Partida Rol por web

Limbo. Era la única palabra que podías utilizar para describir el lugar donde te encontrabas, ya que no era Andelivian, ni Hardak, ni Kal'Ahd, pero sabías que era un lugar mágico pues sentías la magia en el ambiente.

Dudabas de caminar, pero entonces viste la figura de una mujer de cabellos blancos y postura elegante junto a un zorro en lo que parecía un acantilado. Al acercártele, pudiste ver que no se trataba de un acantilado, si no de una isla que flotaba en el cielo.

Te sobresaltaste y la figura se giró. Al momento de hacerlo, pudiste ver que se trataba de la Reina de Cristal y el zorro blanco era Arjimae. Ambos parecían disfrutar del paisaje.

La reina te miró con una mezcla de tristeza y alegría, dijo - No esperaba verte tan pronto aquí, Lightning. Bienvenida - sonrió y Arjimae se giró hacia ti, como si no diera crédito a lo que veían sus ojos.

- Pero, ¿Cómo? ¿Qué ha sucedido? ¿Las demás están bien? ¿Y Mariko? - parecía que el guardián realmente estaba incomunicado.

- Pareces un cachorro, Arjimae - espetó la reina -. La chica acaba de llegar, no la asustes antes de que se habitúe - casi era increíble que fuera ella, pero aún inspiraba un gran respeto.

Miré a mi alrededor, el lugar, a pesar de la melancolía que me producía, también hacía que me sintiera en paz como hacía mucho que no me sentía. Dubitativa, permanecí mirando a todas partes con una tranquila mirada. Fue entonces cuando vi la figura junto al zorro. Mi sobresalto fue grande cuando se volvieron y pude ver que eran mi Reina y Arjimae.

Las preguntas y las bienvenidas volaron antes de que pudiera hacer o decir nada. ¿Cómo era que estaban allí? Claro, yo también estaba muerta. Rápidamente, me arrodillé frente a ellos y bajé la cabeza.

- Me alegro de veros, mi Reina, Arjimae - me mordí el labio y seguí con profunda pena - lo siento, os fallé, fui derrotada por Enola al intentar llegar hasta la Reina Oscura. Las demás estaban bien la última vez que estuve con ellas, aunque temo por Nereida, la dejé enfrentándose a la titánide y sus subordinadas. 

Sus movimientos eran gráciles y solemnes, igual que antaño, y su elegancia impecable. Se puso de pie y te sonrió con ternura - Fue mi error el haberlas metido en todos estos problemas, Lightning. Tú has luchado valientemente y siempre de la mejor manera posible y nada de esto es tu culpa - entonces, le dijo.

- Nereida debe estar bien, puedo sentirlo. Por ahora, acomódate. El nuevo ciclo se acerca y debemos estar listos para él, aunque Arjimae no parece muy listo todavía - rió suavemente y se giró hacia el zorro, quien parecía triste.

- Sé que es difícil para él, ya que murió al haber recuperado a su hermana, pero se acostumbrará - entonces, te comenzó a guiar y pudiste ver que no se veía el suelo, pues estaban tan arriba que solo podías ver nubes.

- ¿Qué crees que es este lugar, Lightning? -.

- No, mi Reina, no es vuestra culpa, no había otra elección más que ir - negué con la cabeza mientras me levantaba, pero la sonreí dulcemente. La Reina de Cristal no había cambiado, seguía siendo tan gentil, elegante e imponente como la recordaba.

Se pudo escuchar un leve suspiro de alivio. Me alegré de que Nereida se encontrara bien, eso significaba que había conseguido sobrevivir a Enola y puede que incluso la hubiera derrotado. Había una esperanza - me alegráis el corazón, majestad - miré hacia el cielo de aquel lugar, como si quisiera ver algo que no podía ver - espero que todas estén bien y triunfen en nuestro cometido. Estaré preparada para lo que tenga que venir.

Al escuchar la pregunta de la Reina, miré alrededor y me quedé algo pensativa.

- Parece una especie de lugar al que van los nuestros cuando han sido derrotados o han muerto, un lugar de paso al que van nuestras almas a la espera de algo, pues no parece un lugar de descanso eterno. 

La reina sonrió - Chica lista - dijo tranquilamente.

