Sculptor tenía un nuevo objetivo: localizar cualquier escondrijo, túnel secreto o cámara oculta de la fortaleza y revisar la sala oculta bajo la sala conciliar. La tarea era de proporciones mucho mayores de lo que uno pudiera pensar en un principio, pues el espacio es vasto y lleno de lugares que se prestan a tales "juegos". Enorme, más bien. Pero el Verditius, además de ser un genio en el laboratorio, también gozaba de ciertos conocimientos técnicos y hechizos que deberían cambiar las tornas trocando una tarea casi imposible en otra mucho más asequible.
Por un lado contaba con sus conocimientos de Arquitectura y Geometría (Artes Liberales) para darle una idea de lo que las paredes podían o no ocultar, o si interior y exterior "cuadraban" o por el contrario había menos espacio disponible en el interior del que cabía esperar. Además, Sculptor era metódico y detallista a parte de bastante perceptivo, así que difícilmente iba a saltarse un solo lugar del recinto. Por último, contaba el joven mago con un buen repertorio de hechizos y, en especial, de Terram. Su Levitación Ominosa de la Pesada Piedra le serviría sin duda para apartar aquellas piedras que pudieran resultarle un obstáculo y con El Escultor Invisible siempre podía trabajar la piedra para reducirla a conveniencia en caso de que ésta se interpusiera en su camino.
De forma meticulosa Sculptor revisó la totalidad del castillo. Encontró algunas cosas de interés tales como algunas ventanas cegadas y puertas tapiadas, señal de reformas acaecidas en el pasado, pero poco o nada que supusiera un verdadero desarrollo en su conocimiento del lugar a excepción de dos hallazgos. El primero era el hecho de que bajo el patio de armas y convenientemente cegada por piedras existía un antigua cisterna de agua en desuso. El segundo es que también cegado un pasillo subterraneo salía de una de las esquinas del castillo. Mediante su capacidad para mover sillares de piedra y ruina Sculptor pudo seguirlo y encontrarse saliendo a una cañada a media milla de la Alianza. Además de ser una gran obra de ingenieria las formas regulares del tunel señalaban que había sido elaborado mediante medios mágicos.
Una vez localizadas las salas, o al menos sabiendo de la cámara oculta bajo la sala del concilio, quedaría revisarlas. Precavido, contaría con la ayuda de un par de grogs, que utilizaría de escudo por si todo fallara. Usaría la Balista de Iuxta Mare en caso de necesidad (preparando proyectiles adecuados -flechas de piedra de buen tamaño- para la ocasión de nuevo con la ayuda de El Escultor Invisible), pero comenzaría mandando por delante de él a una estatua (creada ex-profeso) para ayudarle... o ahorrarle la furia de trampas mundanas o arcanas. Así pues, iba preparado, pero de encontrarse con dificultades insalvables, no dudaría en retirarse. Mejor derrotado pero vivo que muerto honrosamente. Derrotado puedes prepararte para una victoria, muerto no puedes hacer nada más...
Tras mover la enorme mesa de marmol envió por delante a la estatua, cuando no oyó ninguna terrible explosión envió por delante a los dos pobres grog. Y solamente cuando no oyó horribles gritos de agonía bajó él. La sala era sencilla, de forma heptagonal y con una única entrada por la estrecha escalera de caracol que partia del agujero oculto por la mesa conciliar. Iluminandose con las antorchas de los grogs procedió a examinarla aunque a decir verdad había poco que examinar. Un taburete colocado en el centro, un par de copas vacias arrojadas sin ceremonia al suelo y en una de las paredes un crudo dibujo realizado probablemente con la punta tiznada de un palo. Representaba, no sin una cierta maña, la forma de un ave, probablemente un gallo, rampante junto a la silueta de lo que parecía ser un disco solar. ¿Una cota de armas? ¿O acaso el sigil de un mago?
Un examen minucioso de la sala reveló tirado en una de las esquinas un pequeño anillo de hierro. A los pies del taburete una caja de madera de buena factura y cerrada con llave permanecía intocada así como cuatro pequeños peones de ajedrez conteniendo cada uno de ellos un peón de vis Mentem. Cuando ya Sculptor parecía dispuesto a poner fin a su investigación sucedió algo realmente reseñable. Al tomar uno de los grogs el taburete, con el ánimo de Sculptor de analizarlo con calma no fuera a ser mágico, el grog empalideció, sus ojos se nublaron y quedando de pie pero rigido como una tabla empezó a hablar.
¡Saludos! Supongo que solo era cuestión de tiempo que llegarais hasta aquí. El grog pronunció estas palabras sin emoción alguna, como un sonámbulo o como un eco Me gustaría pensar que ya habreis logrado resolver el misterio de quien fue el culpable de la desaparición de esta Alianza. Pero no me engaño, os he observado durante dos años y no estoy impresionado. Así que seré claro: estais en peligro. En grave peligro. La cosa es peor incluso que lo que Berengal cree así que sed cuidadosos. Creo que volveremos a hablar en breves, cuando lo hagamos estad preparados. Mientras id saliendo de mi sancta. Y ya que estais ¿que tal si adecentais un poco el castillo? Está hecho un asco. El grog queda pausado unos segundos antes de añadir Y si por un casual Malia eres tu la que encuentra esto: metete en tus asuntos zorrita entrometida. sabes que te quiero pero por mi puedes largarte al infierno o a Irlanda, que viene siendo lo mismo.
SET 1 |
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Set: |
Tirada |
Objetivo |
Ayuda |
Modificadores |
Tirada |
TOTAL |
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Tirada 1 |
Percepción + Arquitectura |
Buscar lugares escondidos dentro de las construcciones de Iuxta Mare |
Hechizo: Levitación Ominosa de la Pesada Piedra |
Percepción |
3 |
2 |
12 |
Arquitectura (gótico) |
3 |
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Hechizo |
4 |
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Otros: Saor |
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TOTAL |
10 |
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Tirada 2 |
Vitalidad + Parma |
Enfrentarse al peligro |
Hechizo: Animar Estatua |
Vitalidad |
1 |
5 |
14 |
2 grogs |
Parma |
1 |
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|
Confianza |
3 |
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Hechizo |
3 |
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Grogs |
1 |
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TOTAL |
9 |
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Tirada 3 |
Inteligencia + Artes Liberales (Geometría) |
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Hechizo: Ojos Curiosos |
Inteligencia |
5 |
2 |
11 |
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Artes Liberales (Geometría) |
3 |
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|
Hechizo |
1 |
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|
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|
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|
TOTAL |
9 |
Sculptor supera su aventura (DIF 12) obteniendo
Noah partió al inicio de la primavera de la alianza con el objetivo de recuperar el cadáver del proxeneta llamado Mateu, antiguo compañero/amante y/o aliado de Garrus ex Guernicus. Su cuerpo había quedado enterrado a mitad del camino de la aldea donde la había capturado, aproximadamente, en lo profundo del bosque, en una zona que en su momento había considerado poco accesible.
