Partida Rol por web

Seth empezó a reír, primero con cautela, con sorpresa, luego estentóreamente. Rozaba el aire con los dedos como si fuera sólido, miraba hacia donde no había nada con los ojos de un niño.

Luego se acercó a la puerta que había descubierto y miró si podía abrirse. Daba igual la prudencia, en ese momento no le importaba. Por lo que sabía, podían saltar ahora mismo hacia otro lugar, o el lugar podía convertirse en otra cosa. Quizá cada puerta conectaba las dimensiones, quizá no. Sólo había una forma de averiguarlo. Fiarse de su instinto, su olfato le ayudaría a encontrar la solución.

Si podía, abriría la puerta.

Seth empujó la puerta. Al otro lado había una serie de catres. Por un momento el ukar se sintió desconcertado nuevamente. Era una sala de descanso, sí, pero la disposición era totalmente diferente. Había taquilleros de metal, al puro estilo militar, y catres situados en forma de literas, unos encima de otros. El mismo lugar con distintos decorados... demasiado distintos.

A sus espaldas notó como el Duque Blanco y uno de sus guardias se aproximaban. Iban a decir algo cuando un grito del Confesor llamó la atención de todos.

- ¡Vengan aquí a ver esto!

Todos se giraron y fueron hacia el pasillo que antes había recorrido Vicent. Al llegar a la sala de la maquinaria Seth comprendió que algo más allá de una explicación convencional estaba sucediendo: nuevamente era la misma que habían abandonado hacía media hora antes, sólo que ahora las paredes estaban recubiertas de paneles de metal y tenían más cableado y luces. Sin embargo lo que llamó la atención de todos de forma primaria fueron los cuerpos. Estaban los dos cuerpos que habían visto antes: cadáveres resecos y marchitos colgando de un racimo de cables que se clavaban impíamente en sus cuerpos. Pero ahora había otros dos cuerpos en la sala: uno de ellos era uno de los soldados de la comitiva de Drim. Su cuello había sido cercenado por un cuchillo afilado. El otro era un individuo de unos cincuenta años, calvo, con un tatuaje en su frente que simbolizaba un portal de salto con un ojo en el medio. Estaba también muerto. Alguien le había disparado en el ojo derecho, volándole parte de la cara. Llevaba puesto un hábito negro, similar al de un monje. Aferraba todavía con sus manos muertas una daga enorme y curva, con el mango nacarado en marfil y la hoja empapada en sangre. No era muy difícil recomponer la escena: el monje había degollado al soldado y alguien le había volado la cara al monje.

Ajeno a todo esto Vicent no hacía otra cosa más que tomar notas de forma frenética.

- Por la Llama Sagrada...- murmuró el Confesor - ¿Qué es todo esto?

Vincent tardó un rato en comprender que no estaba solo , la voz del confesor le devolvió a la realidad.

- No toquen nada por favor .- Logro decir dentro de su concentración . - No tenemos claro como funciona esto , pero desde luego la nueva sala nos da pistas que antes no teniamos . Seth ayudame a investigar ahora que esto tiene un aspecto mas normal .- Termino diciendo el joven mientras seguia escribiendo en su desordena libreta .

Con su hermana entre sus brazos, pues no deseaba separarse de ella, camino junto con el resto a la procedencia del grito del confesor, cuando vio todo aquello, la rabia volvio a invadirlo y bajo la mirada para observar a su hermana.
-Es un tele transportador que usa la llama de los vivos para transportar a la gente.-Menciono al ver un soldado degollado y los cadaveres marchitos que vio antes de que Meixar desapareciera.-Nuestro sacerdote paso al otro lado por este portal.

Menciono apretando los dientes, sin esperar ningun tipo de respuesta, el solo miraba a Hysteria envuelta en su capa.

Paulus enarcó una ceja:

- Un tele... Entonces... Las historias del Falso Profeta eran ciertas... jamás...- se volvió hacia el Duque - ¿Comprendéis lo que significa esto señor? ¡Este lugar es herético! ¡Debe ser destruído! 

El Duque examinó la maquinaria. Ni siquiera prestaba atención a los cadáveres y mucho menos a su exaltado consejero. Se volvió hacia Vicent:

- Tú eres técnico ¿no? ¿Es eso cierto? ¿Esto es una máquina de teleportación personal?

