En el compartimiento cerrado y acorazado del Rhino, Iah se colocó contra la división que daba a la cabina. Ustedes, sentados a cada lado, observan el cuerpo que yace en el suelo, en el medio.
- Ser un Ángel de la Muerte es un trabajo de muerte. La muerte está siempre, en el cañón de nuestras armas, en el filo de nuestras hojas y, a veces, en nosotros mismos. A veces la muerte nos alcanza, pero niños... Hermanos... hay un millón de formas más penosas que morir en combate sirviendo al Emperador.
Habiendo dicho esto se inclinó, colocando su enorme mano sobre la cara de Temán.
- Hostem repéllas longius, Pacémque dones prótinus; Ductóre sic Te prévio, Vitémus omne nóxium*. Gloria Imperatus, Hermano Hideus.
* Lejos al enemigo rechazad, tu paz danos pronto, sin tardar, y siendo tú nuestro buen guía y conductor, evitemos así toda sombra de mal.
No sabia para donde mirar, Iah nos miraba de pies a cabeza, y mis heridas heran mas que evidentes. La verguenza me embriagaba, pero ya dentro del rhino una tranquilidad me pudo, volviamos a casa y alli sanarian nuestras heridas, tenia ganas de hablar, de decir una verdadera parida, pero el encuentro con la tranquilidad absoluta me tenia obnubilado.
En casa tendriamos tiempo de hablar,una sonrisa me llego a la cara despues de un rato, Micah se la iba a cargar, y eso me gustaba... con estos pensamientos espero paciente y en silencio hasta la llegada a la fortaleza.
Litilus se mantuvo callado pero no pudo mas que asistir con la cabeza a las palabras de Iah. y mientras volvian se dijo a si mismo que iba a habalr con Melchior, tenia que quitarse ciertas cosas que le rondaban la cabeza y solo el podria ayudarle y fortalecerle.
El traqueteo del Rhino finalmente se detiene. Han llegado al patio de la Casa, donde en silencio ayudan a los otros marines en disponer de los cuerpos.
Los Apotecarios los revisan, desechando rápidamente a Temán. La muerte no es algo ajeno en la vida de un Astartes, y no se merece más rito que el enviar su alma caida en batalla al lado del Emperador. Un capellán desconocido para ustedes administra los ritos.
Distinto es el caso de Arnulf. Su respiración, aunque superficial, aún existe. Aectus lo revisa con preocupación, para finalmente ordenar a otros marines que lo aten, restringan y lleven a los aposentos más profundos de la Capilla. En sus gestos se nota temor, y preocupación.
Despacito, despacito...
Si quieres hablar algo más antes de hacer un salto temporal hasta convertirse en Hermanos Exploradores... o Marines directamente, pensaba, ya que no se si vamos a poder hacer la partida tan larga como originalmente deseaba; este es el momento ;)
Rennard observa con curiosidad como tratan a Temán y luego el revuelo que se monta con Arnulf. No sin ciertos reparos se acerca al sargento Iah.
-Hermano Sargento Iah, ¿Que ha sucedido con Arnulf? ¿Y como ha podido el enemigo invocar a dos de sus seres repugnantes en nuestro planeta?
Litilus, sale pensativo, todo eso que acababa de vivir se escuchaba en todos sitios, e incluso en infernus lo habia vivido, no asi, pues nunca habia visto ningun Demonio, y eso no era normal, asi que en cuanto le dejaran un poco de tiempo en sus obligaciones iria a ver al Capellan Melkior con el que cada vez tenia mas confianza y hablaria con el a ver si le podria solventar alguna duda y dar luminosidad a toda esta oscuridad que se cernia sobre ellos y el planeta.
no se si es el lugar de hablar con melkior, asi que por eso lo dejo asi.
y a mi me encantaria llegar al final... 2 años, 3, 10, los que se pueda :) la rapidez no me importa, ya que yo mismo no la puedo asegurar, pero que estare, eso no lo dudeis.
Una marcada sombra de preocupación velaba los ojos de Czorf. La visión del estado de Arnulf era algo que, siendo sincero consigo mismo, no lograba asimilar.
Intuía las trazas y los restos del Archienemigo presentes en él y los gestos y miradas de Aectus no hacían si no confirmar lo peor. Tal vez la mácula pudiese purgarse, quizás aún hubiese tiempo si el Dios-Emperador así lo dictaba.
Por desgracia poco podía hacer ahora mismo Czorf, por lo que tuvo que resignarse y entonar una silenciosa plegaria al Trono Dorado.
La vuelta a sido dura, herido y pensando en que podia haber acabado peor, parece que me retumba un cierto aire a derrotismo, pero hemos peleado contra criaturas que no nos esperabamos, la proxima vez sera peor, para ellas. Este duro golpe parece aferme reafirmado aun mas, si cualquier mal carga, yo simplemete estare esperandolo con los pies bien puestos en el suelo.
Ahora solo queda recuperarnos de las heridas, y volver a entrenar, seguro que asi mañana seremos mejores guerreros, mejores marines, mejores servidores del emperador.
Puedes hacer pausas en la partida, durante meses incluso, y montar pequeñas intervencines por nuestra parte, en realidad cabemos en cualquier cosa que se te ocurra. Sobre todo para desequilibrarlo.