Partida Rol por web

Menudo contraste. Después de pasar unas semanas entre las densas junglas del norte de Narnia, llegar al desierto del Sahara podría considerarse hasta un alivio. Estará bien sentirse “seco” por unos días. Aunque eso sí, parece que no hay un alma en cientos de kilómetros a la redonda... Tampoco es que eso te preocupe, antes o después los problemas te encontrarán, siempre lo hacen, y tendrás un poco de diversión mientras los resuelves.

Te adentras tierra adentro y no pasa mucho hasta que encuentras una destartalada carretera asfaltada que cruza el desierto de norte a sur. Si la siguieras en cualquier dirección seguro que darías con alguna población importante, pero aún no tienes ganas de reencontrarte con la civilización, así que decides continuar hacia el este. Te apetece descubrir lo salvaje de esta tierra, sentir la tierra seca bajo tus pies y el sol abrasador sobre tu piel. No sabrías decir porqué, pero hace que te sientas cómodo, es una sensación familiar que te trae buenas vibraciones... aunque no sabrías decir porqué.

Tras varios días de travesía, una población aparece en el horizonte. Son casas de adobe de una sola planta que casi se mimetizan con el paisaje, y parece bastante grande para estar en medio de la  nada. ¿Sigues hacia el desierto?¿O te acercas a ver qué tal? Pensándolo bien, hace ya demasiado que no disfrutas de buena compañía... Además, dicen que la gente del desierto es muy hospitalaria... Esperemos que eso también incluya a las mujeres.

Cuando te vas acercando al poblado, te parece escuchar una lejana ráfaga de disparos. Tras adquirir instintivamente una posición defensiva, intentas localizar de dónde provienen, escrutando la ciudad con los ojos entrecerrados para evitar que el condenado sol te ciegue. No sabrías decir de dónde vino la ráfaga, pero tu instinto te dice que esos cuatro vehículos de aspecto militar no encajan muy bien con el entorno... ni tampoco los hombres armados que están rodeando esa casucha algo más alejada de la población principal... ¿A quién están acorralando? Pero si ese muchacho no tendrá ni diez años...y está desarmado. Tenías razón, los problemas siempre te encuentran...

Narnia resulto ser un sitio muy bonito si señor, lleno de gente bastante mojigata pero bastante bonito en su conjunto, mucha selva, mucha fauna, mucha flora. Lo único malo, lo amable y correcto que resultaban ser la mayoría, joder era condenadamente difícil pelearse con alguien en ese sitio, o ligarse a una chica menor de 22 años. En fin, siempre quiso cruzar el país, desde la primera vez que lo sobrevoló en una misión de reconocimiento. Bueno, en realidad no tenía ni idea de cuando lo había visto, pero era un recuerdo recurrente que tenía, una gran isla, enorme, cubierta de vegetación, y el observándolo desde arriba desde muy alto. El no podía volar, joder, al menos no era un poder que recordase haber tenido alguna vez. Si, lo del vuelo era lo más probable, de la nebulosa que tenía en la cabeza, una de las cosas que más presente tenía en su memoria, era que perteneció a la La Fuerza Aérea Sudafricana,Per Aspera Ad Astra, bonito lema, ya no significaba para él una mierda. "¿Por que coño me tengo que acordar del puto lema de los huevos y no de mi jodido nombre?" Su nombre en clave le molaba, "Crane", era pegadizo, y le daba un toque de misterio, muy útil para ligar, pero realmente le hacia quedar como un friki en las fiestas de sociedad, que no es que hubiera asistido a muchas en los últimos 40 años, pero si tenia que ir a alguna iba a quedar como un friki.-Es un placer conocerle Baron Godofredo de Bouillón. ¿Que como me llamo?...mmm, Crane. No se ria que le hago la cirugía  instantánea con los nudillos.-Crane gozaba de un gran mundo interior que le acompañaba en sus largos y solitarios viajes.Vamos, que aveces le daba por hablar solo.-Coño, por fin tierra, ya estaba hasta los huevos de tanta agüita.-Comento en voz alta, después de días de soledad en alta mar, de espantar a un par de tiburones, y a un narval curioso, como venía siendo costumbre en él, cuando pasaba largo tiempo solo. Por fin, había llegado a costas africanas.