- Este lugar no quiere decir que hayas muerto, Lightning. Este lugar es lo último que queda de Andelivian, un plano paralelo a Andelivian donde solo puedes acceder cuando has muerto, pero también es una decisión, puedes elegir quedarte. Encontrarás que hay personas felices de verte -.

Miré el lugar, ahora entendía porqué se me había hecho tan nostálgica. El lugar estaba impregnado de recuerdos.

- Pero si me quedo, ¿qué ocurrirá con mis compañeras? ¿Con nuestro nuevo mundo? - ardía en deseos de volver a encontrarme con los míos, mi familia, mis amigos, mi amor perdido... pero no podía ser egoísta mientras mis compañeras luchaban a muerte por nuestro mundo y por nuestro futuro - si decido no quedarme, ¿a dónde voy a ir? ¿Podré volver?

- Tus compañeras seguirán luchando. Tal vez logren salir vivas de ello, tal vez pierdan y vengan aquí, pero eso es algo que desconocerás por el momento - te miró con algo de inquietud mientras observa a Arjimae, el cual parece no quedarse quieto.

- Para ser el guardián más sabio, estás impaciente - le dijo la reina a su guardián.

- Mi señora, el hecho de que una de nuestras guerreras esté aquí es una mala señal y lo sabe - la reina pareció cambiar su semblante y te miró.

- Por ahora no puedes volver, Lightning. Tu cuerpo y tu verdadera esencia han sido consumidos por la oscuridad. En este momento, sirves a una de las titánides. Podrás volver cuando aquel lazo se rompa -.

- No... - me horrorizaba la idea de que Enola pudiera controlar mi cuerpo para hacer daño a mis compañeras y no poder hacer nada para solucionarlo.

Apesadumbrada miré al cielo de aquel lugar y extendí la mano hacia ella como si pudiera tocarlo, como si quisiera mandar algo al otro lado con mis manos.

- Compañeras... aguantad, no muráis, por favor.... que permaneced unidas y a salvo.

Arjimae suspiró y dijo - Hook está muy triste. No puedo imaginar lo que dirá al ver a esa Lightning malvada que está al servicio de Enola - mostró sus dientes y luego miró a la reina, la cual asintió.

- Alguien más se acerca - dijo el zorro serio y algo enojado.

Hook... me apenaba pensar en mi pequeño perrito y no poder hacer nada para ayudarlo. Sólo me quedaba esperar.

Me alarmé ante las palabras de Arjimae, no auguraba nada bueno - ¿quieres decir que alguien más ha muerto? Espero que no, porque eso significaría que mis compañeras están en apuros y la oscuridad está venciendo.

Tras acostumbrarte un poco más, viste que había alguien con ellos, se trataba de Lightning, la guerrera de Andelivian.

La Reina te miró y dijo - Cursed Dawn, bienvenida - se puso de pie y Arjimae hincó la cabeza para luego caminar hacia ti en su forma de zorro.

- Antes quisiera disculparme y aunque sé que he hecho lo imperdonable, al menos te pido que perdones a mis guerreras - el dolor era palpable en su rostro -, ya que ellas solo siguieron mis indicaciones -.

Arjimae miró a Cursed Dawn y luego a Lightning - Hemos perdido a dos valientes guerreras. Esperemos que este lugar no se llene -.

No sabía, no sabia nada, sólo iba por el sendero que le era indicado por el destino. Para Dawn la muerte le era conocida mas para Mamoru era una experiencia aterradora, es como si el calor de su cuerpo lo hubiera dejado, estaba frío, carente de vida, pero estaba consciente ¿Que estaba pasando?.

Cuando la dragona pudo moverse a libertad se vio en un jardín idílico, era tranquilo y la luz del sol reconfortaba su frío semblante, llenándolo de calidez.

-¿Donde estoy? Este no es vacío sin fin a donde fui enviada la anterior vez que morí.

Iba a insistir cuando viera a la reina de la luz en Aldelivian, no estaba sola pues estaba con el su guardián, otrora el presidente del consejo estudiantil. Al ver a ambos solo le quedó clara una cosa: debían estar en una especie de limbo, entre la muerte y el mas allá.

Aunque la recién llegada no era una de mis compañeras, igualmente me produjo una sensación de tristeza, pues también era una compañera de lucha. Además, si Cursed Dawn estaba allí, quería decir que los titanes seguían su camino de destrucción y no habían sido detenidos. 

