-¡Estoy aquí!-Al parecer no era la pierna de Forrest la que tenia apresada como si fuera un salvavidas. Solo rezaba por que mi hermana me recordara una vez me fuera, eso y que no me movería de allí, mientras los disparos se sucedieran.
Estoy mas ciego que un gato de 34 años
Se hizo de nuevo el silencio. Las brumas comenzaron a despejarse levemente. Podía verse a seis supervivientes a terrados. Charlie estaba en el suelo aferrándose a la pierna de Rowan mientras que éste se aferraba a los bordes de la abertura en el fusilaje de la avioneta, mostró sus manos ensangrentada a una asustada Ana Vixen que sostenía su arma.
Otro control de estabilidad (0/2) excepto Charlie.
Rowan ayuda a Charlie a incorporarse.
- Tranquilicese amigo mío, esta usted sano y salvo.
Y se dirige a la Srta. Vixen.
- Baje el arma, por amor de Dios, no sea que nos pegue un tiro.
- Esta sangrando mucho Charlie?, necesita un torniquete?
Parece que la presencia se ha alejado, no se si estará jugando con nosotros, cuando quieras nos puede tener.
-Gracias a dios.-No era religioso, pero el orfanato me había inculcado ciertas palabras que nunca he podido olvidar.
Ayudado por Rowan, recupere la horizontalidad y suspire aliviado, realmente era el y no alguno de esos canibales o algo peor.
-¿Como? ¿Sangrando? ¡De donde!-Entre miedo y confuso me busque una posible herida, no recordaba haberme echo nada mas y mucho menos me dolía algo. ¿Es a eso lo que le llamaban una conmoción?
Debido a la tensión y a la situación, no paro de gritar, e intento calmarme un poco, para que no cunda la histeria en mis compañeros.
- SEGURO QUE NO ESTAS SANGRANDO, CHARLIE, ALGO TE HA HECHO DAÑO O NO?
Como pones el Master que ha enseñado las manos ensangrentadas a Ana por eso lo digo
Guardian: Sí, efectivamente, te cortastes con la arista del fusilaje roto.
El tiempo pasó y la noche transcurre sin ningún contratiempo. No obstante, los supervivientes no podían pegar ojo, algo los había asaltado y había estado apunto de llevarse a su compañero Charlie. Durante la primera hora los nervios todavía les traicionaban, mermaba sus ánimos y oscurecía sus pensamientos. Veían sombras por todos lados, pero la noche pasó.
Cambio de Escena