Partida Rol por web

Un trago antes de morir

Prólogo: Cenizas

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28/05/2014, 23:36
Director

6 de diciembre de 1941

Se acercaba un crudo invierno en el interior de Missouri, otro de tantos. Más al sur de la meseta de Ozark, donde el río Missouri ya quedaba lejano, los inviernos tenían por costumbre ser blancos y helados. Bosques y llanuras quedaban tapadas por igual por el mano de nieve que cubría el suelo alzándose hasta alturas de siete pies en según que lugares. El valle era una postal digna de contemplar en esa época del año.

Anthony se encontraba en casa esperando que su hermana terminara de tender la ropa. Su padre y sus hermanos mayores habían salido a cazar y no llegarían hasta que la noche cayera. Años atrás, Anthony solía salir con ellos de caza, pero desde el trágico incendio que se cobró la vida de su madre ya no querían que les acompañara, e incluso se negaban a hablarle, lo que hacía difícil la convivencia y el día a día.

Su único consuelo radicaba en Katherine, su hermana. Era una chica risueña y alegre, que siempre tenía una sonrisa para él y al que siempre había querido con locura. Era su hermano mayor, su héroe. El hombre que le había salvado la vida. No importaba lo que dijeran sus hermanos y su padre, ella sabía que había hecho todo lo que había podido por salvarlas y que de no encontrarse allí ahora la dos estarían muertas. Le debía su vida. 

Katherine era una chica guapa pero todavía conservaba secuelas del accidente, tenía una fea marca en el cuello por culpa de las quemaduras y la piel de la mano izquierda le había quedado muy perjudicada. Ella solía camuflarlo llevando el pelo suelto y unos guantes cuando salía a la ciudad con sus amigas. De todos modos no había nada que le robara la sonrisa a aquella joven muchacha.

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30/05/2014, 00:10
Anthony Grant

Era una fresca mañana de invierno, el padre y los hermanos de Anthony habían salido con el despuntar del alba montaña arriba, hacia los bosques. Soplaba una ligera brisa del este y el cielo había amanecido bastante despejado, habría buena visibilidad en la montaña y probablemente volvieran con unas cuantas presas.

Anthony se encontraba sentado frente a la mesa del salón, desmontando y engrasando su rifle de caza mientras miraba por la ventana hacia las colinas. Echaba tanto de menos salir a cazar con su padre y sus hermanos... 

Pasaba por su mente la idea de salir por su propia cuenta cuando Katherine volvió por la puerta de la cocina con un barreño vacío apoyado en un costado. Las cicatrices de la piel ulcerada todavía podían verse, trepando desde sus finos dedos hacia los hombros y el cuello. Los médicos dijeron que era difícil que se recuperara del todo, pero lo hizo. Cada día que Anthony veía esas marcas y recordaba aquel trágico momento una oleada de rabia e impotencia inundaba su ser. "Debería haberme quedado allí. Debería haber actuado más deprisa. Debería haber entrado a buscarla. Debería haberme quedado alli..." Podía sentir cómo volvía a atraparlo la tristeza, las lágrimas a punto de brotar de sus ojos, y sin embargo allí estaba ella, mirándole con admiración, sonriéndole. Era la persona más importante de su mundo.

Intentando sacar de su mente tantos recuerdos y pensamientos lúgubres, terminó de engrasar y montar su winchester.

- ¿Has terminado con la colada hermanita? Deberíamos empezar a preparar la comida para esta noche, Tom, Mike y papá vendrán con hambre.

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01/06/2014, 22:08
Katherine Grant

Ella le mostró su amplia y franca sonrisa nada más verle. Una sonrisa que hacía que desaparecieran todas las marcas que cubrían su piel y sus trágicos recuerdos. Su pelo era castaño oscuro, al igual que sus ojos. Su mirada era intensa y tan alegre como su sonrisa y siempre que veía a su hermano sus ojos se abrían y su sonrisa se ampliaba.

-A eso iba ahora. -Dijo ella. -¿Pero tu no quieres ir a practicar?.- Le preguntó señalando el rifle que él tenía en sus manos. -Yo me apaño bien en la cocina, ya lo sabes.

Y así era. Desde el fallecimiento de su madre había sido ella quien se había ocupado de las labores de la casa: limpiar, fregar, cocinar, lavar la ropa y tenderla. Y a pesar de que no lo hacía tan bien como su madre debido a la falta de práctica, poco a poco iba mejorando y ya no se le daba mal. A decir verdad sus guisos eran bastante buenos.