- Es un mundo alternativo, o algo parecido, donde van las almas de las guerreras derrotadas, y por lo que veo también el de los dragones - respondí tranquilamente - ¿qué te ha ocurrido? ¿Qué es lo que está ocurriendo arriba?

- Es cierto - dijo Arjimae.

- Este es un espacio que la reina ha usado para monitorearnos a la distancia y, cuando esto termine, tendremos que partir. Aquellos que vuelvan, seguirán su misión, los demás continuaremos -.

- Además - intervino la reina -, todos aquellos que has perdido se encuentran aquí. Llegará el momento de decidir si quedarte con ellos o volver. Es un mundo inestable. Espero que nadie más llegue -.

- Bienvenida de nuevo, Lightning. Al parecer, eres libre de esa maldición. Ahora puedes descansar y lamento que tu vida haya sido tan corta - miró a Storm Angel y a Aberrant con sorpresa.

- Aberrant, eres parte de nosotros ahora, si deseas aceptarlo - la miró con cariño y compasión. Ella conocía toda la historia de la titánide y parecía aceptarla. Su aura era bondadosa, casi como la de una madre.

Arjimae se acercó lentamente a Storm y le sonrió - Comprendo tu dolor y no te culpo, Storm. También fue mi culpa por no prevenirlo cuando volviste de Kal'Ahd. De verdad lo lamento - hizo una reverencia y volvió al lado de su reina.

- Este lugar es temporal y se está desmoronando. Se acerca la hora de partir. Por ahora, podemos observar a nuestros amigos mientras libran las últimas batallas -.

Arjimae miró a otra titánide acercarse y se veía algo sorprendido. Aberrant no había dicho nada desde que llegó

- Enola, no pensé verte por aquí. Tal vez este sea el mundo originario, el mundo que conecta a nuestros tres mundos. Incluso para una titánide como tú, no hay poder ni violencia en este lugar, solo podemos observar - señaló hacia abajo y pudiste ver la batalla que se libraba contra Scarlet Bat. Solo estaban Nereida, Ilify, Animae y Platinium enfrentándose a Dark Eclipse y a Scarlet.

Enola miro todo con una cansada frustración y una creciente nostalgia, los sentimientos de la batalla se borraban lento como las pocas llamas que se aferran a lo ultimo de un pedazo de madera.

-Entonces… ¿Eso es todo?

Pregunto a la única persona que la veía, en su voz había frustración por tres cosas.

Primero, no alcanzo a despedirse de sus padres de la tierra, esperaba que no estuvieran tristes por su desaparición y lamentaba no haber podido pasar mas tiempo con ellos.

Suspiro, cansada y se acercó al bode para ver.

Segundo, la venganza de su familia por su padre muerto como titan quedaba inconclusa, sospecho que la guerrera del arco tenia algo que ver… pero ya no era importante, tal vez podría ver a su familia aquí…

Sin miedo a las alturas, se sentó en el borde dejando que sus largas piernas jugasen en un vacío. Mirar esa batalla la hiso querer participar, del lado que fuese.

Tercero y de gran importancia, había hecho una promesa de amor, ella quería un príncipe, un chico que fuese su caballero andante, no para rescatarla, sino para estar con el. Pero se enamoro de una guerrera mágica… Lety o Aberrant. Incluso se prometieron al terminar la batalla… eso era lo que mas carcomía su ser, lo que apagaba el fuego de su corazón. Y su despedida… había dejado tantas cosas pendientes…

Mordió sus labios tratando de aferrarse a su voluntad como titan.

Pero aun así dolía, para sus dos partes, la humana y la titanide, se preguntaron donde estaba su amor y si en algún otro mundo podrían encontrarse…

Arjimae miró con algo de pesar a Enola, conociendo bien su sentir, ya que era la frustración de abandonar aquello que amabas. Si bien era algo bizarra su afición, sabía que su frustración no era solo por la batalla, sino por Aberrant.

Con algo de tristeza dijo - Parece ser. Ni siquiera mi Reina - pudiste ver que tras él estaba la Reina de cristal - sabe la naturaleza de este lugar, solo que ella ha estado en él desde la Gran guerra. Solo nos resta esperar y ver qué sucederá cuando todo esto termine -.