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Battlestar Galáctica: la Historia de la Olympic Carrier

Capítulo III a. - Te Daré la Luna

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05/12/2017, 11:33
Jonas Gladstone

Las estrellas son preciosas pero ninguna como tu. Tu eres la estrella más brillante de todas... Había un montón de frases que a Jonas se le pasaban por la cabeza para responder a Dido, pero el chico no dijo nada, se limitó a ponerse muy colorado y asentir, la cercanía de la chica le ponía nervioso. Se puso en marcha rápido, no quería que Dido lo viera así.

-Hacia la cabina de los pilotos, necesitamos saber si están vivos y pueden sacar la nave de aquí, además está toda la gente de la clase turista... -Eran miles de personas frente a los pocos cientros de privilegiados que ocupaban la clase bussines.- Después iremos a la zona bussines. -Asintió de nuevo ante las palabras de Dido asegurándole que estaría allí para sujetarlo si pasaba algo. No se sentía avergonzado porque una chica tuviera que salvarle el culo, o quizás un poco, pero confiaba plenamente en Dido.- Se que lo harás.

No sabía si era la decisión correcta, pero alguien tenía que decidir un camino y Dido lo había puesto al frente del pequeño paseo espacial. Jonas miraba alrededor, pero él no buscaba estrellas, buscaba alguna nave cylon que viniera a terminar el trabajo o quizás la flota de la humanidad que acudiera a salvarlos.

-¿Crees que podremos salir de aquí? ¿Que la nave podrá volar de nuevo? Espero que nuestras naves lleguen pronto y les den su merecido a esas hojalatas... Joder...

¿En que dirección se suponía que estaba su planeta? Solo podía pensar en si su familia había conseguido salvarse del ataque, las noticias eran escasas y poco alentadoras.

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06/12/2017, 22:46
1-Estado de los personajes

La curva del casco superior de la Olympic Carrier era tan suave que prácticamente caminaban sobre una superficie plana. La falta de gravedad les obligaba a dar pasos cortos, pues si apurasen y hubiese un segundo en el que las dos suelas de sus botas no pisaran el metal, saldrían volando. Eso, sumado a la envergadura de la nave, hizo que tardasen casi una hora en llegar a la altura de la cabina. Allí, sobre la superficie que pisaban, había una escotilla. Tuvieron que girar los dos a la vez su fuerza combinada para que la rueda la abriese (o por lo menos Dido tuvo la gentileza de hacer pensar al flojo de Jonas que ella no tenía suficiente fuerza para hacerlo sola).

Un intercambio de miradas bastó para decidir quién bajaría primero la escalerilla. Doce peldaños más abajo, estaban en una cámara octogonal. Había cuatro asientos distribuídos entre cuatro de los lados mirando hacia la escalera central, más tres cajones que mientras estaban cerrados hacían la función de mesas. El octavo lado tenía una puerta, con un cartel que recordaba que por motivos de seguridad la puerta no se abriría salvo que la presión fuese idéntica en ambos lados.

Echaron un vistazo a los medidores de oxígeno en los brazaletes de sus trajes: la cápsula de salvamento en la que se encontraban no tenía aire. Estaba diseñada para entrar desde la cabina de pilotos. Para ello, se inyectaba aire de la Olympic Carrier en el compartimento apretando un botón fuera de la cápsula. Una vez igualada la presión en ambos lados de la puerta, ésta podía abrirse.

Aún así, había un modo de abrir la puerta desde dentro de la cápsula... ¡Rompiendo el cristal de la ventanuco de la puerta! Eso haría entrar el aire desde la cabina a la cápsula de salvamento, igualando la presión. Para evitar que el espacio succionase todo el aire, la escotilla del casco debía estar sellada. Es decir: para pasar de la cápsula a la cabina, debían cerrar la única vía de escape que podían usar para volver al exterior de la nave a arreglar el problema de la fuga de oxígeno en los camarotes de la zona Bussines. Estaban ante un punto de no retorno.

Notas de juego

Vuestro daño no letal disminuye en 1.

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07/12/2017, 11:37
Dido Isola

Durante el paseo me siento en paz. Es difícil de explicar… Como si aquí, en el vacío del Cosmos, las personas a las que quiero me acompañaran y me dieran aliento a seguir. Aquí no tengo miedo, no tengo miedo a nada.

Observo el caminar de Jonas como si fuera un guía que tira de mí. Si no fuera por él ahora me sentiría tentada a saltar y acabar con mi vida, no para dejar de sufrir -nada más lejos de eso- sino para unirme al ¿Vacío? al ¿Todo?... No se explicarlo, pero lo siento claro y cristalino.

Cuando bajamos y nos damos cuenta de que finalmente es una cosa o la otra se me ocurre la solución. Es lo que menos quiero hacer en el mundo, pero es lo que debe hacerse. Hablo por la radio del traje.