Llevando con sigo a uno de los hombres de Pau que había llevado antes, así como a otros tres, los más aptos para sobrevivir en la naturaleza y rastrear el terreno. Todos, incluyendo al propio Noah, marcharon vestidos de cazadores con cierta apariencia, a su vez de mercenarios. El plan de Noah era aparentar ser cazadores mercenarios que buscaban dar caza a malhechores que habían asesinado y violado a doncellas y que se refugiaban en el bosque; todo esto a fin de apartar miradas de extraños de sus tareas.
Noah tenía buenas capacidades para desenvolverse en la naturaleza, y sus capacidades para manipular el clima potenciaban esto aún más. De esto modo, se dirigió, junto a sus cuatro acompañantes al lugar donde había quedado el cadáver. Para su desgracia lo que encontró no fue si no una tumba abierta, la tierra removida y el cadaver ausente. Investigando pudo ver las marcas de un grupo nutrido de hombres a pie que habían pasado por ahí un tiempo atrás. Debía haber sido despues de que se fundieran las nieves pues sus pisadas podían aun apreciarse en el suelo del bosque.
Su segundo viaje en aquella estación tenía una intención similar. Esta vez habría de ir a la misma aldea en la que había capturado a Mateu, pero ahora con el fin de encontrar a aquellos esclavos sexuales que había liberado, y a su vez para saber cual era el estado de aquel burdel del cual se le acusaba había destruido. Noah buscó con insistencia a aquellos esclavos, recorriendo incluso poblaciones aledañas, preguntado por viajeros o por quienes conocieran a aquellas personas. Pero siempre fingiendo ser mercenarios que buscaban dar con fugitivos de la ley; aunque solo mientras lo necesitasen para ocultar su apariencia, pues si llegaba a dar con una buena pista o familiar de aquellos esclavos, habría de declarar su intención de apoyar aún más aquellos que ya había apoyado antes.
Oyó varios rumores que le pusieron sobre la pista de las posibles criaturas preternaturales que liberara. Algunos hablaban de haber visto en los bosques una comitiva de doncellas hadas que habían rescatado a un cazador de morir ahogado en un torrente. Otros juraban por el contrario que merodeaba por la zona un muchacho que habia sido tornado en lobo por una maldición. Juraban que había matado a un viejo aparecero cuando este trató de defender sus gallinas de sus depredaciones.
Noah revisó los bosques tratando de encontrar alguna pista pero no tuvo suerte en lograr hallar o capturar ninguna criatura mágica. Aun así logró algunos elementos que quizás pudieran serle utiles. Por un lado siguiendo el rastro hacia el bosque desde el lugar donde muriera el aparcero encontró una hebra de pelo negro enredada en una rama baja. Por otro lado a cambio de unas monedas la mujer del cazador le entregó un pequeño pañuelo bordado que al parecer las hadas habían dado como prenda a su marido. Intuyo Noah que la mujer se lo vendió movida por los celos a esas etereas doncellas.
Cumplida la tarea y llevados los esclavos con seguridad hasta el castillo, Noah habría de partir de nuevo, esta vez en un intento por obtener algún rastro de Fulgens y Marcal, lo cual habría de ser muy difícil dado el tiempo transcurrido. No obstante, habría de intentarlo al menos una vez, usando para ello todas sus habilidades mágicas, y en cuanto tuviese alguna pista, su intensión habría de ser intentar entrar en trance a fin de que sus premoniciones pudiesen ayudarle, aunque fuese un poco.
Algo más de suerte tuvo con sus visiones, percibió un retazo de imagen: un circulo de nubes. El cielo visto como a través de un ventanuco o quizás un pozo.
Ganas 2px en Cazar
Una vez más en los caminos. Una vez más oculta a los ojos de los mundanos. Con la amenaza aún pendiente de esos brutos que dieron la paliza a Julius y que intentaron asesinar a Noah no estaba demás ser precavida. Tan sólo abandonaba mi invisibilidad para adoptar un aspecto local con mi habilidad para el disfraz. Pasar desapercibida podría ser más precavida, pero necesitaba información. Información sobre Marc de Bonay, información sobre Marçal, información sobre Incitatus,… El primero debería haber dado que hablar con sus correrías contra los moros y las repercusiones de sus actos con los nobles petimetres de la zona. El segundo debía ser conocido en cada posada y taberna de la costa del mediterráneo; su tamaño orondo y gusto por la comida y el vino no debían pasar desapercibidos. El tercero era difícil de olvidar si se lo veía cabalgando por los caminos.
De igual forma asumía sus disfraces para preguntar a los payeses que veía en los campos por los que pasaba.
Por supuesto, cada vez el disfraz era diferente. Si alguien pretendía seguirla y cogerla por sorpresa no iba a ponérselo fácil.
El camino terminó en Tarragona, pero el trabajo no. Posadas y tabernas, antros de mal vivir y peores, allí me metí y allí hablé, interrogué y espíe con mil y un disfraces. No había mundano que pudiera hacer frente a mi implacable estilo. Leer directamente en sus mentes, sacar sus mayores vergüenzas de su mente para chantajearlos, intimidarlos, ser la figura de autoridad que ellos más temieran, escuchar las conversaciones en la lejanía, ni siquiera teniendo que estar en la propia habitación, escrutar cuanto ocurría en un edificio, todo mientras permanecía invisible o con algún disfraz, y pudiendo entender cualquier idioma que hablaran. No dejaría piedra sin remover.
No descubrí ahí nada de interés sobre el tema que me interesaba. Sobre los tejemanejes y puteríos que se corren en la Tarraconense eso si me habría dado para un tractatus. Quien engañaba a su marido, quien robaba del cepillo de la parroquia, quien había jugado y perdido la honra de sus hijas y hermanas en la taberna de la Pobla de Mafumet o quien había desenterrado el cadaver de la anciana Josefa para robarle la alianza de bodas. La depravación y bajeza humana no eran una novedad para mi y tan pronto como conocí descarte muchas de esas menudencias.