Lo primero que hizo al llegar fue peinarse, y acomodarse las solapas de su extravagante abrigo."Empezaba a sentirme raro hablando conmigo mismo. Joder lo volví a hacer". Pensó fastidiado, mientras miraba a uno y otro lado para asegurarse de que nadie le observaba en aquella soleada playa. Después de tanto azul, los colores terrosos y ocres del desierto se le antojaban casi una bendición, aunque bien sabía que acabaría por volverse tarumba si no hacia por socializar con alguien. Muy tentado se sintió de recorrer aquella desértica carretera cuando la encontró, pero sinceramente, prefería andar un poco más hasta encontrar alguno de esos pueblecitos del desierto, le agradaban las personas de los pueblos, eran menos, menos.."cretinos", que los urbanitas.

Durante días ando al sol del desierto, sin soltar ni una gota de sudor, sin notar cansancio o hambre, beneficios de su accidente, cuyos detalles se perdían en su nebulosa particular, y cuando estaba seguro de que nadie le miraba, lo cual sucedía a menudo, jugaba a tirarse por las dunas. Y de pronto, un día cualquiera, se escucho ese estruendo tan familiar, un disparo, un sonido que en los años de persecución se le antojaba tan familiar como la voz de un amigo intimo. Ante la perspectiva de desentumecerse un poco rápidamente acudió a buscar el origen del disparo, y la escena que contemplo no le agrado lo más mínimo, y sin embargo le resultaba tan peculiar, que bien merecía ser investigada antes de arremeter contra todos los presentes con disfraz de mercenario.

-¡¡¡EEEEEEEEH!!!.- Grito desde la lejanía agitando las manos en el aire, tratando de llamar la atención todo lo posible, y trotando, a una velocidad humanamente posible, en dirección a la tienda donde tenían arrinconado al chico.-¡¡¡EEEEEH, CAPULLOS, ¿ALGUNO HABLA MI IDIOMA?.- Vocifero mientras aceleraba un poco el paso en dirección a aquellos tipos.

Conforme te vas acercando te percatas de algún detalle más de la escena. La casa donde están arrinconando al chico está separada como unos cuatrocientos metros del linde del pueblo, pero a pesar de todo el follón que están montando estos tipos (o a lo mejor precisamente por eso) no se ve ni un alma en la calle. Al volver la vista de nuevo a la casita, te das cuenta de que la puerta está quebrada. El viento intenta cerrarla, pero el cuerpo de una mujer que llace en el suelo se interpone en su camino. Las manchas oscuras de su chilaba no dicen nada bueno a cerca de su salud...

Hora de fijarse en los "tipos malos". Cuentas doce, abiertos en abanico, clásica formación militar. Al oír tus gritos los tres que estaban en la retaguardia se voltean hacia ti, y te apuntan.

- Detente extranjero. Esto no te incumbe. Si no te detienes nos veremos obligados a disparar.- Te dice uno de ellos. Llevan una insignia en el pecho, pero desde donde estás no consigues distinguirla.

El resto sigue a lo suyo, sin alterarse ante tu presencia. Uno de ellos se ha acercado al chico y lo tiene sujeto con un brazo, inmovilizándolo contra la pared de la vivienda, mientras el chico se sacude intentando liberarse.

Crane continuo con su trote en pos de acercarse a aquellos sujetos tan poco amigables."Lo que hace la gente hoy en día por encontrar una choza decente", pensó sonriéndose así mismo por su ocurrencia, tremendamente ingeniosa, al menos para él. Fue a menos su sonrisa cuando vio a la mujer en el suelo, muerta probablemente, eso o era una gran actriz."Eso no es tan gracioso", se dijo mientras su hasta entonces luminosa sonrisa, perdición de féminas por doquier, iba tornándose en una expresión bastante más seria, bien próxima ya al enfado, y cuando Crane se enfadaba, usualmente hacia llegar una enorme ola de dolor a todo aquel gilipollas que le hubiese tocado los huevos y que tuviese a mano, y estos doce subnormales habían comprado todos los boletos de la rifa para llevarse una buena somanta de ostias y algo peor.