—Jonas, amigo ¡Llegó el momento de separarnos! Volveré al casco y cerraré yo la escotilla y entonces tú rompes el cristal y echas un vistazo a la cabina, yo veré qué puedo hacer con esos agujeros.

Me dispongo a subir de nuevo hacia la piel de esa ballena espacial que nos ha engullido en este viaje. Le sonrío enseñando casi todos mis dientes.

—Y no te pongas a toquetear los botones como un loco, a ver si vamos a salir volando de golpe.

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07/12/2017, 13:21
Jonas Gladstone

El "paseo" resultó ser una pequeña tortura y Jonas sudaba la gota gorda, siempre atento a dar pequeños pasos por miedo a despegarse del casco de la nave y salir despedido hacia el espacio. Sabía que Dido estaba allí y eso le daba confianza, pero no quería ponerla en el compromiso de tener que arriesgarse para salvarlo. Al final aquello duró casi una hora, aunque Jonas hubiera asegurado que habían pasado más tiempo allí fuera, llegó agotado a la escotilla.

-Debe ser esta.

Jonas asintió y ayudó a la chica a girar la rueda que la abría, se sintió importante durante unos minutos pudiendo ayudar en algo, pero ante la abertura que se metía en la nave sintió que no era suficiente, debía ser un caballero y ofrecerse a bajar antes por si había algún peligro.
Una vez en el lugar estuvieron observando y sopesando la situación, aquello podía ser complicado y era difícil tomar una solución. Finalmente Dido tuvo una gran idea, pero a Jonas le aterraba pensar que su "amuleto de la suerte" se iba a separar de él. Por supuesto no quería mostrarse débil y asintió.

-Es un gran plan, así nos cubriremos las espaldas. ¿Crees que los trajes seguirán comunicándose? ¿Cuanta distancia cubrirán las radios?

Suponía que en breve lo averiguarían. Miró a su alrededor para poner el claro lo que tenía que hacer cuando Dido lo dejara solo, estaba también preocupado por ella, iba a hacer algo peligroso y estaría sola.

-¿Estás segura de que quieres hacerlo? No va a ser fácil, yo se que puedes, pero si pasara algo... -Jonas se acercó con los brazos abiertos con la clara intención de darle un abrazo de despedida.- Cuídate mucho. Intentaré comunicarme por la radio, pero si deja de funcionar subiré a la escotilla y la golpearé cuando quiera salir. Y no, nada de tocar botones, espero que los pilotos estén bien, entonces solo tendremos que sacarlos, ellos sabrán como.

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08/12/2017, 13:32
Dido Isola

—Si los pilotos están muertos trata de contactar con la jefa. Porque toques algún botón tampoco pasa nada…

Mi sonrisa se hace más amplia. Es un gesto que no me gusta, porque creo que me deja cara de burro pero no lo puedo evitar.

—Seguro que desde allí te podrán guiar y podrás abrir las puertas desde dentro. Si es así tratad de hacedme una señal. Seguro que desde la nave también pueden comunicarse con mi traje.

Choco con cuidado el cristal de mi casco con el suyo. Me tienta hacerle un beso de baca o algo así pero por mucho que estire el cuello no podría llegar.

En lugar de eso respondo a su invitación a abrazarnos poniendo mis manos sobre sus hombros.

—Todo esto nos sobrepasa, Jonas.

Dejo de sonreir, se me saltan las lágrimas. Me pongo colorada. Aun así las palabras me salen solas, sin pensar.

—No tengo miedo a morir, no haciendo lo que estamos haciendo. No se por qué pero me siento bien. Nunca me había sentido tan bien. Quiero que sepas eso porque creo que eres la única persona en el mundo que se apenaría por mi muerte, y si eso pasa, no quiero que estés triste, sino orgulloso. Yo lo estaré si te ocurre a ti. ¿Quedamos en eso?

La última frase me sale en un hilillo de voz. Tengo un nudo en la garganta. Afirmo con la cabeza esperando su respuesta antes de irme sin mirar atrás.

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08/12/2017, 15:40
Jonas Gladstone

Jonas intentó tomar nota mental de todos los consejos que Dido le daba, era consciente de que ella era mucho más lista y que después no podría preguntarle.

-Espero que no estén muertos, no creo que duremos mucho en esta luna, si la nave puede volar deberíamos irnos y reunirnos con nuestra flota.

En algún lugar del universo la gran flota humana estaba dando su merecido a los Cylons y haciéndoles pagar lo que habían hecho. Después reconstruirían todo lo destruido y llorarían a sus muertos, de momento no podían permitirse ese lujo, debían ser fuertes y luchar, sobre todo no pensaba llorar delante de Dido, iba a pensar que era un nenaza.

