Raleigh no puede contener un gesto de entusiasmo apretando los puños, al ver a Harry salir indemne de la deflagración de energía del demonio. Quizá ahora tenga una oportunidad… a pesar de que Lex sigue empeñado en entrometerse.
Tranquilo, ojosfríos... Con un poco de suerte todavía saldrás airoso de ésta.
Con la clara intención de eludir al que quiere creer que es sólo un humano en el lugar equivocado en el peor puto momento, Halloway alza el vuelo una vez más, muy alto, muy por encima de las cabezas de sus enemigos, hasta posicionarse tras el hijo de Trigón. Y como un ave de rapiña, se lanza en picado hacia la espalda expuesta. Una de sus palmas empieza a cargarse de una rielante energía magnética mientras cae a traición.
Raleigh aterriza sobre su atenazado objetivo con un golpe sordo, hincando las rodillas en los marmóreos omoplatos, y se sujeta con una mano en su cara. Tapándole los ojos y haciendo palanca hacia atrás, intenta exponer la garganta del íncubo para facilitar un potencial siguiente ataque de sus compañeros, en caso de que su intentona personal fracase –cosa que ha demostrado ser más que probable. Su otra mano hace pinza en la nuca del vástago de Trigón, y nota los tendones del cuello tensarse bajo la floreciente descarga.
Ahora únicamente la recalcitrante resiliencia del demonio es lo que se interpone entre él y el éxito de la misión. Entre él y el fin del mundo… Constriñendo todo su cuerpo, con un grito, dispara la onda a bocajarro, contra el espinazo del diablo…
Tirada oculta
Motivo: Kill Travis
Tirada: 1d20
Resultado: 13(+11)=24
Ataque a fondoooo xD
La mujer frena levemente al oir su nombre, y analiza de nuevo a sus antiguos enemigos mientras la presión de la situación anterior y la necesidad de ayudar a los suyos los convierte en la mejor de las noticias... parece que ellos han conseguido neutralizar a uno de ellos... sin saber bien si la voz que resuena en su mente conseguirá escuchar lo que dice, o leer lo que piensa, Áine intenta proyectar una imagen de la situación por la que están pasando sus compañeros...
Necesitamos ayuda... aunque fervientemente la pelirroja espera que sus compañeros hayan neutralizado a Travis, en el fondo sabe que el posible apoyo de este grupo puede ser crucial para evitar el la entrada de Trigón en nuestro plano... ¡El portal se esta haciendo cada vez más tangible!... no sé si podéis darme las respuestas que necesito para bloquearlo, tampoco la velocidad con la que podéis llegar hasta los míos.... pero necesito que vengáis conmigo para detener lo que se avecina.... La detective analiza de nuevo la escena, observa si en este lugar hay un portal o sello equivalente, si hay algún elemento que este interfiriendo o apoyando lo que esta sucediendo a unos cientos de metros de aquí, donde ella se ha dejado atrás irónicamente lo que más quiere proteger... aguantad chicos... aguantad
Poniéndose a la altura del grupo, les observa esperando las ansiadas respuestas que viene a buscar, y analiza si será capaz de llevar a alguno de estos improvisados nuevo héroes con ella de vuelta, quizás el tipo de la espada... quizás alguno pueda seguirme... no puedo perder demasiado tiempo aquí...
Motivo: Analizar la escena
Tirada: 1d20
Resultado: 5
Necesito alguna respuesta antes de finalizar mi post, el cual quiero terminar antes de irme a dormir hoy :D
¿Me queda algún punto de heroe? no lo tengo claro, para poder ver si puedo llevarme a esta gente (alguno) conmigo *^___^*
También espero la tirada de percepción para analizar la escena y si todo esta aquí ok, o si hay algo que pueda estar apoyando el tirual desde aquí ...etc ...etc.... No puedo ver mi modificador, los enlaces a la ficha (la imagen) me sale roto... aunque solo he sacado un 5 :______(
jajajaja
Y que me hablen !
Hoy doble post!!
La mujer de cabellos castaños frunce el ceño cuando le "muestras" lo que sucede con los Titanes y el primer hijo de Trigón. Mira al resto del grupo y les informa con urgencia - El grupo de Crane está teniendo problemas para derrotar a Lujuria. Deberíamos ir para allá - dice moviéndose hacia ti.
El tipo del parche tuerce el gesto mientras limpia la sangre del espadón que acaba de sacar del cuerpo ya inerte de su enemigo. - Pfff, decepcionante... no sé por qué pensaste que Crane y ese guapito podían encargarse solos de uno de los siete... - se queja dirigiendo una mirada malhumorada hacia la telépata. Ella lo ignora y sigue adelante mientras voltea la cabeza, y sin mediar palabra, da una serie de órdenes que no puedes percibir. La chica con el traje verde y amarillo y el tuerto del mandoble echan a andar en tu dirección, mientras el resto sale corriendo en dirección contraria. - Tú dirás dónde vamos, guapa - gruñe el guerrero del mandoble. - En cuanto a las respuestas que buscas, básicamente hay que matar a siete bastardos que quieren traer a su papaíto de una dimensión infernal para hacernos sus esclavos o lo que le plazca. Y si sus siete hijos son duros, el padre podría acabar con ellos en un abrir y cerrar de ojos... así que más vale que tus compañeros sean capaz de detenerlo a tiempo, o estamos jodidos.