Como a unos veinte o veinticinco metros, comenzó a detenerse, hasta que se detuvo completamente a unos quince metros de la poco amigable comitiva.-¿No os enseñaron vuestras madres que es de mala educación apuntar a alguien con un fusil de asalto?.- Pregunto sin prestar por el momento mucha atención a los tres tipos que tenía delante, e inclinándose un poco para sacudirse el polvo del pantalón y el abrigo e incorporarse lentamente a continuación.-!!!EEEEHHH, ESTO VA PARA LOS DOCE INVECILES CON COMPLEJO DE SOLDADO CABRON QUE TENGO FRENTE A MÍ, ODIO GRITAR(mentira), Y ODIO REPETIRME(mentira otra vez). PEGAD LA OREJA¡¡¡.- Tras asegurarse la atención de sus interlocutores, Crane se quito la levita, "Como para que la agujereen con lo que cuesta", y la dejo en el suelo junto a él.-Os explico como iria esto normalmente. Primero nos vacilaríamos un rato vosotros y yo.-"Los burros siempre delante".- Después os explicaría que aquí los malos no sois vosotros, si no que lo soy yo. Y por ultimo os daría una soberana paliza, puede que incluso matando a alguno, y dejando paralíticos o para el arrastre a la mayoría.-Hizo una leve pausa para clavar su mirada en el tipo que tenía en frente, esta vez una mirada fría, y terroríficamente sincera.- Pero me habéis pillado de mala ostia, a si que solo dejare morir a los que mejor me caigan o tengan más suerte, puede que deje a alguno vivo, para que aprenda la lección y descubra la senda de la rectitud y lleve su nuevo y recto culo por el camino del bien. Y finalmente cogeré a uno de vosotros y me pondré creativo con él, dejándole suplicarme por horas que lo mate por haber sido tan hijo de puta, y ese de allí, el feo que tiene sujeto al niño, tiene todas las papeletas.- Bueno si, quizás estaba exagerando, pero en sus oídos aquello sonaba como una retahíla cojonuda."Joder, esto hubiese quedado mucho mejor si tuviese puros que encenderme durante los discursos. Nota mental, hacerme con puros". El mundo interior de Crane no se agotaba nunca.

-Como me he explicado tan bien, y sé que no hay preguntas, vamos a comenzar con el baile.- Sentenció chocando sus puños uno contra otro con todas sus fuerzas, haciendo un estruendo bastante inquietante, y convirtiéndose en dos pasos, en una difuminada figura carmesí, que a toda velocidad buscaba quebrar unos cuantos huesos.

Mientras estás soltando tu discursito, los tres soldados (no sabes si es lo que son, pero es lo que parecen) intercambian miradas y susurros entre sí que no llegas a entender. Supones que será algo como - ¿Y este tipo tan cojonudo quién es? - aunque en realidad más bien sería - ¿y este gilipollas de dónde ha salido? - Pero en realidad no importa mucho, porque para cuando el que parece que da las órdenes está a mitad de gritar "fuego" ya has echado a correr, y a una velocidad sobrehumana te plantas entre ellos sin haberles dado tiempo a apretar el gatillo.

Coges el rifle del primero con tu mano izquierda mientras le sueltas un derechazo en su fea cara, y a la media vuelta le hundes la nariz de un codazo al de su izquierda. Enganchas por la espalda al más rezagado y dejas caer su peso sobre tu rodilla... no crees que este vaya a levantarse de nuevo... Sin perder un instante sigues avanzando hacia el resto de tipejos, mientras piensas en lo triste que va a estar su mujer cuando le digan que su marido no podrá volver a usar las piernas, y en lo que te gustaría consolarla... El resto de soldaditos a penas empieza a darse cuenta de lo que está pasando. Pillas desprevenido al más cercano, y antes de que se dé la vuelta ya está tendido en el suelo con al menos tres costillas rotas. Alcanzas al quinto del día, que acierta a disparar al suelo antes de que le rompas el brazo por tres sitios...

Por fin tienes la atención del resto de soldados, aunque sólo tres de ellos son lo bastante rápidos para dispararte antes de que sigas con tu embestida. Pero por su falta de puntería y su cara de perplejidad dirías que aún están digiriendo la sorpresa que ha supuesto tu puesta en escena...

Esos capullos se habían metido con el hijo de puta peligroso equivocado, y lo estaban pagando , joder si lo estaban haciendo. Tras su explosión de velocidad, lo único que se escuchaba a su alrededor eran los sonidos de los huesos al tensarse hasta su limite, y luego romperse.