Aun así de refilón encontré entre las sucias mentes de un grupo de asaltantes de caminos y tratantes de objetos robados como se había visto a un grupo de hombres a caballo portando capas negras y siniestras máscaras de ave cabalgando por la noche. Los hombres creían firmemente haber visto a espiritus del Averno en el acto de caer sobre un monje panzudo que salía de una fonda a un dia de viaje al sur de Tarragona. Al parecer habían lanzado un ensalmo que hizo desmayarse al pobre hombre antes de llevarselo con ellos al infierno. Seguramente como castiguo a su gula. Reflexioné que ese modus operandi y sobre todo lo que parecía una demostración de verdadero poder no encajaba con los maleantes que apalizaran a Julius.
Igualmente todo era aplicable a los hombres de Fulgens con los que me entrevisté. Costó hacer que confiaran en que realmente quería ayudar a su señor y no causarle más mal, pero de una forma u otra acabaría obteniendo la información que buscaba. Incluso acabaría ayunando durante varios días y noches concentrando su mente en Fulgens y Marçal, sosteniendo algo de su posesión que sus hombres pudieran facilitarle, para intentar tener una de sus visiones que hacía varios años que no la asaltaban.
La visita a los hombres de Fulgens fue más util. Al parecer este los había acuartelado con cierto comfort gracias a unas rentas concedidas por el Arzobispo y al tesoro rapiñado en tierras moras de Valencia. Dediqué muchos días a ganarme su confianza mediante varios disfraces y trucos de la mente hasta que por fin estos no solo me invitaron a entrar en la habitación de Fulgens si no que insistieron en que lo hicieran creyendome un camarada del mago guerrero. La habitación era tan espartana como cabría esperar. Un duro camastro, una mesa de recia madera y un escabel por todo mobiliario. Pero encima de la mesa para mi sorpresa encontré una carta. En ella alguna persona misteriosa requería a Fulgens, por su nombre de mago, para que se personara en el castillo de l'Estela en los montes de las Rocas Blancas. Al pie había una nota del propio Fulgens, reconocí su letra, indicando que esta nota era una conexión arcana con el mismo y pidiendo que en caso de desaparecer se la usara para encontrarle. Sin decir nada a sus hombres guardé la carta para mi.
No obstante, no era esa Interrogar a los sacerdotes y al propio arzobispo, a la servidumbre,… iba a emplear toda la estación, así que más me valía hacer un trabajo minucioso y sacar cuanto pudiera para no tener que perder otra estación más en obtener más información. No solo me competían Fulgens y Marçal, sino también que había ocurrido con el anterior arzobispo, probablemente quitado de en medio para favorecer que subiera el actual al cargo… que casualmente era amigo de Berengal.
De igual modo interrogó a cuantos trabajaban en la construcción de la catedral directa o indirectamente. Cualquier pista por pequeña que fuera le serviría.
Así mismo sus ojos curiosos le permitían junto a los ojos de gato inspeccionar todo el edificio, e incluso la tumba del propio arzobispo, para buscar cualquier hueco o habitación secreta que no debería estar allí. Si el culpable detrás de los infortunios de la catedral no era un alma en pena, sería alguien que aprovechase pasadizos secretos para moverse y habitaciones secretas para esconderse.
Para mi desgracia la fuerte presencia del Dominio así como las numerosas reliquias protegieron al Arzobispo de mis intromisiones mágicas. Hube de contentarme con sondear "des de fuera". Pues es bien sabido que los hombres de la Iglesia gustan del pecado. Ninguno conocía de ningun motivo mundano para entorpecer las obras de forma alguna.
Aun así, en aras de la meticulosidad, también ayunaría varios días y noches junto a la tumba del arzobispo, donde montaría guardia también invisible a la espera de su ánima o de quien quiera que se hiciera pasar por ella. En el silencio de la noche y las horas intempestivas en que los mundanos duermen Aysha se sentía fresca como una rosa por la mañana.
Fueron necesarios varios días de riguroso ayuno hasta que finalmente en una de las noches empecé a oir dos voces discutiendo. Forzandome al máximo me pareció oir como ambas voces incorporeas debatían sobre que resulta morir en pecado. Una de ellas, chillona y desagradable, sostenía que dado que el Arzobispo había muerto en pecado por no haberse confesado al haber sido asesinado como resultado de sus propia ansia de poder su alma pertencía la Infierno y no debía poderse enterrar en terreno sagrado por ello la catedral no debía terminarse y aún más el cadaver debía ser retirado de ahí. La otra voz, melodiosa y calmada, afirmaba que el Obispo había sido enterrado de acuerdo al Canon y que por lo repentino de su muerte la absolución a posteriori era aceptable por ello su enterramiento era legitimo y no había lugar a seguir deteniendo la construcción de la catedral una vez alguien colocase en su dedo el sello arzobispal como señal de su autoridad. Las voces discutian sin pausa en una cacofonía a veces ensordecedora pero logré sacar en claro que la voz chillona respondía al nombre de Ortomel y la melodiosa al de Batrand. Parecía claro que había ahí una disputa entre lo Divino y lo Infernal ¿pero quien era quien?
Estaba decidida a regresa a Iuxta Mare con respuestas. Con muchas respuestas. Y de buen seguro, también se llevaría de regalo más preguntas aunque no lo quisiera. Pero cuando una maga de la Orden trabaja exclusivamente en su especialidad hay poco más allá de Dios u otros magos que pueda oponersele.
Ganas 2px en Don de Gentes
Sabiendo lo orgulloso que es el caballo espero que sus "compañeras" no lo sean tanto, asi que recogiendo una buena cantidad de hierba de la que comen incluso algún fruto como manzanas que se que son golosinas para estos animales, me encamino hasta la pradera donde viven y las llamó.
Por suerte las ¿esposas? ¿concubinas? De Incitatus son más dociles que ellas y a cambio de algo de alfalfa se acercan trotando contentas.
Asi una vez esten cerca, primeramente hablo con ellas y si descubro donde se encuentra voy a buscarle para intentar que vuelva con nosotros.
Las yeguas no son como Incitatus poderosas criaturas mágicas si no unos animales bastante mundanos. Su trato es llano y aburrido y solo se agitan terriblemente cuando les informo que Incitatus ha desaparecido. Por suerte este estado de agitación me favorece cuando implanto en sus simples mentes animales el deseo de aparearse con Incitatus. Una yegua en celo siempre se sentirá poderosamente llamada a su macho.
