Partida Rol por web

El cementerio, el lugar de reposo de los caídos, donde los guerreros, de ambos bandos toman su descanso

Una mano espectral surge del suelo, trayendo el alma de Yuriel a este lugar

Mi presencia allí era permanente, en aquel lugar antes vacío y desierto. Donde podía disfrutar de una soledad alegre que la misma Muerte prometió sesgar contra mi voluntad, esperando que me consolara. Ahora veía como cumplía aquella promesa que yo no deseaba, veía como una hermana era arrastrada a aquel mundo muerto para hacerlo su nuevo hogar... Esperaba que no por mucho tiempo.

- Hermana. - dije con tono compungido. - como dije cuando aun contabas entre los vivos, puedes contar con mi consuelo si lo requieres. - permanezco unos largos segundos en silencio. Para ella aun podía ser confuso estar aquí. - Todos lloramos tu perdida, aunque ha servido para todos despierten del letargo, para que empecemos a trabajar por escapar de este espacio. Una vez fuera conseguiremos devolverte la vida, no lo dudes, no temas. 

Me acerco a ella, acariciando su pelo con ternura. 

- No temas.- 

Escucho las palabras de Ylahiah en la distancia, porque aun estoy algo confusa después del dolor que acabo de sufrir, y me invade una pena enorme, pero no por mi, sino porque no puedo ayudar a mis hermanos a escapar de ese espacio tan extraño del que a mi me saco la muerte. Me incorporo un poco y susurro:

-No temas por mi. Ayuda a nuestros hermanos. Espero que mi muerte sirva para que el resto salgais de ese lugar. Manda un saludo de mi parte a todos y espero que la duda y la desesperación no reine en vuestros corazones.

Despues de decir esas palabras siento en unas de las tumbas y una gran paz me invade. Tengo plena confianza en que mis hermanos conseguiran salir de ese extraño espacio.

Me mantengo cerca, pues allí era el único alma al que dar consuelo.

- Mantengo mi presencia en tres planos en este momento, es menos de lo que mi cargo exige habitualmente por lo que podré hacerte compañía mientras intento guiar al resto por el camino a la salida. Comunicare tus saludos, esperando que consuele a sus corazones. -

Hago una larga pausa, la información que estaba a punto de revelarle no era agradable y aun no sabía como poder solucionarlo.

- Lamento informarte de que pronto algún otro hermano te hará compañía. O yo mismo, desvinculado del resto de planos, si así lo deciden. La Muerte se ha presentado ante todos, aunque yo ya sabía que estaba entre nosotros. Ha anunciado que nos dará una oportunidad para acabar con el enemigo oculto entre nosotros y que al ocaso nuestra voluntad será su cosecha. - la miro, mientras recompongo mi gesto. - ¿Viste a tu atacante? 

Respiro profundamente ante tal revelación. Como poco a poco me voy recuperando y acostumbrandome a este plano me cuesta menos hablar.

-Gracias por todo Ylaliah. Y también siento no seros de más ayuda. No vi nada. Ni si quiera recuerdo haber lanzado las flechas. Simplemente me desperte ya con ellas clavadas y no vi nada más que a vosotros recobrando la cosciencia y la muerte me trajo aquí.

- No tienes nada que agradecerme, Yuriel, estoy encantado de ayudarte, de hacerte más fácil tu estancia aquí. Por el resto no te preocupes. Encontraremos la forma de descubrir al caído, de descubrir a quien te ha hecho esto. Y conseguiremos devolverte la vida.-

Le pongo una mano en el hombro.

- Quizás aun puedas ser de ayuda. Soy capaz de usar las habilidades de los caídos cada cierto tiempo. No se que eras capaz de hacer en este extraño lugar o si aun mantenías tus capacidades de siempre. En todo caso te agradecería que me lo comunicaras por si necesitara pedírtelas prestadas cuando tenga fuerzas suficientes para hacer uso de ellas. Podrían cambiar las tornas de este macabro juego. 

-Soy una angel guardian, Ylaliah. ¿No lo recuerdas? Como angel guardian mi poder es seleccionar a un angel que no recibira daño mientras yo este viva y si alguien nos ataca morira. Como angel de más alto rango y, en mi opinión el que parecía el que nos llevaría a salir de ese plano tan extraño, escogí a Imamiah como mi protegido, pero no he podido usar mi habilidad. No se si seras capaz de usar mi habilidad, espero que si. Si necesitais algo más ya sabes donde puedes encontrarme. Y preguntame cualquier cosa que este lugar parece un poco aburrido si estas sola.

- No recuerdo muchas cosas, hermana. Es este extraño lugar... Ademas esta consiguiendo enfrentarnos...

Alzo la mirada hacia el horizonte.

- Nos hubieras sido de mucha ayuda. Yo aun no puedo hacer uso de tu habilidad, necesito tiempo para tener fuerzas suficientes. Me cuesta hacer conexiones entre planos. - vuelvo la mirada sobre ella.- En unos días puede que te solicite el préstamo para garantizar la seguridad de uno de nuestros hermanos. Pero me temo que mientras esto se ira llenando. Puede que otro posea una habilidad que nos sea más útil cuando llegue el momento. Preguntare a quien sea arrastrado a este mundo, puede que incluso descubra algo. Aunque si nos ha traicionado mentira hasta que intente hacer uso de sus capacidades. 

Me inclino hacia ella.

