Partida Rol por web

Sera...hoy duerme en el divan...pienso para mi mientras me arreglo un poco la ropa y carraspeo con una leve sonrisa.

No lo se mi amor, no estoy dentro de esa cabeza sobre tus hombros. Compleja la mente de los hombres, demasiado compleja para mi gusto tal vez, puede que un dia...No, no creo que pueda comprenderla...
Si vamonos, tengo que darme un baño antes de prepararme para la fiesta y ponerme la tunica que llevare, es que estoy dudando entre dos y puede que necesite de tu consejo...Sobre todo si luego tienes que quitarmela le susurro al oido antes de mordele la oreja levemente y de guiñarle un ojo...

Camino un paso por delante mientras una suave brisa mueve mi pelo y el borde de mi vestido. No Tyrek...no sabes que has provocado

EL joven noble sonreía, estaba claro que la mujer quería devolverle la jugada provocándole.

La brisa sacudía la delicada tela del vestido de Alsye, su melena ondeante llevaba su fragancia hasta dominar todos los sentidos del Lannister.

Tyrek se situó subrepticiamente tras ella y la abrazó sin que tuviera tiempo de revolverse, sus brazos atrapándola con firmeza pero también con cariño.

No te enfades susurró sonriente al oído de su amada ¿Qué es el amor sin un poquito de picardía y la ansiedad de la espera? Te prometo que te resarciré... si quieres... acabó diciendo al tiempo que la soltaba de su presa y continuaban su andar de regreso a casa.

Sonrio y acaricio sus manos, de momento sigo pensando que deberia dormir en el divan, pero claro si luego se porta bien seguro que sere buena y le dejare que venga al lecho...

YO no puedo enfadarme contigo ya lo sabes y si lo hiciera no te enterarias. Sonrio mientras niego mirandole caminando a su lado antes de...Ups...me llevo la mano a los labios despues de darle una palmada en su trasero. Guiño un ojo y me alejo lentamente de alli.
Creo que hoy se le va a hacer la espera muy larga.

Creo que le voy a enseñar el vestido que no me pondre, desde luego que no me pondre ese, pero merece verlo solo para que se lleve luego una enorme sorpresa.

Tyrek abrió mucho los ojos y dio un respingo cuando la joven le palmeó sus reales posaderas ¿qué demon...? exclamó para echarse a reir acto seguido, meneando la abeza hehehe, eres impredecible, ciertamente. Supongo que eso es lo que adoro de tí.

La mujer seguía caminando, aunque más despacio, de modo que Tyrek reemprendió el paso para situarse junto a ella. Ummm... a todo esto... ¿qué demonios me voy a poner yo para la fiesta? Necesito algo elegante... y a ser posible negro... pensaba en voz alta ¿sabes? Acabo de recordar algo... debería enviar a alguien a por mis cosas a palacio.

Nada replico mientras caminamos y le miro de reojo mientras sonrio y despues de un rato me quedo pensativa.
Cierto es, no tengo nada negro que te pueda servir, tendrias que ir por tu ropa...bueno puedo esperar a que vengas, si me doy un baño antes y luego te enseño el vestido. Asi me das tu opinion

Me paro y cojo su mano Solo no tardes, que luego tenemos que ir juntos en el regalo de su alteza, espero que no te importe dejar hoy a Nocturno en casa, s¡ tenemos que volver tarde nos dejaran un carruaje en palacio

Tyrek sonrió cuando ella se giró para despedirse. Ambos se abrazaron tímidamente, mientras se daban un prolongado beso de amor.

Será mejor que me vaya o no lo haré jamás murmuró él en una de las ocasiones en que pudo respirar. Tras depositar un último beso en los irresistibles labios de la muchacha, se separó.

Te veré enseguida se despidió el joven Lannister, dirigiéndose a su antigua residencia a paso rápido, mientras pensaba en la suerte que le sonreía últimamente.

Ah... casi desearía no volver a marcharme de Dorne jamás... pensaba en una irónica muestra de ignorancia del Juego de Tronos...

Caminas hasta el palacio a recoger tus cosas. Por los pasillos solo se ven criados y poco mas...

Puedes ver a Oberyn hablando con una de sus hijas que parece enfadada por algo antes de irse pasando a tu lado como una exhalacion

Juventud, a veces son demasiado dice mientras niega y sonrie mirandote pasanod y poniendo una mano en tu hombro felicidades

La joven Víbora de Arena, como comúnmente se conocía a las hijas de Oberyn Martell, salió como alma que llevara el diablo. Sin duda había cometido otra de sus diabluras, pero ¿quién que no fuera su padre estaría tan loco como para preprocharles nada?

