Julius descendiólos escalones tallados en la piedra entrando en la oscuridad de una caverna natural. El sonido de la refriega fue quedando atrás y desvaneciendose sin que el joven mago apenas se diera cuenta. Se encontraba andando casi a tientas por una amplia caverna con una leve inclinación descendiente.
La luz de la entrada ya ha quedado atrás pero Julius se da cuenta que un brillo como el de un cielo estrellado ilumina el lugar. Sus pasos no recaen ya sobre la dura piedra si no sobre arena calida y un viento caluroso agita su cabello. Cuando mira hacia arriba ve que ya no le cubre un techo de piedra si no un cielo nocturno repleto de estrellas. Delante suyo ya no se extiende una cueva si no una suave duna ascendente. Sin ningua otra dirección Julius la corona y descubre una menuda figura dandole la espalda.
Vista de espaldas parece un mujer menuda con un cabello blanco como la nieve, apenas aparente una quincena de años y la suavidad de sus rasgos solo se ve turbada por una linea rosada, una cicatriz, que le cruza el cuello. Se vuelve a mirarlo y sus ojos oscuros se clavan en el Merinita. Apenas llega al hombro de Julius pero su apostura demuestra una clara seguridad en si misma.
Oh Julius, sois vos. Dice con una voz soñolienta en un latín con una entonación arcaica que recuerda al Merinita de los rituales e invocaciones de los dioses antiguos. Bienvenido, sabía que uno de vosotros lograría llegar hasta aquí. Supongo que tendreis muchas preguntas. No temais no tengo ya nada que ocultar. Toda mi verdad habrá de serpara vos.
-- Si soy yo, pero dime ¿como sabes mi nombre?, pues no nos conocemos, y ¿Donde estamos? es esto quiza un regio, es quiza Avalon..., no quiero usar mi magia para detectarlo pues es posible que aqui este tu sacta, aunque tambien es posible que seas un espiritu pues el propio Pau nos ha contado como te asesino...
-- Miro al cielo para intentar encontrar alguna de las estrellas conocidas, como la osa mayor y algunas asi...
-- ¿Cuanto llevas aqui dentro? y por que luchaste contra tus compañeros de alianza...
Miras encima tuyo y aunque reconoces las estrellas estas están en lugares ligeramente diferentes de donde esperarías. Pero lo cierto es que brillan como pequeños diamantes en la tranquila cupula celestial que te cubre.
La muchacha se frota los ojos como alguien que tratase de despertar de un largo sueño Oh Julius, soñé con vos. Nos conocemos, siempre nos hemos conocido creo ¿o acaso lo he soñado?. Soñé tambien con Noah ¿No os acompaña? Pensé que vendrías varios a verme. Rie de forma queda antes de volver a clavar sus ojos en ti No este no es mi sancta. Mira a su alrededor parpadeando lentamente Aunque ¿no es un mal lugar verdad? Aunque creo que este lugar no es si no su recuerdo de otro lugar y otro tiempo. Atiende a tus preguntas haciendo un claro esfuerzo por concentrarse Estoy aquí ¿quizás desde hace cien años? ¿Mil acaso? He dormido. Si, he dormido muchos años de los hombres. O acaso muy pocos. Rie de nuevo y te tiende una mano pequeña y palida Disculpadme buen Julius pero acabo de despertarme. Mi sueño ha sido profundo y si recuerdo cierta conmoción. Traicioné ¿o me traicionaron? Aunque creo que ya nada de eso importa.
Decidme mi buen Julius ¿habeis traido la espada? ¿Habeis venido a liberarme?
-- Ciertos problemas han evitado que Noah venga, de camino a este lugar hemos sido atacados por unos fanaticos de una extraña secta, ¿Quiza tu sepas quienes son? ¿ Y por que quieren evitar que te veamos?.
-- Si he venido a liberarte y llevarte conmigo, aunque no se bien como hacerlo pues todavia no entiendo bien que es este lugar, puedes decirme que encontraste en tus investigaciones, eso puede ayudarnos a salir de aqui.
-- Aunque primeramente dime que recuerdas de la alianza ya que en el momento que salgamos de aqui estaras bajo las garras de la orden y te acusaran e intentaran matarte por la desaparicion de tus compañeros...
-- Disculpa la tardanza...
La muchacha te agarra la mano con suavidad. Su piel parece arder como un carbon al rojo vivo.
Ya recuerdo. Rie quedamente. Los frater Alucani un grupito de campesinos que siguen las ordenes de. . frunce los ojos como tratando de recordad algo muy lejano si, un fantasma. El fantasma de un antiguo centurión de Escipión. Fue, fue Escipión y los magos de Mercurio quienes me encadenaron aquí. Ellos juraron mantenernos prisioneras aquí, para siempre. Me temían, tenián miedo de nuestro poder.
Notas como se levanta un viento caluroso que sacude la arena de las dunas. Este lugar, este lugar es el recuerdo de una diosa. Mira a su alrededor Si, una carcel y un lugar de descanso. Donde recuperar fuerzas y esperar. Aquí es donde encontré a Tanit, el fuego del desierto. La serpiente que devora la luna. La reina coronada de huesos. Te lo mostraré. Te mostraré cuando fuimos una diosa en la antigua Cartago.
Te toca en la frente con sus dedos ardientes y un torrente de imagenes fluye de forma tumultuosa por tu mente. Ves templos escalonados iluminados por las antorchas, oyes el llanto de recién nacidos y sientes el tacto de la arena aspera y ardiente. La imagen de una mujer con cola de serpiente y las manos cubiertas de sangre inunda tu mente. Y notas una presencia a tu alrededor una fuerza mágica que parece irradiar desde la diminuta maga. De repetne el viento amaina y las imagenes desaparecen.