-Lo tendré en cuenta como plan b, aunque espero no tener que necesitarlo. En cualquier caso si no consigo salir ya sabéis donde estoy.

Jonas sonrió intentando romper un poco la tensión del momento, estaba claro que ambos muchachos estaban muy afectados por todo lo que estaba pasando.
Entonces Dido se puso más seria de lo habitual y comenzó a hablar mientras la emoción la embargaba y las lágrimas corrían por sus mejillas. A Jonas se le hizo un nudo en la garganta, no quería verla así, no podía verla así. Hizo un esfuerzo para mantenerse lo más sereno posible pero las palabras de la chica terminaron por derrumbar todas las defensas como si fueran un castillo de naipes, él también comenzó a llorar y aunque se sentía desesperanzado se obligó a animar a su amiga, tenían que volver a verse, esa no podía ser la última vez que se veían.

-Creo que... se me ha metido algo en el ojo. -Intentó disimular y llevó la mano a la cara para limpiarse, pero el cristal del casco se lo impidió, su pequeña coartada quedó al descubierto. Carraspeó intentando aclarar la voz.- Claro que estaré orgulloso de ti Dido, eres la chica más valiente que he conocido nunca y no quiero perderte. No te pasará nada, saldremos de esta, ya verás. -Jonas dibujó una media sonrisa, no quería que la última imagen que Dido se podía llevar de él era la de un chico con un peluquín de oveja llorando.- Conocerte es lo mejor que me ha pasado en mucho tiempo, se como te sientes, a pesar de todo yo también me siento útil intentando ayudar a toda la gente de la nave. Cuídate.

Jonas hizo un gesto con la mano despidiéndose mientras la chica se alejaba, aunque esta no miró atrás. Estaba en sus manos volver a verla, solo tenía que sobrevivir, estaba seguro que ella lo conseguiría.
 

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09/12/2017, 11:46
1-Estado de los personajes

Dido volvió a subir la escalerilla y cerró la escotilla. Hicieron un intento de conectarse por la radio de sus trajes, pero el grosor del metal que les separaba era suficiente para bloquear la señal. Ahora tendrían que conseguir hacer la misión solos...

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09/12/2017, 11:50
1-Estado de los personajes

Jonas no llevaba encima nada para romper el cristal. Inspeccionó la cápsula. Las bandas de los cinturones de seguridad en los asientos eran anchas, y rematadas en un sistema hembra-macho... En dos de los tres arcones, al levantar la tapa, encontró provisiones: bolsas de plástico con agua y "galletitas" en paquetes de cartón que según indicaba la caja estaban hechos de una mezcla de carne, cereales y verduras comprimidas.

En el tercer arcón encontró lo bueno: la baliza, el aparato electrónico que lanzaba una señal al espacio para que otras naves pudiesen acudir a rescatar la cápsula de salvamento. Además, había un monitor, unos alicates, un destornillador y un libro de instrucciones.

El monitor emitía imágines sin sonido, explicando qué hacer en casos de emergencia. Básicamente, contaba que las bolsas de agua, una vez bebidas, debían usarse para mear en ellas. No había un método para recoger las caquitas, pero el vídeo explicaba que no era necesario, por las propiedades astringentes de las raciones de campaña. También recomendaba hablar poco, para gastar la menor cantidad posible de oxígeno, o cómo hacer en caso de que uno de los sujetos de la cápsula de salvamento tuviese un ataque de pánico... o una parada cardiorrespiratoria... o le saltase el hipo.

La parte más técnica llegó al final de la explicación, cuando el vídeo enseñaba unos conocimientos rudimentarios para encender la baliza manualmente en caso de que no se hubiera activado automáticamente en el lanzamiento. Ahí entraban los alicates y el destornillador. Con el destornillador se quitaba el panel de la baliza para verle las tripas por dentro. Con los alicates se tenían que pelar unos cables para luego hacer un puente y que la baliza se activase. Bajo el panel también había una palanca para expulsar "una porción pequeña de aire en caso de último recurso", de modo que la cápsula en el espacio tuviese cierto margen de maniobrabilidad para girar y alejarse de cinturones de asteroides y cosas así.

El vídeo volvió a empezar, repitiendo las mismas instrucciones de la vez anterior. Eso dió tiempo a Jonas de ver el librillo, pero era una versión en papel de lo mismo que contaba el monitor. Supuso que en caso de un fallo eléctrico, estaba bien tener el libro de instrucciones para suplir las explicaciones del vídeo, pero que normalmente leerlo en un monitor lo hacía un método de aprendizaje más cómodo y rápido que pasar las páginas.