- Nosotros hemos matado al nuestro - le interrumpe la chica con el traje a rayas -. Con suerte alguno del resto de equipos habrá eliminado a alguno más, con lo que necesitarán más tiempo para completar el ritual, así que no te pongas dramático y mueve el culo. El hecho de que nada haya atravesado eso - dice señalando a la columna de luz, que mágicamente parece ser la misma que está en la "sala" que has dejado atrás - es buena señal. Vamos a echarles una mano a Crane y a los demás y consigamos que siga así. - Concluye guiñándote un ojo y esperando a que te muevas para seguirte.
Estás grogui aún, así que te dejo llevarte a uno si quieres. Ellos, a velocidad normal, tardarían como cuatro turnos en llegar (si es que ninguno tiene supervelocidad). Elige sabiamente xD
La descarga invisible brota de la mano de Halloway creando una perturbación en el aire, una onda circular que palpita una fracción de segundo antes de impactar en la nuca desprotegida del demonio, que emite un grito desgarrador y tensa todos sus músculos antes de perder la consciencia. En ese instante deja de combatir la presa telequinética de Harry, sus brazos caen inertes a ambos lados de su cuerpo, y su cuello se relaja, quedando a la merced de Raleigh.
Lex también grita, tanto o más que su amo. Con los ojos desorbitados y claramente desesperado no sabe si intentar lanzarse a por el magnetista o salir corriendo para estar lo más lejos posible cuando esto termine. Pero como un perro fiel, no se alejará de su amo mientras este siga respirando, y aún mantiene la esperanza de que recupere la consciencia en pocos segundos.
Mientras, la silueta del padre de todos los demonios se desdibuja cada vez más, mientras la columna de luz pierde levemente intensidad. Aunque mientras un hilo de luz siga brillando, aún existirá la posibilidad de que Trigon rompa el velo entre las dos dimensiones...
Tirada oculta
Motivo: Dureza Travis
Tirada: 1d20
Dificultad: 26+
Resultado: 8(+9)=17 (Fracaso)
Marta... te doy la oportunidad de volver... es tu momento! :)
La pelirroja clava su mirada en hombre del parche, y con un gesto serio comienza a hablar... El verdadero problema no es enfrentarse uno contra uno a los hijos de trigón y jactarse de ello, el verdadero objetivo es que el propio Trigón no acceda a nuestro plano evitando que haya bajas... veo que tenéis más información de la que dispone nuestro grupo... la mujer esboza una leve sonrisa... quizás sea parte del carácter de algunos metas... quizás a él sea más fácil después sacarle información y parece la fuerza de choque que mi equipo necesita....
Mira de nuevo a la mujer castaña que parece entenderla sin necesidad de palabra alguna relajando el rostro, ante la tensión y preocupación incial... Te llevaría conmigo, pero creo que eres la que mejor puede guiarlos y contactar con nosotros en la distancia... espero que no perdamos el vínculo... gracias.... espero que esto funcione, me alegra estar del mismo lado...
Y tras un guiño cómplice, una amplia sonrisa y un gesto habitual la mujer se se planta tras la espalda del meta de la espada como una centella... prepárate... espero que respetes a los míos y te dejes de palabrerías, tenemos un objetivo común... sino... Con un hilo de voz en el tono más amenazador que la detective puede pronunciar, ensayado durante años de amenazas a traficantes y asesinos, la pelirroja desaparece junto a su nuevo invitado en la dirección en la que sus compañeros pelean...
Motivo: intimidación
Tirada: 1d20
Resultado: 4
yuhuuuu me llevo al chungo que me da igual que la palme, además cuando me fui lo que faltaban eran palos y la pelirroja parece que es capaz de llegar ...
Metajuegueramente ya no me llevaría a este... pero bueno ^^U
Tiro intimidación, (sigo sin ver la ficha ¿De verdad el dado tiene decenas?=???=? :______ () no quería permitir que un extraño se metiera con mi grupo :DDDDD...
Y a correr!!!!
Al tiempo en que el hijo del demonio de seis ojos se desploma, os llega de la lejanía el sonido de un trueno que rasga el cargado aire, precedido de un borrón anaranjado, que irrumpe en la escena cargando a un viejo conocido, un tipo enmascarado con solo uno de sus ojos a la vista y un gran espadón en la diestra. Algo desubicado tras el viaje ultrasónico, tarda unos segundos en evaluar la situación.
