Partida Rol por web

1. Confirmo que tengo más de 18 años.

2. Datos:

Nombre del pj: Leoxian Kearis

Género: Masculino

Raza: Semi elfo

Clase: Guerrero

3. Alineación del personaje: Caótico bueno.

4. Ilustración pj:

Descripción física:

Leoxian es un semi elfo de cabello lacio largo y plateado, el cual suele dejar caer libremente por la espalda y a ambos lados de sus hombros, solamente trenzado en su raíz y llevando siempre una tiara en la frente, regalo de su madre. Sus ojos tienen una tonalidad verdosa con matices dorados, sus orejas son ligeramente picudas y alargadas, y su rostro varonil tiene rasgos suaves y estilizados que delatan su mitad élfica. No obstante, a la vista de los elfos es más que evidente su complexión física humana, que pese a ser atlética y ágil, no es comparable a los elfos de raza pura. 

Es fuerte y está bien entrenado, con una musculatura que si bien no es desproporcionada, si que está bien definida y tonificada. Si a ello tenemos en cuenta que suele lucir serio y que no es fácil verle sonreír abiertamente, además de ser un tanto parco en palabras, puede generar una primera impresión intimidante y siniestra, aunque en verdad sea un buen tipo, leal y honorable para con los suyos, siempre presto para ayudar a los desvalidos o hacer el bien haya donde se le requiera.

Suele llevar puesta una armadura ligera a modo de protección; con hombreras, peto, codales y rodilleras de cuero resistente pero liviano, camisa y pantalones flexibles de tonalidad oscura, dos cinturones de hebilla botas altas y ligeras, un par de dagas en el cinto y un enorme espadón dentro de su funda cargado sobre su espalda. Una larga capa grisácea colgada desde sus hombros y un colgante élfico en el pecho.

Descripción psicológica:

Si hay una palabra que pueda definir la naturaleza de Leoxian, esa sería altruista. Lejos de lo que pueda parecer, es un tipo leal y honorable, solidario y compasivo, que jamás duda en ayudar a los más desfavorecidos e indefensos, incluso aunque sepa que eso no le vaya a reportar ningún beneficio en muchos casos, si no más bien perjuicio al ganarse el desprecio y desavenencias de la gente que abusa de su posición social o poder. No tolera el maltrato y la opresión, ni las injusticias.

Es bastante más reservado que el resto del grupo, parco en palabras e introvertido, con tendencia a desconfiar de todos aquellos a los que no conoce. Su condición de semi elfo no le ha sido fácil de sobrellevar desde que nació, no terminando de encajar en ningún lado, ni con los elfos con los que se crio en su niñez, ni con los humanos a los que acudió alcanzada ya la adolescencia, lo cual le instó a ser solitario durante largos años y a viajar constantemente de pueblo en pueblo sin rumbo fijo. 

Desde que, aproximadamente hará un par de años, cruzase caminos con un enano brujo y una semi elfa pícara por extrañas circunstancias del destino, ha terminado por acostumbrarse a otro estilo de vida mucho más caótico y problemático, resultándole inconcebible como es posible atraer tantos problemas... No Obstante, Leoxian ha encontrado una parte de sí mismo la cual había perdido, ese afán por la aventura y las emociones, la libertad de poder ser quién eres y mostrarse abiertamente, junto a un grupo inverosímil y variopinto de personalidades, por los que empieza a sentir gran afecto y cariño pese a sus diferencias.

Trasfondo:

La historia de Leoxian parte de la unión de una elfa lunar de nombre Trisrel, y un humano libre y salvaje llamado Leoxian, quién vivió en los lindes del bosque susurrante, en una cabaña solitaria. Hija de nobles elfos, Trisrel siempre estuvo ligada a una vida de responsabilidad y deber, educada en un modelo de vida del que jamás se sintió parte, añorando la libertad de poder vivir libre y sin ataduras. Como doncella de la corte del rey elfo, su futuro estaba ligado a honrar su posición y unirse llegado el momento con algún noble elfo de marcada reputación, pero sus ansias de explorar nuevos horizontes la llevaron un buen día a salir de los dominios del rey elfo, cruzando el linde del bosque hasta llegar al hogar de Oswald. 

