Partida Rol por web

—Mi hija Alice tiene diecisiete años—dijo Kiddo—. Tiene el pelo oscuro y suele llevarlo recogido en una coleta, ojos azules, es de complexión atlética y no mide más de metro setenta. Lo más caracteristico son sus manos, si os fijáis veréis pequeñas cicatrices de cortes en sus dedos. 

El comandante volvió a recostarse.

—De todas formas, lo más fácil para todos es que sea ella quién os haga contacto. Sois un grupo bastante variopinto y fácil de identificar. Yo me encargaré de ponerme en contacto con ella para informarle de vuestra llegada. Por desgracia el canal de comunicación no es estable, así que estad atentos. Puede que os toque a vosotros encontrarla—el hombre hizo una pausa y se levantó—. No voy a robaros mas tiempo, tenéis mucho que preparar antes de que os vayáis. Viajareis a Jamir en el Benceno Lavoisier, el barco de los Piratas del Químico. Os recomiendo también que trabajéis en identidades alternativas para vuestra infiltración.

Augutus fue hasta la puerta y la abrió, después hizo un informal saludo militar.

—Seguiremos hablando hasta que os marchéis.

Lass avanzó junto al coronal para posicionarse junto a sus hombres.  Cuando el comandante hizo el saludo, la comodoro le devolvió el saludo.

—Así lo haremos, comandante—se despidió para después salir del despacho.

Bueno...17 años. Al menos es CASI mayor de edad, que ya es algo. Pensó Xen. Seguía sin hacerle demasiado gracia la situación. También era verdad que su única experiencia en misiones de rescate eran de un caballero zombie mamadísimo que destrozaba gigantes con espadazos gigántescos, así que aquello dejaba el listón muy alto.

-Muy bien, pongámonos al trabajo- Dijo dirigiéndose al grupo- ¿cómo lo hacemos? ¿nos hacemos pasar por unos piratas que les han robado el barco a los del Químico o directamente les suplantamos las identidades? Podríamos usar algo de la ropa de esos piratas, ya que estamos, para poder camuflarnos más facilmente, tanto en aspecto como en olor, supongo.

Cuando la puerta del comandante se cerró y Xen planteó esa cuestión, Tunad se puso en posición pensativa - Pues no es mala idea, podría ponerme ropa del surferos, aunque seguro que no me cabe nada GROGROGROGRO - En ese momento sacó las gafas rotas de Onkool de su bolsillo - Aunque rescaté esto de mi batalla - En ese momento se las probó, estaban rotas, un cristal totalmente hecho añicos y el otro agrietado, pero eh, daba la función de un parche... Más o menos - Que chicos, ¿Como me queda? - Dijo mirando al resto con las gafas a punto de desintegrarse.

—Estás descacharrante Tunad. ¡Ryuryuryuryuryuryuryuryu!—rió con ganas Proon al ver a Tunad. Después se dirigió a Xen— Charles Y tiene una larga carrera como pirata. Hacernos pasar por ellos puede ser un error fatal si nos encontramos con las personas equivocadas. Tendremos que crearnos identidades piratas.

—Sí, eso es lo mejor que podéis hacer. Y le pediré al sargento Loew que modifique todo lo posible el Benceno Lavoisier. Aunque mantengamos en secreto la captura de los Piratas del Químico, cuántas menos cabos haya sueltos mejor.

La comodoro guió al grupo de marines hacia el Vientogélido.

—Quiero pediros disculpas por haberos metido en este aprieto—dijo Lass haciendo gala de su habitual estilo de mando—. Sé que si las cosas salen mal todos lo pagaremos mucho. Posiblemente me retiren el mando del regimiento y me envíen a algún puesto administrativo aburrido—entonces Marconi le dirigió a sus hombres una sonrisa llena de confianza—. Pero estoy segura de que no ocurrirá nada de eso, sé que conseguiréis ese elixir.

Parecía tan confiada que daba hasta miedo.

—El éxito mejorará nuestra imagen ante el almirantazgo—dijo sacando su lado ambicioso—. Muy pocos se ofrecerían a aceptar voluntariamente la petición de un Deus Nobilis. Sobre todo una petición de una información que sólo circula desde hace dos días.

-Bueno, cuando has salido de una isla llena de zombies, ya poco te asusta en la vida. Además, incluso si fallamos, será una experiencia interesante de contar en la taberna.- Dijo Xen dirigiendo una sonrisa confiada a Marconi, para despues rascarse la cabeza un momento-Ahora la cosa es ¿y yo que elijo para hacerme pasar por un pirata? La verdad, nunca había hecho una misión de este tipo en mi vida. ¿quizás como vigía de un barco? Esa gente siempre acaban siendo los más chungos en toda tripulación ¿y que nombre me pongo?...¿Nube, quizás?- Dijo Xen, mirando al cielo- Agh, no se, soy malisimo improvisando. Además ¿quien en su sano juicio se llamaría Nube? 

