Partida Rol por web

Alan suspiró y miró por la ventana. Él ya había hecho sus propios planes pero no sabía si quería incluir a aquella gente. Lo mejor sería que decidieran ellos.

-Yo quiero buscar a Gerard y a la asaltante. A raíz del ataque al cuartel me han surgido unas cuantas preguntas que quiero que me respondan.

Lugh miró a Alan, algo confuso, luego al resto. Al final, se encogió de hombros

Da igual lo que hagamos: Sin una pista o algún lugar por donde empezar, decir que queremos buscar a alguien o que vamos a resolver un misterio no sirve de nada. Puede que él tenga razón Señaló a Howard Y lo mejor sea ir a hablar con el capitán de la guardia

Se llevó una mano al rostro y se frotó los ojos, aburrido

Ay... Vaya lío...

Os reunís con el capitán de la guardia, el cual no tiene muy buen aspecto. Está algo cansado y denota una terrible preocupación por lo ocurrido. Os encontráis en una de las habitaciones del Lirio Verde, ya que el cuartel sufrió graves daños y tampoco creía necesario haceros desplazar a otra zona.

-Hemos obtenido algo de información del asaltante que conseguimos capturar-dice algo decepcionado- me gustaría  que nos hubiera contado más cosas, pero por desgracia parecía no saber muchos detalles.

Deja un rollo de papel sobre la mesa en la que os encontráis sentados.

Al parecer la banda de mercenarios procedía de Kanon, el principado vecino perteneciente al Imperio, allí fueron contratados por un misterioso hombre que venía de parte de alguien de quien no se podía saber. La suma de dinero era suficientemente alta como para que no hicieran preguntas y aceptaran instantáneamente.

Sabemos que el grupo de mercenarios es una organización llamada "Los Hermanos de Hot". Realmente no es un grupo que sea muy conocido pero al parecer tiene una gran cantidad de miembros. Se infiltraron en esta ciudad por las alcantarillas, así que supongo que alguien les ayudó en esa tarea, pero lo cierto es que ahora ya deben estar lejos de aquí.

Dicho esto abre el papel que había dejado en la mesa, mostrando un mapa de la zona.

-Nosotros estamos aquí (Malakai) y al parecer esta gente se dirige hacia el principado de Kanon, de vuelta a su ciudad, Berke- -dice señalando el punto en el mapa al parecer el grupo de la ciudad se reuniría con otros compañeros una vez pasada la frontera. En total, parecen ser entre 10 y 20 hombres.

Dice esto y se queda pensativo. comienza a hacer caminos con los dedos desde una ciudad a la otra, calcula distancias y prosigue

-Lamento no poder contaros muchas más cosas. El ataque de esta noche nos indica que la mujer a la que teníamos presa, sin duda es de importancia y tal vez Gerard también tenga algo que ver con ellos, pero si tienen a la chica y es tan importante como parece, imagino que se habrán dividido y un grupo partiría mucho antes que el otro con la chica.
 

Es consciente de que os ha contado todas estas cosas en un mal momento para vosotros, pero igualmente para él tampoco son tiempos fáciles.

-Se que no tenéis ninguna obligación para con estas chicas, pero si queréis encontrar a ese grupo sean cuales sena vuestros motivos, esto es lo que os puedo contar.

-Aunque con la que se avecina...lo mejor sería que partierais a vuestras casas- piensa el capitán mientras sigue ojeando el mapa.

Lugh observaba el mapa en silencio. Nunca había sido demasiado de mapas

¿Por donde irán a Berke? ¿No se sabe nada?

Según parecía, en el mapa había tres caminos definidos. Uno que pasaba por Raverna, otro que iba por Americh (¿En cuál de las tres naciones estaba esa ciudad, si podía saberse?) y otro por Kassia. A menos, claro, que eligieran algún sendero secundario que no viniera en el mapa

Alan guardó silencio y observó el mapa ensimismado. Cuando el capitán hubo terminado su explicación, esperó a que respondiese a la pregunta de Lugh para formular la suya propia.

-Tenemos que, la vida de nuestro hermano se ha ido en esto. Así que tenemos que concluirlo. Por honor.

-Seguramente viajen por los caminos principales dirección a Americh, ya que el bosque de Schaeffer tiene peligros escondidos-dice señalando los lugares en el mapa y dibujando lineas con sus dedos en el lugar en el que existen caminos sin marcar.

