Al abrir el sobre, por una parte encuentras una carta del capitán de la guardia de Malakai, en la que indica a sus contactos en Americh, que realicen las averiguaciones sobre el paradero y dirección de la caravana.
Esta carta tiene lo que debe ser el sello personal del capitán.
Por otro lado se encuentra otra nota dirigida a vosotros (viene escrito cada uno de vuestros nombres aunque han puesto Hugh y no Lugh), en la que grosso modo, se indica que la caravana se dividió sin duda alguna antes de llegar a Americh y una docena de jinetes con caballos ligeros llegó a la ciudad antes que las carrozas y partió hace un par de días dirección Norte, hacia la ciudad de Bendeck.
-La carta es la razón por la que estoy aquí. Y no es que quiera... es un trabajo como otro cualquiera. Mas en vuestras manos está aceptar me o no. En caso negativo, seguiré mi camino y os deseo tengais suerte y éxito.
Alan leyó la carta entre susurros y, cuando terminó, cerro el sobre y se encogió de hombros.
-Bueno, yo no tengo nada que hacer, es eso o, no se...emborracharme. ¿Habeis visitado Bendeck alguna vez? Yo no, y quiero.
Miró a Howard y a Lugh.
-¿Vosotros?
Al abrir el sobre, por una parte encuentras una carta del capitán de la guardia de Malakai, en la que indica a sus contactos en Americh, que realicen las averiguaciones sobre el paradero y dirección de la caravana.
Esta carta tiene lo que debe ser el sello personal del capitán.
Por otro lado se encuentra otra nota dirigida a vosotros (viene escrito cada uno de vuestros nombres aunque han puesto Hugh y no Lugh), en la que grosso modo, se indica que la caravana se dividió sin duda alguna antes de llegar a Americh y una docena de jinetes con caballos ligeros llegó a la ciudad antes que las carrozas y partió hace un par de días dirección Norte, hacia la ciudad de Bendeck.