Asi pues en la un primer momento hablo con la yeguas ademas de sugestionarlas para que busquen a Incitatus,. Para seguidamente seguir su camino y finalmente una vez hallado tratar de convencer a Incitatus para que vuelva a la alianza.
El resto de la estación lo paso vagando por montes y valles. Mojandome en los chubascos de primavera y durmiendo al raso hasta que finalmente tras pasar semanas andando en lo que parecen ser derroteos sin sentido una mañana las yeguas, cuando nos encontramos ya al norte de la villa de Cardedeu, se ponen a trotar como poseidas. Como pude seguí su rastro hasta encontrarlas lastimeramente relinchando junto a un malherido Incitatus.
El lomo del equino presentaba varios cortes sin curar y quemaduras que habían dejado terribles marcas en su piel. Aun así la mirada y la altivez del equino seguían vivas. Relató como él y Fulgens habían acudido a investigar una misteriosa nota a las ruinas del Castell d'Estela. Ahí habían sido emboscados por una banda de asaltantes que los atacaron con magia artera y crueles aceros. Y con lagrimas en los ojos el equino relató el final de la batalla..
"Y en ese momento el muy noble Fulgens me miró y me rogó que me salvara. Seguramente inspirado por mi noble alma su propio espiritu se vio alzados a las altura donde mora el mio. Y aunque le rogué que junto a mi rompiera el circulo de enemigos se negó. ¡Oh Fortuna desdichada! Le supliqué cambiarnos las tornas pero no quiso. Y como bravo camarada realizó el último sacrificio..."
Luego explica que malherido deambuló tratando de recuperar fuerzas y dar esquinzo a sus perseguidores. Rogó a Julius que lo auxilie en dar justo castigo y venganza a los asesinos del bravo Fulgens y aceptó acompañarme de vuelta a Iuxta Mare donde regresamos sin afrontar mayores peligros. Hay que reconocer que de forma generosa el equino me entrego las crines de sus esposas que contenían valiosa vis de Animal
Car y Hab | Obj / hechizos | Vir / Def | Otros | Tirada | Confianza | Total |
Presencia +1 Trato Animal 0 |
Sondear los recuerdos de la bestia +5
|
El don -3
|
7 | Si | 13 | |
Vitalidad +2 Atletismo +1 |
Espontáneos rego animal (nivel 15) +3 |
Circunstancias especiales +3 | 9 | 18 | ||
Comunicación+1 Don de Gentes 2 |
Sidhe +3 |
2 | 8 |
Superas 2 de 3 tiradas (DIF 12) por lo que ganas:
Sculptor, durante un mínimo de una estación, acompañado del muchacho al abasto más inteligente que pudiera reclutar, haría las veces de Autócrata de Iuxta Mare. Era ese cometido algo impropio de alguien de su poder, habilidad y estatus, pero necesario. Tan necesario que incluso él lo había visto. Y puesto que los demás magi andaban completamente absortos en sus propios asuntos, tuvo que ser él el que se dedicara a tan mundano asunto. Dinero. Vil dinero.
No era sólo el coger el consabido libro de registro de Iuxta Mare e interpretar sus números, sino seguir el sinuoso y a veces irracional camino de las monedas a través de pergamino y espacio real, relacionarlo con personas, tratar con ellas y llegar a acuerdos, imponiendo su parecer cuando debía, solicitando consejo cuando podía. Era aquella profesión más farragosa que difícil, concluyó Sculptor, sin duda mucho menos espectacular que la de mago, pero sus consecuencias eran, en cierta manera, mucho más trascendentes: con el adecuado uso y registro de los dineros de la Alianza se mantenía esta activa, sus habitantes bien alimentados, sus muros en pie y sus enseres en buen estado. Los magos, supuestos guías y líderes de la Alianza, vistos desde abajo, no resultaban más que unas rémoras gordas y caprichosas a las que debía atenderse para que no molestasen en el día a día. Las ideas y venidas de carreteros, mozos y trabajadores se asemejaba al de las incansables hormigas, sólo que más de una vez había que despertar a un perezoso o reprender a quien comía lo que no debía o bebía lo que no había pagado. Mantener Iuxta Mare demostró ser un trabajo titánico al que la magia poco podía ayudar. Aunque, como buen Verditius que era, no tardaran en ocurrírsele algunos objetos menores que bien podrían suponer una ayuda...
Quizás Sculptor en el futuro prefiera no hablar de esta estación pero como mínimo supo cumplir con su cometido de forma determinada. Su "aprendiz" un joven adolescente barbilampiño llamado Joan quien decía ser un huerfano de Tarragona demostró ser inteligente y bien dispuesto así como conocer un poco de letras y números. Quizas con el tiempo y algo de instrucción pudiera ocupar el hueco dejado por el desaparecido Alric
Sculptor gana 5 px en Profesión: Autocrata
Una estación completa en casa. Se me hacía tan raro que casi me parecía mentira, pero no iba a desperdiciar la oportunidad de estudiar un poco y pasar más tiempo con Cielo; no pasaría mucho tiempo hasta que se convirtiera en un gato adulto y solo los astros sabían cómo sería nuestra relación entonces y que problemas me traería.
No dejaba de darle vueltas al destino de Marçal y de Fulgens. Presentía que teníamos la información necesaria para buscarlos, pero se me escapaba entre los dedos, se quedaba en la periferia de mi vista como los sueños al despertar y no lograba dar con la respuesta.
Seguí pensando en ello mientras avanzaba en mis conocimientos sobre Vim. Lograba apartarlos de mis pensamientos durante las horas de estudio, pero cuando terminaba volvían a acosarme una y otra vez. Aun así me sumergí en el estudio del Principium Una Vis. Verdaderamente el libro de Conciatta ex Bonisagus merecía ser considerado la raiz de su Arte. La base de todo lo que había que saber sobre Vim se encontraba en esas páginas acompañado de demostraciones claras y precisas de los conceptos más complejos.
Mientras escondía la escama de sirena en diferentes lugares del castillo para que Cielo la buscara, volvía una y otra vez a esa sensación de que algo se me escapaba y no lo lograba aferrar. Por fortuna, podía apartar esa sensación cuando celebraba junto a Cielo sus progresos. Los sitios en los que podía encontrarla eran cada vez más complicados y cada vez parecía cogerle más gusto al juego. Quizás la próxima vez que jugara con él podríamos complicar más el juego saliendo más allá del castillo.
