-¿Sólo desearlo?
Animae se quedó pensando durante unos segundos y al ver que el tiempo corría sin darle oportunidad, volvió a desear ser humana. No le gustaría que sus compañeros o enemigos descubriesen su identidad, por o que una vez más revisó por si no había alguien espiando y después esperó a que su identidad humana apareciese en su lugar.
-Revisar aprovechando la mejoría de la vista y las habilidades menores de viento para saber si no hay alguien rondando
-Espero a que tu master indiques si volvió a la forma humana, es la primera vez que lo hago así que prefiero tu indicación :)
El sonido de las paredes hacía pensar que se demolerían pero, opuesto a ello, comenzaron a esconderse en el suelo, de la misma forma en que salieron en primer lugar. Entonces, desaparecieron dejando una enorme nube de humo en su camino.
Cuando esta se disipó, pudieron verse en pequeños grupos, pero con tres presencias que no estaban allí cuando el laberinto apareció: se trata de Chidori, Hikaru y Edwin. La primera estaba sola y confundida. Su ropa se veía algo sucia y su figura más delgada de lo que la recordaban; la segunda se encontraba en una situación similar pero se encontraba cerca de Edwin, quien parecía el más lastimado de los tres. Solo traía un pantalón bastante maltrecho y se encontraba lleno de moretones en el torso.
Se miraron entre ustedes y otro que parecía malherido era Jaycee, aunque la mirada taciturna de siempre lo acompañaba. Aimi parecía tener una herida en su cintura, cosa que hacía a todos preguntarse qué había sucedido durante ese tiempo donde el laberinto seguía de pie. Ahora, se miraban entre todos atónitos, mientras veían al presidente Kenta cubriendo a Koichi con su espalda, mientras el pobre se cubría en posición fetal. La chica de cabello azul tenía la cadena con una punta triangular que atravesaba la espalda del presidente. La chica tenía cara de pánico mientras dejaba caer la cadena paralizada.
-[color=#191970] ¿Qué... Qué es esto? ¡No! ¡No! ¡Desaparece![/color] - se cogía la cabeza en un estado casi demencial mientras Yuuko, la cual se encontraba con Naoko, corría hacia Kenta y el mismo Koichi reaccionaba en gritos. ¿Qué había pasado?
La chica de cabello azul se desvanece pero sus gritos aún resuenan en sus mentes. El presidente Kenta se desploma en brazos de Koichi mientras este trata de recibirlo pero no puede. Una gran cantidad de sangre cubre su espalda. Parece inconsciente y no reacciona.
Como la última vez, los paramédicos llegan a auxiliar a los heridos con rapidez, revisando a todos los estudiantes, aunque podían notar algo de reserva en sus rostros. Parecían algo aterrados de tener que verlos nuevamente y más de todo el revuelo que se había formado antes.
Les dejo para que hagan un último post narrativo para hacer el cierre del capítulo n.n.
Niego con la cabeza ante la pregunta de Reimu, haciendo entender que no tengo ni idea de primeros auxilios, pero las heridas no me parecían tan graves.
- Yo sólo me encontré con Moriyama-san. -respondo, como ausente.
Me hallaba en una lucha interna entre darle una bofetada a Edwin o no, cuando de repente los muros se desvanecieron casi como una ilusión. Miro alrededor, localizando en primer lugar a Jaycee y Aimi, que me preocuparon en seguida, pero aún peor fue cuando mi vista siguió su curso en busca de más gente. Fue como si mi corazón se detuviese en mitad de un latido, parándose el tiempo, al ver cómo una muchacha de pelo azul había atravesado la espalda de Kenta, que al parecer había defendido al muchacho de la cámara de fotos del día inaugural, y había recibido una grave herida por ello.
La escena se volvió casi irreal y me abalancé enseguida contra la chica que sostenía la cadena, pero aún siendo la primera en reaccionar tras el shock, no la alcancé antes de que desapareciese.
- Mierda... -susurré al llegar al límite de la cadena.
Con lágrimas de frustración y preocupación en los ojos, sin que llegaran a desbordarse, me dejo caer de rodillas justo donde la chica de pelo azul había estado, con la mano derecha convertida en un puño hasta volver los nudillos blancos y la mano izquierda tapando la boca para tratar de contener el llanto.
Las palabras que habían dicho no dejaban de sonar en mi mente, atrayendo un fatídico pensamiento: ¿Le habrá pasado lo mismo que a mí?
Chidori se encuentra un poco sorprendida cuando ve donde se encuentra, la chica de ojos rojos mira a su alrededor y ve a la chica de pelo azul que había clavado unas cadenas en la espalda de un chico que tenia la espalda ensangrentada, pero pronto llegan los servicios de emergencia para tratarlo, durante todo el tiempo se había quedado de pie observando el lugar y la escena, realmente aquello era extraño y se sentía aun un poco mareada y aturdida.