Ambos quedaron prendados el uno del otro, terminando por compartir sus vidas y jurarse amor eterno hasta el fin de sus días, pero desgraciadamente la noticia llegó a oídos del rey, quién mandó ejecutar al humano y llevar ante su presencia a la joven, la cual fue castigada y devuelta a sus padres. Sin embargo, en su vientre había concebido del varón, naciendo en su debido tiempo un pequeño semielfo al que Tristel llamó Leoxian en recuerdo de su padre. 

Su infancia no fue mala, gozando de los privilegios y educación de la raza élfica en sus niñez, pero su anormal crecimiento, mucho más rápido que el resto de niños de su edad, amén del constante rechazo por ser quién era, un semi elfo nacido de un humano, terminaron por lastrar la relación con los elfos, abandonando para siempre el lugar una vez alcanzó la madurez. Despidiéndose de su madre, la cual siempre le guardaría en el recuerdo, Leoxian partió hacia los reinos de los hombres, donde trató de entender sus costumbres y forma de vida, pero allá a donde fuere, jamás sintió encajar, percatándose de las barbaries e injusticias que muy a menudo solían sucederse por distinción social. Incluso cuando recibían ataques periódicos de los orcos y otras criaturas demoníacas, los más desfavorecidos y pobres eran pasto de la muerte y destrucción, terminando por convertirse Leoxian en un guerrero errante que siempre acudía allí donde eran necesarios sus servicios, ganándose la vida con lo que aquellas buenas gentes pudiesen ofrecerle.

Corellon Larethian, dios élfico, tuvo en su beneplácito que terminase coincidiendo con un enano brujo con el que entablaría una relación de amistad/rivalidad, decidiendo ambos caminar codo con codo sin rumbo fijo. Posteriormente se les uniría una endiablada semi elfa pícara, la cual es más un cúmulo de problemas que no una ayuda a la causa, pero es innegable que para bien o para mal, la vida de Leoxian cambió 180º con la integración de esos dos compañeros de aventuras.

MODELO DE FICHA

Atributos

Atributos derivados:

Habilidades Físicas:

Habilidades Destreza:

Habilidades Percepción:

Habilidades Inteligencia:

Cuando Evan abrió los ojos aquella fría mañana, precisó varios segundos para tomar consciencia de donde se encontraba, tumbado sobre una cama en una habitación de hotel. Exactamente en el hotel Jameson Central, uno de los hoteles más económicos y austeros del lugar, a solo dos manzanas de la sede de la Comandancia Central, que en contraste con ésta reflejaba la diferencia de status, tanto en la calidad de diseño, materiales empleados en su obra, como en las instalaciones de última generación que ostentaba la base de Space Fort respecto a aquel cuchitril de mala monta. Si todo iba bien, quizá fuese admitido como nuevo recluta del programa, lo cual iba a garantizarle un buen sueldo todos los meses y una buena reputación, pero realmente no era aquello lo que movía a Evan a formar parte de aquel mundo, si no el afán de venganza y el cumplir con las expectativas y sueños truncados de su mejor amigo Jarvis, quién al igual que él, había sido un friki cerebrito que lo había antepuesto todo en esta vida por convertirse en un excelente ingeniero mecánico, trabajando en diseños y proyectos complejos en el taller que ambos habían levantado desde sus cimientos en el planeta Unobtanium, pero que tras el último ataque alienígena, tanto éste como toda la colonia, habían quedado reducidos a escombros.

Siempre bromeamos en su día con que deberíamos habernos alistado en la Armada, que en la Tierra tenían la mejor tecnología pero que no contaban con gente como nosotros, los mejores ingenieros mecánicos del multiverso, unos malditos genios. Maldita sea, solo con desechos y las piezas que lográbamos adquirir o solicitar de la base militar adscrita a nuestra colonia, más nuestro arduo esfuerzo conjunto, logramos completar el exoesqueleto mecanizado y el traje AMP... y ahora... Joder, yo también debería haber muerto en la última invasión alienígena... Puta mierda, Jarvis. No es justo... ¿A caso crees que tengo lo que hay que tener para que me acepten? Siempre fuimos unos bullys y despreciábamos a este tipo de gente con mucho músculo y poco seso, que no dudaba en humillarnos... pero aquí estoy hoy, después de varios meses haciendo ejercicio y preparándome para ésta mierda...