Cielo resultó adepto a ese juego encontrando cada vez con mayor facilidad la escama e incluso varias veces usando su capacidad para cruzar paredes y otros sólidos para llegar hasta ella.
Ganas 22px en Vim
A inicios del verano, Noah preparó a sus hombres para viajar junto con Pau tras Julius. No viajarían juntos sino que les seguirían el rastro, tal como si fuesen mercenarios que les perseguían. Para esto, tras organizarlo todo, viajaron hasta las ruinas del bosque, procurando que les vieran llegar al bosque pero que cualquiera que les siguiera, perdiera el rastro de ellos en dicho lugar. Allí Noah se adentro en la cisterna extrayendo restos de la sangre marcada en las paredes, guardándola en pequeños frascos, lo cual estudiaría más tarde con ayuda de sus sodales.
Dándole algo de tiempo de ventaja, Noah procedió a tomar vestimentas de cazadores mercenarios, al igual que Pau y los otros cuatros soldados que les acompañaban. Todo con el fin de hacerse pasar por aquello mismo, mercenarios y expertos cazadores que habían sido contratados por cierta persona influyente para perseguir al mago de nombre Julius, conocer sus secretos y darle muerte. Y claro, dicha información sería solo usada ante cualquier curioso con fines similares que no pudiesen quitarse de encima antes de que llegasen a la grieta.
A diferencia de Julius, Pau conocía muy bien el camino, por lo que seguir el rastro de Julius realmente solo era una fachada y parte del plan. A la par que ayudaba a mantenernos cerca de él en caso de necesidad. Pau ya había lidiado con problemas similares por lo que Noah se sometió a su consejo en gran medida, aunque sin confiar ciegamente. Si todo salía bien, habrían de llegar hasta la grieta, y cuando el enemigo apareciese para atacar a Julius, ellos habrían de soltar la emboscada. O bien, se veían obligados a ser acompañados por los atacantes, les traicionarían en el último minuto para así mismo, tenderles en ese momento la emboscada.
Durante el viaje, Noah habría de emplear su magia para escuchar a través de los vientos a toda criatura en los alrededores, y mediante espontáneos, también buscaría impedir que alguien les escuchase anulando el sonido del aire, generando a su vez, una ligera neblina a sus espaldas durante la noche y la madrugada, pues de día podría ser contraproducente la singular neblina. Durante su marcha, también ayudado por su magia de los vientos, habría de generar un ligero viento a su espalda, lo suficientemente fuerte como para aligerar sus pasos pero son generarles tropiezo o estorbo. En el caso de que se encontrasen con el enemigo, habría de usar de nuevo sus habilidades con los vientos para escuchar sus palabras desde la distancia en todo tiempo, modificando a su vez la dirección de los vientos mediante espontáneos para facilitar sus planes.
Ya en Agramunt o en el lugar en el que se vieran obligados a desencadenar la emboscada, el plan, de un modo u otro, sería el mismo. Los hombres de Pau, incluido el mismo Noah, harían aparición exclamando a gritos que no matasen aún al mago, que el arzobispo lo exigía (que arzobispo? no era importante), que el infernal mago tenía que decir la verdad sobre sus acciones. La idea de todo ello era causar confusión, dejar que los hombres que atacasen a Julius tratasen de negociar, se aturdiesen ante lo inesperado o cambiasen de objetivo; y solo entonces, atacarían, con la salvedad de que Julius ya sabría todo esto y debería también estar listo para actuar.
El plan era astuto y auxiliados por la magia de Noah los cazadores se convirteron en presa. Pudo detectar que empezaron a seguir a Julius nada más abandonar Iuxta Mare y que a lo largo del camino hacia Agramunt el grupo fue creciendo con recien llegados hasta sumar una veintena larga de hombres. Estos eran al parecer campesinos de la región y aunque no eran familia ser referían unos a otros como "frater" o hermano en latín. Con paciencia Noah fue cosechando sus secretos, como al parecer eran todos juramentados para evitar que se "liberará un antiguo mal" y que "la serpiente permaneciese encadenada". Varias veces mencionaron "el juramento a Escipión" y sorprendentemente "la Iglesia de Mercurio" que Noah dedujo era una forma corrompida de nombrar el ancestral culto de Mercurio.
Las puezas fueron encajando en su mente. Al parecer en tiempos remotos se había realizado algun poderoso ritual para encadenar a alguna fuerza mística que amenazaba a Roma en tierras de Iberia. Quizás en tiempos de las guerras contra los Cartagineses. Y esos hombres eran los descendientes de aquellos mundanos designados como guardianes. Hombres que guardaban algo que ya no recordaban al servicio de un Culto largamente extinto.
Cuando por fin llegaron a Agramunt Julius se encaminó siguiendo las pistas reunidas hacia un claro del bosque donde encontró los restos de las estatuas que coincidian con el dibujo de Climia así como una griteta en el suelo del bosque con unos escalones tallados hacía siglos. En ese momento los perseguidores se dispusieron a atacarlo con venablos que seguramente habrían acabado con el concentrado mago.
Si no hubiese sido por la previsión del cazador de Jutlandia. Pues en ese momento Noah ordenó el ataque.
El ataque se realizaría en dos pasos, primeramente, mientras se diese la conversación/confusión acalorada, que no tendría el fin de convencerlos de nada si no generar más y más confusión, Noah y Pau buscarían alargar el momento lo más que el enemigo los dejase mientras se iban posicionando en torno a los “guardianes”, para entonces atacar varios objetivos a la vez, los cuatro hombres de Pau atacarían a los objetivos más cercanos intentando matarlos al instante, Pau, debería llegar hasta el líder de aquel grupo si le identificaba y capturarlo, mientras que Noah procuraría matar rápidamente a la mayor cantidad de agresores. Tras lo cual, si tenían éxito y la batalla se tornaba en una clara ventaja, buscaría capturar a uno o dos más de los “guardianes sobrevivientes” para interrogarles a todos a su regreso. Todo esto resultaría más fácil si los guardianes caían en el juego de creer que realmente todos ellos eran mercenarios que venían a matar a Julius, pues en tal caso podrían acercarse mucho más a ellos desde un inicio, reconocer a su líder e incluso tomarles la espalda con facilidad.
Por desgracia las palabras aunque lograron causar confusión no sirvieron más que para ganar unos segundos preciosos a Noah y su grupo. Los hombres de Pau no necesitan más pues a diferencia de sus enemigos no son cazadores y soldados si no matarifes entrenados. Despachan con salvajismo a sus enemigos acabando incluso con algunos que se han rendido ya. O lo han intentado.