-Risin' up, back on the street
took my time, took my chances.-

El primero de sus rivales había caído con la nariz totalmente destrozada, y ahora un segundo. Cualquiera que lo observase podría ver a un entrenado militar golpeando al más puro estilo de algún tipo de fuerza especial.

-Went the distance
now i'm back on my feet
just a man and his will to survive.-

Eso, o un flipado con una capacidad para infligir dolor fuera de lo normal, y que gustaba de tararear grandes éxitos de películas malas de los 80 mientras no paraba de atizar al personal.

-So many times, it happened too fast
you trade your passion for glory.-

Crane canturreaba a la par que seguía con su sobrenatural lección de superioridad, apenas unos segundos después de ponerse aterrador, como a él le gustaba decir, ya habían caído cuatro de los supuestos soldaditos, uno de ellos con la espalda fracturada. Realmente le estaba quedando todo muy bien, para ir improvisando sobre la marcha.

-¡¡¡Don't lose your grip on the dreams of the past
you must fight just to keep them alive.!!!-

Tubo que alzar la voz en esa ultima estrofa para poder oírse cantar mientras le disparaban, con bastante poco tino, aunque un cabrón , al que decidió des huevar de una patada que lo alzó metro y medio del suelo casi consigue agujerear le los zapatos. Por suerte para él pobre capullo no le dio, si no habría tenido que ir a hacer daño de verdad.

-It's the eye of the tiger.- Canto en voz alta justo cuando propinaba un gancho de derecha a un sexto tipo, poniéndolo a dar vueltas sobre si mismo antes de caer al suelo con media mascara fácil hecha trizas. Sus nuevos amigos por fin comenzaban a tomarlo en serio, ya que habían comenzado a reaccionar, y uno de ellos incluso fue capaz de esquivar una patada.-Me cago en la puta, eres bueno.- Dijo tras fallarla, deteniendo su trote un instante.- Bien ,gilipollas,este es el momento en que os dejo suplicarme.- Quería tiempo para pensar en sus cosas."Si tuviera mi propia banda sonora no tendría que canturrear me yo los temas. Nota mental, conseguir un mp3, o mp4 o el cacharro que coño usen ahora los chavales para poner su  puta música." Si aquellos infelices pensaban que había pasado lo peor, iban apañados, Crane se sabía el resto de la canción, y no iba a dudar en atizar sus cuerpos igual que sus oídos si no comenzaban a arrepentirse por sus pecados.

El tipo, que ha puesto toda su voluntad en esquivar tu golpe, no tiene cara de creerse haberlo conseguido, o eso dirías por sus ojos, que es lo único que deja ver el pasamontañas que lleva puesto. Pero tras tragar saliva se recompone y parece dispuesto para seguir con el baile. Se aleja de ti lo suficiente para no suponer un obstáculo para sus otros compañeros, que vacían medio cargador sobre ti. Conforme te golpean los proyectiles, sientes como vas absorbiendo su energía. Pobrecillos, si supieran que sólo están empeorando las cosas...

Tras ver que las balas lo único que agujerean es tu ropa, el soldado que tenía retenido al niño contra la pared lo sujeta con fuerza frente a él a modo de cobertura y pone una pistola en su frente: - ¡Detente si no quieres que le vuele la cabeza al chico, monstruo! - dice, y no dirías que vaya de farol... El chaval intenta revolverse, pero su opresor es mucho más fuerte que él. Por su cara de pánico parece que fuera a desmayarse de un momento a otro.

Mientras, el tío que te esquivó de milagro se lleva la mano al oído.- ¡Actividad meta en sahara 3!¡Enviando visual!¡Solicitamos refuerzos! - A la vez va dando pasos hacia atrás, intentando alejarse de ti y marcar las distancias mientras te apunta de nuevo con su arma...

