Partida Rol por web

Bajo la máscara

Un psicópata solitario

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03/12/2007, 20:07
Director

La parte trasera del callejón del gimnasio. Fredric ha aceptado venir hasta aquí con las dos mujeres pero no ha dicho nada de que fuera a hacer las cosas a su manera. Así que ante el primer despiste de Liza ha salido de la furgoneta, ha tirado el maldito intercomunicador que hacía vibrar la voz del anciano en su cabeza y se ha dirigido de forma directa hacia la parte trasera del gimnasio mientras ellas perdían el tiempo hablando con la secretaria de ese fantoche que se hace pasar por Quest.

Ahora está delante de la puerta de emergencia pensando ¿entrará a golpes? ¿o buscará una manera más sutil de acceder al interior?

Notas de juego

Bienvenido de vuelta. Cuando quieras retoma a tu psicópata.

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04/12/2007, 15:32
Fredric

Tras una pequeña temporada con SUT, Fredric ha empezado a controlar su rabia. Hace mucho que no consume carne humana, hace mucho por lo tanto, que no consume almas. Le gustaría. Pero no ahora.

Fredric se acerca a la puerta trasera de emergencia. Estas puertas suelen abrirse sólo por un lado. Suelen tener un ojo de buey con un cristal rígido. Permanece quieto frente a la puerta unos instantes. Luego coge un bidón de basura y golpea el cristal del ojo de buey con saña, para pasar su brazo por él y abrir la puerta de emergencia desde dentro. Si alguien lo ha oido mejor, así devorará su alma y sabrá lo que pasa en ese gimnasio.

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04/12/2007, 15:41
Director

La furia desatada convierte la tarea de destrozar el cristal en un mero trámite: rápido, pero no silencioso. Fredric abre la puerta del gimnasio y comprueba que da a una especie de descansillo en el que se amontonan viejos sacos de boxeo, algún material deportivo en desuso... Y unas escaleras de madera que descienden... Aún no ha venido nadie a mirar que pasa...

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04/12/2007, 15:45
Fredric

Como si fuese totalmente habitual, Fredric tira al suelo el cubo de la basura y cierra la puerta de emergencia con total tranquilidad. Sus venas bombardean la sangre, pero él no lo muestra externamente.
Gira sobre sus talones y desciende las escaleras. Sus tímpanos vibran con cada sonido y está siendo muy descuidado en sus pasos, pero últimamente está deseando ser descuidado para tener una excusa por la que pelear contra alguien hasta la muerte sin dar justificación alguna a su compañera, la delicada SUT.

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05/12/2007, 12:26
Director

Fredric desciende las escaleras hasta llegar a lo que conforma el gimnasio. Hay una primera parte compuesta por diversas máquinas de aerobic y fitness, absurdos juguetes de la sociedad moderna donde la gente sigue unos patrones físicos prefijados que solo comportan sufrimiento y vanidad. A un lado hay una puerta que conduce al tatami. Fredric siente la violencia contenida, la furia de los púgiles que escudándose en la práctica de un deporte desatan la fiereza de sus golpes contra un rival adecuado. Lástima que a estas horas no haya nadie por aquí.

Hay otras dos puertas cerradas. En ambas se ve claramente un letrero de privado. Y un poco más adelante unas escaleras de caracol, estrechas, de madera, ascienden sin duda a la zona frontal del gimnasio. Fredric está a punto de examinar las puertas cuando el rostro de una mujer joven se asoma por las escaleras de caracol, desde arriba. Su inicial sorpresa se convierte en pánico al ver a Fredric envuelto en su sucia gabardina y con la cara cubierta por la tela multifacetada que le cedió el Dr. Kaliópolis.

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05/12/2007, 12:27
Secretaria

- ¡DIOS MIO! ¡SOCORRO! ¡UN LADRON! ¡SOCORRO!- grita la histérica mujer mientras desaparece de las escaleras hacia la seguridad de la zona frontal del gimnasio.

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05/12/2007, 19:30
Fredric

No es momento de preocuparse por tonterías. Ya dieron la alarma en su momento en la casa en medio del bosque y no sirvió para frenar a Fredric en su investigación. Deja que corra la chiquilla, que grite cuanto quiera. Si se atreve a plantarle cara y descubre que no es tan inocente como aparenta, la devorará y su alma pagará sus pecados en el interior de Fredric.

Fredric golpea la puerta que pone el letrero de privado. Ya le han visto, no importa nada excepto la velocidad. Aunque esboza una sonrisa mientras piensa en la pelea que le aguarda contra el típico fortachón hiperhormonado y con la piel marrón por alguna lámpara de gimnasio. "Esto va a ser divertidísimo", piensa, mientras su otra personalidad permanece en un mutismo desconcertante.

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05/12/2007, 19:50
Director

La puerta cede fácilmente astillándose y reventando hacia el interior. La furia interior de Fredric va creciendo por momentos. Piensa en la mujer que huye. Hubiera preferido que fuese una de esas heroínas enmascaradas que plantan cara pero no, parece que era una mujer normal aterrorizada.

Sus ojos recorren de forma rápida la nueva habitación que ha quedado al descubierto ante él: una oficina. Hay una mesa llena de papeles revueltos, un archivador de metal, estanterías con publicidad del gimnasio, teléfono, contestador, una pesada máquina de escribir Olivetti. Todo desordenado como la mente del propio Fredric. No hay ninguna otra salida ni ventana en la habitación.

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07/12/2007, 15:04
Fredric

Ya va siendo hora de volver a la normalidad. Deja de comportarte con un mastín nocturno, serénate compañero.

Estoy harto de tus mierdas, sal de mi cabeza de una vez. Ahora es momento de actuar, no de comportarse como un afeminado.

Serénate compañero, serénate. Recuerda quién te ayudó a salir de la cárcel, recuerda quién es tu verdadero compañero. Ya está bien. Vamos, cálmate. Podemos hacer las cosas de otra manera.

No va a ser así, amigo.

Oh, si. Va a ser así. Si que va a ser así.

Fredric no se ha dado cuenta de que ha hablado en voz alta todo el tiempo. Su voz baja de volumen poco a poco y va perdiendo fuelle. Hasta que se transforma en algo más suave, menos violenta de lo habitual.
Echa un vistazo rápido a la habitación y se quita la máscara. Luego camina con tranquilidad hacia la zona del gimnasio en donde había pesas. Cuelga su atuendo de una percha y allí se sienta y se pone a hacer flexiones, como si fuese un usuario de las instalaciones.

- Tiradas (1)

Tirada: 1d10
Motivo: Locura de Fredric (6 a 10, el violento)
Resultado: 4

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07/12/2007, 15:47
Director

Fredric se sienta en uno de los bancos de pesas, escoge un peso más o menos acorde con su fuerza, y comienza a hacer ejercicio. El reflejo del espejo de la pared le devuelve la extraña imagen de un hombre de aspecto desaliñado, vestido con ropa de calle y zapatos, haciendo pesas en una máquina de musculación. Algo claramente extraño, sin duda.

También ve un nuevo reflejo en el cristal. Descendiendo las escaleras por las que antes entró él viene SUT. Ya no va como Liza, sino vestida como justiciera. Tras ella baja la policía, que se ha puesto un curioso antifaz y unas mallas... Vaya pareja...

Notas de juego

Continuamos en la escena: Deporte y Acción.