Partida Rol por web

Jeremy no puede resistir esas palabras del médico y apunto está de dejar caer el cubo de la desesperación - ESTO ES DE LOCOS! - grita..  - PERO QUE MIER... - Hace un movimiento brusco y el dolor del brazo le recorre todo el cuerpo. como si de un aviso se tratara, el dolor consigue calmarle y en contra de todo pronostico, serenarle. - .. oh.. está bién...  - balbucea - Estamos perdiendo el tiempo - dice mirando a Helen - Ya tendremos tiempo de contarnos las batallitas. Hagamos lo que hemos venido a hacer e intentemos salir de esta. Vamos! - le dice a Smith con una señal - Georgi.. hacia donde.. - pregunta dispuesto a seguir a su compañero..

Tras escuchar a Georgi, Raf se decanta más por pensar que su antiguo compañero de la ISS está bajo un fuerte shock emocional que acentúa hasta el extremo sus temores, que porque haya sido suplantado por una de aquellas criaturas. No puede estar seguro, pero decide hacer caso a su corazonada y a Jeremy que les urge para continuar adelante. Se agacha para recoger de nuevo al cubo esperando que Paolo haga lo mismo.

- No sea pesimista, doctorrr… -trata de animarlo con una de sus infantiles salidas.- Verá, nos encontramos con un extraño ser del pasado mientras ustedes estaban en la otra sala. Parece que lleva mucho tiempo esperando este momento y velando porque nada impidiese que llegase a ocurrir. Según él, los tres cubos están a punto de reunirse, así que no está todo perdido. -acaba la frase con una leve sonrisa de ánimo que la mirada perdida de Georgi no llegaría a notar.

Vamos, nos esperan. -mira al fondo del túnel hacia donde se dirigen, pensando que, para bien o para mal, están a pocos pasos del desenlace de toda esta historia que ha destrozado por completo su noción de la realidad.

Clive no está seguro de qué pensar respecto a Georgi. La realidad es que no conoce suficientemente al hombre como para emitir un juicio adecuado, pero sabe de qué son capaces sus enemigos, y alguien infiltrado podría acabar con toda posibilidad de victoria. Su compañero Raf parece inclinado a dar un voto de confianza al ruso, así que por el momento, Clive no toma ninguna medida al respecto.

Jeremy tiene razón, lo mejor es continuar y acabar con esto cuanto antes. Pero sus compañeros deben saber lo que ha ocurrido mientras peleaban. Raf ha comenzado con un resumen, así que Clive añade algo más:

- No estamos seguros de por qué, pero ese hombre esperaba encontrarse con nosotros. En resumidas cuentas, parece que estamos en un momento crítico, donde un pequeño detalle, un pequeño cambio en algún hecho del pasado haga que la amenaza que se cierne sobre todos nosotros desaparezca completamente.

Clive no puede evitar darle un toque dramático a su narración. Tantos años escribiendo novelas, la única forma que encuentra para que su cabeza sea capaz de asumir esta nueva realidad es plasmarlo en palabras como si otro de sus libros se tratara. Darle ese estilo novelero le ayuda a abstraerse de la realidad y convertirla en una ficción más.

- Ese hombre provenía de otra raza, la que diseñaron los cubos, creo. Al parecer es imposible vencer frente a frente contra esas cosas, pero de alguna forma podemos hacer que desaparezcan, o algo así. Grandes cambios no servirían, ¿no? - dice tratando de buscar la confirmación visual de Raf. Lo cierto es que Clive tampoco está muy seguro de haber entendido bien todo, ni siquiera sabe realmente qué tienen que hacer. Cuando el científico asiente con la cabeza, Clive continúa, siempre sin detenerse en el camino, acercándose más y más al destino que les aguarda al final del pasillo.

- Pero un cambio sutil, eso permitiría alterar el espacio-tiempo de tal forma que la amenaza nunca llegara a existir. Algún detalle que fuera clave, cuya modificación... - Clive meditó un segundo. ¿Qué detalle? ¿Qué es lo que ha creado esa amenaza? ¿Qué haría que se desvanecieran?

- Aunque lo cierto es que no nos explicó como hacerlo. Supongo que no debe ser especialmente difícil, ¿no? - dice con optimismo -. Quizá es intuitivo, no sé. Lo cierto es que justo cuando estábamos llegando a lo interesante, vosotros os acercasteis a la sala y el hombre desapareció. 

Clive suspira. La verdad, su explicación no parece clara, y no se siente orgulloso de sus palabras. Pero si ni siquiera el está seguro de qué hacer, ¿cómo explicar a sus compañeros el proceso que deben seguir?

Paolo ha estado ausente durante demasiado tiempo. Pensar en lo que está ocurriendo, asumir la realidad... Todo es demasiado complejo y difícil de creer. Sin embargo, poco a poco es capaz de aterrizar otra vez sobre la Tierra desde ese mundo subconsciente donde ha estado escondido este tiempo, y trata de hilar todos los acontecimientos, tratando de sacar algo en conjunto que pueda ser de utilidad.

Aprovecha un momento que sus compañeros hacen un receso para carraspear y llamar su atención. Las últimas palabras de Clive le ayudan a comenzar a hablar.

- ¡Si! - dice, quizá demasiado alto. Se da cuenta de que es incapaz de modular correctamente su voz, mezcla de excitación y miedo, y hace un esfuerzo - Sí, es un buen resumen. Y ese hombre dijo algo más. Dijo que nosotros eramos la única esperanza, que habían visto... Que había sucesos... Espera...

Recordar las palabras exactas del hombre era difícil. En aquel momento Paolo se encontraba sumido en una especie de sueño, una falsa realidad donde nada tenía sentido y no merecía la pena prestar atención al mundo. Pero lo que el hombre dijo era importante...

- Que el cubo chocara con la estación no estaba planeado. Pero varias cosas hicieron que no todo estuviera perdido: Raf llevó el cubo a la Tierra, poniéndolo a salvo. Alguien que debía morir no lo hizo... ¿Sería ese Georgi? ¿O el japonés? - Paolo parece confuso. ¿Quién murió allá arriba? Estaba Padalka, aquella mujer... Pero ellos estaban bien muertos. Wasabi... A él no le vio morir. Ni a Ford, aunque la última vez que le vio estaba flotando en mitad del espacio. 

- Y dijo más - dice, dejando de pensar en eso por el momento -. Nosotros. ¡Nosotros, claro! - dice apuntando hacia Georgi -. Nosotros deberíamos haber traído el tercer cubo cuando escapamos de ese edificio. Y... Y al chocar la ISS sobre la Tierra, acabamos con Jeremy y... ¡y entonces nos encontramos con vosotros! - mira con los ojos casi saliéndose de las órbitas a Raf. Después de no hablar prácticamente nada desde que todo esto se desató, la mente de Paolo parece frenética por dejar salir todo lo que no ha podido decir antes -. Y dijo que nos habíamos vuelto a separar... Pero ahora estamos todos juntos, y tenemos los dos cubos. Entonces ese hombre desapareció - dice como desesperanzado -. No pudimos terminar de hablar con él.

Entonces vuelve sobre su torrente de pensamientos, tratando de encontrar la clave en todo esto.

- Un cambio sutil - dice repitiendo las palabras de Clive -. Parece que esa es la clave...

Con este último mensaje doy paso a la última escena. No os preocupéis, tenéis todavía tiempo para debatir y hablar entre vosotros todo lo que sea necesario.