- Vaya, parece que tus amigos lo estaban haciendo mejor de lo que pensabas - dice acercándose con desdén a la lujuria hecha hombre, que sigue flotando inerte bajo la presa de Harry, mientras va echando un ojo al resto de titanes -. Muy bien, Crane, parece que no has perdido tu toque de indestructibilidad - se jacta mirando la mano a medio recomponer del albino - y que estáis todos de una pieza. Os mentiría si os dijera que no esperaba menos de vosotros... Ahora tendré que reconocerle a Lena que tenía razón - murmura con una media sonrisa dirigida a Halloway, que aún sostiene la cabeza del demonio entre sus manos. - Bueno, bueno, si parece que este cabronazo aún respira... ¿Vais a ser lo bastante valientes como para rematar la faena o voy a tener que haceros el trabajo sucio? Porque espero que no seáis tan estúpidos como para querer dejar vivo a este bastardo...
- No te atrevas a acercarte a mi amo ni un paso más - le interrumpe Lex con toda la determinación que es capaz de reunir mientras se sitúa con aire amenazante entre el primer hijo de Trigon y el tuerto.
- Ni a este otro bastardo - continúa el hombre del espadón, levantando la mano armada dispuesto a atravesar al estorbo que se interpone entre él y su objetivo...
Seguimos con el orden de iniciativa!! Si alguien quiere impedir que Slade mate a Lex... que lo haga ahora o calle para siempre! xD
Con un tirón de sus fuerzas meta, Raleigh se desliza de la espalda del íncubo y derrapa hasta plantarse entre Deathstroke y Lex.
– No va a ser necesario, tío – acompaña su desacuerdo levantando la palma en gesto pacificador, y una membrana magnética trata de disuadir al acero de Deathstroke – Éste no es más que un títere. Limítate a cortar la mano tras los hilos, ¿vale? – Raleigh examina el ojo enmascarado del mercenario durante unos instantes, con mirada conciliadora pero firme. Volviendo la cabeza ligeramente hacia atrás, añade:
– Y tú déjalo ya de una puta vez – con un gesto bajo de su otra mano, teje una trampa magnética bajo las piernas de Lex – Esto se ha acabado…
¿No?
Deathstroke se detiene ante la intervención de Raleigh, frunciendo el ceño bajo su máscara, aunque tras unos instantes de reflexión, su gesto se torna en una sonrisa torcida que no percibís. - Tienes razón, mejor si no lo matamos... - dice mientras rodea a paso tranquilo al magnetista, indicándole con un movimiento de la mano desarmada que puede destrabar su espada - Es mucho más útil... - sus palabras se quedan flotando en el aire mientras con una velocidad vertiginosa* recorre el par de metros que lo separaba de Lex y antes de que este sea capaz de reaccionar le asesta un violento golpe en la cabeza con la empuñadura de su espadón - ...si lo capturamos vivo - concluye al tiempo que sostiene el cuerpo inconsciente del esbirro -.
Puede que no percibiera la trampa magnética de Raleigh sobre "ojos fríos", o que no confiara en su durabilidad, o que no le importara lo más mínimo, el hecho es que ahora el enmascarado parece más satisfecho con la escena mientras se carga sobre el hombro izquierdo a su presa. - ¿Y a este me dejáis cargármelo? ¿O alguno de vosotros va a realizar el trabajo sucio? - os dice paseando su mirada por cada uno de vosotros, mientras señala con su hoja de acero al demonio inconsciente.
Mientras su espada aún está en alto, una intensa luz proveniente del casi desaparecido cilindro luminoso parpadea de forma cada vez más brillante y con mayor frecuencia, obligándoos a cubriros los ojos. El dolor intenso que os había estado acongojando regresa, despertando vuestros peores temores, al tiempo que la imagen de tres pares de ojos se graba con odio infinito en vuestro pensamiento. De repente todo se vuelve negro.
Tardáis unos segundos en acostumbraros a la oscuridad, en percibir las siluetas de vuestros compañeros, la de Deathstroke cargando con Lex, algunos taburetes tirados por el suelo, un cuadrilátero cubierto de sangre seca, una cristalera en la pared del fondo con una de las ventanas hecha añicos, y la puerta por la que entrasteis detrás de vosotros. No queda ni rastro de ese suelo anaranjado, ni de los cuerpos del resto de esbirros del hijo del demonio... ni del primogénito de Trigon. Parece que estás de vuelta en la Gran Manzana, y por increíble que parezca, habéis conseguido estar todos de una pieza.
- ¿Y dónde se supone que estamos? - Pregunta el soldado, visiblemente cabreado por no haber dado cuenta del demonio de la Lujuria...
*Para un humano SIN supervelocidad, obviamente n.u
Tiempo de roleo y reacciones, my guys! Cuando haya pasado un tiempo prudencial si no posteáis sigo narrando el final :)
Raleigh sigue con mirada desaprobadora los movimientos del tío de la espada, pero lo deja estar. Ya hará el seguimiento de qué ocurre con ojosfríos al final. Después de todo, eso es lo que es esto: el final, ¿verdad? Por fin, ya ha acabado. Y ha acabado bien. Quiero pensar que también para Lex.