En efecto, las circunstancias del destino habían propiciado que Evan fuese el invitado a la Tierra para participar en unas ponencias donde poder mostrar sus logros y proyectos, incentivando a tantos jóvenes emprendedores como ellos, de que persistiesen y se esforzaran en sus objetivos y motivaciones personales, a pesar de todas dificultades, limitaciones o circunstancias adversas. Aprovechando el billete con los gastos pagados que le ofrecían, y teniendo en cuenta el inminente traslado de su padre a requerimiento de la Comandancia Central a la base de Space Fort, lo cual fue motivo más que suficiente para despedirse, Evan tomaría aquel curso sin ser consciente de que gracias a ello, había salvaguardado su vida tras el posterior ataque extraterrestre a su colonia natal. 

Su padre, el comandante Buster Smart, le había comunicado de malas formas y con rostro adusto que a sus casi 31 años de edad ya estaba sobrepasando el límite de los soldados que aceptaban, y que solo en casos muy excepcionales, admitían a cierta gente que superaba las expectativas físicas y psicológicas, lo cual desde el punto de vista del hombre no iba a ser el caso de Evan, con aquella condición física tan lamentable que manifestaba su pupilo, por muy cerebrito que fuese. Aquella iba a ser la única posibilidad que tenía de ingresar en Space Fort, por lo que si sus intenciones para unirse eran firmes, ya podía echarle huevos... o al menos eso es lo que le había matizado meses antes, cuando los dos se establecieron.

De camino a la sede, los nervios empezaron a hacer mella en Evan, un tanto sobrepasado por las circunstancias, quién recordó como la noche anterior había acudido a una farmacia para adquirir algunas grajeas que le ayudasen a mantenerse sereno. Al no encontrar ninguna abierta de guardia, un chaval que le vio allí parado se había interesado por él, terminando por ofrecerle una pirula que según él, era mano de santo. ¡Menuda suerte encontrar a alguien tan amable que le ofreciese algo a esas horas! 

- Vale, tranquilízate Evan... Todo saldrá bien... Tómate la pastilla para rebajar los nervios y en marcha - expresó nada más salir del hotel y encaminarse hacia la sede, dándose de bruces con un tipo musculado que pasaba por allí, en el momento en que se disponía a tragarse la pirula. Ostias, perdona tío. No te había visto... - se disculpó de inmediato, agachándose para recoger el bote de suplementos alimenticios que se le acababa de derramar al tío y apresurándose a meter todas las pastis que amenazaban con salirse, sin percatarse de que la suya también sería introducida. Disculpa, iba para la sede a realizar las pruebas psicológicas. Hoy recibí la notificación y... - nuevamente esa mirada de prepotencia que tanto conocía, ese orgullo y altanería de quién se cree superior al resto, dibujando una sonrisa ladina de medio lado en el rostro, probablemente imaginando que el enclenque que tenía frente a sí no tenía ninguna puta posibilidad. Sin dedicarle si quiera un saludo de cortesía, el tipo avanzó menospreciándole... Pues nada, que vaya bien...

¿Qué le pasa a ésta gente? ¿De verdad voy a tener que permanecer con tipos como éste si me admiten? Vaya mierda... Por cierto, ¿Dónde está mi pastilla para los nervios? ¡Puta vida! Bueno, la verdad es que ya no estoy nervioso... estoy cabreado....

Ya en el complejo, Evan se quedó fascinado con las instalaciones, ni de lejos comparables con su planeta natal, por muy similares que pudiesen ser en cuanto a condiciones atmosféricas. Se sentó frente al terminal que le asignaron y se dispuso a rellenar el test o cuestionario, cuando recibió el pinchazo en el dedo. Lo que no esperó fue ver como se llevaban esposado al tipo que recién se había cruzado en la calle. ¿A caso tomaba drogas en vez de suplementos alimenticios? ¿O a caso...? Evan agachó la cabeza para pasar desapercibido, no quería verse involucrado en aquellos turbios asuntos, aunque algo le decía que quizá había tenido muchísima suerte.

