Partida Rol por web

La carta dice lo siguiente:

Estimado señor Collins:

Le escribo en referencia a un caso que puede estar muy relacionado con su especialidad. Se ha producido un hecho insólito que requiere de las artes de un auténtico maestro en buscar la verdad, a ser posible con la mayor de las discreciones. Un amigo común me ha hablado excelencias respecto a sus habilidades. Le ruego que tenga a bien citarse conmigo el día 1 de marzo a las 18:00 en el Hotel Plaza, Quinta Avenida, junto a Central Park, Nueva York.

Atentamente:

Paul Hoyt

-Uhm... Ésto pinta bien-digo, dejando la carta en la mesilla mientras medito. Lo cierto es que aquello tenía pinta misteriosa, y últimamente se estaba especializando en descubrir misterios. 

-Sí, ¿por qué no? Pasearé por la Gran Manzana, visitaré la Estatua de la Libertad y veré que trama éste tal Hoyt. 

Pero antes había que hacer los preparativos, que incluían informar a la señora Forrester de su partida, para no encontrarse ninguna escena después. 

Y así el valiente Collins, héroe de su barrio, partió hacia nueva York en busca de nuevas aventuras. No antes de despedirse de la señora Forrester, quien le dio un fuerte achuchón y le prestó su viejo coche, que le dejó tirado a medio camino y le supuso algunos quebraderos de cabeza adicionales hasta llegar a su destino. Pero ese tipo de cosas nunca se cuentan en las grandes historias, ¿verdad?