El joven Lannister sonrió ante las primeras palabras del otro hombre, mucho más alto y corpulento que él. El mero hecho de que apoyara la mano sobre su hombro hablaba del aprecio que tenía por su invitado ponienti, un gesto de un príncipe para con un amigo.

Sin embargo, Tyrek titubeó un poco al escuchar la última palabra del Príncipe Oberyn   ¿Felicidades, sire? preguntó extrañado, sin entender muy bien a qué se refería ¿Puedo saber porqué?

Por la hermosa mujer que te llevas. Una pena que no tenga a nadie que pueda...que no tenga familia que la pueda hacer compañia si tuvieras que irte hasta que os volvierais a ver. Los Siete no quieran que sea. No quisiera ser parte del enfado que tuviera ni star presente cuadno rompa todo

Me alejo por el pasillo Te vere esta noche en la fiesta, no la hagas esperar mucho desde luego que no lo haria yo...
me rio mientras me alejo de alli

Es un buen hombre a pesar de ser un Lannister, tal vez si hubieran sido otros tiempos...pero aun asi...

Heheh  rio por lo bajo el joven al escuchar la explicación, incluso ruborizándose.

No os preocupeis, mi príncipe. respondió tranquilizador Lamentaría mucho tener que marchar, pero si así fuera, nada me impediría regresar con ella. Y aunque carezca de familia... bueno os tiene a vos y al Príncipe Doran. No creo que pueda dejarla en mejores manos.

Hasta la noche pues se despidió también Tyrek. El noble se encaminó hasta sus aposentos, conminando de paso a dos criados que encontró al pasar por una intersección, para que recogieran las cosas que iba a dejar preparadas en su dormitorio, y las trasladaran ala  residencia de Alyse.

Casi una hora después, un buen montón de ropajes, en su mayoría oscuros, se apilaban sobre la cama. Varios pares de botas de monta, y algún par de zapatos, siempre en la misma línea negra completaban el equipaje a llevar.

Por último, Tyrek preparó el baúl, un cofre no más grande que una sandía, acolchado por dentro, y construido de tal modo que se dividiese en varios compartimentos, cual portajoyas femenino. Dentro organizó y selló los diversos ungüentos, hierbas y líquidos que constituían su verdadera afición, la alquimia. Con una sonrisa melancólica guardó allí también la receta que el maestre de aquella villa le había cedido. Muy prometedora...

Finalmente, Tyrek rodeó el cofrecillo con una gruesa cadena de varias vueltas, y cerró el conjunto con el candado más grueso de que disponía. Nadie debía conocer el contenido de aquel baúl.

Los criados acudieron puntuales, y Tyrek vio cómo comenzaban el traslado. Mientras tanto, el joven se dirigió a los aposentos privados del príncipe Doran, esperando que pudiera recibirle para despedirse oficialmente de su alteza.

Los criados hacen su trabajo y trasladan todo con premura a un carro que luego lo llevara a tu nueva residencia, no es nada que no esperaran o puede que si.

En las puertas de los aposentos del principe hay un par de guardias como siempre que al verte te saludan con un leve gesto de cabeza antes de dejarte pasar. Esta sentado leyendo algunos papeles, pero levanta la vista en cuanto oye abrirse la puerta

Bienvenido Tyrek ¿puedo hacer algo por ti? esperaba verte esta noche en la fiesta aunque la verdad no es algo que me atraiga mucho. Solo los Siete saben por que la vamos a hacer.

Tyrek devolvió cortés el cabeceo a los guardias, agradeciendo que le dejaran pasar sin haber sido convocado. Dentro de los aposentos, el príncipe parecía ocupado, mas dejó los papeles a un lado para recibir a su nvitado.

Alteza saludó el joven Lannister realizando una reverencia en toda regla, como dictaban los cánones de etiqueta.

No os preocupeis, mi señor. respondió Estoy seguro de que la velada de esta noche será como mínimo entretenida. No obstante adujo no he venido por eso. Quería comunicaros en persona que me traslado a vivir a la residencia de la Dama Alyse. hizo una pausa para observar la reacción del Príncipe Se que puede ser algo precipitado, pero... bueno, ¿quién sabe lo que nos deparará el mañana? Sin embargo, quería decíroslo en persona, las cosas deben hacerse bien. ¿Os parece bien, mi señor? preguntó...

