Partida Rol por web

El episodio del teléfono volando por la ventanilla del coche casi me arranca una carcajada por segunda vez mientras el pobre Abraham repite la llamada desde el bar. La cara de Lizzie era un poema. Sólo por eso vale la pena apurar otro trago para celebrar haber estado allí. No sé que mierda estoy bebiendo, pero no está mal... Tampoco es que me haya sorprendido totalmente. Es el inconfundible estilo de Tayra de hacer las cosas. El sello Wilder. Está claro que las sutilezas no están en el repertorio de esta chica, pero es precisamente parte de su encanto. Ella es como sostener un cartucho de dinamita encendido entre los dedos, puede darte un subidón, pero si no lo sueltas rápido puede ser el último subidón de tu historia. Pero eso sí, la despedida sería un jodido boom digno de un gran fin de fiesta.

Cuando Abraham se termina los chupitos como si fueran vasitos de agua corporativa le acerco mi copa por si aún le queda sed, o por si necesita más ánimos. Oye tío, ¿qué es esa historia del sótano? ni que fuera el puto frankenstein. ¿hacía muñecos con pedazos de gente o qué carajo? He  visto de todo, creéme, sé lo que puede hacer una corporación si cree que puede tener beneficio de ello. ¿Denunciable? ¿en serio? ¿quién del gobierno se va a meter en líos con una corporación?, están por encima, las corporaciones, tío, son DIOS. La poli, los políticos y hasta el puto Papa son sus criados. Son los que recogen su mierda, la ponen en un plato bonito y nos dicen: cómetela...

Miro fíjamente sus ojos esperando una respuesta. Algo que me indique que este mierda no nos está llevando a una ratonera, porque hasta ahora todo es una jodida chapuza improvisada, y eso me parece que sólo puede acabar en otra pila de cadáveres. Lo que no me queda claro es si nuestros o de otros, pero posiblemente de ambos.

Miró a Forst y a Lizzie como esperando que estos dijeran algo, pero como no lo hicieron comenzó a largar:
-Heisenber es un puto tarado que se alió con una banda de nazi hace casi dos decadas, por aquel entonces esos nazis no eran nada, pero su jefe un tal Barracuda era ambicioso y un cabrón sin escrupulos.- Su cara puso un gesto de Asco.
-Heisenberg quería sujetos de prueba para experimentos genéticos, Barracuda quería drogas de combate y armas.- Hizo un gesto con las manos al decir aquello como imitando a una balanza.
-Yo por aquel entonces estaba en la uni y trabajaba becado para Heisenberg y escuche lo que no debía, pero nadie se enteró. Estaba acojonado y no hice nada.- Dijo Abraham.
-Con el tiempo o Heisenberg se volvía descuidado o ponía a prueba mi lealtad por que escuche más conversaciones, del tipo de que Heisenberg no estaba contento con los sujetos, mendigos, yonkis, enfermos, veteranos... en general deshechos humanos, no eran buenos sujetos de control, había demasiadas cosas que podían interferir.- Explicó pacientemente.
-Pero a Barracuda se le hincharon las pelotas y le planto un órdago a Heisenberg(hizo algo y revolvió el avispero, nunca me enteré exactamente qué, pero un profesor colega de Heisenberg desapareció, con el tiempo creo que se convirtió en el jefe de los Voodoo), todo empezó por que le llevó unos niños(de esto me enteré después) y a Heisenberg le parecieron demasiado débiles para soportar sus experimentos. - Inspiró fuerte para decir aquello- También me pidió ayuda para hacer un virus que actuaría contra los marcadores genéticos de barracuda, pero también contra todos los que compartieran algunos rasgos específicos, se puede ser preciso, pero aquello era demasiado preciso y tenía demasiadas cosas que podían salir mal. - Se disculpó - Según lo hice acudí a la policía, pero Heisenberg ya lo había liberado[1]- Se lamentó - Como le denuncie me silenciaron, los polis me dieron una paliza y me dejaron claro que no tenía futuro, me expulsaron de la facultad por lo declarado, pero a Heisenberg no le tocaron un pelo, el siguió con su vida y ahora yo estoy en la mierda y él en las altas esferas. - Dió un puñetazo en la mesa.
-Así que guardaros vuestra superioridad moral.Quizá haya ido a la universidad pero estoy tan en la mierda como vosotros, quizá un poco más. ¿Creéis saber como es que te lo quiten todo y te tiren a un vertedero? Pues yo lo puedo decir de primera mano.- Quizá hablaban los chupitos por él, quizá trataba de caeros bien, conectar con sus captores, esa era la primera norma de todo secuestro.
-Pero estos dos ya conocen la historia - dijo con un gesto de la cabeza hacia el lado de la mesa en que estaban Forst y Lizzie sentados.
-Ella es una de esos niños que llevaron y él, él es amigo de uno de esos con los que experimentó a lo bestia, seguro que se saben la historia mejor que yo, con el tiempo echaron a Barracuda y se lo quedaron todo.- Miró de lado pues probablemente ya no podía ver bien de uno de los ojos. - Y después de casi 15 años me siguen dando por culo por su causa... Ese tío os traicionará, eso lo tenéis que tener claro...