•  ¿Alguna vez has tenido pesadillas recurrentes durante las horas de sueño? Descríbelas. No - me reí, mi respuesta parecía un acto de rebelión, se podía entender como que no quería describirlas pero a la vez el "no" había quedado autoritario y sin complejos.
• ¿Qué color prefieres de todos los que existen? Blanco
• ¿Existe algún hecho que te provoque miedo? ¿Cuál? No - estaba viendo que la gente escribía rápido y eso podía ser porque le daban a la tecla de manera compulsiva o bien, escribían poco. Así que, no era plan de enrollarse; además el asiento era un poco incómodo. Y realmente ¿A qué tenía miedo? Nunca me lo había planteado, sabía lo que me aburría y lo que me disgustaba pero no a qué tenía miedo o qué me lo provocaba. Lo cierto es que ya habían pasado cerca de 40 segundos e iba por la tercera pregunta.
• ¿Prefieres medicación oral o venérea? Ajá, típica pregunta con intención sexual, si digo oral ya sabemos qué están preguntando y "por venérea" ejem, ejem. Pero tampoco tenía ningún tabú - indistintamente - había entrado en las justificaciones vacías, esas que no entras al fondo del asunto.
• ¿Has deseado la muerte a alguien? ¿Quién? ¿Por qué? No - a ver, por supuesto que me hubiera dado igual identificar a mis antiguos jefes y a más de un compañero pero eran agua pasada. Aparte que no lo había planificado tanto como para borrarlo del plano existencial.
• Orientación sexual? Por fin una fácil - bisexual - miré por encima de la barrera y pude comprobar como la mayoría de los rostros pertenecían a heterosexuales reprimidos.
• ¿Realizas deporte sólo o acompañado? Igual la pregunta tenía trampa por eso de que si escoges individual te están llamando antisocial y si escojo la otra opción es que soy dependiente; le pegué un trago a la botella de agua y me decidí por otra respuesta insustancial - ambas.
• ¿Qué tipo de mascotas te llaman más la atención? animales exóticos - luego caí en la cuenta que había preguntado por "mascotas" y yo pensando en cocodrilos y otros animales que me llamaban la atención sin más.
• Supuesto práctico: Un día descubres que tu padre es un rebelde que actúa contra el gobierno y la Comandancia General. ¿Cómo procederías? Putas preguntas trampa, la había percibido a la primera, a mí me iban a engañar, ja! - Seguiría el protocolo - mi padre odiaba a los políticos, al gobierno y a cualquiera que le hiciese perder dinero pero no por ello se convertía automáticamente en un rebelde. De todas maneras, mi respuesta era lo que querían leer: seguir las normas.
• ¿Soda, aguardiente o vino? Dudé si "soda" era una marca de cervezas, el mundo de las bebidas espiritosas era un mundo de nombres y sabores, guiada por esa incertidumbre y ante el mal sabor que me habían dejado bebidas tan soporíferas y suaves como el vino acabé rechazándola. En cuanto al aguardiente, aún no la había probado, estaba pendiente - Soda.
• Tu mejor amigo está tomando sustancias ilegales. ¿Cómo actuarías? A punto estuve de escribir "indiferente" pero recordé la pauta de las instrucciones - seguiría el protocolo - instintivamente introduje una mano en el bolsillo del pantalón para verificar que no las había traído - ufff, casi - protocolariamente estaba limpia.
• El de la derecha está mirando tus repuestas. ¿Has mirado inconscientemente hacia él? No - había sido consciente, había mirado a un lado y a otro y repetidas veces. No había ninguna norma que lo prohibiese o al menos no me había percatado de ella.
• Consigues ser aspirante en Protect y hay un compañero que pretende desertar. No hay ningún mando a quien puedas pedir ayuda, indica paso a paso tu actuación. Una pregunta puñetera porque no puedo responder con "sí/no" ni respuesta vaga y me obligaba a describir la intervención, así que, tendría que mojarme - ajustaría la opción de aturdimiento en el arma y le dispararía. Después avisaría a un mando y lo vigilaría hasta su llegada - aunque también podía haber respondido que "seguiría el protocolo" pero me pareció que la respuesta estaba bien.
• Los extraterrestres están atacando una granja, hay personas encerradas dentro del granero el cual está ardiendo, otras que están siendo devoradas, hay agentes terrestres que intentan evitar que otros civiles se acerquen a la zona pues es muy concurrida. Tú eres un soldado espacial, ¿qué haces? Esta pregunta era más fácil de responder pero quizás porque lo era, suponía una trampa. La leí lentamente varias veces, estaba claro que por la información los granjeros que había encerrados en el granero eran unos suicidas porque se habían prendido fuego y otros estaban siendo devorados y luego estaban los bichos. Pensé en cuál sería la mejor opción y era meter a los bichos en el granero para que se quemasen. La info decía que "agentes terrestres intentan evitar que otros se acerquen" así que, me desentiendo de ellos porque están ocupados - acabar con la amenaza extraterrestre, ley natural - y si había imbéciles que querían morir, pues ley natural también. La ley natural era implacable.
• Continúa la siguiente secuencia numérica: 1, 3, 7, 13... empecé a hacer dedos porque yo y los números como que no; me costó enlazar o darme cuenta de cómo seguía la cadena; de hecho entre tanto vi a unos cuantos acabar el dichoso cuestionario y otros muchos sentarse, me estaba impacientando así que sorbí otro poco de agua - 21
• ¿Qué tipo de misión te gustaría que te fuera asignada durante tu período de formación? Me quedé en blanco, tenía tanta prisa por terminar el puto cuestionario que ahora mismo no estaba para imaginar mucho - cualquiera.
• ¿Qué vuela sin alas y sus tentáculos son venenosos? Estaba yo como para retos y rompecabezas, joder. ¿Qué vuela sin alas? Cualquier cosa que tires por la ventana vuela, otra cosa es cómo aterriza, pero todo vuela. ¿Tentáculos venenosos? Por tentáculos había asociado pulpo pero no era venenoso, tuve que estrujar mis neuronas para dar con el animal - la araña.
• ¿Serías capaz de chivarte de un compañero? ¿Ante qué motivos? ¿No o sí? Me entró la duda porque por una tontería no iba a delatar a nadie y si fuera algo importante, podría extorsionarlo o chantajearlo ¿por qué demonios había que delatarlo? - me lo pensaría.
• ...