Donat, él no comprendía. Y aquello que no se comprende inspira terror. Trató de acabar conmigo. Rie de nuevo. Pero mi Diosa vivía en mi y a través de mi. Y no morí, regresé a aqui. Pero ahora no puedo salir.
A esperarte. Liberame, hiende la espada en la piedra y seremos libres.
-- ¿ Que sientes en tu corazon? ¿Que esperas de tu nueva vida? ¿ Como reencarnacion de una diosa, nos ayudaras a los humanos o por el contrario hasras que te temamos?, he sentido tu poder y es inmenso pero he visto tus manos manchadas y yo no quiero manchar las mias...
-- Puedo saber algo de la diosa...
La muchacha rie y al hacerlo el viento abrasador vuelve a levantarse.
Tu más que nadie deberías entenderlo. Todo gran poder requiere un gran sacrificio. La voz sigue siendo clara a medida que se levanta la polvareda pero el tono es más duro y estridente. Liberame Julius. Abre la puerta y te permitiré servirme. Serás mi sumo sacerdote y nosotras te revelaremos nuestros secretos. Podrá servirnos y tomar el manto de nuestra oscura gloria. Al sur del Sol el reino olvidado de los hijos de Cartago me aguarda.
El tono de voz se va alzando y ahora la arena vuela a tu alrededor cegandote y ensordeciendote con estruendo. La voz que retumba en tus oidos es distinta a la de Climia claramente más chillona. Abre la puerta ¡o comparte mi destierro!
Si, como buen pagano reconoces que es el nombre de la diosa de la noche de Cartago.Los cartagineses se dice practicaban los sacrificios humanos.
Al parecer Julius ha encontrado aquello que durante tiempo a buscado. Una diosa antigua de verdad, aun poderosa. ¿Es realmente un servidor de los antiguos dioses? ¿O ha renunciado a sus salvajes prácticas?
-- Interiormente pienso que aunque esta no es la diosa que buscaba, ya que quería un dios mas conectado con la naturaleza saber que hay otras religiones me da la posibilidad de hacer que vuelvan los tiempos pasados esos que añoro.
-- Que asi sea, aqui tienes a tu sacerdote, saco la espada, salgamos de aqui y demostremos nuestro poder al mundo.
La muchahca sonrie y su mano aprieta la tuya Así sea un mundo nuevo nos espera Julius, al Sur del Sol. Más allá de las arenas de fuego el pasado vive. Cuando cayó Cartago mis hijos las cruzaron y edificaron una ignota Cartago. Desde ahí sus plegarias y sacrificios me sostienen y nos llaman.
Prestanos tu juramento, declara que Tanit es tu eterna señora y hunde tu espada en estas arenas. Deshaz la prisión de Mercurio y marchemos lejos. Que sea nuestro futuro fiel reflejo del pasado.
"Al Sur del Sol" es la manera medieval de referirse a Africa Subsahariana. Si aceptas y juras Tanit/Climia esperara(n) que las acompañes hacia ahí donde afirman (con su lenguaje alegorico) que existe una Nueva Cartago donde aun se adoran a los dioses antiguos.
Eso será el final de la aventura para Julius ya que marchará más allá de Europa.
-- Dudo unos instantes pues me alejare de todo lo que conozco, aun así doy el paso definitivo:
-- Marchemos pues, alli donde vamos tambien habra seres faericos que conocer y puede que sea capaz de unir la orden de hermes a aquello que encontremos.
La muchacha asiente. Su pequeña mano guia la tuya mientras empuñas la espada recuperada en las ruinas y la hundes en la arena. Esta parece borbotear como un caldero ardiente mientras de nuevo se levanta un viento implacable. Una verdadera tormenta de arena que amenaza con ahogarte y cegarte. Parece durar una eternidad pero cuando amaina y abres los ojos te encuentras en el claro de Agramunt. ¿Cuanto tiempo pasarías dentro de la carcel mística? El aire es mucho más frio que cuando entraste y te figuras que quizás ha llegado el invierno.
Junto a ti Climia permanece de pie, apenas te llega al pecho, y rie contenta como un naufrago que por fin llegase a tierra. Levanta los brazos y cuando miras hacia arriba una enorme luna roja parece llenar el cielo. Cuando se vuelve hacia ti te parecería que ves sombras arremolinarse a sus pies. Por un segundo dudas sobre lo acertado de tu decisión pero ya no hay margen para pensarselo. La muchacha toca su frente con su mano y Julius nota la sacudida de una poderosa descarga mágica.
Logra agarrarse a su propia alma para no caer en la locura mientras un torrente de imagenes le cruza la mente y se da cuenta de que está viendo partes de la memoria de Climia y de la propia Tanit. Ve la infancia y el aprendizaje de la maga en la Alianza de Ex Catedra. Ve niños sacrificados en altares de piedra. Ve ejercitos destruidos por antinaturales tormentas de arena. Ve la llegada de Climia a la torre de los Escipiones y su descenso a Agamunt. Se ve a si mismo llegando hasta el regio prisión de Tanit.
Cuando se levanta nota en su interior el Don ardiendo no como una llama si no como un incendio. Así como nota que gran parte del conocimiento arcano de Climia se ha impreso en su mente a fuego.
Su vida, su destino y su alma están ahora irresolublemente atados a Climia y Tanit.
Motivo: Resistir el Crepusculo
Tirada: 1d10
Resultado: 8(+5)=13
Motivo: Fuerza del Crepusculo
Tirada: 1d10
Resultado: 3(+7)=10
Este es el final de esta Saga para Julius. Su destino lo llevará más allá del borde de los mapas.
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