Lizzie se incorporó sobre la mesa.
-Me alegra que encontraras las pelotas para ir a la policía, güapo, y siento que descubrieras que als tenías bien pequeñas cuando te metieron las de otros en la boca. - Le dijo con bastante agresividad en la voz.
-Si quieres medallas lo siento por ti, no las damos y sí, no tienes ni puta idea de la mitad de lo que pasó. Sino sabrías que después de todo has tenido suerte.
Lizzie había apoyado los puños sobre la mesa echándose hacia adelante, en uno de sus puños cerrados tenía el vibro cuchillo.
-Si te estás tranquilo y no me tocas mas los huevos con tu discurso de perro apaleado que llevas por bandera y haces todo lo que digamos igual puedes marcharte con tus pelotas en su sitio. Y si en algún momento decides que quieres usar tus pelotas para algo que no sea constatar lo pequeñas que son, igual podemos darte trabajo a ver que tal se te da.- Dijo dando un puñetazo a la mesa que hizo dar un salto de miedo a Abraham que esperaba un nuevo golpe.
-¿Así que sabes hacer las mismas mierdas que sabe hacer él? Sólo que sin finaciación....- Preguntó de forma retórica mirando a Forst como si aquello pudiera llegar a ser relevante y sentándose nuevamente..

El viejo lo miró atentamente mientras soltaba su rollo. Fumaba aspirando muy profundamente el humo, sin desclavar la vista de Abraham.

Este tío es un mierdas. Vendería a su madre con tal de que no le hagan daño. Míralo como canta. Y sin decirle nada. Eres carne muerta, chaval. Vales más muerto que vivo.

Pero no decía nada de eso. Simplemente lo miraba, mientras fumaba, desde el otro lado de sus gafas ahumadas. Era como si no le hubiera nombrado y casi señalado expresamente.

Ni miró a Lizzie cuando dijo su oferta. Aquel mierdas no valía. Era demasiado débil. Lloriqueaba demasiado. No estaba hecho para el mundo de la calle. Dejó, por eso, que la cosa siguiera su curso. Más lloriqueos, alguna pregunta de Lock o Tayra, la llamada para poder ver a Heisenberg... Y luego, luego ya verían. Pero de momento veía más útil el cadáver de Abraham como aviso para los camellos para los que traficaba que como activo de la banda.

En cuanto el móvil tocó el suelo y fue vapuleado por los demás coches Tayra recordó algo. Por un momento se le encogió el estómago al pensar que sus ansias porque no los rastrearan habían podido más y había jodido el medio de comunicación con esa zorrona que tenía que llamar.

Pero Forst la felicitó. Por un momento lo miró, sorprendida, sin saber si estaba cachondeandose de ella o lo decia en serio. LO DECIA EN SERIO. Y su corazón se acurrucó calentito en su interior y casi casi, el guepardo de su pierna, ronroneó agradecido.

Pararon en un bar y Tayra se sentó a un lado, colocando sus piernas encima de una silla vacia que tenia delante, con las piernas cruzadas a la altura de los tobillos. Se pidió algo fuerte para calentar su garganta. Su postura relajada haria pensar que había bajado la guardia, pero no. Estaba alerta a todo lo que hablaban, a los movimientos del tipo e incluso a lo que sucedia en el local y tras las ventanas de éste.

Respecto a lo de que él fuera un nuevo miembro de la banda le daba más igual. Pero era Tayler quien tenía que decidir aquello, por eso clavó un momento la mirada en Lizzie, aunque no dijo nada.