Por supuesto que sera interesante, aburrida pero interesante dice mientras pone un leve gesto de preocupacion tal vez algo que haya leido.
No muestro nada, no soy Oberyn, tengo que mantener una reputacion tal vez o una forma de vivir.
Me alegro Alyse es una dama de gran belleza y una mujer perfecta para ti, al menos haras que se centre posiblemente, siempre tendiendo al caos organizado..
Asiente
Me alegro por que hayas conseguido a alguien a tu lado y realmente quiern sabe que no deparara el dia de mañana, tal vez una familia. O quien sabe tal vez en un calabozo cubierto de cadenas impuestas por vuestra propia familia...

Tyrek sonrió ante los comentarios del Príncipe. Siempre tan críptico y enigmático.

El joven Lannister se despidió de Doran Martell y se encaminó hacia su nueva residencia. Aún había mucho trabajo por hacer, y quería ayudar a Alyse a prepararlo todo...

Cuando llegas a tu nuevo hogar, los criados estan corriendo por los pasillos a los gritos El dorado, ese no y traed la caja de madera negra.

Esta en el dormitorio en ropa interior, bueno lo mas interior posible, con una bata encima y el pelo recogido en un hermoso peinado que cae por sus hombros y su espalda mientras sus zapatos repiquetean en el suelo. Una criada entra y hace una reverencia cuando se gira y te sonrie.

Debiste tardar un poco mas, estaba terminando de arreglarme cojo el vestido para ponermelo mientras la caja desansa ahora en mi comoda Ayudame por favor una sonrisa mientras las cintas de mi cuerpo se van cerrando y luego me pongo mi pequeña joya al cuello.

Tyrek aun tardó unos instantes en comprender que la joven le había pedido ayuda. El Lannister mantenía la boca abierta cual niño lactante Estás...estás preciosa... acertó a murmurar mientras se eencaminaba junto a ella y le colocaba el vestido, anudando las diversas cintas satinadas, y poniendo en su lugar la magnífica joya de piedras engastadas. ¿Sabes? No hay joya en el mundo que haga justicia a tus ojos, mi amor le dijo aprovechando su postura para abrazar su cintura desde detrás, con cuidado de no estropear el conjunto, y besar su cuello.

Sonrio para mi y niego
Mi amor, solo es un trapito que tenia guardado, bueno con algunos arreglos, pero creo que valdra para la ocasion, es simplemente adecudo.

Me rio por el beso y ronroneo Tyrek no sigas asi que termnaras por quitarme el vestido y no iremos a la fiesta, por lo que tendremos que inventar una buena excusa para que no se nos enfade nadie

Me giro y le miro a los ojos Ya sabes que puedes perderte las veces que quieras en mis ojos, solo estan para mirarte a ti, y nunca me cansare de hacerlo.

Ahora cambiate

Tyrek soltó deliberadamente lento su abrazo, recreándose en la mirada cargadaa de pasión de su pareja. Con un despacio fluir de sus brazos, por fin la dejó escapar.

Está bien, está bien protestó bromeando, fingiendo ser una abatido aspirante al que acaban de rechazar me iré... ¡pero volveré!

Las risas pícaras de la joven Alyse resonaban aún en sus oídos mientras el noble ponienti se encaminaba al lugar donde los criados habían trasladado sus pertenencias y buscaba sus ropajes más elegantes para la ocasión...

Mientras te cambias y mientras escuchas como canturrean por la casa o por la habitacion contigua, se termina callando para comenzar una conversacion de la que solo te llegan susurros

Elia...no...es lo que ocurrira si no haces lo que te digo...tu venganza, no pienses solo en ella...

Pero...le he visto...se que esta bien...deberias volver a verle...

No, es el pasado y ahora...debe ser cuadno los siete asi lo digan...

Silencio

Tyrek continuó vistiéndose en silencio, intentando escuchar mejor lo que acontecía cerca de allí. El joven se acercó hasta la puerta, que, entornada, permitía el paso de las palabras de Alyse.

¿Elia? se preguntó el joven ¿Quién es? ¿Una de las hijas del príncipe?

El Lannister intentó atisbar rápidamente quién era la persona con la que compartía confidencias su amada, procurando no ser descubierto por nadie. Tyrek echó un rápido vistazo y procuró abarcar con aquella única mirada todos los datos posibles para componer su puzzle mental...