La señal de Eärwen es... mirar hacia otra dirección haciendo grandes esfuerzos para no taparse... entendiéndose que puede continuar... mira de reojo a Shimrod, para mirar un momento su expresión, pero enseguida aparta la mirada de nuevo. Presa de la vergüenza, y de los nervios.
Por la mente le pasa la idea de beber un poco más... pero al final decide que no es buena idea. Y esboza una imperceptible sonrisa.
Shimrod sonrie al darse cuenta que lo dejas continuar y suavemente, comienza a besar el interior de tus muslos, comenzando cerca de la rodilla, para después, ir subiendo lentamente por ellos, hasta llegar hasta tu entrepierna.
Allí, comienza a juguetear con su lengua por todos lados, escuchando atentamente tu respiración. Te besa, te muerde y te acaricia lentamente, mientras sientes como tu cuerpo se eleva un poquito más de la cama de flores del mago.
La elfa jamás había sentido algo así, quizás él tenía razón cuando le había dicho lo de que había cosas mejores que aquellas fresas... estaba extasiada por lo que sentía, nunca había sentido tanto placer solo... coge las flores con las manos con fuerza, mientras su respiración se agita en cada movimiento que él hace.
El hechicero continúa con sus besos y caricias, hasta que nuevamente, comienza a subir hacia tu rostro, besando nuevamente cada parte de tu cuerpo.
Cuando llega a tu cuello, lo besa, subiendo lentamente hasta encontrar tus labios, posando suavemente los suyos sobre los tuyos, besándote apasionadamente.
¿Estás bien? Te pregunta sonriente, como siempre.
Asiente... ahora sí sonríe, aunque siga teniendo vergüenza.
Creo... que nunca había estado tan bien... - responde, mordiéndose el labio inferior y cambiando la dirección de la mirada, con vergüenza.
Shimrod sonríe y asiente ante tus palabras mientras que con sus manos se despoja de las últimas ropas que tiene encima.
Con sus piernas, abre poco a poco las tuyas, sin dejar de besarte con pasión.
Después, se acomoda mejor sobre ti, y lentamente, comienza a penetrarte... suavemente, sin hacer casi nada de fuerza, mientras no deja de mirar tu cara, para saber si tiene que parar en cualquier momento.
La elfa clava sus uñas en la espalda de Shimrod, al sentirlo, y cierra los ojos con fuerza. Le duele... pero puede aguantarlo, así que poco a poco abre los ojos y esboza una leve sonrisa... para cogerlo del cuello y atraerlo hacia sí, para besarlo en los labios y seguir aguantando el dolor que poco a poco se va desvaneciendo entre besos y leves gemidos y jadeos...
El mago comienza a moverse lentamente sobre ti, muy despacio, evitando lastimarte más de la cuenta.
Sientes como su sexo sale del tuyo suavemente, para después, entrar cada vez más profundo, y volver a salir.
Ves como Shimrod te mira a los ojos a medida de que se mueve sobre ti, deja que lo abraces, que lo beses. Parece como si le gustara que le claves las uñas en su espalda. Sus manos bajan hasta tu cintura, y desde allí, presionan un poco más tu cuerpo para que tus caderas se peguen más a las suyas, haciendo que su sexo entre cada vez más dentro del tuyo.
Los gemidos y jadeos de Eärwen se van intensificando en cada compás de Shimrod, cuando lo mira a los ojos están brillantes por el placer... y un leve cosquilleo empieza a recorrerla entera... mientras se muerde el labio inferior para no gritar más de la cuenta.
Shimrod continúa con sus movimientos lentos, pero a medida que pasa el tiempo, comienza a moverse más y más rápido.
La humedad de tu sexo permite que el mago salga y entre con más facilidad, sin temor a hacerte daño.
Sus ojos aún continúan mirando los tuyos, que ahora brillan con más fuerzas...
Todo lo que sientes, todo, desde el principio es totalmente nuevo para ti...
Sigue arañando la espalda de Shimrod hasta que siente el cosquilleo de una forma abismal, cierra los ojos con fuerza y suelta un leve gritito de placer... habiendo llegado al éxtasis. La sensación es de placer absoluto... su respiración, sigue aun agitada... y parece que seguirá así para un buen rato, almenos, hasta que Shimrod quiera también terminar...
Nunca había experimentado algo así, y de hecho, era lo mejor que había hecho en la vida.
Shimrod se mueve durante unos segundos más, hasta que de repente un torrente de placer inunda su cuerpo, el cual empieza a temblar...
Su cuerpo se apoya más en el tuyo y de su boca sale un suspiro, justo al lado de tu oído...
Tras unos segundos así, Shimrod se separa de tu cuerpo y se tumba a un lado tuyo, de lado, mientras acaricia tus cabellos con dulzura.
Ella también se tumba... y lo mira, de lado, acariciando sus brazos y sus pectorales, se acerca un poquito más a él... hasta estar a unos pocos centímetros.
Deberíamos ir a la cama, aquí nos vamos a resfriar... - le susurra, como si no hubieran ya perturbado el silencio de la noche.
Vale... vamos. Dice mientras se incorpora rápidamente y te coge en brazos, caminando hacia tu habitación.
Cuando llega a ella, te coloca con cuidado sobre la cama, mientras sonríe.
Jo... creo que aun podría andar...
Dice sonriendo, aun un poco sonrojada, mientras coge la sábana y la manta tapa a ambos... hace un par de días jamás hubiera imaginado que estuviera así... se sonrojó algo más y se acercó un poco más a Shimrod.
¿Sabes...? Creo que te quiero...
¿Estás segura? Te dice Shimrod sonriente.
Creo... creo que yo también te quiero, hermosa.
Sonríe aun más feliz al escuchar aquellas palabras y acaricia el rostro de Shimrod... mientras cierra los ojos y se queda dormida casi al instante... entre todo lo que ha pasado durante el día, la juerga y la hidromiel... no es para menos.
Shimrod se queda un ratito así, abrazado a ti, observandote como duermes y después, poco a poco, se va quedando dormido él también...
Bueno, mñn abro otra escena con mas sorpresas para cuando te levantes. xD