Parpadea, intentando borrar de sus retinas el recuerdo del túnel de luz, el resol rojizo del aire del infierno, el escozor reseco que el calor, aún remanente en su piel, le ha dejado en los ojos. Mira a sus compañeros, aquellos de los que ayer mismo sólo conocía por una pila de fichas repasadas cien veces bajo el flexo de su escritorio; y ahora… Se diría que se ha pasado años con ellos en este sótano. En estas calles. Codo con codo. Sonríe, cansado.
Parece que la esperanza de Merlam no era vana, al fin y al cabo. Aunque las piernas de Áine han tenido algo que ver… Y la pericia de Lindberg. La visión de D’Morg… Y los puños cincelados de Crane. Va a echar de menos verle hacerse jirones la ropa… Sin olvidarnos de la infinita paciencia de Halloween...
– ¿Todos enteros? – busca especialmente a Jacob y Kate en la oscuridad. Contempla al grupo.
Aunque esto… Esto también puede ser el principio de algo. ¿No, Lena? Lena… Recuerda lo reconfortante que le resultaba pensar en ella. ¿Cuánto hace de eso? Lena, ¿sigues ahí? Misión cumplida. ¿Y ahora qué?
Esperará a que todos y cada uno hayan salido, cubrirá sus espaldas, sostendrá sus cojeras, y no abandonará este lugar hasta que quede vacío de amigos. Hasta que sólo quede él.
El silencio lo aturde. ¿Y ahora qué? Piensa en la cama de su habitación en el hotel Wellington, que ha pagado pero no ha disfrutado. Joder...
– Salgamos de aquí.
Volvamos a casa.
Deathstroke inclina levemente la cabeza, frunciendo el ceño bajo la máscara - Entonces este fue vuestro punto de entrada, ¿no? Nueva York, si no me equivoco. - Dice al tiempo que deja caer a Lex al suelo y se lleva la mano a la cara en un gesto intuitivo de frotarse las sienes, meditando su próximo movimiento. - Bueno... entonces supongo que hemos cumplido la misión que nos traíamos entre manos... con lo cual esto nos lleva al punto de partida. - Habla despacio, como intentando retrasar el momento en que llegue a su conclusión.
Os mira, de uno en uno, mientras resopla y afianza la mano con la que sujetaba el espadón. Detiene su mirada en Jacob, y de forma desenfadada se dirige a él - Tú no eres meta, así que esto no va contigo. Puedes salir por la puerta y olvidar lo que ha pasado, o divulgarlo a los cuatro vientos. Eso a mí me da igual. De hacerte callar o dejarte hablar se encargan otros. Pero vosotros...- continúa diciendo, mientras traza un arco con el brazo abarcando a todos los demás - Vosotros sois demasiado peligrosos como para andar sueltos por ahí, así que tenéis dos opciones: o venís conmigo por las buenas, cumpliendo con el deber de un ciudadano ejemplar ayudándonos a combatir el mal en el mundo y todo eso, o venís conmigo por las malas y acabáis haciendo lo mismo pero bastante más doloridos. - Calla durante unos segundos, dándoos tiempo a meditar vuestra respuesta. - Y así pues, ¿qué va a ser? - concluye clavando su único ojo en Harry.
"Por fin todo ha vuelto a la normalidad Crane.El hijo del demonio gordo ese ha caído, tus coleguitas están vivos, y no se han portado mal, tu mano luce tan bien como siempre, y Deathstroke no para de parlotear, lo normal."Crane iba recorriendo la escena con la mirada al compas de esa vocecilla interna y algo demente que parecía no despegarse de él, a veces divertida, a veces sádica, pero siempre presente. El local se materializo a ojos vista alrededor de ellos, signo inequívoco de que lo que fuera que estuvieran haciendo los tipos malos había fracasado, miro arriba, abajo y a los lados. Los chicos estaban de una pieza, algunos mas magullados que otros pero en general bien, y para ser unos novatillos lo habían hecho bien, los recorrió con la mirada algo ausente de uno en uno observando su estado. Cerro el puño un par de veces, y observo que ya no tenía musculatura expuesta y su mano se había reparado por completo. Y Deathstroke estaba ahí de pie parado parloteando, lo miro con desagrado de arriba a abajo.-Un momento.-Dijo deteniéndose en la figura del tipo de la capucha y el mandoble señalándolo.-¿Que cojones? ¿No había macizas allá donde fuiste pelirroja?-Pregunto a Aine mirando con incredulidad.-Tenias que traerte el callo este.-Sentencio golpeándose con la palma de la mano el rostro.