Noah se mantendría tan lejos de los golpes como le fuese posible, preparando sus hechizos para atacar a distancia con su ariete de nieve contra cualquier oponente que se resistiese demasiado o contra cualquier enemigo inesperado. Por su parte, Noah una vez iniciado el combate, empezaría a cantar convocado rápidamente a los poderes de los vientos invernales, para con ello, mediante su habilidad de cantarle a las tormentas invernales, generar poderosos pilares de viento nevado cayendo sobre los enemigos uno a uno, no tan fuertes como para matarlos al instante, pero si lo suficiente como para inmovilizarlos al tiempo que la nieve acumulada los sepultaba.
Gracias a este movimiento Noah logró capturar a uno de los integrantes. Aunque medio inconsciente por los golpes y el frio de la arcana nevada seguramente podrían interrogarlo de vuelta en Iuxta Mare.
Acabado el combate y mientras sus hombres revisaban los cuerpos y cavaban una fosa poco profunda para arrojar los cuerpos uno de ellos le llamó y señaló a uno de los muertos. A pesar del corte que le cruzaba la cara Noah reconoció a Artemi, el agricultor con el que había mantenido largas conversaciones en el pasado.
La segunda sorpresa fue cuando pasadas varias horas Julius no volvió a emerger de las escaleras. Esperaron un par de días antes de que finalmente Noah tomase el riesgo de investigar. Los escalones acababan en una pared de roca lisa, sin grieta alguna ni marcas que indicasen una puerta o mecanismo.
Al pequeño Merinita se lo había tragado la tierra.
Set1: Seguir a Julius y preparar trampa a quien le acose.
Car y Hab |
Obj / hechizos |
Vir / Def |
Otros |
Tirada |
Confianza |
Total |
Percepción (+1) Cazar (Rastrear) (+2) |
Palabras en el viento (+3) |
Magia cíclica negativa -1 |
Experiencia de Pau +3, supervivencia en bosques +3, Conexión con la naturaleza +1 |
0 |
No |
12 |
Rapidez (+1) Sigilo (Áreas naturales) (+3) |
El viento a tu espalda (+1) |
Magia cíclica negativa -1 |
Experiencia de Pau, supervivencia en bosques +3, Conexión con la naturaleza +1 |
4 |
No |
12 |
Inteligencia (+3) Atención (Alerta (+3) |
Espontaneo RegoAuram +2 |
Magia cíclica negativa -1 |
Experiencia de Pau, supervivencia en bosques +3, Conexión con la naturaleza+1 |
8 |
No |
19 |
Set2: Emboscando a los guardianes
Car y Hab |
Obj / hechizos |
Vir / Def |
Otros |
Tirada |
Confianza |
Total |
Presencia (+0) Embaucar (+1) |
Espontaneo CreoAuram (+2) |
Condición necesaria -3 Magia cíclica negativa -1 |
EExperiencia de Pau +3, |
6 |
No |
8 |
Inteligencia (+3) Sigilo (+2) |
Armadura del invierno (+4) |
Condición necesaria -3 Magia cíclica negativa -1 |
Experiencia de Pau y sus hombres +3 |
9 |
No |
17 |
Vitalidad (+2) Sing up the snowfall (+5) |
Ariete de Nieve (+4) |
Condición necesaria -3 Magia cíclica negativa -1 |
Experiencia de Pau y sus hombres +3 |
2 |
No |
12 |
Dificultad 12
¡Aventura exitosa! Ganas 10 px y 3 beneficios
Camino tranquilo pues se que tengo las espaldas cubiertas y si alguien intenta atacarme se llevara un "grata" sorpresa, aun así estoy pensativo que encontraremos en Agramut, no lo tengo claro puede que nos ayude o quiza nos destruya como a los antiguos habitantes de la alianza, es posible que no seamos tan poderosos como ellos y eso quiza sea algo que nos beneficie mas que perjudicarnos, asi que escucho como los hombres caminan tranquilos, cuando siento alguna brisa sonrió en mi interior quiza sea una señal, quiza en mi interior espere el ataque de los miembros del culto, se llevarían una sorpresa y nosotros una alegria...
El lugar es como aparecía en los dibujos de Climia. Un claro en un bosquecillo de pinos, varios restos de estatuas representando bestias desconocidas asoman entre el boscaje aunque rotas y desgastadas por los siglos. Una grieta en la roca del suelo da paso a una gruta hacia la que descienden unos escalones tallados en la misma roca. Las respuestas que he buscado durante años ¿estaran al fondo de esos escalones?
Una vez en el lugar, exploro la zona protegidos como estoy por Pau y sus hombres espero con impaciencia nuestro momento pues seguro que llegara, he llevado el trozo de espada por si fuese una llave o algo que debieramos usar. Cuando los enemigos que se que me han estado persiguiendo lanzan su ataque una intuición me lleva a esquivar un venable traidor. Los gritos de los hombres de Pau y la ventisca fria que empieza a levantarse me indican que la emboscada ha empezado y parece ser que llevamos las de ganar.
Mientras caminamos por la zona y esperamos encontrar algo mi mente comienza a divagar pensando que podemos encontrar, en mi interior sospecho que tiene que ser algo antiguo pues todo lo que hemos encontrado relacionado con Climia es de la época romana y me hace pensar si fuese algun libro o material anterior a la creacion de la orden y de la propia Teoria magica, quiza sea algo que pueda cambiar o sobrepasar los limites de esta, aunque tambien deberemos tener cuidado pues como Pau nos indico despues de esta visita se prodijeron cambios muy importantes en Climia. Así pues mientras resuenan en mis oidos los sonidos del combate desciendo los escalones, ni que sea para evitar caer victima de algún golpe perdido.
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l Tribunal de Iberia de 1180 se resolvió de forma favorable para los magos de Iuxta Mare, a pesar de su poco imaginativa solución de sencillamente presentarse a juicio y confiar en que Berengal los sacaría del atolladero.
Así pues dejando tras de si un rastro de agitación y sabiendo que los quaesitores expulsados aun se movían con impunidad por los campos de Iberia los magos de Iuxta Mare emprendieron el camino de regreso hacia su fortaleza.
Aunque a buen seguro la desconfianza entre los testarudos Fulgens y Noah aun proseguiría las circunstancias los habían vuelto a empujar hacia el castillo de Tamarit donde el último capitulo de esta saga tendría que escribirse.