Crane se temo un par de segundos para acomodarse su ahora agujereada ropa y para bañarse en toda aquella energía que sus amables contertulios habían tenido ha bien donarle."Subnormales", pensó, y cuando creyó que no se podía ser más cretino, va uno y amenaza con matar al chico. Gente sin escrúpulos, mal asunto, el cabrón de pelo blanco que los estaba despachando solo tenía una respuesta para aquel tipo de comportamiento, y era dolorosa y letal. "¿Por que coño has tenido que hacerlo amigo?, solo iba de farol, no pensaba mataros a ninguno, ahora me temo que no respondo por ti.?".-Si hay algo que odio de verdad, es a los enanos mentales que ocultan su debilidad con amenazas, y se cubren con el sufrimiento de aquellos que no les pueden enfrentar.- Su voz de pronto se había vuelto más seria, ya no había silbidos ni canturreos, no había bromas ni ironías. Le había agujereado el traje, y aun más importante, se escudaban detrás de aquel chaval.

Con una explosión de velocidad que hubiera bastado para lanzar por los aires a todo aquel grupo de "genios", Crane se puso serio. Tan rápido casi como el pensamiento recorrió los pocos pasos que le separaban hasta el soldado que tenia sujeto al chico, y colocando su mano como si fuera una espada, golpeo a aquel capullo a la altura de su hombro derecho con una fuerza irreal, cortando piel músculos y huesos, desgajando el brazo y un trozo del torso de aquel inclemente, para propinarle una patada luego y alejarle del muchacho antes de que lo regase completamente de sangre. Primer objetivo cumplido, amenaza principal desarmada, y con total seguridad muerto tras una breve pero intensa agonía. Todo aquello que para él fueron segundos, para el resto del publico apenas había sido una milésima. Y no se detuvo ahí, en un atisbo de humanidad nuestro ,aveces polémico, pero siempre macizo, héroe fue pasando de uno a otro. A su segunda victima la barrio a la altura de las piernas con una patada, rompiendo estas por varios sitios, y pulverizando sus rodillas, no volvería a andar, y le dolería todos los días del año, el doble cuando hiciese frio, pero viviría. Con el tercero y cuarto fue ligeramente más indulgente, Crane uso el indice de su mano derecha a modo de lanza, y agujereo las extremidades de estos con su demencial velocidad y su disparatada fuerza, dejando los brazos y piernas de sus victimas agujereados como si de panales de abeja se tratasen, aunque evitando intencionadamente toda arteria vital, no deseaba verlos muertos por desangramiento, aunque quizás no calculo del todo bien esto ultimo. A su quinta victima le propinó un directo contra el pecho, rompiendo en dos su arma en la ejecución del golpe, al igual que todas las placas de blindado metal de su chaleco antibalas, y proyectándolo varias decenas de metros en las que arrastro su cuerpo por la arena del desierto. En cuanto al sexto, quien había dado la alerta, bueno con el sería delicado. Fue hasta él, y rodeando la cabeza de este con sus dedos,  lo levanto del suelo, creándole una intensa agonía, si, pero dejando le sin taras futuras, que era más de lo que podrían afirmar sus compañeros al final del día.

Sin aquella inhumana velocidad para ver lo sucedido,Crane había sido tele transportado hasta el ultimo rival, al que aun sujetaba de la cabeza,mientras que  sus enemigos habían sido agujereados, cortados y proyectados, tan solo pudiéndose intuir unas leves betas rojizas que habían pasado junto a ellos antes de cada desastre.

Con el tipo aun sujeto de las sienes, el cadilac humano que había atropellado a los mercenarios comenzó a buscar en el uniforme del ultimo de los matones en caer algún micro, o alguna cámara de vídeo vigilancia, a la par que se colocaba el audífono de su derrotado rival.-¿Hola, hola, se me oye?.- Pregunto mirando con expresión mucho más relajada a la de hacia un instante, lo que él creía que era la cámara.-¿Esta es mi cámara?. Muy bien, escuchadme con atención hijos de puta mal nacidos, por que no pienso repetirme. Estoy hasta los huevos de vuestras putas mierdas de operaciones secretas, extracciones, o como coño quiera que las llaméis ahora. Voy a coger a ese chaval , y nos vamos a largar de aquí, y si se os ocurre seguirnos, tontas y tontos del culo, pienso ir ahí, donde cojones esteis, y pienso tiraros todo el tinglado abajo, ¿capito?.-Aguardo solo un instante, por si alguien al otro lado tenía la feliz idea de responder le, pero tanto como si le respondieron algo como si no, decidió continuar, interrumpiendo a quien fuese.-Pues eso idiotas, espero no veros por ahí.- De un tirón arrancó el cableado que llevaba el soldado, y después lo dejo caer al suelo.-No te muevas, aún tenemos cosas que tratar tu y yo.- Amenazo señalando le con el dedo.