Su Confesor alzó un dedo acusador pero las palabras murieron en su boca cuando el Duque Blanco se giró con semblante serio:

- Silencio. Ya sé cual es la postura de la Iglesia frente a esto. Pero quiero saber que me puede decir un hombre de ciencia. Mi pequeño feudo puede albergar uno de los descubrimientos más importantes después de los Portales de Salto y tú sólo piensas en fuego y destrucción. Yo veo puertas... puertas abiertas hacia un resplandor de la Casa Valiantor...

Efectivamente los ojos del Duque brillaban codiciosos.

Ni siquiera el gesto severo del Duque pudo frenar la explosión del sacerdote:

- ¿Acaso os habéis vuelto loco mi Señor? ¿Os está cegando el Ego de tal manera que no veis lo que estáis diciendo? ¡Esta máquina impía fue construída por el Falso Profeta y se alimenta de almas! ¿Estáis siquiera sugiriendo que podríais pretender usarla? ¡Informaré a la Iglesia de...

- ¡SILENCIO!- bramó el Duque perdiendo por primera vez su tono afable - Si osáis siquiera amenazarme os daré muerte aquí mismo por insurrección. ¿Acaso pensáis que habláis con un campesino de la estepa? ¡Soy el Duque Blanco, Primer Señor de Valiantor! ¡No se os ocurra siquiera volver a abrir la boca hasta que sea requerido u os juro que todo el respeto que os profeso no impedirá que os muestre quien es aquí el mandatario! 

Paulus ardía de rabia. Abrió la boca pero volvió a cerrarla. La lucha de aquellas personalidades era palpable, pero el poder estaba ahora mismo del lado del Duque. Sus hombres aferraban las armas algo confusos pero firmes.

- Y ahora,- dijo el Duque recobrando la calma y mirando a Vicent - ¿puedes decirme que sabes de esta máquina?

Vincent se sorprendió como nunca en su vida al ser preguntado directamente por el Duque incluso haciendo callar a su confesor .

- Esto ... - comenzó titubeando el joven , pero le preguntaban sobre algo que dominaba , asi que se olvido de quien era su interlocutor y siguio como si se lo estuviese explicando a su padre .

- Sin duda , es una maquina que hasta lo poco que hemos podido ver permite el viajar entre puntos distantes , no hemos tenido el tiempo suficiente para comprender todo su significado y su funcionamiento , pero al menos sabemos eso , y es como usted ha dicho uno de los mayores hallazgos de la humanidad en mucho tiempo . Quien disponga del control de una de estas podria convertirse en una fuerza de inmenso poder . Con el cambio sufrido por esta sala podemos descubrir muchas mas cosas...- El joven hizo una pequeña pausa para consultar las desordenadas notas que habia tomado en los últimos minutos .

- Podemos ver coordenadas espaciales complejas. Reflejan posiciones específicas en sistemas planetarios a nivel superficie. Son las situaciones de distintas cámaras que se encuentran en otros planetas ,según he podido ver hay un entramado con al menos cinco cámaras más conectadas a esta. Y, aunque parezca imposible, los datos indican que las cámaras son intercambiables en el espacio.Esto no solo es hablar de motores de salto en miniatura. ¡Es hablar de cuatro dimensiones ! Un descubrimiento que marcará la historia sin duda . Estas cámaras pueden cambiar de posición como usted podría cambiar de traje, sin duda para aprovechar el espacio y los recursos. - La cara del joven reflejó la ilusión por poder contar lo que había descubierto , así mismo intento transmitir la grandeza del descubrimiento y el poder que otorgaría el poseer una de estas cámaras .

- Pero como le digo , no hemos tenido el tiempo suficiente para investigarla mas a fondo , pero lo que si puedo decirle es que funciona , nuestro sacerdote lo pudo comprobar en nuestra anterior visita , se lanzo a ella y desapareció , no sabemos donde , pero esta claro que viajo a algún lugar ...- Termino el joven que intencionadamente había omitido toda referencia al tipo de energía que utiliza la maquina para no aumentar las quejas del confesor .

- Lo que si podriamos hacer es ir a ver plano de los sistemas estelares de ahí fuera y comprobar con estas coordenadas donde se localizan las otras maquinas .- Dijo el joven mecánico soltando un señuelo para evitar preguntas sobre los temas que había omitido intencionadamente .