Ahí les esperaban algunas sorpresas. En primer lugar una carta de Julius ex Merinita, que me tomo la libertad de transcribir aquí:
Salve sodalis
Me dirijo a vosotros mediante esta carta ya que me es imposible hacerlo en persona, lo primero desearos que la alianza salga bien parada de este tribunal ya que nada hemos hecho causante de culpabilidad, solo estar en medio de una lucha de poder entre magos que por ahora nos superan en poder y politica.
Como sabeis desde el principio no entre en la organización y mantenimiento de la alianza y me centre en la busqueda de los antiguos habitantes de la alianza, quiza sea por mi sangre faerica o por mi forma de ver la vida, esto me llevo a investigar algunos lugares y situaciones que me han llevado al lugar donde estoy.
Mi anhelo es hacer que las antiguas religiones volviesen al resuirgir en el mundo y ahora que lo he conseguido debo hacer un viaje para encontrarme y poder desarrollar mi nueva vision de la vida desde la distancia, debo viajar fuera de las tierras que ahora conocemos, debo deciros que no viajo solo lo hago acompañado por Climia, os pido que no nos busqueis a ninguno de los dos pues creo que estamos muy cerca de encontrar a los dioses antiguos.
Intentad que tanto mi desaparicion como la de Climia pase lo mas desapercibida posible para que no tengais la menor cantidad posible de problemas con la orden, asi si alguna vez vuelvo a estas tierras espero poder visitaros y compartir la amistad con la que ahora os dejo.
Sentimentalismo aparte me sorprendió descubrir que esa pequeña zorrita italiana seguía viva. Supongo que si quieres matar a alguien más vale hacerlo uno mismo. Aunque si tal como parece Julius y ella habían puesto rumbo fuera de Iberia, y con algo de suerte de Europa, podría considerar que el problema se había solucionado aceptablemente.
Otra sorpresa fue encontrar a los soldados de Fulgens presentes en la fortaleza. Al parecer este había dejado buenas instrucciones para que se refugiaran en ella si a él le pasaba algo. Y por Hermes que le pasó, y peor hubiese sido sin una galante intervención del que suscribe, así que aquí se presentaron.
La parte de cortarle la cabeza al trio de espías de del Baron de Altafulla y mandarle sus cabezas con sus miembros en la boca así como hacer venir una cuarentena de soldados de su Excelencia Reverendisima el Arzobispo. Eso fue cosa mia. Al parecer los nuevos inquilinos de mi castillo carecían de mi firme mano para el trato con la nobleza local.
Y así mientras acabo estas lineas puedo oir sus pasos hacia la sala capitular con lo que más vale que aparte la pluma y ...
o que discutí con los tres magos de Iuxta Mare nada reseñaré en estas mis últimas páginas. Las decisiones que ellos tomaran y las mías han de llevarnos por caminos distintos. El mío es el de la venganza que ya se solo puede conducirme al Invierno y la muerte, así sea. El suyo es el camino de una nueva primavera, como el árbol que ha resistido sus primeras heladas ante ellos se extiende la promesa y el vigor de la juventud, el eterno optimismo de quien aun quiere medir sus fuerzas.
Hace muchos años que ese no es mi camino. No lo ha sido desde los lejanos y felices días de Constantinopla junto a mi amado Roc. Si estas serán mis últimas páginas antes de partir a la cacería, probablemente mortal, de los tres quaesitores culpables de su ruina que como mínimo sirvan como recuerdo de lo que fue y de mi amor por él.
Solo lamento que no veré los sucesos que se acercan en Iberia. Por el momento Berengal es el vencedor de las trifulcas del Tribunal de Iberia y los vientos de la Fortuna empujan a Iuxta Mare.
¿Pero será esta victoria y el orgullo que engendrará su ruina?
No serán los primeros magos de Iuxta Mare devorados por su orgullo.
Pero esa será su historia. No la mía: es por ello que si por si acaso la codician les dejo en herencia este castillo, esta Alianza y todo lo que contiene.
Firmado y sellado de su propio puño y letra
Donat ex Jerbiton, magus hermeticus
Tres meses después, en algún lugar del África
Tras cruzar el mar con sus embravecidas olas en un bajel que estuvo a punto de escorarse frente a la costa berberisca vinieron las semanas de miedo y subterfugio para cruzar las tierras donde habitan los mahometanos, así como las montañas del Atlas llenas de bandidos. En varias ocasiones la capacidad de Julius para hablar con las bestias los salvó de caer en alguna celada. Y la voluntad incansable de Climia y el fuego que ardía en su interior fueron siempre su guía. Al sur, siempre al sur. Esa voluntad y el poder de Tanit, la misteriosa divinidad cartaginesa
Y hacía ahí que fueron ambos. Siguiendo los susurros de una divinidad olvidada, cruzando el mar de dunas donde los djinn de la sed atormentan a los viajeros, el aire abrasa como el de un horno y nada se ve más que montañas de arena y nada se oye más que el viento lastimero. Julius vio como su piel sufría el golpeo constante del sol inclemente, como sus labios se cuarteaban y como bestias y porteadores morían mientras Climia los guiaba siempre hacia el mediodía.
Después de varias semanas, que parecieron una eternidad de tormento, los porteadores supervivientes desesperados y clamando que la extraña pareja los había llevado a morir los atacaron. Sus intentos fueron desesperados pero nada pudieron contra el poder que habitaba dentro de Julius y Climia.
Ya solos prosiguieron su marcha a través de las arenas. Siempre hacia el sur. Y finalmente cuando sus fuerzas ya se habían visto reducidas a nada el macilento Julius cargó el inerte cuerpo de Climia sobre una ultima duna y vio como las ardientes arenas dejaban paso a una llanura que parecía extenderse hasta el horizonte. Una sabana de arena ocre y extraños arboles, un lugar donde pacían extraños toros de largos cuernos, caballos de rayas blancas y negras e incluso a lo lejos feos unicornios de piel gris.
Un soplo de aire fresco removió su cabello y oyó el murmuro de la maga quien levantando un débil brazo señaló al horizonte. A lo lejos se levantaba una cordillera y con voz débil Climia añadió Ahí, Nueva Cartago. Nuestro nuevo hogar.
Seis meses después, Tamarit
Noah echó un último vistazo a su alrededor. La casa de Artemi estaba ahora vacía, ningún lugareño se había atrevido a ocuparla tras la misteriosa muerte del labriego. Muerte que Noah sabía y no olvidaba se debía a sus funestas conspiraciones contra Iuxta Mare. De forma metódica Noah se había encargado de registrar la casa del hombre y descubrir algunas pistas sobre la cofradía de conspiradores. En los próximos meses dirigiría a los hombre de Pau a acabar con ellos.