A todo esto, Jonas no pudo probar las galletitas, porque para eso tendría que sacarse el casco, y en la cápsula todavía no había aire. Lo que sí funcionaba era la gravedad: cuando probó a abrir el tapón de rosca de una de las bolsas con agua, el agua no salió flotando en gotitas informes, sino que se quedó dentro del recipiente.

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09/12/2017, 12:27
1-Estado de los personajes

El lento paseo por el casco le permitió a Dido recuperarse un poco más de la tunda que le había metido la turba. El lado negativo con tanta ida y venida residía en el hecho de que había consumido un 37'5% del oxígeno que daba autonomía al traje. ¡Tenía que darse prisa!

Llegó al primer boquete en el casco de la Olympic Carrier. Fue coser y cantar. En los bordes del agujero, el metal del casco se había combado hacia dentro, y no había riesgos de que ningún borde afilado le rasgase el traje. Además, la gravedad artificial funcionaba en el interior del módulo.

En ese primer módulo había una cama amplia de matrimonio, una cápsula de salvamento rota que mostraba un interior como el que había visto antes de separarse de Jonas, una televisión de plasma de las caras y una maleta sin abrir bajo la mesa de un escritorio con ordenador. La puerta del baño estaba abierta, y su estado intacto, así que Dido pudo ver la lujosa porcelana, la bañera de hidromasaje y los grifos dorados. Si sus ocupantes estaban aquí en el momento del ataque, sus cuerpos habrían sido absorvidos al espacio durante la descompresión. Encontró sin problemas la rejilla de ventilación, cerca del suelo, al lado del baño, y giró la llave de paso que cerró la rejilla. Uno menos.

Volver a salir fue más complicado. Ahí la gravedad artificial y el exceso de M&M's en el culo jugaban en su contra. Pero subiéndose al escritorio y trepando logró estar de nuevo en el espacio exterior.

Caminando un poco más por la superficie del casco de la nave, encontró dos módulos adyacentes cuyo techo también había sido volado por los disparos Cylon. Cada uno tenía sus problemáticas...

El primero de ellos estaba destrozado. La moqueta había sido arrasada y se veían las tripas de tuercas y cables en lugar de un suelo. Chispas cortocircuitaban en varios puntos del área y amenazaban con electrocutar a cualquiera que se acercase demasiado. Un par de piezas se desprendieron y flotaron hasta salir por el agujero, dándole a entender a Dido que tendría que moverse mejor que en un partido de pirámide para evitar morir.

El segundo de los módulos tenía aristas peligrosas en el borde del boquete, que amenazaban con rasgar su traje si bajaba. En el suelo había el cadáver de un hombre, junto a la puerta. Se habría agarrado durante la descompresión y en sus últimos minutos se habría intentado arrastrar sin oxígeno para salir al pasillo, pero los sensores de seguridad no le permitieron abrir la puerta con su billete para evitar que el aire del corredor también se perdiese. Aún así, un billete de clase bussines era una recompensa interesante, ya que le daba acceso ilimitado a los ascensores (no como ahora, que dependían de un miembro de la tripulación para que les abriese las puertas).

Si Dido no lo veía claro, podía dejar esos módulos para el final e ir a inspeccionar otros agujeros en el casco más cercanos a popa.

Notas de juego

Recuperas otros 2 puntos de daño no letal. Te quedas en 4 puntos de daño no letal.

Módulo 1 - ventilación cerrada.

Módulo 2 - Tiradas de piruetas y equilibrio CD 15. Si pasas una de las tiradas o las dos, logras cerrar la ventilación de este módulo. Si fallas las dos tiradas, logras cerrar la ventilación igualmente, pero recibirías 1d6 de daño eléctrico al tratar de volver al casco.

Módulo 3 - Tirada de reflejos CD 10, o se te rasga el traje espacial al bajar y empiezas a perder oxígeno por el agujero.

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10/12/2017, 12:25
Jonas Gladstone

Cuando la compuerta metálica se cerró separándolo de Dido, Jonas se sintió muy solo. Ahora le pesaba no solo la ausencia de su amiga sino también la posible pérdida de sus familiares y amigos.
Se obligó a seguir con su misión, no podía ser egoísta y sabía que muchas personas dependían de lo que él pudiera conseguir allí. Volvió a cerrar la botella de agua, no quería desperdiciar ni una gota y además ahora no podía beberla con el casco puesto, tampoco comer alguna de aquellas apetitosas galletitas. Observó los vídeos y leyó el manual, estaba seguro que la cápsula de salvamento podría ser útil, pero antes debería consultarlo con los que sabían de esas cosas: los pilotos o la sobrecargo. Se hizo con los alicates y el destornillador y se acercó a la puerta, comenzó a golpear el cristal y el metal, no con intención de romperlo si no de comprobar si el ruido atraía la atención de gente viva al otro lado.