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Evan se arrepintió de haber aceptado el reto de la pelea con Anne en el mismo instante en que sus palabras salieron de su boca, y es que siendo realista, las posibilidades de que saliesen del ring sin ningún hueso roto estaban entre el 99 y el 100%. No dudaba de que aquella matona le daría una soberana paliza desde el inicio y que en breves lo dejaría en posición fetal en medio del cuadrilátero, pateándolo a placer hasta que sonase la campana.

Joder, joder... Debería haberme negado a pelear con esa loca y haber tratado de buscar a Becky o a alguno de los más déb... No, solo Becky, seamos realistas...

Al desviar la mirada hacia su oponente, no pudo más que tragar saliva al contemplar como se relamía los labios y sonreía divertida con John, con mirada burlona y jocosa, infravalorándole... como si le acabasen de regalar el mejor regalo de su vida, un saco de boxeo con el rostro de Evan, solo que aquel saco realmente iba a ser de carne y huesos. Mik parecía decepcionado de no ser él quién le machacase, pero sus palabras evidenciaban que confiaba plenamente en la joven.

"No le dejes un hueso intacto a ese pedazo de mierda" Joder, pues si que me tiene en alta estima Kurik... Y yo que pensaba que mostrarme erguido y haberle plantado cara serviría para hacerme respetar... Pues va a ser que no ha colado...

Entrar al gimnasio fue un suplicio, pues a Evan la piernas se le quedaban paralizadas y le temblaban incontroladamente, pero el asunto no mejoró gran cosa al ver como Kurik destrozaba a Einar en el primero de los combates, realizándole una llave maestra que tomándolo del cuello, por poco no le arrebata la vida. ¿Hasta qué extremos pensaba llegar aquel psicópata? ¿No se daba cuenta que Einar era un magnífico piloto y que cortarle el suministro de oxígeno al cerebro podía ser fatal? Solo con ver su cara roja y las venas a punto de reventar, para que al poco se tornase de un color azulado y perdiese la consciencia, casi hizo que Evan se mease encima.

Joder Evan, piensa en cosas bonitas... Como cuando hiciste el mejor proyecto de ciencias a los nueve añitos, aquella maqueta del AT-99 "Escorpión", con todo lujos de detalles...Incluso las cuatro ametralladoras de calibre .50 y los misiles aire-aire y aire-tierra... Espera no, el cabrón de McEnroe y su pandilla de matones lo destrozaron por completo... 