Cuando los sanitarios la examinan agradece con una leve inclinación de cabeza y seria comienza a caminar hacia el exterior, sabe que nadie se va a interesar por ella, por lo que ella no se interesa por nadie, así que simplemente camina hacia el exterior con paso tranquilo y mirada seria
Katherine mira a su compañera, Aimi* y en su rostro estaba la sombra de una sonrisa, pero ya no había nada que indicase tal gesto cuando vio la gravedad de la situación. La pelinegra abrió los ojos desmesuradamente y se llevó una mano a la boca al percatarse que tres de los cuatro desaparecidos de su clase estaban ahí y parecían haberlo pasado bastante mal. ¿Dónde habían estado todo este tiempo? No obstante, no llegó a formular bien esa pregunta en su mente cuando se percató de la herida mortal del presidente Kenta. Sin pensarlo se fue corriendo hacia él mientras observaba a los demás por si tenían heridas de atención y parecía ser que solo Aimi y Jaycee eran los que tenían heridas recientes.
La joven miró a ambos, dedicándole unos segundos más al chico; mas se enfocó en ver si podía hacer algo por el presidente mientras llegaba la ayuda.
-What happened?-preguntó en inglés, sin siquiera percatarse que se expresó en ese idioma.
No sabía qué hacer, así que trató de dar atenciones básicas sin moverlo mucho para evitar desangrado. Su rostro, a pesar de la apariencia atractiva, estaba oscurecida por todo lo que ocurrió y ahora no tenía esa mirada triste como la vez pasada; sino una que rozaba entre la determinación y la frustración.
Cuando llegaron los paramédicos, inmediatamente se negó y se hizo a un lado. En estos momentos ella no buscaba la atención y al percatarse que todo el grupo lo era por el recelo de quienes llegaban, Katherine trató de apartarse de toda la aglomeración. Se acercó primero a Hikaru, Edwin y Chidori con un gesto sereno y a cada uno les dijo que era bueno que hubiesen regresado, además de explicar que estaban en todo su derecho en negarse a contestar cualquier pregunta hasta que estuviesen bien; después fue con Naoko, Kasumi y Aimi para expresarles a cada una que le alegraba que estuviesen bien y rectificar por sí misma que la herida de Aimi no fuese grave; antes de que se fueran Mamoru, Irisu y Reimu, de igual manera a cada quien verificó que estuviesen sin heridas o con alguna secuela; luego se dirigió a Koichi, Yuuko y Kuroryuu también para saber cómo se encontraban, además de pedirle a Kuroryuu si podía hablar con ella y a Yuuko que si le podía avisar cuando podría visitar a Kenta en el hospital y que si podía avisar de su situación de salud.
Al último, buscó con la mirada a la maestra sustituta y mientras tanto se encaminó hacia Jaycee con una sonrisa cansada. Dejó escapar un suspiro y se puso a examinarlo.
-Un día... agitado. ¿No crees?
*La master no dijo que estábamos juntas, pero sí n_n
Espera, Chidori D:! Katherine fue contigo xD!
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Perdonen post largo, como era el último quise hacer varias cosas. Espero y no se molesten.
Había sido un día asqueroso de principio al fin, cosa que ya debería haber pensado desde bien temprano. Quizás no había sido tan buena idea volver a clase.
La escena de la peliazul ni siquiera me pillo por sorpresa, se estaba volviendo algo habitual. Miraba a los allí presentes y tenía la sensación de que todos y cada uno guardaban un secreto. Y que los tres desaparecidos hubieran regresado solo levantaba más preguntas. Miré como Maki-san se marchaba, no parecía demasiado interesada en contarnos donde demonios se había metido, pero vaya si me lo acabaría contando.
Mi mirada estaba cansada, me sentía un inútil y estaba cabreado conmigo mismo y con la situación en si. Había dejado que los paramédicos revisaran mis heridas mientras observaba como Tempus-san se preocupaba por todos y cada uno. Aquello parecía salirle tan natural... No sabía por que pero me quedaba embobado mirándola.
Entonces me giré hacia Kuroryuu-san, y mi mirada recuperó un tanto de frialdad y dureza.
-Tenemos que hablar... todos...- Me limité a decirle suponiendo que me comprendía.
Después me dediqué a observar en silencio a mis compañeros intentando imaginar por lo que habrían pasado cada uno. Hasta que entonces se acercó Tempus-san a mi, y aquello hizo que me sonrojara desviando la mirada. No sabía por que se preocupaba tanto por los demás, y mucho menos por mi, aunque no podía negar que aquello me gustaba...