Notas de juego

Primero espero un par de minutos a ver si el ruido atrae a alguien. Si no es así volvemos a la primera intención: romper el cristal. Para ello intentaría usar el destornillador a modo de zincel y algo duro con lo que golpearlo contra el cristal.

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11/12/2017, 00:23
Dido Isola

Tras caminar un rato me detengo. Ahora estoy sola y alucino con las estrellas de un mundo diferente al mío. Aquí el cielo es un misterio y no conozco los nombres de las constelaciones visibles. Alpha todavía no ha salido y en la noche un montón de puntitos brillan, quizá alguno sea una nave Zylon que viene a liquidarnos, pero da igual. Esto es bonito a morir.

He perdido la cuenta del tiempo que me quedo pasmada. Por la reserva de oxígeno creo que es poco y me pongo las pilas.

Primero me meto en un agujero fácil. El módulo es lujoso como los de las películas. La imaginación se me dispara. Un baño caliente, una botella de champán y un agradecido Rudi Biante en la cama con sábanas grises. Je. Aquí dentro huelo mi propio sudor y apesto. Noquería al pobre Rudi sólo con acercarme a él. Necesito una ducha, si no muero, claro.

Me temo que Rudi Biante me está haciendo gastar más oxígeno de la cuenta así que me apresuro a salir hacia un segundo módulo y de pronto siento un latigazo eléctrico que me provoca un dolor sordo como si se me hubiera helado el tuétano de todos mis huesos y luego se hubiera roto en trocitos... pero eso ahora es lo de menos: salgo con todas las luces del traje parpadeando y ya en el exterior me quedo parada unos segundos rezando a ver si he roto el traje y estoy muerta o las dichosas lucecitas se quedan quietecitas y puedo ver el medidor de oxígeno y otros números que no entiendo.

Bien, parece que este traje es duro como el tractor de mi abuelo, así que sigo, dolorida, casi a rastras. Menos mal que nadie me ve porque debo dar un espectáculo de risa.

Aspiro fuerte y me lanzo al segundo agujero con la mala suerte de que una arista rasga mi traje.

—Mierda, mierda.

Balbuceo aunque sé que nadie me oye.

No tengo idea de por qué pero gasto unos segundos valiosísimos en agenciarme la tarjeta del pobre hombre que yace congelado como una estatua. Pienso que pronto estaré así y siento mi corazón latiendo fuerte.

—Mierda, mierda.

Aquí tiene que haber algo para tapar el agujero. Piensa, Dido, piensa.

Busco algo parecido a una nevera o un mueble bar, por si encuentro algún alimento liado en film transparente. Lo suyo sería un rollo de cinta adhesiva pero incluso una bolsa de plástico y algo pegajoso, como un licor dulce, podrían servir para ralentizar la fuga. O eso quiero creer.

Mierda, esto es ridículo. Pienso que hasta ahora Jonas ha sido mi amuleto de la suerte y me lo imagino dando piruetas como un conejo. Oh, amigo, espero que tengas más suerte que yo, aunque creo que podré cerrar algún agujero más antes de irme con los míos.

- Tiradas (5)

Motivo: Piruesta

Tirada: 1d20

Dificultad: 15+

Resultado: 4(+5)=9 (Fracaso)

Motivo: Equilibrio

Tirada: 1d20

Dificultad: 15+

Resultado: 6(+3)=9 (Fracaso)

Motivo: Daño eléctrico

Tirada: 1d6

Resultado: 2

Motivo: Reflejos

Tirada: 1d20

Dificultad: 10+

Resultado: 1(+2)=3 (Fracaso)

Motivo: Buscar

Tirada: 1d20

Resultado: 12

Notas de juego

He añadido una tirada de buscar, por si acaso. :-)

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12/12/2017, 10:54
1-Estado de los personajes

Los golpecitos no tuvieron respuesta, y nadie se acercó. Entonces Jonas empezó a martillear el mango del destornillador con la cabeza de los alicates, a modo de cincel, contra el ventanuco. Una grieta se formó, ramificándose por el cristal. La presión de la cabina hizo el resto, y el ventanuco estalló hacia el interior de la cápsula de salvamento. Un puñado de cristales voló hacia la cabeza de Jonas, obligándolo a agacharse. La integridad del traje espacial quedó a merced de los reflejos del muchacho1.

El aire se arremolinó durante un instante de confusión, invadiendo toda la cápsula alrededor del astronauta. Entonces escuchó el silbido tarareando una canción...

Fififiuuuu fiiiiuuuu, fififiuuuuu fiiiiiiuuuuu...