Ando hacia Merlam, fingiendo no estar prestando mucha atención a nadie de los allí presentes.-¿Estás bien M? Te han sacudido de lo lindo, un día de estos vas a tener que aprender a pelear.- Sonrió con picardía mientras le posaba una mano en el hombro.-Mira ese tipo de ahí solo significan más problemas aun para nosotros.-Señalo con el pulgar por encima de su hombro al mercenario del mandoble, mientras este ultimo aun parecía disgustado por no poder matar al enamorado de Raleigh-Conozco a este tipo, es un cazador de metas nato, para él es algo así como un deporte. Créeme le conozco-Asintió con vehemencia sin más que susurrar a su compañero.-A estas alturas todo el gobierno mundial sabrá que estáis aquí, y de seguro tienen una celda con el nombre de cada uno. Puede que incluso antes del pequeño incidente del portaaviones.-"¿Tú crees?".-Seguro.-Mascullo, y no había terminado de decirle aquello a M, que el tipo tuerto estaba haciendo su confesión.-Toma ya.-Alzo la voz el albino haciendo un gesto con el puño, como si acabase de marcar algún gol."Tenias razón Crane" La voz en su cabeza sonaba incrédula.- Sii, claro que tenía razón.-Exclamo.-John Anderson, Daily Planet.- Fue lo último que susurro al chico de Narnia.
Se separo del resto para encaminarse a aquel cuadrilátero marcado con la sangre de tantos horrores como había visto aquel lugar, y con la mano le hizo un gesto al meta del gobierno para que se subiera con él.- Ya no tenéis nada que hacer aquí Titanes. Habéis salvado el mundo, ahora deberíais quitaros de en medio antes de que aparezca la mitad del ejercito mundial y estas paredes se tiñan aun más de rojo.- En ningún momento dejo de mirar al que sería su rival, no con una mirada de cautela, si no de la forma en que te mira un depredador justo antes de lanzarse sobre ti, ese tipo de advertencia de la naturaleza que te deja claro que, de darle la espalda ,te espera de manera segura la muerte.
-El mundo debería saber que paso aquí y cómo funcionan las cosas.- Siguió hablando mientras subía por fin al cuadrilátero.-Es vuestra responsabilidad o no el divulgar lo que hace el gobierno con los metas, la invasión de Trigón e incluso el seguir dedicándoos a este oficio.-dibujo una media sonrisa en su cara, sin mirar a sus compañeros, vigilando a Deadstroke.-Aunque si queréis mi opinión.-"Esta claro que si Crane, todo el mundo la quiere."-Tenéis madera de super heroes.- Esta vez si sonrió a sus compañeros por un instante, apoyado en las cadenas que hacían las veces de cuerdas para aquel ring.- Adiós Titanes, fue un autentico placer conoceros a todos.-Giro su cabeza y con su mano invito definitivamente a subir a "Slade, se llama Slade".-Slade sube aquí estúpido gilipollas. Si creías que podías engañarnos y entretenernos en este antro , está claro que eres un iluso.-Vio el destello de intención en el único ojo de su rival.-Eso es tu dame la espalda ,listo, ya verás lo que tardo en sacarte la columna de cuajo por la espalda de un solo tirón.-Se carcajeo el albino de forma peligrosa, advirtiendo de que a él no le importaba mancharse las manos descuartizando a un meta cabron, y advirtiendo a sus compañeros de que aquello probablemente no fuese más que una estratagema para entretenerlos en una pelea sin sentido mientras llegaban los refuerzos de Slade.
Crane separo las cadenas para facilitarle a aquel individuo el subir al ring, como si de verdad fuesen a luchar en un combate de boxeo.-Bien gilipollas homicida, tu y yo tenemos una conversación pendiente ¿Recuerdas?.-Sonreía de manera peligrosa.-Y bien sabe Dios ,si es que existe, que voy a disfrutar cada segundo arrancándote la piel hasta que me digas todo lo que quiero saber.-Estaba dispuesto a convertirse en el monstruo impenitente que había sido todo este tiempo, castigando a los matones y a los opresores de manera expeditiva, yendo mucho más lejos de lo que la ley del talión le reclamaría, haciéndole llegar el dolor a seres tan despreciables como aquel, tanto como fuera necesario para hacerles desear no haber nacido. No, Crane no soportaba a los matones, y no los perdonaba, ¿quizás porque él había sido así, justo como aquel individuo? No lo sabía, pero estaba decidido a averiguarlo ese mismo día. ¿Quién era él?¿Quien era la mujer de sus sueños?¿Por qué no tenia esos recuerdos?."Slade acabara vomitándolo junto con su sangre antes de que acabe este día."
-Decidle a Desert-Kid que sea bueno, que no olvide lo que le he enseñado, que haga caso a su hermano mayor, que nunca deje de silbar, y que algún día se convierta en un hombre que mole.-Alzo la voz para que sus compañeros pudieran oírle. De todas las personas que había conocido desde que recordaba, aquel frágil niño de voluntad y animo inquebrantable, y la pureza de su propósito, fue lo único que le había hecho no sentir solo después de tanto tiempo. Y desear ser algo más que el matón que acojona a los matones, fue el único que le hizo sentir como un autentico super heroe. De entre todas las personas, y pese al poco tiempo que cruzaron sus caminos, a Desert Kid es a quien más echaría de menos, y uno de los pocos rostros que vería con claridad el día de su muerte.
