Partida Rol por web

Adriana busca la matrícula solo para constatar que está tapada con algo: una especie de funda. No se sorprende y, resignándose, acelera en su moto. Tiene ventaja: una moto frente a esa mole no será problema para .... ¡BANG! ¿BANG? Retrovisor: hay un tipo encapuchado que se acaba de asomar con una magnum por la ventanilla del conductor. ¡Eso son palabras mayores! ¡BANG! Adriana acelera y se mete entre dos vehículos intentando evitar la línea del tirador.

¡BANG! Esa bala no iba tan desencaminada... La rueda de la moto estalla. Lo último que Adriana siente es como pierde el control. El casco le protege pero la velocidad es alta. Mientras rueda por el suelo solo acierta a pensar que es una forma vil de morir...

*** *** ***

Alguien enciende una luz. Adriana parpadea. La vista se enfoca de nuevo. El hombro le duele como si le hubiera pasado una apisonadora. Quizás esté desencajado. Mientras intenta situarse piensa que es el menor de sus problemas. Está atada a una silla y la luz de un flexo solo ilumina una desvencijada mesa. ¿Un interrogatorio al más puro estilo KGB o CIA? Ha estado en sitios peores cuando era SEAL...

. Esos cabrones habían hecho un buen trabajo, no iba a a er facil deshacerse de estas ataduras. Adriana se concetra y empieza a manipular las cuerdas mientrs habla con el tipo de negro.

Lanzando la silla hacia su nuevo oponente Adriana se tira al suelo y, rodando, alcanza la pared del fondo. Por fortuna para ella hay allí una puerta, y es tan solo una puerta de madera. Sin pensarlo dos veces la tira abajo de una patada y se planta en un pasillo. Detrás de ella siente como algo grande se abalanza para detenerla. ¡El maldito tipo vestido con las mallas! Pero la mujer es lo suficientemente rápida como para dar un salto hacia un lado. El tipo cruza el espacio que ocupaba hace un momento Adriana para golpear con fuerza la pared. ¡Y vaya golpe! Han saltado trozos de escayola del muro. Eclipse, sin embargo, parece no haberse inmutado y se gira como una pantera al acecho.

Cat sabe que ahora el tipo no se espera que ella le sacuda así que en un momento de descuido de el e intentando cojerle por sorpresa le atiza una tremenda patada en sus partes, sabe que ahí le va a doler de verdad y que sus futuros hijos se van a acordar de ella

Adriana golpea con todas sus fuerzas al enorme matón... ¡Pero este ni se inmuta! Aunque le acaban de propinar un golpe que hubiera matado a una persona normal el individuo ni siquiera se ha apartado. Por un momento Adriana piensa que el traje está reforzado de alguna manera, algún tipo de armadura... Pero no. Es imposible.
En su desesperación la mujer se abalanza nuevamente, sin contener su furia. Nunca se había enfrentado a algo similar. Por primera vez The Wolf siente lo que es el miedo.
Eclipse levanta uno de sus brazos y con un bestial golpe hace que Adriana salga volando seis metros por el pasillo. Nota un dolor intenso en un costado... Posiblemente alguna costilla ha cedido... ¿Qué demonios es ese tipo? Ahora mismo, desde la distancia, está levantando una mano que parece llenarse de algún tipo de energía... ¿Existen realmente los superhéroes?

Una explosión de luz estalló en el mismo lugar que ocupaba Adriana dos segundos antes. No sabía como aquel tipo era capaz de lanzar aquellos rayos dignos de un videojuego pero no tenía pensado quedarse para averiguarlo. Quizás más adelante hubiera alguna oportunidad de saber como lo hacía.

Por lo de pronto se lanzó a la carrera por el pasillo que se abría ante ella sin mirar hacia atrás. Al final del mismo hacía un recodo hacia la izquierda, aunque de frente había una ventana bastante amplia y mohosa... ¿Estaban dentro de una vieja fábrica? A sus espaldas casi podía sentir la energía que aquella cosa - ya no tenía muy claro si era una persona - despedía al moverse rápidamente. A través del ventanal empezaba a oscurecer, pero no se veían edificios. ¿Donde estaban?

La respuesta llegó cuando Adriana alcanzó el ventanal: los muelles. Estaban en una vieja fábrica de los muelles. Se detuvo un momento tan solo para sopesar las posibilidades: a través del ventanal había una caída escasa de un par de metros a un tejado. Más allá del mismo se veía una amplia zona de descarga abandonada. El recodo del pasillo continuaba hasta finalizar a unos diez metros en una puerta acristalada, de las que normalmente habría en una oficina, aunque había visto tiempos mejores. Por el rabillo del ojo Adriana miró hacia donde había quedado su oponente. Se había detenido un momento junto a la puerta donde la habían retenido - quizás para ver si la figura en la sombra estaba bien - pero ahora ya se giraba hacia su presa. En su rostro se dibujaba una sonrisa de autosuficiencia, como la de un lobo a punto de cazar un conejo. Por un momento Adriana tomó nota mental de la sutil ironía...