-¿Eh?... Si... de lo más agitado...- Me limité a responder con la cabeza gacha y rascándome la nuca. Estuve unos segundos en silencio, pero finalmente permití salir a lo que me rondaba por la cabeza.- Deberías tener mucho cuidado Tempus-san... ¿Tú... estás bien...?
Al menos ella no parecía haber sido herida, lo cual hacía que aquel día no fuera tan apestoso...
La vise presidenta ayudo en lo que pudo pero igual que la última vez casi se tira al suelo una vez que vio a todos a salvo. Aunque le hubiera gustado que estuvieran sanos.
En su atareo creyó escuchar a Reimu Hakurei, o algún otro compañero.
Pero estaba exhausta.
¿Cuántas veces tengo que enfrentar a estas cosas?
Se preguntó en voz alta recordando a la chica que desapareció, estaba segura de que era la misma que había enfrentado con Reimu, Mamoru y Katherine.
Termino dejándose atender por los paramédicos.
Solo se limitó a asentir a sus compañeros cuando estos le hablaban, y antes de retirarse miro a todos lados buscando a alguien.
Nos volveremos a ver…
Yo solo me quedé viendo todo y a todas en silencio... tratando de digerir todo lo que acaba de vivir... era todo muy extraño... solo miré a Kenta unos momentos... -Kenta-kun...- no sabía que pensar o que sentir... o que creer al respecto, los siguientes días serían difíciles para mi... me quedé a asistir como voluntaria a los en lo pudiera, yo estaba bien, pero los demás no tanto... -zorros que hablan, mundos oniricos... estoy chalada...- mascullé para mi...
http://images5.fanpop.com/image/photos/28200000/Cu...
-Estoy bien Kathy Gracias...- dije a Katherine con una amable sonrisa y estuve con ella ayudándole el resto del tiempo...
Shiro miró a Jaycee cuando este le habló y asintió despacio cuando vio la escena de Kenta. Se disponía a ir hacia él pero algo la detuvo, aunque no sabían qué. Se giró hacia su compañero pero al verlo con Katherine, simplemente se fue a ayudar a cargar a Kenta hacia una camilla. No dijo nada más, no habló, solo ayudaba mientras Yuuko lloraba al lado del presidente. Era la primera vez que se le veía tan afectada.
Tirada oculta
Motivo: Mente
Tirada: 2d6
Resultado: 3
Parece que todo por fin había acabado, que aquel laberinto por fin había desaparecido. Suspiro de alivio y cuando ya estaba relajada, fue cuando reparó en su herida. Dibujó una pequeña mueca de dolor, no era tan grave, seguro que en poco volvería a estar bien.
Entonces miró a su alrededor y un escalofrío recorrió su espalda. Aquella chica peliazul y ese grito que aún resonaba en sus oído. Pero la imagen del presidente... abrió mucho los ojos, estaba horrorizada ¿cómo había sucedido esto? No se había ni percatado de que los paramedicos iba a atenderle. Frunció los labios, no podía hacer nada salvo esperar que se recuperase él y los demás compañeros, como Jaycee.
Al verificar que la herida de Jaycee no era tan grave y que Naoko estaba con ella, Katherine dejó escapar un suspiro y miró con tristeza cómo se llevaban a Kenta y a Yuuko llorar.
-Estoy bien, Jaycee... pero...
Una pequeña lágrima brotó de su ojo y y se lo limpió, pues no se percató de eso. Se podía ver cómo su mano se cerraba en puño, dejando ver cierta frustración. ¿Habría hecho algo de diferencia que ella o alguien más hubiese estado ahí?
-¿Saben?-preguntó en voz baja y un poco quebrada a Naoko y Jaycee sin verlos-. Koichi me contó que la vez pasada, una chica de cabellos blancos y armadura lo curó de las heridas provocadas por los zorros. ¿Creen que si ella estuviera aquí... ayudaría a nuestro presidente?
Se llevó una mano a su boca y su nariz comenzó a picarle. Se limpió el rostro con las mangas y bajó su mirada.
-This is not fair...
Contesto porque la master me dio permiso :)
Mamoru no tenia idea de que estaba pasando, primero estaba dibujando un mural egipcio y luego todo se puso de cabeza. Se encontraba perdido en un laberinto infinito y para peor lo ataco una sexy dominatrix con un latigo que queria su alma, iba a flipar seguramente sino fuera por que lo salvaron esas extrañas mujeres con alas y cuernos en la frente-Un momento, creo que uno era un hombre- Ahora el laberinto se habia desmoronado y los desaparecidos habian vuelto con el, eso hubiera alegrado a Mamoru sino fuera por el verdadero presidente fue herido de gravedad por la misma chica de cabello azul de antes que desaparecio unos instantes despues, esto hizo que el chico olvidara sus desgracias y fuera a ver en que podia ayudar.
