Partida Rol por web

¿Algo que explicar?- te responde Gerard preguntandote a su vez.

-¿Qué es lo que quieres saber tú muchacho?.

El hombre parece realmente cansado. Sin duda alguna, el combate y las heridas recibidas le están pasando factura. La cerda sabes a ciencia cierta, que es lo suficientemente cómoda como para poder descansar un rato, pero parece que él aún no ha tenido tiempo.

-Tal vez deberías pedir a tu amigo que te explique todo- dice la mujer desde el otro lado- ya que se lo hemos contado todo a él, seguro que te lo has encontrado, acaba de marcharse en busca de la chica.

La mujer mantiene siempre una sonrisa pícara cuando te habla.

La mida con el ceño ligeramente fruncido y con fuego en los ojos, antes de dirigirme de nuevo a Gerard.

-Necesito que me digas por que lo mataste, ¿y a que diablos estas jugando?

-Mi juego es sencillo chico, sacar beneficio...y tu compañero murió proque así lo quiso, intenté hacer un trato con él y no lo aceptó y cuando debería haberse dado por vencido continuó luchando. Podría haber matado al otro chico también o a ti mientras cogías a Aijentarinji en brazos. Él se podía haber rendido, me podía haber dejado huir, pero decidió luchar y si ahora hablas conmigo es porque yo decidí no morir.

Endurezco mi gesto ante sus palabras.

-Dime, ¿qué es lo que quieres con esas chicas?. Porque, si vas por ellas, fingiste ayudarla a buscar a su hermana. ¿Trabajas con está mujer?

-No, no trabajo con esa mujer y las chicas me interesaron después de prestarles mi ayuda inicialmente. Me ofrecieron un buen precio por un trabajo. Eso es lo que era esa chica para mi, un trabajo bien recibido pero con un mal resultado por vuestra culpa. 

Suspira por tener que contar esto.

-Mira, podríamos haber salido ganando todos e incluso podríais haber encontrado a la otra chica con facilidad, pero os creéis que todo es honor y que hay que hacer el bien ante todo y por ese pensamiento tan cerrado, vuestro compañero ha muerto, otro ha resultado gravemente herido y ahora las posibilidades de encontrar a la otra chica se han reducido drásticamente.

Aprieto mis muchos mientras intento concentrarme

-Aunque... aunque fuese por dinero. ¿Qué clase de trabajo era?, ¿porque dices que pudimos recuperar a la otra chica, pero que lo arruinamos?

-El trabajo era sencillo, solo tenía que entregarles a la chica, ya que por la mañana no pudieron llevarsela. No era mi intención cuando las conocí, pero luego me ofrecieron una buena suma de dinero y no iba a desaprovechar la oportunidad.

Hace un gesto con la cabeza señalando a la mujer de la celda de enfrente

-Ellos se llevaron a la otra chica, así que si tu compañero hubiera aceptado el trato que le ofrecí, podríais haber seguido al hombre con el que iba a hacer el intercambio y haber encontrado también a su hermana, pero eligió luchar y morir.

-Una pena, era un chico guapo-dice mientras se recuesta en el banco de su celda y cierra los ojos.

-Yo también les ofrecí un trato -dice a Gerard- pero estos chicos tienen un sentido del deber muy alto y no se juntan con gente como nosotros...

Aprieto con furia uno de mis puños, clavando mis uñas en mi carne, hiriendola, lacerandola. Conteniendome.

-Quien fue, ¿quien venía por ellas?. Y... donde era el lugar del intercambio.

-No se cómo se llamaba el hombre del trabajo, pero el encuentro sería en la plaza de los manzanos. 

Te da unas pequeñas indicaciones del lugar donde se encuentra la plaza.

Como.... ¿como era aquel hombre?.

Las descripciones que te da Gerard no te llevan a sospechar de nadie. Apenas parece un tipo del montón, probablemente un recadero sin más.

Tras unas cuantas preguntas más, te marchas desmoralizado del lugar, sin comprender cómo un hombre puede hacer ciertos trabajos simplemente por dinero. Sus respuestas apenas te han dejado claras unas pocas cosas y con los comentarios de la mujer a tu espalda, tu paciencia se veía mermada contínuamente así que tras un buen rato, el cansancio te puede y decides marchar hacia la posada.