Adriana se lanzó a través de la cristalera para caer rodando sobre el tejado. En aquellos momentos lo primordial era mantenerse en movimiento... Con gracia felina se irguió nuevamente y comprobó la altura hasta el suelo: poca. La suerte le acompañaba en aquel trecho. Un nuevo salto la situó en el amplio patio... Sus ojos recorrieron rápidamente el entorno: un viejo camión abandonado, una verja cerrada, un muro alrededor del patio y, detrás de ella, la vieja factoría abandonada Mentar Fishing & Co. Estaba en la zona sur de los muelles, en la zona industrial. Pero aquella información no le iba a servir de mucho si musculitos le ponía las manos encima.

Adriana giró la cabeza y lo que vio la dejó anodadada por un momento: aquel tipo estaba en la ventana. Fuera de la ventana. Levitando fuera de la ventana, como una mala copia de Superman. ¿Se estaba volviendo loca? El tipo la miraba mientras cargaba nuevamente su mano con uno de esos malditos rayos...

La explosión fue como si le hubieran alcanzado con un taser de alta intensidad. Zarandeó a Adriana y la tumbó en el suelo presa de estertores por el daño eléctrico. Grandísimo cabrón... Adriana todavía pudo incorporarse entre temblores. Sentía que sus piernas ya no le obedecían. Casi incapaz de moverse se arrastró intentando alejarse del enorme tipo que ahora se acababa de posar a su lado. Adriana, impotente, solo podía girarse para encararse al gigantón desde el suelo donde estaba postrada.

Luz. Claridad. Calma. Silencio.

Adriana abre los ojos un tanto confundida. Pronto reconstruye la escena: una cama de hospital, una habitación junto a la ventana. Todo limpio y ordenado. ¿Qué ha pasado?

Hace memoria: la explosión, el tiroteo... Tiene diversas contusiones y por eso le han recomendado que pasara la noche en el hospital. Excelente. Hoy se encuentra restablecida. Antes de que nadie pueda venir a decirle nada comienza a vestirse. Es evidente que el alta es una formalidad y que tiene cosas que hacer. ¿Qué demonios fue lo que le atacó ayer? ¿Un superheroe? Aquel tío no era normal. ¿Y el tipejo del interrogatorio? Quedarse quieta en un solo sitio no le parece la mejor de las ideas a Adriana, así que en pocos minutos ya asoma su cabeza por el pasillo del hospital.

Adriana cojio su telefono movil y marco el numero del Instituto de Tecnología Acuática Kaliópolis.
Dejo que el telefono sonara ringgg ....riinggg

Adriana se dirigió hacia uno de los teléfonos públicos del hospital y marcó el número tras buscarlo en una guía telefónica.

Espero un par de tonos hasta que una voz femenina contestó:

- ITA, buenos días. ¿En que puedo ayudarle?

La voz de la secretaria insiste:

- ¿Oiga? ¿Se ha cortado?

-Podria pasarme con la señorita Liza Cooper

- Un momento por favor. Veré si está disponible...

Una horrible musiquita de espera mantentiene en vilo a Adriana.

Pronto una voz que suena familiar a Adriana, la de Liza, se escucha al otro lado de la línea:

-Hola Adriana, Liza al habla. ¿Qué hay? No te he visto el pelo... y me ha extrañado. ¿demasiado ocupada en otras cosas, quizá...?

- He tenido problemas serios, pero ya estoy bien. alguien tiene demasiado interes en acabar con todo esto, ten muchisimo cuidado, hemos de verte, tengo algo muy importante que contarte como para hacerlo por telefono. Ves con mucho ojo y no te quedes sola, ten alguien de confianza siempre cerca ¿ donde podemos vernos ?

La voz de Liza contesta:

-¿Hemos? ¿alguien además de ti? No me des detalles que puedan ser peligrosos si se escuchan, pero, ¿puedes decirme algo más? En cuanto a vernos... si, claro. Dentro de... media hora, en el mismo sitio de ayer.

Ten cuidado, esto puede ser peligroso- tras colgar el telefono, adri, fue a por su moto y tras dar un rodeo para asegurarse que nadie la siguio llego hasta el sitio del encuentro