Partida Rol por web

Al tiempo que Merlam se eleva seguido del collar de perlas azul traslúcido tras de sí, la estela pelirroja, a la que empiezan a acostumbrarse, va levantando vendavales por allí por donde pasa, desconcertando a todo militar con el que se cruza en cubierta.

Mientras el mago y su "séquito" siguen ascendiendo, todos pueden ver como el tornado que es la agente McCool se centra en el gigante que se acerca peligrosamente al grupo, y cuando se aleja de él, pueden ver al grandullón enredado en una gruesa cuerda que inmoviliza sus brazos contra su cuerpo mientras abre los ojos de par en par, atónito, buscando al causante.

- ¡¿Pero qué demonios?! - grita con furia mientras hace el amago de liberarse de sus ataduras, mirando desafiante a Merlam, al que probablemente cree el artífice de su ligadura.

¿Pero esta tipa con alas no era de los buenos? Se pregunta Harry mientras mira a la mujer alada con la maza.Bueno, a ver si funciona esto... ayúdame Elvis, donde quiera que estés...

Harry extiende su mano tratando de apuntar a la mujer con alas, se concentra...

Harry alza su mano derecha, adoptando una posición de ataque muy a lo Bruce Lee, y va desplazando su brazo hasta situarlo en la dirección de la mujer alada. Tras concentrarse unos instantes, cierra la mano en un puño y la mujer detiene en seco su movimiento, quedando suspendida en el aire. Pueden ver sus músculos tensos, intentando lilberarse de la presa invisible del telequinético. Podría parecer un ángel estático en el anunciamiento, si no fuera por que su mano aferra con fuerza una maza de pinchos que despide reflejos plateados bañada por el sol. Lo único que la muchacha es capaz de mover son sus ojos, que como acto reflejo miran hacia la puerta que sale a cubierta desde el interior, como esperando refuerzos...

Lo que dijo Crane del Nerd Flotante, iba por el chico nervioso ese de la telequinesis, pero por lo visto Merlam pensó que tenía algo que demostrarse y decidió tirar el del carro además de ponerlo, no sé si lo entendéis. Cuando el aguerrido alvino se vio rodeado por aquella luz azulada a modo de capsula que había creado Narnia-Boy, por unos instantes se vio luchando con la tentación de si podría romperla de un solo manotazo, casi como un niño al que le prohíben que haga algo y de pronto para él no hay nada más importante en el mundo que hacer ese algo. Qué demonios, era exactamente así, sin el casi. De no ser por la aparición del mastodonte ese de cubierta, Crane muy probablemente hubiera sucumbido a la presión de sus impulsos mas infantiles y estúpidos mas temprano que tarde. Se crujió el cuello, y con una sonrisa se dispuso a encajar el golpe. Aquel tipo enorme también le sonaba."¿Otro ex compañero?".-Seguramente.- Se respondió a sí mismo. No sabía porque pero le daba la impresión que la burbuja esa no iba a aguantar el golpe, y que con la energía que sobrase, el mismo andaría cargado un buen rato.

Pero tanta pose no fue necesaria esta vez, la rapidita de antes, la pelirroja, a la velocidad estrepitosa habitual en ella ya había anulado la amenaza, o eso podía parecer a priori, hasta que todos pudieron ver la preciosidad esa con alas. Crane se forzó por recordar alguna escena de cama con ella, pero fue inútil, si quería recordar como de intima fue su relación con la morenita de las alas, iba a tener que tirársela, y eso estaba difícil en un momento como aquel.-Reviviendo una experiencia es como mejor ser recuerdan.- Mascullo con una sonrisa picara."Ni siquiera sabemos si es una antigua compañera. Aunque de serlo seguro que callo. Ouh yea". -Ouh yea.- Se repitió esta vez dispuesto a recibir un mazazo que nunca llego pro la intervención de niño nervios. El muchacho se las había ingeniado con sus poderes para mantener a la tipa esa paralizada.

-!Jajaja¡.- Soltó una gran carcajada.-Si al final va a resultar que sois competentes. Ya me diréis como os pillaron.- Dijo con una gran sonrisa de oreja a oreja, y mostrando su pulgar arriba en signo de aprobación.