El movil sonó y empezó a vibrar sobre la mesa.
Todo el mundo se callo y quedó mirando el movil.
Abraham descolgó e intercambió 3 o 4 palabras antes de colgar.
-Os va a ver en el smash- Dijo colgando y quedándose muy callado. - Sabe quien quiere verle, no se como. - añadió.
Se quedó expectante de que pasaba a continuación.

-Te hemos salvado la vida, mierdecilla - dijo Lizzie - Quizá cambiemos de idea y volvamos a matarte, o quizá queramos que trabajes para nosotros... Trata de vivir con la incognita. Dijo levantándose.
Os miró al resto.
-¿Vamos a ver al fantasma del pasado? Esto ha tomado demasiado tiempo.- Os dijo al resto - ¿O queréis patearle las pelotas "just 4 fun"?

Le doy unas palmaditas en el hombro a Abraham y le susurro antes de marcharme detrás de Lizzie. Bueno tío, voy a darte un consejo gratis. Si sabes algo más y te lo estás callando esa tía que se está marchando va  a regresar y te va a hacer picadillo en trocitos tan pequeños que no se va a poder ni sacar ADN de ellos. Por lo que yo tendría muy claro que si debemos saber algo más justo este el instante de decirlo, si aprecias tu pellejo. Tiro el cigarro y lo apago con la punta de la bota. Acelero el paso para tratar de alcanzar a Lizzie al tiempo que le digo: ¿Lizzie, esta vez podríamos hacer al menos una especie de plan?¿me escuchas? ya sé que ir de cabeza a los sitios es la marca de la casa, pero me parece que ir de cabeza a una trampa dos veces en la misma semana es de idiotas.... ¿me estás escuchando? lanzo miradas a Forst para que me eche una mano con Lizzie en el tema de no acudir a otra trampa así, sin más....

Sigo detrás de ella con mis súplicas mientras salimos de allí.

Tayra dejó el vaso que se había pimplado en un par de tragos sobre la mesa y bajó las piernas con desgana, como si estuviera cansada, y se incorporó metiendo las manos en la chupa de Bones. Era curioso que aún siguiera con ella. ¿se la había regalado en algún momento? Ya ni se acordaba, habían pasado tantas cosas en tan poco tiempo.

Intentó pensar como habría adivinado aquella mujer quien quería verla pero lo cierto es que ella no era de pensar mucho. A la vista estaba.

Salió de allí, pero no antes que Forst. Esperó a quedarse la última para cerrar la fila mientras se fijaba en el camarero y en algún detalle relevante de todos los que estaban allí. Solo por si acaso.

Asiente a las sabias palabras de Lock, mientras a su vez va pensando en algo. Se detiene un instante. ¿Dónde te dejamos, Abraham? Su pregunta no deja lugar a dudas. Se viene sí o sí. No le gusta la idea de dejarle atrás. Es una rata cobarde. Aún ha de pensar si lo mata de camino o no.

Lo dices como si hubiera propiciado lo del coche antes.... - se quejjó a la defensiva. - ¿Quieres que nos lo llevemos? - Preguntó a Forst mirando con curiosidad a Abraham, tratando de evaluar lo que habían visto para querer llevarselo.

Sois muy amables, pero mejor no, os har´çia ir en dirección contraria- Se excusó para no ir con vosotros sabiendo que ese intento estaba condenado al fracaso. - Oidme, no soy amigo vuestro, pero mucho menos de ellos, no voy a meterme más en este asunto, solo quiero salir perpendicularmente de este asunto, no es personal, pero no sé que guerras os traéis con ese tío.- Trató de convenceros para que lo dejarais en paz de una vez.

La joven había percibido la mirada de Forst y tras la pregunta de Lizzie se quedó mirando al tipo unos segundos para acto seguido resoplar con los ojos en blanco. Volvió sus pasos atrás para hacer cepo en su hombro derecho y obligarlo a levantarse

- Lo siento colega, pero parece que vamos a tener que seguir soportandonos - una vez logrado que se pusiera en pie, se colocó detrás de él y así si paraba le iba animando con pequeños empujoncitos.

Abraham se resigno a lo que escuchaba. Se levantó dolorido y despacio, conforme las contusiones del accidente y los golpes recibidos se habían enfriado comenzaba a pasarle factura al modo en que se movía.
-Os soy mas útil vivo que muerto- fue todo lo que dijo comenzando a caminar en la dirección que le indicabais.