Deadstroke y él mismo eran reliquias del pasado, un pasado más cruel ,truculento y oscuro.El futuro les pertenecería a los Titanes y a chicos como su pupilo, personas que pudieran llevar la esperanza a los demás, y no el miedo. A ellos dos, solo les restaba desparecer de una vez por todas.- Slade por dios, quítate esa estúpida capucha, ni yo querría morir con unas pintas tan ridículas.-Fue lo último que se le escucho decir con socarronería mientras señalaba con la palma de la mano al que una vez fue su compañero haciendo evidente burla de él.
Mientras te preguntas por qué Crane está plantando cara a Deathstroke, un leve zumbido en tus oídos que ya se ha convertido en algo familiar, anuncia la conexión de Lena con tu mente - Raleigh...- deja un silencio que jurarías que es un suspiro - Me alegro de que todo haya salido bien. He perdido la conexión mientras se rompía el puente entre dimensiones y he tardado en ubicaros de nuevo. Ya veo que Slade no les está dando ni un respiro a los demás... y... respondiendo a lo que te estás preguntando: no, Slade no es un buen tío. Y en cuanto al ejército mundial, no está dispuesto a dejar a metas en libertad a los que no pueda controlar... Los... titanes... o como quieran hacerse llamar, ya han conocido la falta de misericordia del ejército mundial, y lucharán hasta el final para obtener la libertad. Deja que se vayan... no intervengas en esto... - Silencio de nuevo. Dura tan solo unos segundos, pero tu conexión con Lena sigue estable, y puedes sentir la angustia y la duda que se filtra de su mente a la tuya sin que ella pueda evitarlo.
- Mira... sé que eres un buen soldado, y que confías en tus superiores... pero esta... esta caza de brujas contra los metas... nos obligan a hacer cosas horribles, cosas de las que me avergüenzo y por las que jamás podré mirar a mis hijos a la cara. Ellos me tienen bien cogida, pero tú aún puedes escapar de esto. Puedes ayudarlos a pasar inadvertidos, lejos de los experimentos, las órdenes injustas, lejos de la crueldad que el legado de Amanda Waller supone. - Hace una pausa, dejándote reflexionar, consciente de que tienes mucho que asimilar, sintiendo tus dudas como propias.
- Sé que esto te resultará difícil de aceptar, pero cuanto más alejado estés de nosotros mejor será el resto de tu vida. Eres libre de elegir, al menos hasta que se hagan contigo. Pero por favor, que no te encuentre en Nueva York cuando llegue. Vamos de camino. - Cada vez habla más rápido, y tras la última palabra la conexión se corta bruscamente, acompañada de un sentimiento apremiante, mezcla de miedo y ansiedad.
A tu alrededor, Deathstroke parece haber aceptado el desafío de Crane, y se acerca con paso firme hacia el cuadrilátero.
Raleigh escucha cada palabra de Lena en su mente con plena atención, masticándolas, analizándolas a la vez que decide qué hacer con ellas (lo que sabe que tiene que ser rápido…). Los sentimientos de la propia mentalista, que permean junto con su diálogo, son suficientes para hacerle entender totalmente la situación y que lo que debe hacer no deja mucho lugar a la duda, aunque la conversación se corte abruptamente antes de que él tenga tiempo de responder con palabras.
¿Lena?... ¿Lena?...
– ¿¿Lena?? – mira alrededor al darse cuenta de que ha llamado en voz alta. No sabe qué ha pasado pero no importa, no hay tiempo. Tiene que movilizar a los demás…
– Chicos, vamos, Crane tiene razón, el Ejército Mundial viene de camino y no puede encontraros aquí. Tenéis que marcharos, ¡ya! – se vuelve hacia la velocista, y le hace un guiño – Áine, lo mejor es que les eches un cable para alejarlos de aquí a todos unos cientos de metros, al menos. Así les haréis perder el rastro, y a partir ahí cada uno tiene medios más que de sobra para desaparecer… Sé que los tenéis – el teniente Halloway no puede evitar una expresión afectada al mirarlos – ¿Podrás hacerlo, Áine? Salgo detrás de vosotros…
Pero el soldado se demora, medio oculto en el umbral de la salida del sótano, y sus ojos en la sombra se quedan clavados en el duelo inminente... Su mano, como una araña nerviosa, juguetea subconsciente con un huso magnético que se deshilacha contra las yemas de sus dedos.
...“No abandonará este lugar hasta que quede vacío de amigos”...
Y espera.
Slade sonríe con sarcasmo bajo su máscara, observando todos vuestros movimientos, escuchando cada palabra sin interrumpir. Parece no tener demasiada prisa en empezar el enfrentamiento. Paso a paso va acercándose al cuadrilátero en el que le espera Crane. El resto de los titanes esperan también, como paralizados, sin acabar de entender, o más bien sin querer entender, lo que las palabras del chiflado de pelo blanco significan.