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03/06/2014, 00:20
Anthony Grant

Anthony le dedicó una larga mirada a su hermana. Había crecido tanto en tan poco tiempo desde el incidente... Se había hecho una mujer, mucho más madura, mucho más responsable y quizá un poco mas seria. Había aceptado la carga que había caido sobre sus hombros con ánimo, con una fuerza que el chico no sabía que ella poseía. Por eso la apreciaba y la admiraba aún más.

-Supongo que saldré más tarde a practicar algo, para no oxidarme demasiado. Además no tenemos muchos momentos últimamente para hablar entre nosotros tranquilamente, y hecho de menos nuestras conversaciones- Le dijo a su hermana.

Hacía bastante tiempo que no podían tener un día tranquilo para ellos solos, sin las miradas de reproche de sus hermanos hacia él o las broncas protagonizadas por su padre. Todo había cambiado tanto...

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05/06/2014, 11:53
Katherine Grant

Kate leyó en las palabras de su hermano y con esa gran sonrisa suya todavía dibujada en los labios dejó el cubo de la ropa y las pinzas a un lado y fue a por una silla para sentarse junto a su hermano. Ella tenía un sexto sentido para detectar cada vez que Anthony tenía algún problema y necesitaba hablar con ella, y que le dijera que echaba de menos las conversaciones con ella era algo que no podía consentir ni dejar pasar más tiempo para solucionarlo.

-¡Pues al cuerno la comida!. -Dijo con esa espontaneidad suya tan característica que la convertía en una chica alegre y dicharachera. Pese a haberse convertido en una persona mucho más madura, su hermana todavía conservaba esos arrebatos juveniles propios de su edad, de ella y la felicidad que nunca se acababa en su interior. -Cuéntame, hermanito. ¿Qué es lo que ronda en tu cabezota?.- Le sacudió el pelo de la cabeza mientras decía eso último, a Kate siempre le gustaba chincharle y aunque era la más pequeña de los hermanos, a veces se comportaba como la más mayor. No en vano era la mujer de la casa y había tenido que madurar también en ese aspecto.

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13/06/2014, 01:52
Anthony Grant

Anthony agarró a Katherine de la cintura y la sentó sobre sus piernas cariñosamente. Ella siempre tenía las palabras adecuadas para sacarle una sonrisa y despejar su mente. De hecho, su simple sonrisa conseguía alegrarle el día.

-Últimamente las cosas van un poco ajustadas, ya lo sabes. Lo que cazan papá y nuestros hermanos apenas consigue mantenernos hasta final de mes, y cada día las cosas están más caras. Me siento inútil aquí, pero no me dejan ir a cazar con ellos, apenas me dirigen la palabra, y cuando lo hacen es sólo para burlarse de mí o tratarme fatal.- Anthony miró a su hermana. Tan joven, tan valiente... le costaba muchísimo decidirse a contárselo y se le notaba en la cara, pero no podía dejar sola a su hermana, Otra vez no. Aun así, él sabía que si no hacía nada, pronto empezaría a escasear demasiado el dinero, y si él podía contribuir en algo, debía hacerlo.

-Había pensado que quizá podría alistarme en el ejército, así entraría bastante más dinero en casa y tú podrías vivir un poco más tranquila, incluso podrías estudiar algo importante- Dijo el chico, expectante ante la respuesta de su hermana.

Notas de juego

Te pido mil disculpas por no haber contestado antes, pero hubo un desbarajuste de turnos en mi trabajo y me ha tocado pringar, la próxima vez me aseguraré de poder avisar antes. 

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15/06/2014, 11:29
Katherine Grant

Katherine se sentía fatal por que aquello fuera así. Ella también vivía eso que tanto disgustaba a su hermano, veía como su padre y sus otros dos hermanos trataban fatal a Anthony y le dolía en el alma. A veces trataba de defenderle pero la mayoría de las veces era en vano. Siempre que podía le daba ánimos y le apoyaba pero sabía que era muy duro vivir en un ambiente así, también lo era para ella.

-Cuanto lo siento, Anthony. -Dijo con los ojos llenos de lágrimas y le abrazó fuerte.

Luego él mencionó que quería alistarse en el ejército y que de ese modo ella podría estudiar o hacer algo diferente.

-Pero yo estoy bien aquí, Anthony. Además, ¿acaso crees que si entrara más dinero en casa iba a poder estudiar?. ¿Quién iba a hacer la comida a estos gandules y lavarles la ropa?. - Dijo en broma con una media sonrisa algo triste ya que en sus ojos todavía había lágrimas. -Además, el ejército... ¿eso no es peligroso?.

