Partida Rol por web

Miras por un resquicio y ves como hay una mujer de pelo negro y ropas no muy lujosas que esta hablando. Parece que esta enfadada, rompe un jarron y se marcha de alli.

De ojos miel y cuerpo estilizado, que la deja con la palabra en la boca mientras arruga un pergamino en sus manos y lo tira al fuego

Tyrek regresó sigilosamente sobre sus pasos, aguardó casi un minuto, y volvió a realizar el mismo camino, esta vez procurando que sus pasos resonaran con fuerza para que Alyse lo escuchase llegar.

Al llegar hasta la estancia dónde se hallaba la joven, Tyrek golpeó la puerta con los nudillos antes de abrir y asomar la cabeza por el quicio de la misma

¿Alyse? preguntó ¿Puedo entrar? Creí escucharte hablar con alguien...

Giro la cabeza a la puerta mientras tiro el papel al fuego, se acabo, me parece que...mejor ni lo pienso Elia estropeara todo, y no me gusta, demasiado trabajo para nada.

Camino a la puerta y sonrio mientras me arreglo un poco el pelo.
Claro que puedes entrar mi amor, no hay ningun problema en ello.
Solo era una vieja amiga que no trae nada mas que problemas queria volver a Bastion de las tormentas y bueno tuve que darla algo de dinero aunque no queria para nada eso...pero no puedo tenerla en casa si no puedo atenderla con total tranquilidad.

Le miro y sonrio Te queda perfecto, deberiamos irnos no crees

Cuando gustes, mi amor dijo tendiéndole el brazo en gesto galante

Así que tienes secretos hasta para mí, ¿eh? pensó el joven noble sonriendo, mientras ella le tomaba del brazo Bien, así podré entreterme desvelándolos. Cuando lo averigüe se lo contaré para aque vea qué alumno aventajado ha creado...

Espero que tu amiga no esté metida en problemas. reparó Ya sabes que si necesitas algo, sólo debes pedírmelo. Aunque es curioso. ¿Bastión de las Tormentas? ¿No es el antiguo hogar de los Targayen que ahora gobienra ese Stannis Baratheon?

Si, es ese lugar, ya la he dicho que podria ir a cualquier otro sitio sin ningun problema, pero es tan malditamente cabezota digo con aire de frustracion, muy bien fingido, realmente quiero que vaya, pero cuando yo quiera y no cuando ella quiera.

No esta metida en problemas, pero es tan...no se como explicarlo. A las serpientes se las ve venir pero a ella, cuando la pillas se te pone a llorar.

Me pongo una capa sobre los hombros antes de salir y de ver los dos maravillosos ejemplares que hay en la puerta

Espero que le gusten a su alteza, valen su peso en oro.

Son unos ejemplares magníficos en verdad  contestó Tyrek, acercándose a los bellos sementales y frotando con suavidad el hocico de cada uno, para que se acostumbrasen a su olor antes de intentar montarles. Uno de ellos, nervioso coceó e intentoó tirarle un bocado, pero el joven Lannister apartó con rapidez la mano, justo a tiempo.

Tranquilo, chico, tranquilo...

Una vez ambos équidos se hubieron acostumbrado a su presencia, Tyrek se acercó para ayudar a montar a Alyse. ¿Lista?

No me queda otro remedio replico mientras intento subir a esa pequeña silla y me acomodo No se como pueden ir en estas sillas, dejan el culo plano a cualquiera.Me rio y tomo las riendas

No te separes mucho de mi, no sea que me caiga y se me rompan el vestido uqe con lo que me ha costado

Miro a los criados antes de que se aparten y golpeo suavemente los costados para que camine hacia le palacio. No hay muchas gentes en las calles, pero tengo que frenarlo antes de que se lleve a ese encapuchado, estoy a punto de decirle algo cuadno me pongo blanca

Ser Arthur susurro asombrada antes de pasar a su lado...pero no podi star en la ciudad

Ambos sementales se comportaban muy bien, a pesar de ser la primera vez que los montaban aquellos dos desconocidos jinetes. Tyrek sonreía al ver la cara de felicidad que, a pesar de su disimulo, ponía Alyse. El paseo fue agradable, y la gente observaba con admiración el paso de ambos ejemplares.

Tyrek observó curioso la reacción de la joven al pasar junto a un individuo encapuchado, rozándolo con la montura sin querer.

¿Ser Arthur? le preguntó cuando ya el hombre no podía escucharles ¿Lo conocías?

No preguntes Tyrek... replico mientras aprieto las riendas y niego para mi Por los siete no debia ni estar en la ciudad, no debia ni...Me conoce desde que era pequeña a toda mi familia...