Tenía lógica que no lo escuchara antes, ya que en el vacío el sonido no tiene modo de propagarse. Pero los golpes en la puerta... ¿por qué la persona que silbaba no oyó a Jonas repicar en el ventanuco? O si le escuchó, ¿por qué no se acercó a ver? Jonas giró la manilla, y abrió la puerta de la cápsula. El compartimento al que daba la cápsula consistía en una mesa con cuatro sillas, con una encimera, una nevera y varias alacenas. Toda aquella cocina estaba en penumbras, con la única fuente de luz que llegaba por la puerta del pasillo...

Fififiuuuu fiiiiuuuu, fififiuuuuu fiiiiiiuuuuu...

Desde el umbral de la puerta de la cocina, Jonas pudo hubicarse. El pasillo transcurría transversalmente. A la izquierda, terminaba en una gran puerta de metal presurizada, con una rueda que girar para abrirla. A la derecha, se abría al espacio del puente de la nave, donde una larga cristalera mostraba el paisaje de Minos, y tres sillas espaciadas se repartían a lo largo de un panel de mandos. En el centro del puente había una aparatosa máquina que dificultaba a Jonas la visión, con un letrero que ponía:

Precaución: Motor FTL.
No acercarse mientras
se realiza un salto.

En frente de la puerta de la cocina estaba la puerta del dormitorio. Se veían dos camas... No literas, sino camas de verdad, como las que habría en una casa. Las dos camas tenían sus sábanas y mantas revueltas. De hecho, había alguien tumbado en la cama de la derecha, oculta bajo las mantas, dejando colgar un brazo por el borde del colchón.

Fififiuuuu fiiiiuuuu, fififiuuuuu fiiiiiiuuuuu...

Contigua a la puerta del dormitorio, más a la izquierda, estaba el baño, de donde provenían los silbidos. Toda la iluminación que le permitía a Jonas ver (salvo que apretase el interruptor de la luz de la cocina, o el que seguramente tendría el dormitorio si entraba en su interior) eran los halógenos del puente de mando, y la luz del baño. Por el ángulo, Jonas solo era capaz de ver una ducha.

Notas de juego

1Tirada de reflejos CD 12 para salvar la integridad del traje cuando los cristales del ventanuco salen hacia ti. Un fallo implica que uno de los cristales rasga el traje a la altura del hombro y otro choca contra el cristal de tu casco y lo agrieta, dejando el traje inútil para posteriores salidas al espacio.

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12/12/2017, 11:48
1-Estado de los personajes

La había cagado, pero bien. Había una cama de matrimonio, podía intentar registrar los bolsillos del hombre que tan generosamente le había donado su billete, cerrar la rejilla de ventilación para cumplir su misión, intenar buscar algo útil en el baño... Pero el subconsciente de Dido la traicionó, y el primer lugar que investigó fue la neverita. A simple vista no había nada útil...

-Un par de cervezas de importación en la puerta del frigorífico, con tapón metálico de rosca.

-Una botella de champán tumbada sobre el suelo del electrodoméstico.

-Una bandeja de quesos variados en el primer estante.

-Y en el segundo estante, un platito con una pirámide de bombones, o quizás trufas, y una nota, plegada en forma de prisma triangular con un mensaje bastante socarrón para aquel momento:

Bienvenido a la Olympic Carrier:
El Viaje que Todo el Mundo Debería Hacer Antes de Morir.

Y lo peor de todo era que Dido no podía comer nada por culpa del casco. Bueno... podría quitárselo un momentín, pero eso le haría perder mucho más aire del que se estaba yendo por el agujero del traje.

Finalmente se fijó en la cápsula de salvamento que dominaba un rincón del camarote. Había un letrerito que explicaba su uso:

1.Apretando el botón, una bomba succionaba el aire del camarote (que actualmente no había) y lo introducía en la cápsula.

2.Una vez igualada la presión del camarote con la de la cápsula, la puerta se desbloqueaba y podía abrirse. En este caso, al haber vacío tanto dentro como fuera de la cápsula, la puerta se habría sin problemas.

3.Diez segundos después de que se cerrase la puerta, la cápsula era lanzada al espacio automáticamente.

Aquella podía ser la última esperanza de Dido, si no lograba reparar el traje a tiempo: meterse en la cápsula y que el aire que perdiese el traje quedase dentro del habitáculo. Pero cuanto más tiempo dedicase a intentar reparar el traje, menos oxígeno tendría cuando recurriese a la cápsula. Echó un nuevo vistazo al medidor de oxígeno: 43% de oxígeno gastado, 57% de oxígeno en reserva.

Notas de juego

Cada asalto que transcurra te va a consumir 4 puntos porcentuales de la reserva de oxígeno (unos 20 minutos de vida). Si te metieses ahora en la cápsula, te quedarían 4 horas y media de vida; si te metieses dentro de 1 minuto (=10 asaltos), te quedaría oxígeno para hora y media. Ir de un camarote a otro caminando por el casco te va a llevar 2 asaltos.