Fue cuerpo por cuerpo arrancando todo el cableado de los mercenarios, o lo que él creía que lo era, y después fue hasta el chico para asegurarse de que estaba bien.-Silencio ,moñas, o acabo el trabajo.- Vocifero a los enmascarados que aun permanecían medio conscientes y que no cesaban en sus quejidos.-¿Estas bien chico?¿Como te llamas? Yo soy Crane, puedes admirarme cuanto quieras. Dime,¿que hacían por aquí estos tipos?.-Se arrodillo junto al chico, mientras procuraba moverse lentamente para no asustar al joven.-Tomate tu tiempo, no hay prisa, bueno, no hasta dentro de unos minutos.-Sonrió muy confiado, entendiendo que el niño quizás estuviese un poco traumatizado, por aquello de toda la violencia desatada a su alrededor, o quizás por que sea gente había matado a la que posiblemente fuera su madre. En cualquier caso, nuestro paladín de pelo blanco, decidió no agobiarlo y darle tiempo para asimilar lo sucedido.

El chico esta temblando. Te mira con los ojos muy abiertos, y echa un vistazo a su alrededor, intentando asimilar lo que acaba de pasar. Traga saliva y te mira de nuevo. Le cuesta empezar, pero tras unos segundos de indecisión te habla en común, con un marcado acento saharaui

- Ellos...ellos mataron a mi mamá...¿verdad? - Te mira muy serio, mientras intenta controlar sus temblores. No espera a que respondas, porque ya conoce la respuesta. Ahora que lo ves de cerca dirías que no llega a los diez años. Su tez es morena, y su cuerpo delgado indica que su nutrición no ha sido todo lo abundante que debería. - Ellos se llevaron a mi papá y a mi hermano ha-hace d-dos años... y ahora querían llevarme a mí... T-tú eres fuerte... ¿Tú...quieres ayudarme...? - Te mira con ojos profundos, seguros y llenos de determinación. Ha dejado de temblar. - Yo sé dónde llevaron a mi papá, yo...lo veo, lo ví... pero después dejo de verlo y todo es negro. Pero sé dónde está todo negro para mi papá. Mi hermano estaba con él, pero yo no veo por mi hermano, aunque sé que no es todo negro en él. No sé donde está, pero está vivo.

Ahora sí espera tu respuesta. El hombrecito tiene valor. Ni una lágrima ha asomado a sus ojos. Mira a su madre tendida en la entrada de la puerta, y eso le hace tensar su cuerpo y apretar los dientes - ¿Me ayudarás?¿Me ayudarás a encontrar a mi hermano? - repite mirándote fíjamente.

Crane escucha atentamente al pobre crio."Es cierto que tiene valor ", piensa echando un vistazo a su alrededor, y recordando la escena que se dio lugar frente a él en ese mismo sitio, conocía a adultos que se lo habrían hecho encima solo pro escuchar cómo se desgaja la carne de un brazo."Ja, nenazas", pensó esta vez esbozando una leve sonrisa mientras acudía a su genial y personal mundo de fantasía, para salir prontamente de él, o para ser más precisos diría que fue el chico el que lo saco de su ensimismamiento.

-¿Como que sabes dónde estaba tu papa?.- "Claro capullo, es un meta".-Gracias Crane.-"De nada Crane".-Estas muy apuesto hoy si señor.-"Shhhh, calla tonto".-¿He dicho todo esto en voz alta no?.-Pregunto arqueando una ceja mirando al muchachito frente a él y tomando consciencia de que estaba hablando solo nuevamente. Se alzó, y se colocó bien la ropa.-Claro que te voy a ayudar renacuajo, estas ante el súper hombre más genial que existe, y aunque usualmente suelo cobrar por mis servicios. Hay que vivir vale. Resulta que llevo toda la semana de oferta, si decides convertirte en mi fan, no tendré inconveniente en encontrar a tu hermano e ir repartiendo guantazos a diestros y siniestro. Derecha e izquierda.-Le explico al chaval.-A todo aquel desgraciado que trate de impedirlo.- Podía imaginarse perfectamente el destino que podía haber corrido el padre del chico, y más por las palabras que el mismo joven le daba describiendo de manera tan peculiar la situación, es por esto que nuestro aguerrido héroe decidió ignorar apropósito hacer más preguntas sobre el padre. Un chico como aquel no necesitaba que nadie le recordase lo que había perdido.

