Partida Rol por web

Siempre estoy disponible para dar un paseo por la noche, Adam. Vente a la plaza del pueblo que estoy allí sentado junto a la fuente. Te dijo tu dragón a tu mente justo cuando salías de la fiesta.

Caminaste hasta la fuente de la plaza y a lo lejos ya pudiste atisbar la silueta de tu enorme dragón. Estaba allí sentado, rodeado de niños y de niñas que le tocaban las escamas y él movía la cola contento. Alguno se atrevía a tocarle la cabeza, y hasta la punta de la nariz, ante lo cual parecía sonreir.

Tras todo lo pasado, tal vez él también necesitaba un breve descanso.

Cuando te sintió llegar se puso de pie, lo cual hizo que la mayoría de los que estaban allí se alejaran un poco y batió las alas a modo de saludo.

Hola Adam. ¿Quieres dar una vuelta no?

Pués sí tío.. temo estar oxidado para la batalla final.. le comenta preocupado mientras se va acercando a él.

Cambia su cara de repente al ser avistado por todos aquellos pequeños, tiene que aparentar. Bueno qué, ¿dejáis que me lo lleve? les bromea a los nenes pasando sus manos por las cabecitas de los que estaban en su camino.

Si supieran lo que tienen en el cielo.. no creo que juguetearan tan felizmente.. que suerte tienen. Suspira y de un salto monta a su dragón. Vamos.

¿Qué deseas hacer, Adam? Te dijo tu dragón directamente a tu mente. Recuerda que mañana estamos convocados con Nasuada para los preparativos.

Tu dragón batió las alas un par de veces y golpeó con sus patas el suelo, para emprender un vuelo alrededor de la ciudad formando círculos cada vez más grandes.

Los círculos comenzaron justo desde dónde despegaste y empezaron a ser cada vez más grandes, hasta volar por encima de las montañas que guarecían la ciudad de los Vardenos.

No podemos alejarnos mucho, pero en este espacio, podemos intentar lo que quieras. A ver si no estás oxidado...

Está bien, vamos allá.. le dice mientras se pone en pié a lomos de su dragón preparándose para algo..

Tu dragón se queda a la espectativa, esperando que le des cualquier órden.

Ya sabes que con sólo pensarlo, él va a hacer lo que tu quieres, sin tener que tirar de las riendas ni nada por el estilo.

Ahora mismo, tu montura sobrevuela la Ciudad de los Vardenos a gran altura, por lo que podrías hacer cualquier maniobra sin ningún tipo de problemas.