Partida Rol por web

Lindë bajo las órdenes de su líder asentó un campamento en los inicios del bosque, guardándolo de los ojos no atentos de los demás seres que habitaban esas tierras. Pasados los días el campamento no solo se iba expandiendo sino que empezaba a formar una estructura que lo acercaba más al objetivo final de su objetivo en ese lugar.

Aunque su actividad no fue ignorada por quienes serian sus primeros compañeros de comercio que terminaron visitandolos en un numero pequeño en uno de esos dias. El grupo estaba formado por siete centauros, entre ellos estaba la hija del jefe, que no escondia su entusiasmo de visitar el asentamiento que los elfo construian.

"¿Necesitan ayuda?" pregunto la joven mientras se movilizaba por el campamento examinando a cada elfo presente, dejandole una mala impresion a Lindë.

Lindë observaba con orgullo el progreso de la construcción. Todo marchaba de acuerdo a lo planeado, y esas noticias eran muy complacientes.

Sin embargo, la visita de los centauros, y sobre todo la de la hija del jefe de los centauros, la incomodaba en cierta medida. Si era cierto que Lindë no confiaba demasiado en los centauros por considerarlos una potencial amenaza, no había motivos para generar una discordia innecesaria.

 -Buenos días- Exclamó Lindë en tono cortés y formal, limitándose al saludo, al no saber la manera correcta con la cual dirigirse hacia ella.

- Os agradezco por vuestra amabilidad- Replicó con cortesía inexpresiva, acompañado de un gesto de la cabeza.

- Pero no los importunaremos con dicho recado- Se excusó con habilidad- La construcción marcha de manera debida.

Este último comentario era no solo para mostrar autosuficiencia, sino para demostrar eficacia frente a los “Aliados Comerciales”, pues tanto en las palabras como en batalla, la impresión era un factor influyente en el devenir de las situaciones.

Su fuerte no era sin embargo la diplomacia, por lo que no quería hacer de las palabras el uso más que necesario, limitándose a observar al grupo, y tomando notas mentales de cualquier información que pareciese importante acerca de los centauros.

La centauro recién se habia dado cuenta de quien era la líder en aquel grupo cuando Linde le diriguio la palabra. “Buenos días!” saludo levantando un poco la voz y acercandose a linde hasta que unos pocos pasos las separo.

De cerca Linde podía notar cierto desafío en su mirada y una sonrisa confiada que le recordaba a la juventud elfica.  “De manera debida…pero estoy segura que con la ayuda nuestra podría ir mas rápido.” Comento la joven pareciendo ignorar el no dado por la elfa.

Para ejemplificar eso algunos de los centauros tomaron algunos de los materiales de las manos de algunos elfos para cargarlos ellos mismo a donde debían. Ahora deteniéndote un poco a mirarlos te parecia que todos eran jóvenes como su líder.

“Oh…Me llamo Bellare, creo que no se lo habia dicho a su diplomático. Como se encuentra?” pregunto pareciendo genuinamente preocupado. “Fue un hombre muy amable y amistoso, me habría gustado encontrármelo aqui.” Comento sonriendo de nuevo de forma traviesa.

-Un placer Lady Bellare- Exclamé con fría cortesía, por fin conociendo su nombre- Mi nombre es Lindë Umbar, General de Caelum Nouveau.

Ante la aparente falta de comprensión de la negativa, los centauros comenzaron a tomar los materiales  a colaborar en la construcción del asentamiento.

-Os agradezco-Dije con la mirada clavada en sus ojos- No debían molestarse- Exclamé con su peculiar cortesía.

La pregunta respecto a Cuivië me pareció curiosa.

No sabía porque había tanto interés en nuestro diplomático, pero su preocupación por él parecía genuina, por lo que no podía mentirle si realmente estaba preocupada por él.

-Cuivië no se encuentra aquí en este momento, pero le diré que se ponga en contacto contigo ni bien lo vea-Dije considerando una posibilidad de extraer más información de nuestros aliados.

-¿Hay algo más en lo que pueda ayudarte?- Pregunté consciente de que estaba desperdiciando la oportunidad de obtener mayor información de ella, pero faltar el respeto a los sentimientos de otro ser era algo reprochable, y no deseaba hacerlo.

La centauro sonrió divertida aunque cierta sorpresa apareció en su rostro al escuchar el cargo que ostentaba la elfa. “No esperaba encontrar a alguien con un cargo importante supervisando la construcción de este puesto de comercio.” Comento la centaura con algo de confianza y desplazándose un poco.

“Caminamos un poco? Me gusta estar en movimiento mientras se charla.” Le pidió la joven a la elfa, probablemente por su mirada curiosa habia mas razón que la charla para hacer esa pequeña caminata.

Cuando tuvo la respuesta de Cuivië se le quedo mirando como si esperara más. “Si, por favor pídele aquello o sino que venga a visitarnos.” Asintió de paso agregando más a la sugerencia de la rubia. “¿Donde se encuentra?” pregunto pareciéndole no tener la misma barrera de cortesía que Lindë respetaba para no herir los sentimientos de ella.

Ante tu pregunta se quedo meditando un rato. “¿Me podrías contar con el líder de ustedes? Digo ustedes ya conocieron a mi padre pero aun no he visto al de ustedes.” Comento pareciendo haber un desafio en la mirada. Lindë sabia lo que hacia Bellare, tal vez ahora o desde el principio, una prueba para ver qué tanta tensión podía generar ella antes que se rompiera la cuerda de la paciencia de ellos.