El aspecto... desaliñado por decirlo así, sin duda resultaría convincente para los piratas, señor- dijo Marlene que en una inusual muestra de tacto solo hizo un leve gesto de desaprobación con la boca. Aunque un observador atento podría preguntarse si...

No, imposible. ¿Marlene T.Hatcher aguantándose la risa? Eso abría la puerta a otra imagen mental. La de Marlene T. Hatcher riéndose. El mundo no estaba preparado para eso.

Debía ser desaprobación, sí.

El grupo prosiguió su camino, cada uno con sus propios pensamientos, incluida Marconi. Ojalá tuviese ella tanta confianza en sí misma como la Comodoro tenía en ellos. Especialmente consideradas las consecuencias. Si eso le iban a hacer a ella, a ellos que ni siquiera tenían su rango y el prestigio de una operación a su nombre, a saber. 

Eso no cambiaba que al final, una orden es una orden. No se le pasaba por la cabeza rechazar una tarea, aunque no estuviese de acuerdo con ella y pensase que ningún padre tiene derecho a decidir el destino de su hija por el mecho hecho de serlo. Y por eso precisamente, mejor no pensar en ello y atenerse a que una orden es una orden.

La pregunta de Xen me sorprende un poco, la verdad. Yo pensaba que justo él lo tendría relativamente fácil.

Hmmm. No sé si puedo decir esto de una forma que no sea ofensiva aunque no sean mis palabras, cabo Wu. Pero habitualmente, la mayoría de la gente tiende a ver a los fúridos como... bueno, poco amantes de la ley. Creo que en su caso, casi cualquier cosa que se ponga o nombre que elija sería creíble. Nube podría funcionar, supongo. Suena a nombre tribal.

Tendría que pensar en algo para mí, también. Mi nombre real está descartado. El apellido que uso es el de mi abuela, y tiene... cierta reputación entre los piratas. Mala reputación. Además lleva años desaparecida, así que no se cómo de lejos puede haber llegado su nombre o con quién se habrá encontrado, suponiendo que siga viva. No sé, supongo que algún nombre raro y probablemente falso y que suene a extranjero. Bernadette. O Hestia. O Blüska. Hmmmm. ¿Por qué me suena que he oído eso en alguna parte?

La ropa tengo una idea, en mi archipíelago natal había suficientes piratas, contrabandistas y ladrones para que me haga una idea de cómo suelen vestir las mujeres en esos ambientes. Pero sinceramente, si puedo evitarlo, preferiría no pasarme toda la misión en algún punto entre semidesnuda y vestida solo testimonialmente. 

GROGROGROGROGRO - Rió Tunad al escuchar a Marconi - Esa es la ambición que debemos tener, ser grandes por cumplir hazañas en cada partido… Digo… Misión - Que llevase aún las gafas de sol puestas hacia que no estuviese muy claro de que si lo que acaba de decir era muy guay o muy ridiculo.

¿Nube? No tienes ninguna idea mejor? - El teniente de repente cambió su cara, puso una como con decepción - Yo tengo claro que me llamaré Sarrg Hawkins - Dijo ahora con una cara totalmente orgullosa con su ocurrencia.

Tras escuchar a Marlene solo se quedó reaccionando un poco desconcertado, no sabía que en su tierra natal los piratas vestían como las recreaciones de pirata sexy de los carnavales de Brazala, la isla subacuática del aquafutbol y los disfraces ostentosos. En la mayoría de islas de piscidos vestían con… No se, pañuelos y camisetas de rallas.

La verdad, Xen podría haberse ofendido por lo que dijo la excepción, pero no le apetecía confirmarla que justo había acertado con el furido elegido, por lo que se calló. Eso sí, le gustarón las palabras de Marlene. Ahora hasta a él le sonaban bien, ignorando el comentario critico de Tunad.

-Oye pues el nombre de Bluska para tí no lo vería mal. Y Sarrg Hawkins...yo creo que pegaría, Tunad. Ahora, en cuanto a lo de la ropa, no creo que se vayan a fijar en la falta o no de ropa. Con que tengas pinta de tipa chunga ya basta. Sí,- dijo Xen, señalando a la cara de Marlene. La que solía poner de normal, la de bulldog- con esa vale.

—Pfffff—se aguantó las ganas de reirse Lianid—. Nube es una birria de nombre.

El chiquillo tuvo que parpadear un par de veces para alejarse de Xen y de una posible represalia. Era un mecanismo bastante habitual del lenguaraz híbrido.

