escena finalizada
- Una lechuza estaría bien... señor - contestó un tanto distraído mientras contemplaba los animales.
Se fijó en una lechuza que se encontraba en una de las jaulas del fondo. Cuando llegó hasta allí vió que tenía el plumaje blanco y plateado y sonrió. Le alargó el dedo y el animal lo sujetó firmemente con el pico sin hacer daño por lo que supo que ya tenía mascota.
- Esta papá. Quiero ésta.
Consiguió también que le compraran una jaula espaciosa y un equipo para cuidado de mascotas. Quiso probar también a pedir unas golosinas especiales para pájaros pero se lo pensó mejor al ver la cara de su padre y decidió que ya era suficiente por hoy.
El resto de la tarde lo dedicaron a echar un vistazo por las tiendas vecinas donde su padre tenía que hacer algunas compras por algo relacionado con su trabajo. Y a pesar de que se pasó cinco largos minutos con la nariz pegada a un escaparate lleno de golosinas no consiguió que le compraran nada más por lo que acabaron marchándose a casa ya que aún tenía que preparar todo el equipaje.
-Gracias señor, y no se disculpe.
Agradeció la niña ante las atenciones del viejo Ollivander, gratamente sorprendida que el la estuviera esperando.
Por un instante la aprensión a todos los preparativos pasaron a un segundo plano y la chica se sintió algo emocionada, cosa que no ocurría con frecuencia en su corta vida.
Faria observo con detenimiento las dos varitas, y sus dedos viajaron hasta ellas tocado con la yema de los dedos el lustrado trabajo que decoraba ambas.
Finalmente sus dedos la llevaron hasta la segunda, la mas oscura de las dos color madera obscura o tierra con un trabajado dorado.
Apenas levantandola el fino dibujo pareció expandir creando una imagen 3D como si fuera una rama de algun arbusto trepador que comenzara a crecer por su brazo envolviendola. Faria mas que asustada parecia atraida por el suceso levanto el brazo sonriendo y entonces el dibujo brillo como las arenas cuando el sol esta a punto de crear un mirage explotando en una fina lluvia dorada sobre su cabeza y cuerpo bañandola con aquel polvo de hadas que se impregno en su piel y ropas. Por un segundo toda ella brillaba como un mini sol hasta el reflejo fue desapareciendo poco a poco.
Faria sonrio y pago al buen tendero despidiendoce.
-Muchísimas gracias, volvió a agradecer, finalmente algo bueno nos acaba de suceder. ¿No crees Ritzi?
La ratita como toda respuesta movió la naricita y se acomodo para seguir durmiendo.
Faria se apuro a la posada donde su padrino esperaba por ella para contarle lo que le acaba de suceder y terminar de preparar el equipaje, algo había cambiado en su interior y ahora tenia mucha curiosidad por esa famosa escuela inglesa.
Escena cerrada,
graciasss ya me pongo al dia con la otra
Y perdoooon.