Quedan tres rejillas de aire que cerrar (la de este camarote, y otras dos más). Puedes intentar ir a la desesperada a cumplir la misión, y encerrarte en la cápsula de salvamento del último camarote. O puedes seguir buscando para intentar reparar el traje. O puedes meterte ya en la cápsula de salvamento.

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12/12/2017, 17:21
Jonas Gladstone

El cristal cedió más fácilmente de lo que había pensado pues Jonas no había contado con que la presión del aire le ayudara, así que cuando estalló intentó agacharse para que los restos no impactaran contra su traje, si lo rompía no podría salir de allí y se quedaría atrapado. Lo consiguió gracias a unos buenos reflejos, tras lo que suspiró.

-Fiuuuuu, por poco...

Cuando por fin el aire llenó la estancia y la presión se igualó le llegó el sonido de un silbido, cosa que le sorprendió pues ya se había hecho a la idea de que quizás allí no hubiera nadie con vida. Jonas sonrió y avanzó contento de haber encontrado supervivientes.
Llegó a la cocina y observó la zona, desde allí más o menos pudo ubicar lo que tenía alrededor. Vio el puente con las grandes cristaleras que daban a la luna, un paisaje bastante desolado y también el motor FTL con su letrero de advertencia. Nunca había estado en el puente de una nave y estuvo tentado a entrar y echar un vistazo más a fondo, pero seguía escuchando los silbidos y eso era un recordatorio constante de la tarea que lo había llevado allí.
Llegó hasta la zona de las habitaciones, aquello parecía una pequeña casa, nada que ver con los asientos en los que había comenzado el viaje, aunque suponía que pilotar una nave de esa envergadura sería muy cansado y los pilotos tendrían que descansar lo mejor posible. Uno de ellos parecía que no lo había escuchado pues estaba durmiendo plácidamente, el otro metido en la ducha por lo que pudo comprobar, eso explicaba que nadie se hubiera acercado a la puerta. Quizás los pilotos ni siquiera esperaban que alguien fuera a rescatarlos, eso debía ser. Se pondrían tan contentos como Jonas seguramente, pero no quería asustarlos así que advirtió de su presencia mientras se quedaba en la entrada de la habitación.

-¡Hola! ¡Soy Jonas Gladstone, un pasajero de la nave! ¡Me envía la sobrecargo para rescatarlos!

- Tiradas (1)

Motivo: TS Reflejos

Tirada: 1d20

Dificultad: 12+

Resultado: 14(+3)=17 (Exito)

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14/12/2017, 12:00
Dido Isola

Miro el roto del traje con una sonrisa nerviosa. Incluso me veo tentada a hacer algo tan ridículo como pegar un trozo de queso grasoso sobre el agujero con la esperanza de que al salir al espacio el frío extremo lo congele y haga como de tapón pero decido no perder más tiempo.

Es muy fácil que muera en un puñado de minutos y decido que no puedo ponerme creativa habiendo tantas vidas en juego. Es una pena, soy muy joven, me doy un poco de pena de mí misma, pero prefiero que encuentren mi cadáver junto a una de las trampillas cerradas después de haber salvado a cientos que que encuentren mi cuerpo flotando en un camarote con un trozo de queso de cabra pegado en el traje.

Cierro la rejilla de este camarote y corro hacia los otros. Quizá, si hay mucha suerte, pueda llegar a la cápsula. Si no puede ser, me resigno a morir. Al fin y al cabo, los dioses me han dado la oportunidad de decidir cómo.

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14/12/2017, 16:20
Director

Fififiuuuu fiiiiuuuu, fififiuuuuu fiiiiiiuuuuu...

La persona que silbaba en el baño debía de ser sorda, o quizás le ignoraba deliberadamente. La persona que estaba en el dormitorio debía de estar muy dormida, o quizás muerta, porque las palabras de Jonas no la despertaron.

Notas de juego

mientras se quedaba en la entrada de la habitación.

No me quedó claro, ¿de qué habitación? He presupuesto que sigues en el umbral de la cocina-comedor.

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14/12/2017, 16:31
Director

Las cosas se normalizaron en el siguiente boquete: allí no hubo inconvenientes, ni contratiempos. Cerró la rejilla por la que la Olympic Carrier perdía aire. Ya solo quedaba un último esfuerzo...

Al darse la vuelta, vió un rostro.

Aquel hombre le miraba desde el interior de la cápsula de salvamento de ese camarote. Movió los labios, pero Dido no logró escucharle, y golpeó el ventanuco de la puerta de la cápsula con la palma de la mano, sin que eso produjese ningún ruido. El sonido no podía propagarse en el vacío, por eso no podía escucharle. Pero el pasajero del interior de la cápsula no era consciente, e intentaba llamar la atención de Dido para que viniese a rescatarle. ¿Pero qué podía hacer ella?

