Partida Rol por web

Storm vio la escena y no pudo evitar gritar. Se puso las manos en el rostro con desesperación y trató de sobreponerse, pero aquello le recordó tener sus manos manchadas de sangre con la muerte de Arjimae y Storm tembló. La chica recibió los disparos y no pudo defenderse ni esquivarlos, estaba demasiado abrumada para hacerlo y solo lloraba.

Entonces, escuchó a Platinium y aún con el temor en su rostro y el asco en su garganta, Storm decidió tratar de combatir. Si bien sus técnicas no eran tan fuertes como otras, había algo en lo cual ella podía superar a las demás. Storm se concentró en aquello que su abuela le había enseñado y en la antigua instrucción que recibió en Hardak y para tratar de contrarrestar el ritual de la Titiritera, decidió expandir su energía positiva a todo su alrededor. Puede que este fuera el mundo de Titiritera, pero ella podía luchar de igual manera que la chica.

Juntó sus manos y comenzó a orar. Esto hizo que su cabello se elevara y una energía rodeó todo el lugar, aislando las energías negativas y alcanzando todo a su alrededor.

El cuerpo de Platinium se rodeó de energía, la cual hacía ondear su cabello despacio y siete de sus minions salieron de la tierra, formándose como soldados para ayudar en aquella batalla.

Titiritera no permitirá que escapen y es entonces cuando Grim parece crecer aún más y Titiritera comienza a entrar en el oso.

En ese momento, se despliega el campo de energía de Storm, el cual aleja a la Titiritera y a Grim, pero no será por mucho tiempo. Las marionetas de la Titiritera se esfumaron con esto y solo era cuestión de tiempo para que la chica lo atravesara porque esta barrera mágica no era igual de fuerte que en la tierra o en sus mundos. Al fin y al cabo, se encontraban en el mundo de la oscuridad.

Titiritera rió - Eso no les servirá por siempre. Este es mi mundo y aquí yo hago las reglas -.

Storm miró a Platinium porque estaba realmente dolorida por el golpe. Se estremeció un poco y luego miró a Platinium.

- Tenemos un poco de tiempo para pensar, Platinium. ¿Qué haremos? Podríamos atacarla con nuestras mejores técnicas, pero no sé si funcionará -.

Storm se concentra y comienza a girar a gran velocidad - ¡Remolino de hojas! - y entonces, una especie de tornado sale disparado hacia Titiritera y Grim, mientras Storm deja de girar.

- ¡Debemos pensar en un plan! -.

Platinium realmente no sabía muy bien que hacer, era cierto, era el mundo de titiritera y ella allí tenia ventaja, ya llevaban un rato luchando contra esas marionetas y parecía que por fin habían acabado con ellas, pero ahora tendrían que enfrentarse a la señora de aquel mundo. Era muy probable que no pudieran derrotarla tan fácilmente, así que mira a Storm y le dice:

Dudo mucho que podamos derrotarla con ataques normales… tiene que haber alguna forma de poder derrotarla, o mejor dicho, de salir de este mundo

Mira para todas partes, aún tenían un poco de tiempo para poder pensar en algo, por lo que mira por todas partes en busca de cualquier cosa que pueda ayudarlas, está segura que tiene que haber algo por allí.

El remolino llegó a Titiritera mientras se encontraba inmovilizada por el campo de fuerza. Grim gimió pero no se movió, seguía forcejeando mientras recibía el golpe de Storm.

Rió - Pronto se van a unir a mi colección, lo prometo - mientras tanto, las paredes parecían derretirse. Titiritera las miraba perpleja, pensando que estaba tan ocupada allí que estaba olvidando su entorno. Embellecerlo era parte de su trabajo. Al fin y al cabo era su casa.

- Conocerán a mis sirvientes y lo pagarán caro - rió con más fuerza mientras mermaba por un momento sus intentos de avanzar por unos segundos mientras descansaba para, segundos más tarde, seguir con su labor.

Mientras tanto, Platinium buscó por todo el lugar algo que pudiera servirle, pero podían ser los nervios u otra cosa lo que le impidió encontrar algo. Ese lugar estaba tan vacío como el corazón de su enemiga.

Storm pareció sorprenderse por un momento mientras unas solitarias lágrimas bajaban por sus mejillas.

- Lightning... No... - su voz se quebró y cubrió su rostro para llorar sin consuelo alguno.

- Todo esto... Es mi culpa... Si Arjimae estuviera aquí, las cosas estarían mejor - lloraba con fuerza al ver lo que había sucedido.

Platinium realmente no sabía muy bien que hacer, aquella situación estaba cansándole un poco, mira a su compañera y añade:

Creo que deberíamos concentrarnos en acabar con ella

Para después usar su rayo de energía purpura contra Titiritera

Escuchó a Platinium con algo de distancia, sentía un extraño eco en su cabeza, algo que no le permitía pensar bien.

- Lightning... Lightning ha muerto - las lágrimas bajaban una tras otra sin detenerse y con furia y determinación en su corazón, Lightning gritó para dejar que un impulso electromagnético se desplegara por todo el lugar con fiereza, llenando la habitación y haciendo que incluso Platinium tuviera que alejarse, mientras toda esa electricidad parecía acumularse en sus manos para salir disparada desde sus palmas en un rango de cono hacia todo su frente.

Titiritera aún permanecía inmóvil mientras el campo de Storm la retenía. Grim tampoco podía moverse, pero seguía recibiendo los ataques por su ama, protegiéndola del peligro. Entonces, el pulso de Storm llegó hasta ella, haciendo que el peluche monstruoso se estremeciera y parte de su cubierta afelpada se quemara, dejando rastros de humo al terminar, aunque seguía en pie protegiendo a su ama.