Con su ímpetu, Halloway los saca del letargo, y empiezan a actuar. La primera en reaccionar es Áine, como no podía ser de otra manera. Con la velocidad que la caracteriza, saca a Kate de allí, seguida de Jacob incluso antes de que este se percate de que la primera ha desaparecido, robándoles la posibilidad de decidir. Mientras recorre las calles de Nueva York hasta llevarlos al lugar en el que aterrizó el jet azul de Merlam, su mente se mueve tan rápido como su cuerpo, recordando todo lo que ha pasado en estas últimas semanas. Ahora sabe que es la hija del rayo, la heredera de los titanes, de su voluntad y sus ideales... y aún así, ¿va a dejar que Crane se sacrifique por ella y por todos los demás? ¿Cómo podría hacerlo y seguir viviendo con esa carga? ¿Qué haría su padre? En realidad ya sabe la respuesta, aunque no sabe si será capaz de llevarla a cabo.
Harry, por su lado, tiene sentimientos encontrados. En su cabeza está manteniendo un debate interno entre lo que ha caracterizado su vida hasta ahora y lo que puede ser a partir de ahora... Desde que tiene memoria ha tenido que valerse por sí mismo, no ha podido contar con nadie, y no ha dejado que nadie contara con él. Pero las cosas podrían cambiar con los Titanes... es cierto que la idea le parece ridícula: un grupo de justicieros en mallas que han tomado su nombre de un mito griego, que se conocen desde hace cuánto, ¿dos semanas? Y ahora dan la vida unos por otros como si llevaran juntos una eternidad... menudo cliché... y sin embargo ahí está, paralizado, sin querer abandonar a Crane a pesar de que no le apetece nada volver a estar en manos de los perros del Ejército Mundial.
Y Merlam... Merlam no se va a ir y a dejar a Crane combatir solo. Eso simplemente no va a pasar. Le da igual que el Ejército Mundial esté a las puertas con todos los metas malignos que hayan podido reclutar: siempre hay una salida, y la van a tomar todos juntos. Aprieta los puños, dispuesto a encarar a ese tuerto malnacido. Al fin y al cabo, acaban de derrotar al hijo de Trigon. Deathstroke no es nadie en comparación... ¿verdad?
Mientras el mago se aferra con determinación a sus esperanzas, la pelirroja entra de nuevo en escena, dispuesta a seguir sacando a sus compañeros. Pero cuando intenta cargar con el narniano, se queda clavada en seco, pues la fuerza hercúlea que posee le impide moverlo contra su voluntad. - No voy a irme sin él - le dice sin apartar la mirada del cuadrilátero. La agente lo mira con desesperación. No puede pararse a discutir, el tiempo corre en su contra, en la de todos los titanes. -Lascallesdealrededorestánplagadasdemilitares - habla deprisa, pero controla su velocidad lo suficiente como para que la entiendan (o eso cree), y lo bastante alto como para que todos la oigan. Deathstroke aprovecha la distracción para lanzar su primer ataque. El intercambio de golpes da comienzo, acompañado de un estruendo atronador.
La velocista sigue hablando, algo más rápido, y elevando la voz para ser oída entre golpe y golpe - Llevanequiposespecialesquenuncahabíavisto,seguroquesonparametaumanos.Nopodremosconellos.Tenemosquehuirparalucharotrodía.Tenéisquedejarqueoslleve,nodejaréanadieatrás.Lojuro - Va mirando a todos sus compañeros, para acabar en Merlam, que esta vez sí le devuelve la mirada - Notemenostiempo,¡hayqueirseya! - Estas palabras, breves pero llenas de significado, hacen mella en el joven, que asiente con tristeza. Áine sonríe, y da dos toquecitos con la punta del pie antes de empezar de nuevo su carrera, tan abruptamente interrumpida.
La neoyorkina carga con el mago, y segundos después con el telequinético, feliz de no tener que seguir lidiando con su dilema interno, cuando Deathstroke parece pillar desprevenido a Crane, superando su defensa con un golpe bajo. La espada va a impactar de pleno en su costado, con una potencia que sería capaz de partirlo en dos, pero se detiene en seco a escasos centímetros. El enmascarado alza la vista buscando al culpable, para cruzarse con la mirada de Raleigh, que tiene el brazo extendido en dirección a la espada - ¡Traidor! - masculla mientras rueda por el suelo evitando el contraataque del albino.
El exmilitar sonríe amargamente, consciente de que lo que acaba de hacer es efectivamente un acto de traición. Ya no hay vuelta atrás. Las puertas del Nido del Demonio se abren una vez más, pero esta vez la estela anaranjada va acompañada de siluetas embutidas en una especie de trajes de antidisturbios mejorados, y las balas empiezan a silbar por toda la sala. Aunque no están hechas de metal, la armadura invisible que recubre al magnetista es lo bastante resistente para absorber los impactos, al igual que la piel de Crane, que agradece la recarga de energía. Por su lado, Áine las va esquivando, no sin cierta dificultad, debido a su gran número, y se las arregla para llegar a Halloway y sacarlo de allí sin recibir ningún daño serio.
Empieza a estar muy cansada, las piernas le dan calambres, pero ha dado su palabra de que sacaría a todos de allí, y es lo que va a hacer, cueste lo que cueste. Deja a Raleigh con los demás y emprende una última carrera, intentando no pensar en la cantidad ingente de militares que se han concentrado a las puertas del bar al que se dirige, rezando por que Crane sea la mitad de capaz de lo que dice que es y aguante el tipo unos segundos más.