Perfecto, les debo una muchachos. Gigantón y la loca de las alas están…neutralizados…aunque a ella le hace falta algo… Sostenla un poco más, Harry. Quiero darle algo que le combine a la pobre mujer-mientras volaba, me gire mirando hacia ella y comencé a girar el brazo que tenía libre…-no sé si eres directamente responsable…pero esto es por mi padre!-termine de decir a la vez que mi mano ceso de girar y la impulsaba hacía al frente a la par que gritaba-Cigam Ekirts!!-Y de mi mano, una ráfaga de luz azul envuelto en rayos y destellos se dirigió hacia la alada mujer, trate de que el golpe la arrojara contra el otro tipo y lograr una chuza-Ok, Dovesy, no me falles en esta...Creo que eso nos dará unos segundos…creo…Jeguen, tuvimos… complicaciones…pero parecen superadas por el momento, dile a Áinne que corra, los pierda y nos siga…yo tengo una idea para perderlos también…ehmmm…cambio y fuera. Gzzhh.-Acomode mi posición, tome la cadena con ambas manos y me dispuse a volar con todas las fuerzas que tenía…-sujétense muchachos, habrá un poco de "sub"turbulencia…siguiente parada…Narnia.-pensé, no quería que todos oyeran a dónde íbamos.

El rayo azul eléctrico que brota de la mano de Merlam impacta sin mayor problema sobre la mujer de piel oscura, que no es desplazada ni un ápice de su posición inicial, para explotar en una bola de luz que envuelve a la mujer por completo, mientras miles de pequeños rayos recorren su armadura de kevlar hasta sus brazos desnudos, su cabeza y sus alas. A pesar de su parálisis, podéis oirla gritar por el dolor y la rabia, pero tras la breve electrocución, es capaz de mover el cuello lo suficiente como para dirigir una mirada desafiante al lanzador del hechizo, y aunque Merlam no es capaz de leer su mente, puede deducir que esa mirada es una promesa de odio eterno desde hoy hasta el fin de los días.

Entre tanto, el grandullón empieza a perder volumen por momentos, y las cuerdas, hace un instante tensas, comienzan a perder la fuerza de su ligadura y caen al suelo inertes, liberando al reducido gigante de su presa, que se dispone a avanzar de nuevo hacia vosotros mientras recupera su tamaño inicial.

Sin más tiempo que perder, Merlam sigue alejándose de cubierta, en el preciso instante en el que, como por arte de magia y para asombro de todos los presentes, su imagen, y la de las perlas que arrastra, se multiplica en cientos de imágenes idénticas que empiezan a volar en todas direcciones. El verdadero Merlam, también un tanto confuso con lo que acaba de ocurrir, decide seguir con su plan inicial y sumergirse bajo el mar, aprovechando la confusión del resto de imágenes, que ocultan su rastro.

Cuando alcanza profundidad suficiente y se siente a  salvo de miradas indeseadas, pone rumbo al archipiélago deshabitado frente a las costas de Narnia que Jeguen le indicó. A su alrededor, el azul profundo del mar, les brinda un espectáculo único de luces y sombras, mientras algunos bancos de peces plateados les deleitan con juegos de formas, reflejadas por el brillo del sol sobre sus escamas.

Segundos atras, en cubierta, comienza una actividad frenética para intentar derribar los cientos de ilusiones sólidas en movimineto, en busca del verdadero grupo de fugitivos. La velocista escarlata - aunque sólo lo sea su cabello - puede ver la entrada en escena de dos metas más: una mujer castaña de ojos verdes y pelo alborotado vestida de calle, que entra con paso tranquilo, manos en los bolsillos y totalmente relajada, y otra mujer morena de pelo corto y ojos oscuros, que viste un traje bastante ceñido de bandas verdes y amarillas - que McCool recuerda haber visto con Crane - con semblante muy serio, que entra atropelladamente ansiosa por descubrir lo que está pasando mientras parece molesta porque alguien le grite órdenes a través de un comunicador. La mujer aprieta los puños, mientras el cielo empieza a nublarse a una velocidad sobre natural hasta dar lugar a una tormenta en cuestión de segundos...

En sus mentes...

"Señores, procuren a lo maximo no usar habilidades de ofensiva, solo defensivas... por otro lado, en su bando se encuentra una telepata como por responder a las preguntas que se hacen del tipo: a donde van mis pensamientos si no es solo a mi mente? y finalmente, recuerden bien que no es a narnia exactamente en donde nos encontraremos y no lo digo por la telepata. Agente, corre despista y huye a donde quedamos todos de vernos, ellos ya tomaron su propio camino, me gustaria saber si ya tiene como salir, de lo contrario podria apoyar en la causa. Me quedare un poco mas por aca mientras las cosas se relajan un poco..."