- Seras mi aliada aquí. El próximo puede ser uno de los caídos en desgracia. No podré confiar tanto en él como en ti, por mucho que me gustaría. La Muerte fue clara, el enemigo es uno de nuestros hermanos. Cuando salgamos de aquí lucharemos por su alma. Mientras debemos garantizar nuestra victoria por encima de los engaños de Lucifer. ¿Cuento contigo, hermana? ¿me apoyaras en las indagaciones?

Le miro directamente a los ojos.

-Espero que lo descubrais pronto para minimizar las bajas.- Bajo la mirada, le doy la espalda y continuo. - Estamos en una situación complicada y no puedo ayudaros todo lo que yo quisiera, pero - y alzo la vista- os ayudaré en todo lo que necesiteis desde aquí. Puedes confiar en mi. Intentaré descubrir lo que pueda de los que vengan y te lo dire. Y utiliza mi poder cuando quieras que para mi en estos momentos no me sirve para nada.

Me giro para dirigirme otra vez a Ylahiah y le digo. -Eres muy poderoso, Ylahiah. Solo espero que nuestro enemigo no se percate de lo importante que eres entre los que quedan vivos y que nuestros hermanos se den cuenta de ello. Espero que te mantegas con vida aunque parece que las cosas van a ponerse feas.
 

- Agradezco sinceramente tu ayuda, hermana. - agarro delicadamente su cabeza y beso su frente, después la miro a los ojos sin soltarla. - Mi poder radica por entero en los habitantes de este plano. Por ello sería mi mayor alegría no tener poder alguno. 

La suelto y me levanto con lentitud.

- Incluso la Muerte me ha querido prevenir.- respiro profundamente.-  Siento de veras tener que guardarme tu mensaje por el momento, pero lo transmitiré cuando sea un buen momento, tienes mi palabra. Cuando sus ánimos decaigan, cuando necesiten mi consuelo, cuando tengamos algo para localizar a los caídos. Una vez que hable expondré mi alma. Quienes te han hecho esto sabrán o creerán saber lo que yo conozco y querrán silenciar mi voz, acallando a la vez la de todos los que moren en este plano... Por el momento no puedo permitirlo.

No tenía ninguna duda en que Yuriel comprendería mi desdicha. 

una luz desde el cielo se lleva el alma de Yuriel, a la vez que la ya conocida mano espectral trae las almas de Imamiah y Andariel

al menos mi muerte valdrá para que otro hermano no haya muerto.

Miro mis manos aterrorizado ¿que he hecho? ¿quien ha controlado mi cuerpo? ¿quién juega con nosotros? ¿como de inmenso es su poder? Tiene que ser Lucifer sin duda, pero desconocía que fuera capaz de aquello ¿por qué no lo había hecho antes? ¿O ha sido la muerte para recolectar el alma de su cosecha? Las dudas se agolpaban en mi mente.

Me acerco a los dos ángeles que la muerte había arrastrado para que moren por este vacío y desierto plano. Al menos podía alegrarme de algo, Yuriel había abandonado este mundo para volver a la vida.

- Imamiah, hermano...- me costaba articular las palabras. - No se que... no se que ha pasado... no se que me ha pasado... - inclino la cabeza. - Perdóname, no era dueño de mi cuerpo.- 

Aun desconocía si realmente era un ángel caído o aun seguía de nuestro lado, pero eso no justificaba mis actos. Había ayudado a acabar con su vida y eso no me lo perdonaría nunca.

Miro a Ylahiah, si bien parece arrepentido, desconozco el por qué, pues yo mismo pedi que....

un momento, estoy muerto....

y Ylahiah está aquí conmigo....

Hermano Ylahiah, ¿no me digáis que habéis muerto tambien?¿eso significa que mi sacrificio fue en vano?Acaso Lucifer ¿Te ha matado?

Me mantengo en la misma posición.

- No, nadie me ha matado hermano. Habéis muerto Andariel y tu, Imamiah. Al mismo tiempo Yuriel fue resucitada. Yo mantengo contacto con el plano de los muertos. Consolé a Yuriel, conferiendole mi compañía. Ahora lo haré con vosotros, hermanos. 

-Es gran alivio el conocer que estas vivo, pero saber de la muerte de andariel me apena enormemente, hermano Ylahiah,si bien es cierto que tuvisteis que ver con mi muete, sabed bien que teneis todo mi perdón, pues prefería morir yo, a que uno d emis hermanos muriese, tarde o temprano lucifer se delatará, y todas las perdidas y sacrificios, habran merecido la pena.

- Pero...- las palabras se resistían a salir. - yo... he... colaborado... en ... tu... asesinato... No se como... No era dueño de mi... No lo entiendo... ¿Quién tiene tanto poder, Imamiah? ¿Lucifer puede controlarnos a su antojo? ¿Ha sido la muerte para realizar su cosecha?... - Me llevo las manos a la cara. - No se si me lo perdonare... 

Hermano, perdonado quedas a mis ojos y a los de dios, la muerte es la que ha cosechado, y vosotros fuisteis su guadaña para ello...

Andariel de pronto despierta en un lugar mucho mas hermoso a ese horrible bosque..

¿Que ha pasado? ¿Que hago aqui? Hermano Imamiah, estas conmigo.. hermano Ylahiah ¿Tu tambien estas muerto? No, sigues vivo.. ¿Que nos ha pasado?

Se siente sumamente confundido.