La Titiritera parecía no haber sentido el impacto, aunque no estaban seguras, solamente no habían escuchado un solo quejido de su parte. En cambio, rió - Lo pagarán caro... - lo dijo entre risas y con una voz susurrant y amenazadora.

Storm miró a Platinium con algo de cansancio en su rostro. Tantas técnicas parecían agotarla, y entonces se giró hacia su enemiga otra vez para exclamar - ¡Sal, Titiritera! ¡No te escondas tras ese peluche más! - los siervos de la chica parecían haber caído alrededor y solo quedaban contra la Titiritera y el malvado Grim, pero el hecho de que su enemiga se ocultara, hacía todo más difícil.

Esta vez, optó por un ataque físico, ya que debía guardar su energía. Con toda su fuerza, se dirigió hacia Grim para darle un puñetazo, pero vio que iba a fallar el primero, así que decidió reacomodarse y con una irrealidad propia solamente de la magia, dio un segundo golpe al pecho de Grim.

Platinium estaba bastante cansada de esa pelea, se le estaba haciendo realmente eterna, tras escuchar las palabras de su compañera, suspira y la imita, se dirige a dar una fuerte patada contra Grim

El puño de Storm golpeó a Grim, el cual lo recibió plenamente, sin poder defenderse. Mientras tanto, Titiritera se reía. Entonces, Platinium ataca y parece que Grim fue muy fuerte para el golpe de la dragona, ya que no lo sintió. No podían hacer mucho, estaban paralizados, pero pronto se liberarían.

Storm te miró preocupada. Quería que estuvieras bien y se sentía mal de no ser lo suficientemente fuerte en circunstancias así.

- Platinium, esta batalla nunca acabará. Debemos buscar una alternativa. ¿Qué tal si combinamos nuestros ataques? De esta manera, es posible que le ganemos cuando salga. El poder de la barrera está por extinguirse y... No quiero que volvamos a perder una batalla. No contra ella - señaló a la titánide con desdén.

El golpe que propino no era lo suficientemente fuerte, a fin de cuentas ella no era una luchadora fisica, tras el ataque escucha a su compañera y asiente mientras dice:

Bien, intentemoslo

Y se prepara para hacer el ataque conjunto

Titiritera salió haciendo un sonido entre húmedo y pegajoso del cuerpo de Grim, el cual había resistido los ataques hasta el momento. Los miró enojada y con una sonrisa aún más escalofriante mientras ponía sus manos en la tierra. De sus dedos, un líquido viscoso de color rojizo se desplegaba, casi parecía su propia sangre.

Tres figuras se desplegaron de allí, tomando forma, creciendo y pasando de ser una masa amorfa a volverse figuras físicas: los sirvientes de Titiritera.

Estos parecían listos para atacar y entonces, Titiritera habló – No saldrán de aquí con vida, ¡Morirán en mis manos otra vez! – entonces, el cuerpo de Titiritera parece cubrirse en llamas, mientras las llamas llegan al cuerpo de Grim y, a través de unos hilos que habían sido invisibles hasta el momento, a sus nuevos sirvientes.

Con un estallido, los cinco se dirigían hacia las guerreras a toda velocidad, momento en que Storm tomó la mano de Platinium y la dragona la recibió con fuerza. Sus miradas determinadas y su decisión les llevó a decidir qué hacer sin necesidad de tener que hablar más que eso.

Las alas de Platinium se extendieron y una energía de color violeta las llenó, haciendo que el lugar se llenara de brillo, mientras Storm comenzó a girar y causó un huracán que comenzó a llenarse de hojas. Platinium gritó y plumas de sus alas salieron disparadas a los sirvientes, mientras que el tornado que Storm había causado abandonaba su cuerpo y como si saliera de su corazón, se enfocó en Titiritera. Las plumas se mezclaron con este, haciendo que tomara una leve coloración violácea y con las agujas de plumas y hojas del poder de ambas guerreras, que aún tomadas de las manos, veían como su ataque conjunto alcanzaba a su enemigo.

Los sirvientes de Titiritera comenzaron a girar a toda velocidad creando un tornado de fuego que se le oponía a las guerreras y la colisión causó que el viento les halara hacia atrás, pero ninguno de los bandos cedería ante su rival. Las dos guerreras se sostuvieron más fuerte mientras ponían toda su energía en ello y Titiritera ardía con más fuerza, mostrando su verdadero poder. Entonces, Hikaru apretó la mano de Platinium y la miró, sonrió y le dijo – No quiero volver a separarme de ti -, a lo cual la dragona respondió – Ni yo – tal vez esa pequeña conversación fue suficiente, ya que la fuerza de su ataque creció al lograr sincronizarse a la perfección y su ataque comenzó a vencer a Titiritera haciéndola retroceder.

El fuego fue alcanzando sus manos mientras sus sirvientes eran abatidos por el tornado violeta, el cual Titiritera vio sorprendida. No quería morir, quería matarlas y hacerlas sus marionetas, como muchos de sus enemigos antes que ellas, pero las guerreras le habían ganado. La titánide pidió auxilio a la reina alegando lealtad, pero nada podría haber hecho la reina para salvarla. Aquel tornado morado acabó con ella, desintegrando su ser y con este, la dimensión.

Las dos guerreras, agotadas por haber consumido una gran cantidad de energía, no pudieron más que dejarse caer en el vacío infinito de aquella luz blanca que parecía eterna. No sabían si sobrevivirían, pero al menos estarían juntas esta vez.