Silencio...

Durante una eternidad, la agente pensaba en como poder reducir de nuevo a esa meta enorme, cuando de repente un sin fin de copias (1) comenzaron a dispersarse, esto dejo por unas milésimas en shock a nuestra velocista, cuando para completar ese aturdimiendo surgieron las palabras "enigmáticas" de Jegen... Un telepata en un bando... que bando? de los suyos? que no piense donde me dirijo? entre los nuestros...¿? las preguntas me surgen ahora Jeguen... con cierta incomprensión, pero de nuevo con bastante ánimo por el desenlace de los acontecimientos, la mujer golpea dos veces con la punta de los deportivos el suelo, dirige una mirada a todos y cada uno de los metas presentes, con una leve sonrisa en la comisura y un gesto burlón... ahora una nueva prueba... agua...

Como un haz de luz, la estela escarlata comienza a moverse errática por la cubierta hasta llegar a un extremo donde ágilmente baja corriendo por la pared del barco hasta el agua, al poner el pie en el mar, por unos segundos, una leve sensación de inseguridad se apodera de su cuerpo, pero en lugar de vacilar, aprovecha para coger impulso e ir aún más rápido... un par de zancadas y ...  ... desaparecer...

En sus mentes...

"Efectivamente agente McCool, en el bando que seguramente mas adelante serán nuestros aliados, el Ejercito Mundial... Por ahora vayan rumbo a donde quedamos y que les había dicho, allá socializaremos toda información valiosa..." 

Silencio...

Me centro en ver si su atención es dispersa a la ubicación real del grupo, verifico que nadie les este siguiendo. Luego de que se hallan alejado lo suficiente me concentro en ver cual es su siguiente propósito, nada invasivo, solo informativo y en aclarar que pistas tienen de nuestro paradero. Busco archivos de la telépata sin buscarla puntualmente a ella.... finalmente salgo del sitio cuando estimo que ellos posiblemente ya hayan avanzado a lo menos medio camino teniendo en cuenta la velocidad de nuestra estrella en cuanto a velocidades, seria que ella ya fuera llegando y yo alcance a llegar primero...

Cuando ella este a unos 100 metros de llegar, una bruma azulada y con destellos plata forma un rostro que se pierde en el holograma extraplanario, y de el sale una voz que dice: "...ahora solo queda esperar a los demás..." con una voz profunda y generando un eco mas mental que físico, lo cual tiende a ser mas escalofriante que sorprendente, una sonrisa y se pierde en el infinito... Intento en lo posible no perder de vista (de mi vista) a los demás al menos al ir al archipiélago verifico que esten bien...

Intentando verificar que nadie ha descubierto la ubicación real del grupo, oteas las mentes de los presentes en cubierta, aunque por como actúan, dirías que no haría falta leerles la mente para saber que ninguno tiene la menor idea de donde están. El gigantón va dando manotazos a toda imagen que está a su alcance, que acaba rompiéndose en pedazos y desapareciendo en la nada, tras lo cual sigue por la que tenga más cerca. Del mismo modo, la mujer alada estrella su maza, con el mismo resultado, y la mujer que entró en cubierta junto a la mentalista tiene los brazos extendidos al frente, y los ojos iluminados por electricidad pura, dirigiendo la tormenta que se ha formado sobre vosotros y haciendo caer rayos sobre las ilusiones.