—La verdad es que tienes cara de Bernadette—le dijo a Marlene—. Es un nombre así serio, de señora. A nadie le sorprendería que te llamaras así. Si te llamases Blüska, la gente esperaría que fueras divertida y tuvieras el pelo rosa o turquesa—Lianid se cruzó los brazos por detrás de la cabeza y siguió andando—Yo seré yo. Seguro que todos flipan con vosotros cuando les diga que dejé la tripulación de Utgardian por la vuestra.

El Teniente miró al chaval con mala cara - Mejor que no menciones a Utgardian, deberíamos tener un perfil bajo de piratas que hace poco se han echado a la mar, tampoco queremos llamar tanto la atención - Tras eso se agachó y le acarició la cabeza - Ya tendrás momentos para fardar de tu historia, ahora no es uno de esos - Dijo con una sonrisa en el rostro - Pues más o menos decidido ¿No? 

Xen se tuvo que aguantar con un gruñido las ganas de lanzarle la lanza por el lado sin punta a aquel mequetrefe. Lo único que buscaba era atención, y sinceramente hoy no le apetecía que aquel crío le siguiese tocando las narices. Aunque por un momento le hizo gracia la imagen de Marlene con un nombre de abuela rollo Bernadette. Sinceramente, a pesar de tener aquella habilidad que tenían todas las mujeres que sabían usar un arma de tener un cutis divino, su gesto de perpetuo cabreo provocaban que su cara tuviera unas arrugas bien marcadas. Aunque más bien parecían las de una mascara de demonio que de una persona mayor.

-Sí... supongo que sí. Ahora, ¿alguien sabe donde conseguir la ropa

—Pues vaya mierda—dijo Lianid decepcionado.

—¡Esa boca!—exclamó Proon intentando darle un coscorrón al niño sin éxito. Después miró a Xen—Supongo que en el pueblo habrá ropa. Yo seré cocinero. Cuando era niño había un restaurante que me encantaba. La comida era exótica: arroz frito, ternera con salsa de ostras, rollitos de primavera. El cocinero se llamaba Long Chaofan. Ese será mi nombre. Tú harás de capitán, ¿no Tunad?

El grupo siguió avanzando hasta llegar al muelle. El sargento Loew y Gluberthroop ya estaban liados a martillazos con el Benceno Lavoisier mientras desde algún sitio se escuchaba la furiosa voz de Bjor-Lin gritando que dejaran su barco en paz.

—Una última cosa chicos. Alice Kiddo. No sé qué idea os habéis hecho de ella, pero no es la hija caprichosa de un oficial de la Armada que se cree que puede hacer lo que quiera. Creo que puede seros de gran ayuda. Se acaba de graduar como recluta en la academia de Hofertum y está a la espera de un destino. Además, que haya sido capaz de llegar por su cuenta a Jamir y lleve un par de días allí sola, dice mucho de ella.

-No lo dudo- Dijo Xen, con las manos en los bolsillos, mientras avanzaban hacia delante. En parte le sorprendía aquel comentario ¿habría imaginado Lass su opinión de aquella recluta? Aunque tampoco la sorpresa le parecía muy grande. Lass conocía muy bien a sus hombres y una deducción como aquella no la hubiera costado mucho.- Si se ha metido ella sola a su edad y siendo recluta en una isla como esa algo de agallas tiene que tener. Aunque, la verdad, me gustaría saber de qué tipo. Y sospecho que hasta que no la vea con mis ojos no me haré una idea de ello.

En aquel momento, Xen se daba cuenta que apenas habían preguntado por la chica más allá de su aspecto. 

Bueno, creo que lo prefiero así. Así si tengo una sorpresa será más interesante.

-Bueno, gente ¿algo más que añadir o hacer antes de ir por segunda vez a una misión suicida? 

GROGROGRO - Tras la declaración de Lass Tunad echó a reír - Me cae bien la gente con agallas, no porque sea un pez ni nada por el estilo GROGROGROGRO - Tras eso miró a Xen - Solo nos queda una sesión de cambio de estilo - Dijo sonriente.

El grupo de marines bajó al pueblo de la isla a buscar ropa y algunos complementos mientras el sargento y su ayudante trabajaban entre los gritos del úrsido pirata. Cualquiera que conociera al sargento Loew sabía que empatizaría con él, un barco es una cosa muy seria. Pero la justicia era algo más serio todavía. Lo que el carpintero estaba haciendo estaba completamente justificiado.

Un día más tarde con nuevos aspectos y nuevas identidades, el reformado barco de los Piratas del Químico abandonaba la fortaleza de la Armada y la isla de Graad. Ante ellos un nuevo desafío en toda una isla pirata. ¿Qué era lo que les depararía el destino?

Xen, Tunad y Marlene continúan aquí.