Amanece en el castillo y todos os preparáis para el primer día de clases. Hoy a primera hora toca Historia de la Magia, que aburrido... Os vais presentando en la sala, en donde os encontráis ni mas ni menos que con la profesora, bastante sonriente y animada.
Podéis seguir roleando lo que queráis en las salas comunes. Pero tras X tiempo, haré un paso del tiempo en ellas.
Id entrando en escena, cuando estéis todos sigo.
Estaba listo en la puerta del salón desde hacía media hora mas o menos. Jugaba con mi anillo mientras daba vueltas por la sala común. Estaba muy nervioso, no sabía muy bien lo que tenía que hacer, así que decidí esperar a alguien para ir juntos a la clase de historia de la magia. Pero al final me fui solo, y llegué a la clase antes que ninguno.
Me senté en la segunda fila en espera del resto de la gente mientras jugaba con el anillo.
Reed se había despertado temprano, tampoco había dormido mucho. La primera noche había sido algo, intenso.
Así que no dudo en salir de la sala común y desayunar a la carrera para luego ir con sus compañeros hacia la sala donde se impartía la primera clase.
La historia de la magia debía de ser muy importante porque era la primera asignatura que iban a impartir, seguramente les contaran como empezó aquel maravillo castillo, y las casas. O quizás algo aun más fascinante.
Paso el umbral de la puerta del aula, y se quedo mirando a la sonriente maestra.
Buenos, días, soy Reed Ravenclaw.
No sabía si iba a pensar que era porque era alumno de esa casa, o se daría cuenta de que curiosamente ese era su apellido, pero poco importaba. Estaba de excelente humor.
Tengo una duda. Varias de hecho.
Esta escena es en un aula.
Sobreentendemos el desayuno, imagino. Si ya hemos llegado a la primera clase, esa parte del día podemos avanzarla directamente, verdad.
La profesora quien es, la vimos anoche.
Las clases, en vez de ser de dos en dos casas, son con todo el mundo junto?
Detrás de Reed, estaba Alma, que apuró el paso y sin darse cuenta, chocó con el rubio, levantando su cabeza y sonriéndole a la profesora.
- Blanchett, maestra - exclama animosa la chica, y puso su mano en el hombro de Reed para llevarlo a sentarse juntos, y empezar aquella clase, la chica estaba muy entusiasmada, si hasta había leído los libros antes de empezar las clases.
Por fin empezaban las clases. Era lo qu ele interesaba realmente a Belacqua, así que no llegó tarde a la cita. Hubiese parecido que se había duchado hacía escasos minutos por su pelo mojado, pero al rato se veía como éste no se secaba. La primera noche en las charcas había sido algo incómoda. Echaba de menos el sonido del Lago por la noche, y el mecer de la corriente. Aun así las charcas eran frescas y se había levantado descansada.
Se dirigó hacia el aula sin demasiados problemas y entró a paso tranquilo. Saludó con una inclinación de cabeza a la profesora y se sentó en tercera fila, no muy lejos de Akira al que saludó con la mano y una leve sonrisa.
Arthur entró en el aula y buscó un asiento libre. No había hablado mucho con los otros alumnos de su casa, así que se podría decir que aún no había conocido a nadie hasta el punto de tenerle como compañero de clase.
- Buenos días - saludó al entrar, sin dirigirse a nadie en particular. Dicho esto se sentó en primera fila, dado que normalmente era la que nunca se terminaba de llenar.