Evitando a la mentalista, recurres a la mente de alguno de los oficiales, tan atareados en descubrir cuál es el verdadero grupo como los demás, y que tiene algo descuidadas sus defensas mentales. Ves en él que el verdadero nombre de la mentalista es Lena Stark, nacida en Liverpool, Inglaterra, y que lleva con ellos desde que tenía cinco años. Sobre sus poderes sólo sabe que es mentalista, y por eso le tiene bastante miedo, pues podría jugar con sus recuerdos cuando quisiera. Pero realmente no tiene conocimiento del alcance de sus poderes... aunque eso es algo que tú irás descubriendo poco a poco. Estás perdido en esos pensamientos cuando una voz te sorprende por detrás - ¿Espiando otra vez, Jeguen D'Morg? - de nuevo la figura de la mentalista aparece ante ti, con las manos apoyadas en la cintura y cara de enfado finjido - Pensé que habíamos quedado en que no husmearías más por aquí y te irías con los tuyos - te reprende como una madre reprendería a un niño de corta edad tras desobedecerla - Vamos, oniromante, te invito a que te marches. Tus amigos ya están a salvo, y no pienso colaborar en la búsqueda que el ejército haga para encontrarlos. Eso sí, tengan mucho cuidado con Deathstroke, el tipo tuerto. Ese no descansará hasta que los encuentre, y es el mejor cazador de metas del globo. Ahora, si eres tan amable, abandona el barco - te pide, acompañando sus palabras dirigiendo sus brazos hacia el mar - Por cierto, bonito truco el de las ilusiones - dice mientras te guiña un ojo, y espera a que te marches.

"De acuerdo mi Lady, marcharé con los míos, me es llamativa la idea de interactuar directamente con tigo, la proxima vez que busque algo te buscaré directamente. Por otra parte, que saben de lo que hay en las mentes humanas? que has indagado tu? o ellos? y sabes algo de la fuente?..." Todo esto lo digo girando y viendole directamente a ella. "He visto una dimension llena de peligros y temo fuertemente porque esos peligros lleguen al material, temo porque todas esas pesadillas terminen dejando sin soñadores el mundo del que vengo, y espero que el grupo con quienes vamos seamos suficientes para enfrentar todo esto..." Le digo mientras me acerco  levemente y continuo hablando. "... Que has visto mi Lady, que tienen los humanos que les infunde tanto temor?... miro al mar... 

La mujer te mira atentamente mientras le hablas, con rostro sereno, aunque intuyes preocupación ante tus preguntas:

- Sé poco de lo que ataca a las mentes de los seres humanos, oniromante. Tan sólo he podido averiguar que son semillas de miedo puro que han sido implantadas por alguien o algo que estaba fuera del alcance de mi conocimiento. Pero gracias a ti, y a lo que tú sabes, ya tengo una idea más clara del mal que está por venir, y de cómo combatirlo...

Cuando apartas la mirada hacia el mar, se acerca a ti y mira contigo la infinidad del océano - Por lo que viste en la otra dimensión, ese ser de seis ojos... podría perfectamente ser Trigon. Un demonio que conquista dimensiones, a las que esclaviza hasta que se aburre y avanza a por la siguiente... Ha atacado la Tierra en otras ocasiones, pero las maravillas siempre lograron detenerlo... Esperemos ser los suficientes y lo bastante fuertes para detenerlo de nuevo.

Hace de nuevo una pausa, y suspira, antes de mirarte de nuevo a los ojos - Temo que la semilla del miedo es solo su primer movimiento, algo que debilite la fortaleza de los humanos y su voluntad, para que cuando llegue con sus ejércitos sea más fácil derrotarlos... No creo que el primer ejército sea capaz de enfrentarse a ellos. No sin nuestra ayuda. No sin la vuestra. Así que vete ya, mientras intento tramar un plan que nos mantenga a todos del mismo bando... aunque no será fácil, no después de lo que ha pasado hoy. Tendrás noticias mías, D'Morg. Cúidate, y cuida de los tuyos. - se despide mientras su figura desaparece en el onírico para fundirse con su yo real, que de alguna forma te mira, a pesar de que eres invisible al resto del mundo físico.

Una reverencia hacia ella, giro el rostro, miro al horizonte y salgo a toda velocidad a encontrarme con el resto...

Ella sonríe ante tu reverencia, pero ya no estás pendiente de eso. Viajas por el onírico a gran velocidad, atravesando el océano de pensamientos subconscientes de cuantos se cruzan en tu camino hacia las islas del litoral de Narnia donde quedaste en reunirte con el resto del "equipo".

Tras a penas una hora de viaje, detectas las mentes de tus compañeros, que acaban de salir del agua y recién pisan la orilla de una bella playa de arena blanca y aguas cristalinas. Merlam ha roto el hechizo, y puedes ver cómo las perlas azules se fragmentan y desaparecen tal y como se formaron. Ahora todos son libres, y están en la mayor de cinco islas de este archipiélago deshabitado, a varios cientos de kilómetros de las costas del continente narniano.