la escena nevada. La tormenta, quizás apiadándose de los muertos, había dejado de azotar la montaña. La calma que precede la tormenta... y que viene tras ella. A lo lejos una unidad de combate todavía remataba a algunos cadáveres. Podía verse el estandarte del Duque Blanco alzado en medio de ella.
El zapador pidió la confirmación y Drim se la dio. La explosión retumbó por todo el valle como un trueno. En algún lugar se desprendió nieve y se provocó un alud, pero el hombre encargado de la misión de volar la estructura había demostrado su buen hacer minimizando los daños. Ninguno de los soldados resultó herido ni el alud causó estrago alguno salvo devorar los árboles a su paso.
Contra lo que había pensado Elgast en esta ocasión no hubo un colapso de espacio-tiempo. Simplemente parte de la montaña se vino abajo y las cavernas quedaron sepultadas por toneladas de roca. La maquinaria había quedado totalmente inutilizada.
Vincent soltó un suspiró inconsciente. Por un lado se sentía aliviado por haber salvado al universo - porque lo habían salvado ¿no? - pero por otro pensó en las posibilidades destruidas por no conocer un sistema alternativo de energía.
Sin embargo no iban a tener mucho tiempo de pensar en aquel asunto. La unidad de combate dirigida por el Duque Blanco regresaba hasta donde estaban ellos. ¿Cómo se tomaría el viejo que su hijo hubiese derribado la montaña sin su permiso?
Cuando el Duque llegó a la entrada de la caverna era difícil determinar su estado de ánimo. Su rostro estaba manchado de sangre, al igual que su traje. Todo el mundo parecía agotado tras la batalla.
- Lo has hecho.
Fue lo único que dijo. Miró fijamente a su hijo y luego a los extranjeros. Una eternidad después posó una mano sobre el hombro del chico albino:
- Has tomado una decisión hijo. Y traerá consecuencias... pero la has tomado. Quizás hoy has aprendido el primer paso para empezar a gobernar este valle.
Dicho lo cual se dio la vuelta y se dirigió a sus hombres.
- ¡Volvemos a casa! Recoged a los heridos de nuestro bando y rematad a los del contrario. Mañana decretaré estado marcial y cazaré, uno por uno, a esos disidentes Sin Nombre. Pero hoy ya hemos ganado una batalla. Seréis recompensados por vuestro valor y me encargaré de que las viudas también lleven su parte. Este día será recordado en los anales de la historia de Malignatus.
El hombre levantó su brazo y todos corearon al unísono su nombre.
Vincent era un mar de confusión , por una parte sentía alegría por haber hecho desaparecer una seria amenaza hacia la humanidad pero por otra había visto lo que una tecnología avanzada podía llegar a hacer , aunque tambien habia vislumbrado lo que podia llegar a ocurrir si no era cuidadosamente manejada . De haber tenido tiempo le hubiese gustado investigar los portales , buscar una fuente alternativa de energía ... pero en su fuero interno sabia que esta tecnología creaba poder y el poder mal entendido creaba guerras y sufrimiento .
Un ejemplo era el propio Duque como había olvidado su deber con la humanidad al imaginar el poder que le iba a suministrar la posesión de uno de esos portales ... las demas casa hubiesen matado por poseerlos y eso podia significar la mayor guerra civil en siglos .
Elgast frunció el ceño. En las múltiples conjeturas que se había hecho acerca de la resolución del suceso no había ninguna en la que se representase tamaña indiferencia por parte del Duque Blanco.
Durante un rato mantuvo la mirada al Duque, intentando quizá leer más allá, comprender que pasaba por la cabeza del viejo pero pronto desistió. No era su guerra. Era hora de marcharse.
Chicos: vuestra escena va a hacer un fundido a negro porque realmente no tenéis manera de volver a Tormenta Azul salvo por métodos convencionales. Habéis aplastado la rebelión y en el Epílogo se contará que sucede con ella y vuestros personajes.
Estoy a la espera de que en la otra escena se jueguen los compases finales y cerramos la partida. Pero os adelanto que esta vez ¡han ganado los buenos! ;)