Cuando enfila la calle del Nido del Demonio, los militares, que se cuentan por centenares, se han situado cubriendo la entrada al antro sin apenas dejar espacio entre ellos, esperando impedirle el paso. Y el hecho es que lo consiguen... Por suerte, en estas dos semanas ha aprendido un truco o dos. Gira en una esquina y llega hasta la manzana en la que está su destino, pero por la calle de atrás, que está casi desierta. Busca un rincón donde no puedan verla y empieza a vibrar hasta que consigue la frecuencia de la pared, y la atraviesa. Repite la operación varias veces hasta que, al atravesar una pared, se ve sorprendida por una gran polvareda que inunda una salita llena de muebles rotos y escombros. Moviéndose con cautela envuelta por el polvo llega a un gran ventanal hecho añicos, por el que no consigue ver nada hasta que la nube de polvo empieza a asentarse.
Empieza a vislumbrar haces provenientes de linternas que se mueven por toda la sala dirigiéndose a un punto central, más elevado que el resto debido a una montaña de cascotes, de la que asoman varios cuerpos semienterrados de personas uniformadas, y una esquina de lo que podría ser un cuadrilátero. El polvo se sigue asentando, y Áine aprecia cierto movimiento bajo los escombros. Allí se dirigen los soldados que están aún en pie, y mientras unos apuntan con unas armas poco convencionales, otros comienzan a retirar trozos de hormigón. Con un movimiento brusco, una figura se incorpora de entre los cascotes, un hombre de un solo ojo, que con furia o euforia mal contenida, se deshace con violencia de los últimos escombros que lo cubren, dejando al descubierto a su rival, que para horror de la velocista, presenta el mandoble atravesado desde la clavícula hasta la cadera y yace inmóvil con sangre aún goteando de su boca.
En un acto de negación, la corredora escarlata intenta aproximarse para rescatar aunque sea el cuerpo sin vida de su compañero, pero las piernas le pesan cuando se acerca. Su velocidad empieza a fallar, pero no es el cansancio ni el dolor. Mira en derredor y se percata de una especie de antenas metálicas dispuestas en torno al ring, emitiendo unas vibraciones que la ralentizan cada vez más, hasta el punto que los soldados se han percatado de su presencia y empiezan a arrinconarla mientras disparan. Echa un vistazo a su alrededor, analizando la situación, y realiza un par de intentos más de aproximación, pero es consciente de que en estas condiciones es imposible ganar... "No siempre puedes salvar a todos" le dice una voz en su interior, una voz del pasado, o del futuro, sin duda una voz de otro tiempo, un consejo que quizá hubiera recibido si su vida hubiese sido otra... pero aún a través del tiempo, la distancia y las realidades, una voz paternal llega a Áine, recordándole una verdad que ya conoce, que le da las fuerzas necesarias para retirarse y volver con el amargo sabor de la derrota junto al resto de compañeros.
Cuando llega sola nadie le reprocha nada. Solo agachan la cabeza. Kate ahoga un sollozo mientras busca el consuelo de Harry. Merlam aprieta el puño y maldice entre dientes. Halloway mira al cielo, recriminándose que podría haber hecho más. Jacob se acerca a Áine, que sigue cabizbaja, incapaz de mirar a los ojos a los demás, y poniéndole una mano en el hombro la consuela con un inocente - No siempre puedes salvar a todos -, dejando a la policía con una sensación de déjà vu que no acaba de encajarle - Deberíais marcharos todos de aquí, a ser posible juntos. Poneos en contacto conmigo cuando estéis a salvo. Yo me quedaré por aquí, asegurándome de que todo vuelve poco a poco a la normalidad. - La velocista recupera la compostura y asiente. El resto de los titanes también se ha recompuesto lo suficiente como para avanzar.
Ha pasado tan solo un día desde que se reunieran en este mismo punto por primera vez, y aún así parece que hayan pasado años. Tal es la unión que se ha establecido entre estos nuevos titanes, que a pesar de sus fallas y falta de experiencia, son dignos sucesores de aquellos que libraron al mundo de las penalidades de Trigon, tantos años atrás. Tras una reflexión interna, Merlam hace aparecer de nuevo un avión de luz azul, idéntico al que los trajo aquí, esperando a que todos suban a bordo juntos. - Parece que la nube amarilla ha desaparecido de las mentes de todos. Nuestro trabajo aquí ha terminado - Alza el pulgar en señal de victoria, pero su sonrisa no puede ocultar la tristeza que reflejan sus ojos. Sabe que aún les quedan muchas cosas por hacer. Para empezar, cumplir con las últimas voluntades de Crane: hablar con Desert Kid, buscar a John Anderson, que el mundo conozca la verdad... pero antes deben ponerse a salvo, regresar al archipiélago narniano y reunirse con el resto de metas y con su padre. Esto es algo que el joven mago desea que hagan juntos, como equipo, como Titanes, aunque teme que algunos quieran tomar un camino distinto...
FIN
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