Cuando paso lo de mi padre...le pedi que cuidara a alguien, pero no volvi a saber nada de él. Por eso mi hermano el unico que me quedaria vivo esta muerto, William estaba a su cuidado.

Ahora solo niego e intento sonreir olvidalo, puede que ni fuera el y que fuera solo una ilusion, alguien que se le parecia muchisimo.

Entiendo dijo Tyrek con voz neutra, en tanto que memorizaba los pocos rasgos de aquel hombre que había logrado atisbar, escasos a causa de la capucha de su capa. Al menos conocía su altura, complexión, y si era él, su nombre. Lo lamento de veras, mi dama. ¿Dónde... dónde estaba cuidando a William cuando ocurrió?

Poco a poco la muchacha iba desvelándole su pasado, gotas de un pasado que se antojaba duro y cruel. El propio Príncipe ya le había advertido sobre ello, pero Tyrek quería que fuera ella misma quien se lo contara. Si no confiaba en él, no podría confiarle a su vez sus secretos.

Cuando mi padre volvio de Lanza e hizo lo que hizo. Mis hermanos intentaron pararle, Duncan acabo callendo por una ventana de la torre y murio. William fue a una celda, consegui que le sacaran pero no sabia donde estaba, le pedi a Ser Arthur que le cuidara y que no le metiera en ningun lio.
Ahora no se donde esta mi hermano, seguro que muerto si ha venido para darme la mala noticia, cuando ya hace mucho que pense que lo estaba. mi mirada triste fija en el frente mientras niego para mi

Es mi triste historia o no tan triste quien sabe, tal vez sea lo que los Siete depararon para mi

Tyrek guardó silencio. Nada podía hacer para consolar a la mujer estando cada uno en una montura distinta, si bien procuró mirarla a los ojos y hacerla sentir que comprendía su sufrimiento.

Sin mediar más palabras durante un trecho, la pareja continuó su camino hacia el palacio, hasta que por fin el joven se atrevió a cambiar de tema, intentando animar a la mujer.

Y bien... ¿crees que tendré que bailar con Lady Dessirah o que picará el anzuelo e irá a por Ser Gregor?

Me rio y niego

Eso dependera de ti, y de lo bien que jueges tus cartas, pero procura que sean buenas. replico divertida mientrs nos acercamos a palacio y suspiro

pero si no lo consigues, hoy tendre que hacer que alguien ocupe el lado de mi cama, no quiero dormir fria, en una noche como esta.

Descabalgo en la puerta y le doy las riendas a uno de los criados

Comencemos

Vaya, qué bonito contestó haciéndose el ofendido Tyrek. Será mejor que me esfuerce entonces.

La mujer bajó del semental negro antes de que el propio Lannister pudiera hacerlo para ayudarla. Siempre tan independiente pensó sonriente, mientras repetía la cción de la chica. Uno de los lacayos se hizo cargo también de las riendas del animal que montaba el joven, y Tyrek se situó junto a su amada tras haber revisado que todo en su aspecto resultaba correcto tras la cabalgada.

Cuando gustes, milady respondió a la mujer, listo para entrar en el palacio.

No me seas melodramatico replico negando y sonrio mientras pongo mi mano sobre la suya y subimos atravesando las puertas, la musica llega a mis oidos, estan en el baile. Las lamparas iluminan el camino, los pasos resuenan en el marmol hasta la puerta de entrada donde nos anuncian.

hago una leve reverencia tras entrar y miro a todos los presentes, llegar tarde a veces es bueno.

Tyrek mantuvo el paso firme y seguro, sabiendo que iban a ser el objeto de todas las miradas, no quedaba sino aguantarlo estoicamente.

La pareja entró elegantemente, la mano de la joven sostenida en alto por el Lannister, acompasando sus pasos el uno a los de la otra, la música mediante.

De un rápido vistazo, Tyrek comprobó que la mayoría de los invitados ya se encontraban allí. Sin embargo a quienes debían presentar sus respetos, si ya habían llegado, era al propio Príncipe y su acompañante...

El principe se encuentra en su lugar de honor viendo a todo el mundo mientras algunas mujeres cuchichean a un lado al ver a la Vibora con otra acompañante que no es ni una de sus hijas, ni una de sus amantes.

Un leve asentimiento antes de que termineis de bajar las escaleras que os unirian  a la pista de baile y una voz a tus espalda. Veo que habeis llegado un poco tarde. Si me disculpais, vuestro acompañante me debe un baile.

Una sonrisa mientras espera.