-Pues eso, tenemos un trato, presidente del club de fans de Crane.- declaro estrechando la escuálida mano del jovencito y agitándola junto a la suya.-Ahora me dirás como llegar al sitio ese que has visto, y luego iras a esconderte con algún pariente hasta que te devuelva a tu hermano. No te preocupes, los voy a tener tan pendientes de mí, que tardaran en recomponerse y lanzarse en tu búsqueda una temporada, te lo garantizo. Aunque pos si acaso mejor te escondes bien con tu  familia ¿ok?.- Dijo sonriente a la par que se revolvía el mismo el pelo de la nuca, como un niño al que han pillado haciendo una travesura, o en una mentira.

El niño te mira, y parpadea perplejo un par de segundos. Después suelta una carcajada y sonríe - Es usted muy extraño señor. No se que es un fan, pero si usted me ayuda a encontrar a mi hermano yo seré su fan - te dedica una amplia sonrisa, pero luego se pone serio otra vez, y frunce el ceño. - Pero no me puedo quedar aquí, tengo que ir con usted. Yo tengo que seguir el camino que mi padre vio, si no lo veo no sé dónde ir. Tiene que llevarme con usted - te mira con determinación - y seré su mayor fan. Prometo no dar problemas. Achmeh no dará problemas, soy un chico muy bueno, lo decía mi mamá. Además sé cuidarme sólo. Sé dónde encontrar comida y agua en el desierto... 

Entra como un rayo en su casa, por la ventana, intentando evitar el cuerpo sin vida de su madre, y sale unos segundos después con una bota colgada en bandolera y un atillo que se echa a la espalda. Te coge de la mano y empieza a tirar de ti, indicando una dirección. - Ahora es por allí. - te señala.

Echa a andar unos pasos (si te dejas llevar), y se detiene un segundo, mirando al suelo - Además, Achmeh no tiene más familia, no puedo quedarme con nadie - dice levantando la vista una vez más hacia ti antes de mirar de nuevo adelante y seguir avanzando.

Entre las muchas cosas que odiaba Crane, estaba el hacer de niñera, y no es que la situación del chico no lo conmoviera. Pasar un rato con un chaval, en este caso gracioso como parecía el joven Achmeh, podía ser divertido. Pero, de ahí a llevarlo a cuestas todo el puto día mirando por si le volaban la sesera a cada paso, o peor aún, por si tenía que ir al baño, había una gran diferencia. Tal y como él lo veía, solo existía una solución para los dos. Por supuesto pensaba en todo aquello mientras miraba al chico fijamente, sin moverse ni un solo centímetro de donde este tiraba de él.-Mira, no te voy a engañar, que no sepas que es un fan me duele.- Dijo serio, para después de unos segundos subírselo al hombro.-Por allí has dicho, ¿no renacuajo?.- Pregunto encaminándose por donde le había indicado el pequeño, y pateando la cara de uno de los soldados que parecía haber recuperado la consciencia, para seguir con una naturalidad pasmosa.

-A ver, mis principios no me dejan poner en riesgo la vida de un niño, lo que vendría a ser llevarte por ahí conmigo para que vieras como rescato a tus familiares, amén de otras cosas sorprendentes.- Crane saco sus gafas de sol, las extendió como si fuese el centro de atención del mundo entero , y se las coloco.-Pero veras, estas de suerte, y ya que pareces tener poderes, y no tienes ni idea de cómo ser un fan, te voy a convertir en mi sidekick,  mi ayudante para ser más claro.-Naturalmente no espero a la respuesta del niño, sabía de sobra que el chico se sentiría tremendamente honrado. -Como mi nuevo ayudante super heroico, hay cosas que debes saber. La primera, lo que yo te diga que hagas, lo haces, que para eso soy el adulto. la segunda, a la menor señal de problemas, corres a esconderte hasta que yo limpie el terreno de subnormales. Y  tercero e igual de importante que las anteriores, vas a aprender a hablar como hablan los auténticos tipos duros. ¿OK?.- Comenzó a trotar con el chico en su hombro, claro que podía ir más rápido, y también podía ir dejando trocitos de Achmeh por todo el desierto. De todos modos, lo bueno de no cansarse , es que podía mantener aquel ritmo de manera indefinida, bueno otra de las ventajas claro. Nuestro súper heroico y aguerrido héroe de pelo blanco se quito las gafas y se las paso al chico, a quien le iban a ser más útiles.-Antes que nada necesitas un nombre de súper héroe. ¿Qué te parece Desert-Kid?.-Le pregunto al chico, sujetándolo, mientras corría esta vez a velocidad normal e iba gritando pro el desierto. -Yuuuujjuuuuuuu.- Era la primera vez en mucho tiempo, que tenía compañía en sus viajes, y estaba contento.