No hubo mucho que pudiera hacer, otra chica estaba con el presidente y velaba por el como si fuera su novia o algo parecido. Luego llegaron los paramedicos los cuales los revisaron, Mamoru se dejo revisar pero sabia que no era necesario, el aparte de unos raspones y callos en los pies por excesivo caminar no tenia nada. Reviso por ahí para ver si sus conocidas Katherine e Irisu estaban bien y si lo estaban, Katherine vino rapidamente a verlo lo cual lo alegro, daba gusto verla sana y salva, la abrazo amistosamente en señal de preocupación y le dijo:
-Que bueno que estas bien Katherine-san, estaba muy preocupado, me alegra que no te pasara nada-dijo mientras sus ojos rayaban al borde de las lagrimas.
Trato de acercarse a Irisu para verla, pero entre los paramedicos y que ella estaba ocupada con su deber hacia su presidente el no pudo acercarse, solo pudo gritarle en medio de toda la confusión:
-¡¡¡¡Irisu-san, Irisu-san!!!!, ¡¡¡¿Puedes oirme?!!!
Parecia que la presidenta no podia oirlo, frustrado Mamoru se alejo esperando que pudiera hablar con ella en otro momento. De pronto se acordo de sus compañeros de grupo con los que estaba Jaycee y Shiro, tenia que ver como estaban, pero cuando intento hablar con ellos vio que Jaycee tenia un animo terrible y que no queria hablar con nadie y Shiro parecia destrozada por lo ocurrido. Queria hablar con ellos pero parecia no ser el momento, entonces se le ocurrio una idea, saco su pluma y en su libreta de dibujo se puso a escribir algo, luego arranco unos trozos y fue hacia Jaycee al que le dijo:
-Jaycee-san, yo se que no es un buen momento, pero si quieres hablar con alguien del asunto de hoy aqui esta mi numero e Email-Dicho esto le da un trozo de papel con los datos.
Luego fue hacia Shiro y antes de que se fuera con el presidente que iba en la camilla le dijo:
-Shiro-san, se que apenas nos conocemos y todo, pero si quieres hablar con alguien de lo que paso, puedes hablar conmigo, si quieres te doy mi numero de Movil e Email-dice para seguido darle un papel con los datos.
Hecho esto Mamoru iba a recojer sus cosas e irse en silencio, pero noto que una chica de cabello castaño claro y gesto indiferente en su cara que se iba a toda prisa habia dejado caer su libreta de dibujo, la recogio y fue tras ella, cuando la alcanzo le dijo algo cansado:
-(jadeando cansadamente)Disculpa, ¿esto es tuyo?-Dice para despues entregarle la libreta-Eso es todo, disculpa las molestias.
Terminada la faena tomo su mochila y salio del museo en silencio, sabia que nadie notaria su presencia y mas que nada no queria causarle problemas a los demas con el estorbando en el lugar.
Dentro de la libreta de dibujo hay una nota que dice:
-Se que no se tu nombre pero a petición de "ella" te dejo mi numero de Movil e Email para ponernos en contacto......-Luego la escritura cambia a una mas bizarra y siniestra que por algún motivo puedes leer-Tenemos mucho de hablar platinum, nos debes a todos una explicación, en especial a la Gran Sacerdotisa. Nuestro padre se sentiria muy herido si descubriera que uno de sus hijos actuara a sus espaldas.
Los paramédicos se llevaron a Kenta y Edwin al hospital a pesar de las reservas que sentían, hicieron los primeros auxilios a Jaycee y Aimi para asegurarse de tratar bien sus heridas. Debían consultar con un doctor al día siguiente, recomendaciones médicas. Los demás alumnos fueron dejados en libertad después de un examen físico, pero los encargados del museo no los dejaron salir, órdenes de la directora del instituto.
Cuando la directora apareció, parecía muy preocupada pero se tranquilizó al ver que todos se encontraban bien, o al menos en mejores condiciones que la vez anterior. Entonces los miró y dijo - La profesora Setsuna ha desaparecido y no hemos podido encontrarla. Espero poder hacerlo pronto. De todos modos, sus padres se enteraron del accidente y los están esperando afuera - dijo y suspiró.
- Algo más, chicos. Los espero en clase. La profesora Natsume ha aparecido, está en el hospital pero parece no tener ningún tipo de herida, solo no recuerda nada de lo que le sucedió y está bastante desorientada. Esperemos que se encuentre bien - la angustia en su voz era notable y con estas palabras, dejó que se marcharan a casa.
-- FIN DEL CAPÍTULO 2 --