La cápsula estaba desencajada, pero el techo que había sobre ella estaba combado por los impactos de las naves cylon y no permitió la eyección. Seguramente este hombre intentó meterse en la cápsula durante el ataque "pirata", y los disparos alcanzaron el camarote al mismo tiempo que intentaba huir en una cápsula de salvamento. La puerta no se iba a abrir, pues tenía distinta presión en el interior y el exterior, y los sistemas de seguridad no lo permitirían. Y aunque lograra sacarlo de allí, el hombre no tenía un traje y no podía salir al espacio exterior.

Un escalofrío recorrió la espalda de Dido al pensar que aquel hombre estaba condenado a morirse en aquel ataúd...

Echó un nuevo vistazo al medidor de oxígeno: 59% de oxígeno gastado, 41% de oxígeno en reserva.

Notas de juego

Tirada de voluntad 1d20+0 CD 8. Si lo fallas quedas estremecida, con lo que tendrías un -2 a todas las tiradas. Si lo pasas, te libras de ese -2.


He contado 4 asaltos:

1-Cerrar rejilla y salir.

2 y 3-Moverse hasta el siguiente módulo agujereado.

4-Bajar y cerrar la rejilla.

Eso es -16% de oxígeno.

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14/12/2017, 18:57
Jonas Gladstone

Sus gritos de advertencia no parecían haber sido escuchados, quizás en parte porque seguía con el casco del traje puesto y eso había amortizado su voz. Antes de continuar y sabiendo que la atmósfera era correcta decidió quitárselo.

Pues si que están la mar de tranquilos. Y vaya como duerme... Quizás se quedó hasta tarde esperando un rescate o a comunicarse con el resto de la nave.

Bueno, podía ser que estuviera muerto pero el simple pensamiento hizo que al muchacho le recorriera un escalofrío. Prefería pensar que simplemente tenía un sueño profundo. El otro individuo estaba claro que entre sus silbidos y el agua que le caía de la ducha no se estaba enterando de anda.
Jonas avanzó un poco hacia el lugar donde estaban aquellas personas y ya sin casco aspiró profundamente para que su voz sonara lo más alta y clara posible pero sin dar un grito que los asustara.

-¡Hola! ¡Me llamo Jonas! ¡Me envía la sobrecargo a rescataros! ¿Hay alguien? ¿Estáis bien?

Así dicho quedaba muy heroico, aunque Jonas se sentía perdido. Desde la marcha de Dido habían vuelto todas sus inseguridades de adolescente. Para lo único que servía era para jugar a Pirámide y aquello no era un partido ni un entrenamiento....

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15/12/2017, 08:49
Dido Isola

Pongo mi mano en el cristal. Tengo un nudo en la garganta.

Muevo la cabeza a los lados “no” No te puedo ayudar. Digo despacio, por si es capaz de entender mis palabras por el movimiento de mis labios

—Lo siento.

No sé cuánta reserva de aire tendrá este pobre hombre pero dudo mucho que si sobrevivo tengamos medios para sacarlo de aquí con vida. Pienso que tendríamos que poder sacar el raptor y eso me lleva a pensar que igualmente, incluso en el caso de que consiga entrar en una última cámara, tampoco podrán rescatarme a tiempo.

Resignada a que muera sin poder hacer nada, resignada a morir yo misma. Subo en busca del último camarote, otra trampilla que cerrar y otra cápsula en la que, probablemente… morir.

- Tiradas (1)

Motivo: voluntad 1d20+0 CD 8

Tirada: 1d20

Dificultad: 8+

Resultado: 10 (Exito)

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17/12/2017, 12:25
Leoben Conoy

Al alinearse con la entrada del baño, el ángulo de visión de Jonas le permitió ver mejor el interior. La ducha estaba cerrada, y el ruido de agua corriente lo producía el grifo del lavabo. De espaldas a Jonas, un hombre se inclinaba sobre ese mismo lavabo, vestido solo de cintura para abajo. El torso desnudo era musculoso, y el pelo de su cogote era rubio. Cuando el hombre se reincorporó, la imagen de su rostro se reflejó en el espejo... ¡Y era igual a la del secuestrador asesinado por Dido en el corredor de mantenimiento!

Ya te escuché la primera vez. En cuanto termine de afeitarme, me ocuparé de ti. Fififiuuuu fiiiiuuuu, fififiuuuuu fiiiiiiuuuuu...

Tres golpes secos llamaron la atención de Jonas: el ruido de una navaja afilada en la mano del pirata, golpeando el borde del lavabo para sacudir el exceso de espuma de afeitar.