-Si es cierto que son un grupo grande, no les será dificil pasar desapercibidos como una caravana de comerciantes o algo similar escondiendo a la chica y tal vez evitando pasar por las ciudades principales.-la expresión le cambia con esto, como si hubiera algo más que no os cuenta.

-Sea como sea, si decidís ir tras ellos, os espera un largo camino...

-Mmm...medita durante un instante mientras se frota los ojos por el cansancio-tal vez lo más sensato sería ir a Lenard e intentar averiguar sin han pasado por allí...

-Señor, si pudiera uno de su hombres guiarnos hacia donde se encuentra la caravana con los guardias de la orden del cielo, podrìa ir por algunas de mis mercancias, asì, harìamos la historia mas creible.

Si estamos seguros de que van a pasar por Americh Dijo Lugh, llevándose las manos a la nuca en gesto pensativo Podríamos limitarnos a esperarles allí, simplemente. Lo de ir a Lenard para preguntar me parece seguir su rastro sin llegar a alcanzarles nunca

Miró al resto, súbitamente ilusionado

Aunque podríamos ir a caballo. Yo no sé montar, pero podría aprender...

Alan decide guardarse sus preguntas y colaborar en el plan.

-Esa es la pregunta, Light. ¿Estamos seguros de que viajan a Americh? ¿No tenemos ninguna forma de saber si han pasado por Lenard que no sea acercándonos?-Esta última pregunta la dirige al jefe de la guardia-Mandando una paloma al cuartel o algo así...

-Os llevaremos a la caravana, no sabía que aún tuvierais allí pertenencias. Los miembros de la orden del cielo partieron en el día de ayer con caballos de refresco así que es poco probable que les alcancéis.

-En cuanto a lo de ir a Americh para esperarles allí, podría ser una buena idea, aunque para ello tendríais que tomar caminos secundarios y más directos -se queda en silencio unos instantes-el camino del bosque de Schaffer es el más rápido, pero ya os he dicho que puede haber peligros escondidos, así que la decisión sería vuestra.

-Por mi parte enviaré mensajes a Lenard si así lo deseáis para que puedan informaros mediante otro mensaje a Americh, si alguna caravana extraña ha pasado por allí

Se que lo más sensato parece que la guardia de Lenard detenga a la caravana, pero me temo...que no podemos intervenir en este asunto...

Sin duda alguna está disgustado por lo que os acaba de decir, pero también parece resignado a seguir las ordenes al pie de la letra

-Si pensáis marchar, os proporcionaremos todo lo necesario, y nos os preocupéis si nunca habéis montado- dice mirando a Lugh--solo tenéis que intentar no caeros del caballo-una leve sonrisa escapa de sus labios.

Lugh parecía más ilusionado que dubitativo
-¡Es un gran plan! Montaremos a caballo, atraparemos a los secuestradores de Rev y podremos ver Americh -Miró al resto-. ¿Qué otro plan tenemos?

Alan lanzó una mirada indescifrable a Lugh y levantó la comisura de los labios en una media sonrisa.

-Si no le importa, envíe esas palomas. Por mi podemos partir cuanto antes, no hay tiempo que perder. ¿Cuando podrían tener listo un caballo?

-Si vamos a atravesar el bosque necesitariamos caballos pequeños y recios, con uno veloz podriamos tropezar con una raiz y matarnos. - Reflexiono Howard rascándose el mentón.

- Lo que no entiendo, capitán, es por qué no pueden intervenir. - Añadió desconcertado.

-Me temo que los motivos por los cuales no podemos intervenir...son...ordenes...

Se levanta tras decir esto, dispuesto a organizarlo todo ya.

-Tendréis los caballos preparados en una hora, con provisiones por supuesto y me encargaré de que los mensajes sean enviados lo antes posible.

Dicho esto, espera un instante por si necesitáis algo más.

¡Bien! Una hora es más que suficiente para echar un último vistazo a esta ciudad

Lugh parecía realmente animado por el inminente viaje. Incluso la reciente muerte de Ethan y la delicada situación en la que se encontraban sus hermanas parecían haber desaparecido de sus pensamientos con la misma facilidad con la que se van los malos sueños

-Entonces no hay tiempo que perder.

Alan se levanta decidido y pone rumbo a su habitación, listo para recoger las pocas pertenencias que tiene.

-Si no es mucho pedir, ¿alguien podría conseguirme una muleta, un bastón... una rama... o algo?- 

Pidió Howard poniéndose en pie con dificultad con la intención de seguir a Alan a por su propia mochila.