De hecho contaba en que los rumores de la muerte de Artemi correrían entre los labriegos de la zona. Ya había visto a varios descubrirse y tratarlo con mucho más respeto cuando se lo cruzaban. Había en sus miradas hasta incluso un punto de miedo.
Que así fuera.
Un año después, Castillo de Tamarit
Por fin el Verditius dispone de algo de paz. Paz para poder hacer aquello que un Verditius debe hacer: encerrarse en su laboratorio y crear cosas con las que otros apenas pueden soñar. Y por si fuera poco liderar la ampliación del Castillo. Una nueva torre se alza para Aysha, los laboratorios han sido instalados y adecuados al nivel de exigencia del mago e incluso se han construido nuevos acuartelamientos para la tropa. Obras que hubiesen llevado decenas de años han sido completadas con facilidad gracias a la magia. La magia y su propio genio claro.
Algunos días se encuentra a si mismo pensando en el Tribunal de 1180 y lo cerca que cortejaron el desastre. Pero temas más importantes ocupan su mente por el momento. O la ocupaban hasta que la desaliñada figura del emisario de su avus se le cruzó en el patio del castillo. El hombrecillo seguía siendo siniestro, sucio y tenía más pinta de matarife que del representante de uno de los primi. Y como en la ultima vez que se vieron tendió a Sculptor un legajo de papeles sucio y desordenado antes de desaparecer como llevado por un mal viento.
Los papeles languidecieron en el estudio de Sculptor algunas semanas antes de que pudiera examinarlos. Se trataba de varios diagramas, lo que parecían ser hojas arrancadas de un libro y una carta de su avus con una sola línea “trahere sequela” o “tira del hilo”.
Los diagramas parecían ser de una estatua, pero no de una estatua normal pues incluía un buen numero de extraños mecanismos, ruedas dentadas y varios ingenios que Sculptor ni conocía. Las hojas que lo acompañaban no aportaban mucho más allá de fabular sobre “estatus vivientes” y repetir un nombre: Heron de Alejandría.
¿Estatuas vivientes? ¿El legado del mayor mago ingeniero de todos los tiempos?
Por fin, un desafío a mi altura pensó Sculptor.
Dos años después, Castillo de Tamarit
La mano de la maga repiquetea impaciente sobre el brazo labrado de la regia silla, casi un trono, en el que se sienta. Lanza un suspiro agotado mientras el enviado de la Corte del Olivo Imperecedero, un duende con cabeza de jabalí y las maneras de ese mismo animal, vuelve a iniciar su largo discurso relatando todas las maldades e inquinas que en su opinión el gran Bartrabú rey y señor de la Corte ha sufrido a manos de la Hermandad del Sauce, un grupo de dríadas que habitan en una zona cercana de sus bosques.
Aysha deja volar su mente por unos momentos mientras trata de recordar por que se molesta en ejercer como arbitro y mediadora en todas las infinitas disputas de las hadas y fae de los dominios de Iuxta Mare. Sonríe para si misma al recordar que lo hace no solo por las ricas reservas de vis que Iuxta Mare recibe como tributo si no por que en el fondo le divierte. Y la verdad es que en este último par de años no les ha ido tan mal. Ahora la Alianza no solo señorea sobre los fae de los alrededores si no también tiene siempre una oreja bien dispuesta en la corte del Arzobispo y además cuenta con el apoyo de Berengal. El viejo zorro ha sabido rentabilizar todo el espectáculo que montó en el ultimo Tribunal y ahora su influencia se expande hacia el sur y el oeste de la península. Sabe a ciencia cierta que Therah no le ha perdonado lo que el considera su rebelión en el Tribunal, pero no le importa. La estrella del mago se apaga y la suya cada año brilla más.
En ese momento Cielo hace su entrada cruzando la pared a su espalda y murmura unas palabras en su oído. La maga se levanta y se hace el silencio a la espera de que emita su juicio.
Sonríe satisfecha al ver a todos expectantes de sus palabras.
Eso es poder.
Tres años después, en algún lugar de Croacia
El miles da un par de pasos tambaleantes mientras con un gesto hace desaparecer la brillante hoja de la espada encantada. Con una mueca de dolor se toca el costado y nota la carne lacerada ahí donde el fuego mágico del antiguo quaesitor ha cruzado sus defensas mágicas, cuando toca el borde de la herida debe morderse el labio para no chillar de dolor. Agotado se sienta con dificultad contra una piedra y observa la dantesca escena iluminada ahora por las primeras luces de la mañana.
Una playa de la costa Adriática, Donat opinaba que esto ya era territorio de Ragusa y no del condado de Croacia, pero la verdad es que Fulgens duda que el lugar ni tan siquiera tenga un nombre. Hasta ahí persiguieron a Penitentia y Inanatus tras más de tres años de mortal juego de gato y el ratón. Decenas de combates, persecuciones y emboscadas. Garus cayó en un bosque del sur de Normandía, en el paso de los Alpes creyeron alcanzar a Penitentia solo para perderla en una ventisca, Ianatus estuvo a punto de matarlos a los tres en una emboscada en las afueras de Piacenza. Todos esos pasos hasta esta playa y el final del camino de la venganza al que Donat los arrastró.
Por un momento mira a su alrededor sin ver al mago Jerbiton. A unos pasos puede ver a Marçal tendido junto al cuerpo decapitado de Ianatus. El Boina Roja, leal hasta el final, se sacrificó para darle a Fulgens la oportunidad de descargar el golpe final. Quizás sea el agotamiento, pero el endurecido miles por un momento teme echarse a llorar.
Finalmente logra fijar la vista y ver a Donat, este está de pie al borde del agua con las olas rozándole las botas y el cadáver de Ianatus flotando boca abajo a unos cuantos pasos. El Jerbiton le da la espalda y mira hacia la línea del horizonte mientras ve retirarse a la noche.
Finalmente el mago se vuelve y mira a Fulgens. Vivirás Fulgens ex Meteora. Su voz es tranquila y no parece prestar atención al ancho corte que le cruza la frente y cuya sangre ha apelmazado su pelo. Mira al cadáver de Penitentia Supongo que este es el final ¿verdad? Sonríe y se sienta al lado del miles ambos hombres permanecen unos minutos en silencio mientras se hace el día.
Todo final no es si no un principio.