Eärwen mira a Melanchte casi ausente, llevándose una mano en los puntos de los que aún brotaba sangre... Gotas de sudor frío, producido por el dolor, salía de su frente para caerse las gotas en su barbilla.
Necesito un sanador... - dijo casi en un susurro, no hizo falta que dijera nada a Nessa, sabía que su unicornio haría lo necesario.
Creo que te lo debo, pequeña elfa. Te dice la maga y se acerca a tí con una sonrisa, posándo sus manos sobre las heridas que tienes sobre tu cuerpo.
Sientes como sus manos comienzan a brillar y como de su boca sale un leve susurro.
Al mismo tiempo, sientes como tus heridas se calientan y lentamente, comienzan a cerrarse, aliviándote del dolor y del entumecimiento por las heridas.
Cuando la maga hubo terminado, se separa un poco de tí y te vuelve a sonreir.
Gracias otra vez por lo que habéis hecho
Y con total tranquilidad, todos partistéis nuevamente hacia la ciudad de los Vardenos.
Algunos iban cabizbajos por lo que había sucedido.
Otros, lo hacían simplemente por que sabían lo que sucedería en poco tiempo.
La historia se había decantado hacia el bando de los Jinetes, pero...
¿Qué sorpresas depararía la batalla final?