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18/06/2014, 02:38
Anthony Grant

-Puede ser algo peligroso, pero pagan muy bien a cambio. No lo se Kathy, llevo mucho tiempo dándole vueltas. No quiero separarme de tu lado, pero por otra parte aquí no hago más que provocar que se metan contigo también por querer defenderme- Le dijo Anthony a su hermana con voz pensativa.

-Además, ¿qué otra cosa voy a hacer? lo que he aprendido durante toda mi vida es cómo cazar, cómo mantener y disparar un arma, cómo acechar una presa... esas habilidades no son necesarias en muchos campos, y sabes perfectamente que como cazador independiente apenas conseguiría suficiente para mantenerme yo, ya quitando el hecho de que por culpa de Papá nadie me compraría las piezas... De verdad que odio esto, pero no se me ocurren más salidas.

Anthony miró largamente a su hermana. La luz de la fresca mañana entraba a través de la ventana y bañaba su rostro en dorado, haciéndolo aún más bello, desprendiendo destellos de su blanca sonrisa. Una solitaria lágrima corría por su mejilla, lo cual hacía todavía más dificil contarle todo esto pero, ¿en quién más iba a confiar? Tan sólo la tenía a ella.

Secó con suavidad la lágrima del rostro de su hermana y le dedicó una gran sonrisa. -Ya lo hablaremos mejor hermanita, sólo es una idea. ¿Qué vas a preparar hoy para comer? porque si va a estar tan bueno como lo de ayer, creo que prefiero ir a masticar hierba al campo- Dijo Anthony cambiando de tema y riendose a carcajadas después de su broma. Era un sentido del humor único, una complicidad que sólo ellos dos entendían.

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19/06/2014, 14:25
Katherine Grant

Un escalofrío sacudió la espalda de Kate cuando su hermano empezó a hablar de todas las habilidades que había desarrollado como cazador y de como aplicarlas en el ejército. Se imaginó que la presa sería una persona, un ser humano cualquiera como ellos pero con un aspecto algo diferente, y se imaginó a su hermano acechándole y disparándole a sangre fría y eso la horrorizó.

Sin embargo no se le ocurría a qué más podía dedicar su hermano sus esfuerzos. Tenía razón en lo que había dicho, su padre sabotearía sus intentos para establecerse como cazador independiente y le costaría mucho convencer a los compradores habituales de su padre de que cambiaran de bando. Además de que su padre, gracias a la ayuda de sus dos hermanos, podría conseguir más carne y en menos tiempo de la que conseguiría él aunque dedicara las veinticuatro horas del día. Además, emigrar de allí y establecerse en otro estado significaría tenerle lejos de casa igualmente.

Katherine guardó silencio algo preocupada y Anthony decidió cambiar de tema cuando vio que las lágrimas ya afloraban a sus ojos. Hizo una broma en referencia a la forma de concinar de ella y la muchacha no pudo evitar reírse a pesar de que las lágrimas todavía estaban allí.

-Pues vas a tener que ir a los establos a comer paja. - Le dijo golpeando su hombro.

Ella le miró una última vez con la preocupación reflejada en el fruncimiento de su ceño, tenía la misma manera de expresar su preocupación que su difunta madre.

-Menos mal que Estados Unidos no se ha metido en esa guerra horrible de Europa. -Dijo algo aliviada. Si su hermano iba a formar parte del ejército, al menos le aliviaba saber que el país permanecía en paz.

Después volvieron a sus tareas, prepararon algo ligero de comer para ellos dos y algo para cenar todos juntos cuando su padre y sus hermanos regresaran de la caza a mitad de tarde. Aunque Anthony esperaba que ese momento se retrasara lo máximo posible. Durante la tarde mientras ella controlaba que el guiso se fuera haciendo, Anthony decidió salir a disparar un poco para no perder la práctica.

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25/06/2014, 14:38
Anthony Grant

Anthony observó a su hermana, su preocupación, su miedo... Sabía que no había sido buena idea pero, ¿Que más podía hacer?

Escuchó su preocupación por la guerra al otro lado del mundo, y para terminar de tranquilizarla le dijo: -Ni entraremos en ella, nos pilla lejos y no nos afecta directamente.-

Comenzaron con los quehaceres cotidianos de la casa, preparando la comida, limpiando, arreglando algún que otro cacharro estropeado... Poco después del medio día, una vez hubieron almorzado, Anthony cargó el rifle y salió a practicar un poco para no oxidarse. 