Mmm, ¿quizá pensar en Daisy? ¿Cómo se enrolló conmigo al estar completamente borracha y...? ¡Espera, y si mezclo aquello con el rostro de Jim? Joder sí, eso puede funcionar...

La mente de Evan voló de la pesadilla insufrible que era ver apaleados en el ring a algunos de sus compañeros, cerrando los ojos y sonriendo bobamente, dándole la impresión a cualquiera de que Evan estaba concentrándose y visualizando su victoria. ¿Puede que su sonrisa llegase a ser hasta jodidamente siniestra?

- Perdona, ¿Cómo dices Yum? ¿Si tengo alguna estrategia para afrontar el combate? - respondió cuando fue sacado de su ensimismamiento por la siempre amable compañera oriental, quién le movió ligeramente el hombro para regresarlo a la realidad. Al ver a Jim que regresaba de su combate, el cual no había tenido el placer de vislumbrar, no pudo más que mostrarse valiente y confiado, con tal de ofrecer una buena imagen.

- Por supuesto, todo está controlado. Ya verás como le machaco los huesos a esa engreída, prepotente y orgullosa de Anne... - y justo al acercarse Jim, levantaría la mano para chocar esos cinco, aprovechando para tomar una buena bocanada de aire que le llenase de Jim, de sus feromonas y sudor corporal - ¡Gran combate Jim! ¡Lo diste todo ahí arriba! ¡Es mi turno!

Ya en el ring, toda la energía positiva que traía consigo Evan se esfumó de inmediato, al ver como crujían los nudillos de aquella matona, y como recibía los ánimos de sus más allegados desde su extremo del cuadrilatero, que le instaban a matar y asesinar sin contemplaciones. Tras el sonido de la campana, la joven se lanzó a degüello, no por querer finalizar rápido en enfrentamiento, si no para como le habían sugerido, hacerle "chillar como un cerdo" y "reventarle todos los huesos". Lo que no esperaría Anne es que Evan era extremadamente patético lanzando golpes, una soberana vergüenza, pero por algún motivo que nadie sería capaz de comprender, tenía el don de esquivar todos y cada uno de los puñetazos y golpes que trataba de propinarle. Solo de vez en cuando conectaba algún jab, pero no llegaban a ser lo suficientemente poderosos como para enviarle a la lona, empezando a sentirse con el paso de los minutos, que aquello podía terminar finalizando por TKO.

Mientras Evan se centraba en esquivar lo golpes, raramente era golpeado con contundencia, pero en un intento fallido de golpear la cara de Anne cuando la joven se expuso, la recluta dejó un derechazo en la cara de Evan que lo dejó arrodillado en el suelo, cerca de uno de los extremos, con una herida sangrante en la ceja y pómulo del ingeniero mécanico. Aquello podría haber augurado el final, con un último puñetazo que lo mandase a dormir, pero la providencia quiso que Evan agachase la cabeza justo en el instante en que Anne pretendía rematar la faena, lo cual ocasionaría que la joven destrozase todos los huesos de sus nudillos contra el poste metálico. 

El sonido fue atronador, y el grito de dolor de la joven descomunal, por lo que nadie que hubiese visto aquello dudó de que se había roto más de un hueso. En cuestión de milisegundos la mano se hinchó como una pelota de tenis, y aunque Evan también estaba bastante maltrecho tras el par de golpes recibidos, principalmente el último, incluso la joven precisó dar por concluido el combate, admitiendo su derrota. Era imposible seguir en aquellas condiciones salvo que estuviese dispuesta a finalizar allí mismo su carrera militar.

Evan celebró como si no hubiese un mañana aquella "aplastante" victoria, gritando un más que sonoro ¡SHIIIIUUUUUUUUUUU! (a lo Cristiano Ronaldo), y aún tuvo la sensatez de acercarse a la joven antes de que se la llevasen a la enfermería, para susurrarle unas palabras.

- Aquí la única que ha chillado como un cerdo y se ha roto los huesos... eres tú, preciosa. Te falta pedirme perdón... - expresó en un susurro muy próximo a su oreja, sonriente y divertido por la situación, aunque haciendo creer al resto que se interesaba por su estado y fingía preocupación. Solo cuando se la llevaron, Evan se despidió agitando su mano.

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