El chico se pone las gafas de sol, que le van un poco grandes y se le escurren hasta la punta de la nariz. Ahora te trae cierto parecido a la hormiga atómica... Él se rie ante tu charla desenfadada - Desert-kid es un buen nombre. ¡Me gusta! No se preocupe señor Crane. No daré problemas. Haré todo lo que me diga. No tiene que preocuparse, Achmeh sabe cuidarse solo.  - Dice mientras se sujeta a tu hombro intentando no revotar demasiado. Pero está bien agarrado, y no parece que vaya a caerse. - Esto es como ir en camello - Comenta entre risitas. - Siga por allí - te señala al norte, a través del desierto infinito a la vista.

Entre las dunas hay algunas zonas de suelo más rocoso, y aquí y allí algún árbol lucha por sobrevivir en los pocos rincones sombreados que encontráis. Al cabo de una hora y media de trote, escuchas sonidos de hélices, y te das media vuelta para ver un par de helicópteros militares que se dirigen al poblado que habéis dejado atrás. Por suerte, estáis ocultos entre las dunas y no parecen haberos visto. Podrías machacarlos sin problema, pero tendrías que retroceder y pondrías en peligro a tu nuevo sidekick antes de enseñarle a hablar correctamente, así que decides que es buen momento para subir el ritmo, coges al chico y te lo hechas a la espalda antes de dar un buen acelerón e interponer más terreno de por medio.

Para cuando cae la noche ya estáis al borde del desierto de dunas, y algunas ciudades marroquíes se expanden en la llanura que se extiende ante vosotros. El chico no se ha quejado en todo el viaje, pero empieza a bostezar, y decides parar para que coma algo y duerma. Te entretienes contemplando las estrellas, hasta que el cielo empieza a clarear y antes de que amanezca, el chico se levanta para proseguir el viaje. Así transcurre una jornada más, en la que Achmeh realmente no te causa molestia alguna, ni por cargar con él (a veces te olvidas de que cargas con sus poco más de 30kg) ni por su conversación. El chaval sólo habla cuando le preguntas, pero el resto del tiempo está tranquilo, dejándose llevar, salvo cuando te va indicando el camino.

Al anochecer del segundo día, tras dejar atrás los paisajes marroquíes, llegáis a las orillas del mar Mediterráneo, y antes del amanecer del tercer día cruzáis las aguas, amparados en la oscuridad, para evitar posibles patrullas en las costas españolas. Para cuando llegáis, ya ha salido el sol, y a pesar de la cálida mañana, el pobre chico está temblando de arriba a abajo, aunque no se queja y sigue indicándote el camino. Cuando llegáis al pueblo más cercano, le consigues ropa seca y lo llevas a desayunar algo caliente. Después de un chocolate con churros Achmeh ha recuperado su sano color habitual y está dispuesto a seguir el viaje.

En una hora más llegáis a las faldas de Sierra Nevada desde el sur, y Achmeh te dice que hay que subir. La cordillera está nevada casi por completo, y echando un vistazo a la ropa primaveral que le conseguiste al chico, no crees que sea suficiente, así que decides buscarle algo de más abrigo antes de emprender el ascenso. En media hora estáis subiendo por la nieve. El chico está fascinado por ese material blanco tan fresquito, pero no se deja distraer de su misión principal: guiarte hacia el último lugar donde sabe que estuvo su padre.

Continuáis vuestro ascenso, y cuando llegáis a la cima, vais siguiendo la cresta hacia el este. No pasa mucho hasta que veis una silueta oscura agazapada mirando atentamente hacia un lugar oculto a tu línea de visión...