Decidió que buscaría algunas presas menores, para no tardar demasiado y estar de vuelta antes de que llegaran su padre y sus hermanos. Se puso manos a la obra en el bosquecillo cercano a la casa (ya no solía alejarse tanto como antes, no después del incidente) buscando pistas que le indicaran la posición de algún animal. Unos excrementos, algunas pisadas, pequeños caminos de hierba pisada... Siempre que se concentraba en la caza entraba en un estado de concentración extrema, no existía nada más, solo él y su presa. Pero esta vez era distinto, seguía dandole vueltas a su propia idea impuesta, entrar en el ejército, convertirse en soldado. ¿Y si llegaban a entrar de verdad en combate? ¿Y si tenía que dispararle a alguien? ¿Sería capaz de hacerlo, o le entraría el pánico?

Ya atardeciendo el chico decidió volver a la casa. Llevaba consigo tres liebres que había conseguido cazar (bastante menos de lo que era habitual en él) y el desagradable recuerdo de un espejismo: tan sumido en sus pensamientos estaba que en un momento dado creyó estar disparando contra otra persona uniformada, un soldado. Tan nítido era el recuerdo que aún podía ver el fleco rubio que sobresalía por debajo del casco en su frente, y sus ojos azul claro completamente abiertos por la sorpresa, con una mueca de asombro y horror al tener la certeza de que iba a morir...

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05/07/2014, 13:01
Director

7 de diciembre de 1941

Soñó con aquel soldado. Se encontraba en un claro, uniformado completamente con el vestido del ejército americano. Había perdido a su escuadra y caminaba sigiloso entre las ramas de los arbustos y la nieve que cubría el suelo de algún bosque de Francia. El M1 Garand que acunaba entre los brazos apuntaba al suelo pero sus brazos mantenían la tensión dispuestos a apuntar y disparar en cualquier momento, iba siguiendo un rastro de sangre que teñía de rojo la nieve frente a él. Era el cazador.

Encontró a su presa apoyado en un árbol, con una fea herida en el pecho de la que burbujeaba algo de sangre. Se la había hecho él en el primer disparo, aunque ahora no recordaba haberlo efectuado. Se tomó su tiempo y apuntó a la presa, soltó el aire lentamente y presionó ligeramente el gatillo. Aunque era imposible que el soldado le hubiera escuchado llegar, éste se giró hacía él y le miró directamente a los ojos.

-No Anthony. - Le dijo con la voz de Katherine, pero el percutor chasqueó y la bala se clavó en su cabeza, justo entre sus dos ojos azules y bajo su flequillo rubio.

Aquel día no se salió del compás habitual. Las miradas esquivas, las situaciones violentas con sus hermanos y su padre, los silencios incómodos y Katherine tratando de que ningún comentario se saliera de madre y terminaran matándose unos a otros. Ella realmente era el pilar que sostenía aquella débil estructura. Como todos los domingos fueron a misa para rezar por el alma de su madre y mantuvieron la compostura durante todo el día de luto. Los domingos eran los únicos días de la semana que no se gritaban unos a otros ni se echaban nada en cara, al menos hasta el lunes.

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18/07/2014, 20:04
Anthony Grant

El sueño seguía repitiéndose en su mente incluso después de haberse despertado bruscamente y con sudores fríos. Anthony veía la cara de aquel soldado alemán transformarse en la de su hermana una y otra vez. 

Al menos sus hermanos y su padre hoy no le molestarian demasiado. Los domingos eran los dias de "tregua", cuando el Señor está mirando y hay que comportarse como buenos católicos. Vaya farsantes pensaba Anthony continuamente. 

El día transcurrió tranquilo, y Anthony aprovechó los pocos momentos en los que se quedaba solo con Katherine para hablar de la gran decisión que quería tomar. Al final llegaron a la conclusión de que sería lo mejor, no sólo para Anthony sino también para ella, pues se relajaría la tensión en casa, Anthony se liberaría de la presión y el maltrato del resto de su familia, y el ingreso extra les ayudaría a él y a su hermana a poder desaparecer juntos de allí y hacer una nueva vida por su cuenta. 

Algo más animado, el chico preparó una pequeña mochila con lo que pudiera necesitar y ropa cómoda para caminar, al día siguiente se levantaría temprano y bajaría a la oficina de reclutamiento más cercana. La decisión estaba tomada. 

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06/09/2014, 18:02
Director

8 de septiembre de 1942

Estaba decidido a hacerlo. Comprometerse con su país, con el ejército, y con aquello en lo que creía. Su hermana confiaba en que todo ese asunto sólo fuera una ocurrencia momentánea y que se le pasara pronto. Él mientras tanto trataba de consolarla diciéndole que era difícil que Estados Unidos entrara en guerra, y aunque ella estaba preocupada por las noticias que llegaban de Europa, él no creía que Estados Unidos fuera a entrar en ese conflicto después de haber declarado su neutralidad.