Seth tenía algo que decir, pero aún así permaneció callado, escuchando al técnico y aprendiendo de sus palabras. Sería mejor no añadir nada, cuando un confesor estaba a punto de explotar, ya sabía que alguien como él no podría ayudar nunca a mejorar la situación.

Aún así, miró hacia los dos cuerpos que colgaban alimentando la máquina. Recordó a Meixar y una sonrisa estuvo a punto de aflorar en él. Había algo más, algo que no mencionaba el técnico. El conocimiento de la máquina estab muy lejos de su entendimiento todavía.

- Volvamos entonces a la otra sala.- sentenció el Duque haciendo caso omiso al Confesor.

Por su parte Paulus abría y cerraba su boca como un pez boqueando, incapaz de decir algo mientras luchaba entre su furia clerical y el respeto por su señor.

Al regresar a la otra sala Vicent examinó los paneles con los planetas. Ojeó el terminal que tenía delante de él. Recordando lo que había descubierto en la otra sala pulsó varias teclas intentando averiguar la posición de las coordenadas. Por un momento se le desplegaron varios menús pero, repentinamente, se pusieron grises, como si no tuviera acceso. Intentó entonces resetear el procedimiento pero algo pitó de forma insistente. Maldición. Vicent miró los paneles... Se reflejaron en ellos dos coordenadas: la que se correspondía con el propio planeta en el que se encontraban y otra más... pero no estaban todas. La segunda señal se reflejaba en Delphi, el sistema gobernado por los Hawkwood. Pero no había rastro de las demás... Vicent lamentó no tener mayores conocimientos sobre el manejo de máquinas pensantes. ¡Tendrían que encontrar a alguien capaz de manejarlas con mayor destreza!

- Necesitamos un enlace - dijo Seth -. Me refiero a una pieza que conecte lo que sabemos con lo que ignoramos. Vosotros lo llamaríais una piedra roseta, utilizando vuestra historia antigua. Muy antigua, ¿verdad? Leí algo en una revista, quizá me lo estoy inventando. En fin, se trata de algo abstracto de momento, pero...¿tenéis algún prisionero entre los sin nombre? Alguno del que no queráis hablar porque no sea...pío ocultar esa información. Algún libro, manual, referente o lo que sea. Igual me paso de optimista, pero no es difícil suponer que este no es el primer contacto real que tenéis con esta...secta.

Mientras hablaba, la mente del ukar repasaba los hechos acaecidos hasta el momento, por si recordara algo que pudiera llevarles a esa información sin necesidad de recurir a vagas esperanzas.

Vincent enseguida supo lo que necesitaban para seguir avanzando , pero delante del confesor no estaba dispuesto a revelarlo .

Miro al Ukar cuando este preguntó por documentos herejes , y espero la contestación de sus anfitriones , aunque observando la actitud del confesor poca esperanza le quedó que el fuego no hubiese consumido cualquier cosa de los sin nombre .

- Los Sin Nombre no se dejan atrapar como prisioneros... Prefieren antes la muerte.- dijo el Duque sin apartar los ojos de las pantallas - Hasta el momento me había parecido genial que nos ahorrasen los estipendios de mantenerlos con vida en un calabozo pero creo que a partir de ahora me lo pensaré mejor...

Se vuelve hacia su confesor, que ahora permanece pálido de rabia pero más contenido.

- Vamos Paulus, no te lo tomes así... Yo tengo un planeta que gobernar, tú sólo tienes que ocuparte de unas almas que según dices siempre han sido pecadoras. En fin: creo que lo mejor será que deje aquí a mis hombres mientras regresamos al castillo. Mandaré de inmediato un destacamento para que se haga cargo del lugar. Luego investigaremos de donde sacar a algún Sin Nombre que nos de la información que necesitamos...

Poco después el equipo regresaba al castillo con el Duque Blanco. Al pasar las puertas de la fortaleza todos notaron un evidente revuelo en el lugar. ¡Drim había regresado! ¡Y no lo había hecho solo! 

Cuando llegaron al hall de entrada fueron testigos del abrazo entre padre e hijo. Pero aquel momento quizás emotivo se rompió por una sorpresa todavía mayor: ¡con Drim estaban varios componentes de Tormenta Azul!