Al día siguiente se levantó temprano para ir a la oficina de reclutamiento, esta se encontraba en Jefferson City, la capital del gran estado de Missouri y para ir hasta allí debía coger un tren y embarcarse en un viaje que le llevaría varias horas de aquel precioso día invernal. Se despidió de Katherine pues su intención era no regresar ya. Ella le dio un abrazo muy fuerte y no le quería soltar, por un momento dudó de si estaba haciendo lo correcto, pero se sobrepuso finalmente. Salió de su casa sin despedirse del resto ni contarles a donde iba. Ellos no le importaban.

Para cuando llegó a Jefferson City en el tren que le había llevado cruzando medio estado, la tarde ya culminaba sus últimas horas. Durante el viaje había estado entretenido escribiéndole una carta a Kate que pensaba enviarle de inmediato para que no se preocupara demasiado. Sabía que para ella iba a ser difícil, su hermano y mejor amigo se iba y la dejaba sola. Pero era algo que tenía que hacer.

Confiaba en que no hubiera mucha gente a esas horas en la oficina de reclutamiento, otras veces había, cuando había viajado a la capital con su familia para las ferias de caza y otros eventos había visto que nunca había nadie en la oficina. Raro era el día que veía a un par de jóvenes entrar para alistarse en el ejército. Cual fue su sorpresa cuando al doblar la esquina se dio de bruces con una larga fila de muchachos que llegaba más lejos de lo que jamás había visto antes. Por un segundo temió haberse equivocado, como podía haber tanta gente, ¿habían abierto un cine o algo así?. Tuvo que mirar varias veces para comprobar que efectivamente todos esos jóvenes estaban esperando para alistarse igual que él. Muchos de ellos estaban enfadados, airados incluso, hablando con rabia a viva voz. Otros se mantenían tristes, casi con lágrimas en los ojos.

Anthony se puso a la cola y el chico que tenía delante, el cual no tendría ni siquiera los dieciocho años le preguntó:

-¿Tú también has venido para vengar a nuestro país?. Esos putos japos lo van a pagar caro... -Anthony no tenía ni idea de a qué se refería.

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15/09/2014, 05:40
Anthony Grant

El traqueteo del tren resonaba levemente en los pensamientos de Anthony mientras escribía la carta. En ella le contaba que le apenaba mucho tener que separarse de ella, pero que era lo mejor para ambos, así el podría cuidar de ella como se merecía una vez hubiera acabado todo.

Una vez en la capital Anthony se dirigió a la oficina de reclutamiento, y se encontró con la sorpresa de que habia allí muchísimas personas haciendo cola para inscribirse.

Planteándose el porqué de esa situación se puso a la cola, y el chico de delante le comentó algo.

-No tengo ni idea de qué me estás hablando, vivo en el valle al sur, allí las noticias tardan algo en llegar. ¿Qué es lo que me he perdido?-

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15/09/2014, 13:27
Director

-¿No te has enterado?. -Exclamó como si aquello fuera imposible. - ¡Los japos atacaron Pearl Harbor ayer!. Ha sido a traición, sin declaración de guerra previa ni ningún tipo de aviso, hay muchos muertos... El presidente ha declarado la guerra a Japón. -La información retumbaba en la cabeza de Anthony. -¡Y ahora lo van a pagar caro!.

A lo largo de aquel día, Anthony fue enterándose de lo sucedido: el día anterior Japón les atacaba. Sin mediar provocación alguna, sin una previa declaración de guerra ni cortesía semejante. La flota del Pacífico había sido destrozada por dos oleadas de aviones japoneses. Atacando en domingo. Y lo más importante, aunque solo eran estimaciones, las bajas se contaban por miles. Después el presidente Roosevelt declaraba la guerra y miles de jóvenes en todas partes del país corrían a alistarse para defender su patria.

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23/09/2014, 23:19
Anthony Grant

Anthony no se lo podía creer. El hermano mayor de uno de sus amigos, Grant, estaba destinado en Pearl Harbor. Y no sólo eso, cientos de soldados habían caído en un ataque no provocado y a traición. La rabia inundaba su ser, y su decisión se hizo más firme aún.

A última hora de la tarde le escribió otra carta a Katherine, explicándole lo sucedido. Le aseguró que, fuera como fuese, volverían a reunirse una vez esta locura hubiese acabado. Ya estaba preparado, y su destino le esperaba en muy poco tiempo.