Partida Rol por web

Tormenta, hay una tormenta fuera. Duermes en la cama de una posada, hoy has llegado hasta aqui para reunirte con tu mentor, tenia que contarte algo que puede te fuera interesante. Pero la maldita tormenta, te recuerda a otra noche igual, la noche en que perdiste a tu familia.

Los gritos de tu madre ensengrentada, encadenada a la pared de la habitacion, tu hermana en el suelo con la espalda ensangrentada de los latigazos, tu hermano Duncan intentando que razonara que se marchara si era lo apropiado, tu con la mitad de la cara moratada y luego el grito. Por la ventana hacia el exterior, solo habia rocas, solo habia muerte.

Una celda oscura, ratas, cucharachas, cadenas en tus muñecas antes de que se abra la puerta, hace mucho que ya no oyes gritos, estan muertas seras el siguiente. ¿Que le ocurriria cuando fue a Lanza?¿que le hizo cambiar? Pero no es él, son dos criados que te sacan de alli.

Nos manda vuestra hermana, nos ha pagado para sacaros de aqui y llevaros a un lugar seguro Ese lugar seguro un viejo amigo de tu padre, un caballero que te acoje y te da la mala noticia. La fortaleza de la familia ha ardido hasta los cimientos y no hay rastros de nadie de tu familia, estan muertos, es mejor como tu, creen que has muerto tambien. Un trueno y te despiertas, alguien llama a la puerta a la vez y una voz que reconoces se escucha al otro lado.

William abreme la puerta, tenemos que hablar.

El estruendo me hace saltar, desorientado, convulso, mientras ecos de un pasado casi olvidado se diluyen en el ruido de la tormenta. Miro a mi alrededor, sin lograr componer mi situación. ¿Donde me encuentro? Mi respiración acelerada y el palpitar de mi propio corazón a punto de estallar me impiden pensar. Finalmente, logro tranquilizarme, reconociendo el origen de mi temor en tan solo un mal sueño. Siento el sudor resbalando por mi piel.

Estoy en una habitación. Modesta, bastante pobre. Lo poco que he podido pagar sin cometer un dispendio. Mi economía no da para mucho más. Bastante si puedo mantener un equipo completo de caballero. Necesito empezar a ganar torneos, pero ya. Una larga camisola, ahora húmeda de mi propio sudor, hace las veces de camisón. Mis ropas descansan en una silla junto a la cama, junto al resto de mi equipo.

Alguien golpea la puerta. Mis ojos vuelan directamente a la empuñadura de mi espada, pero sus servicios no serán necesarios de momento. No tengo enemigos, aún no me he ganado ninguno, pero hay salteadores allá donde voy. En esta ocasión, no obstante, es una voz conocida la que se filtra a través de la puerta.

• Ya voy, ya voy... Qué prisas...

Me pongo en pie, pasándome la mano por el rostro para apartar algo de sudor y algunos mechones de mi dorada cabellera. Tomo mis pantalones y me los pongo torpe y apresuradamente, deseando hacer esperar a mi "invitado" lo menos posible. Finalmente, abro la puerta con descuido, sin precaución alguna. Una amplia sonrisa aleja la atención de mi cansada mirada.

• Buenos días, o noches, o lo que sea. Pasa.

Aún es pronto, podría dormir más...

Le miro desde donde estoy a los ojos, ha madurado desde que era ese niño que vino a mi hace unos años lloroso y con esos criados con la carta de su hermana que me pedia que le cuidara y le hiciera las veces de padre.

Alysse pequeña en que te has convertido, los siete te den la suficiente madurez para ver mas alla de lo que hay y para no caer en la oscuridad Sonrio con la mano sobre la empuñadura de mi espada y asiento entrando en la habitacion

Vamos William, despierta, no es tan tarde y aun eres joven para disfrutar de los placeres de la vida. Sientate que luego hablaremos de lo que te ha acontecido estos meses, tengo buenas noticias para ti.

Tu hermana esta viva, al vi en Lanza del Sol hace unas dos semanas. Fue una casualidad, salia de una posada y la vi paseando con un par de guardias reales. Me reconocio lo vi en su mirada, pero no paro iba con prisas. Si esta viva eso significa mucho, tienes aun una familia, podrais ir a vivir con ella, no te lo negaria.

Es mucho mejor que cabalgar por los caminos y esperar que alguien te de ayuda o un torneo. Me quedo depie esperando que me diga algo.

Las palabras de Ser Arthur me dejan sin aliento. No alcanzo a reaccionar, y me doy cuenta de que me he quedado pasmado junto a la puerta, mirando a mi mentor con cara de incrédulo.

¿Como es posible? Me habían dicho que todos habían muerto, padre se volvió loco y mató a Duncan, y después... ¡¡Todos estaban muertos!! ¿Qué significa ésto? ¿Qué hace en Lanza del Sol? Ese lugar me trae malos recuerdos. Padre enloqueció en un viaje a esas tierras. ¿Y como es que era escoltada por guardias reales?

Tomo asiento sobre la cama, confuso. No comprendo lo que sucede, pero algo me hace reaccionar. Son las últimas palabras de Ser Arthur: "podrais ir a vivir con ella, no te lo negaria. Es mucho mejor que cabalgar por los caminos y esperar que alguien te de ayuda o un torneo". La indignación se adueña de mí. Miro a mi maestro con el ceño fruncido y rabia en la mirada.

• No hay nada malo en cabalgar por los caminos. Me labro mi propio futuro, y lo hago con mis manos. No iré a la casa de un familiar a mendigar cobijo. -Algo extraño acaba de suceder. Me doy cuenta de que tengo orgullo. Este tipo de vida me lo ha dado. Sin embargo...- Sin embargo, sigue siendo mi hermana, y no se qué ha sido de ella. Posiblemente... -Sí, estoy seguro de ello- ...debería hacerle una visita y presentarle mis respetos, ahora que se que vive.

Le pongo las manos sobre los hombros y niego William, no sera mendigar, es tu hermana pequeña y necesita que la ayudes, que la protejas de ese nido de viboras que es la corte, de las gentes.
Nadie es noble por el simple echo de nacer noble. La nobleza se encuentra aqui  y aqui replico tocando la frente y el corazon.

Visitala, habla con ella, preguntala que ha sido de su vida y dale algo por lo que ahora vuelva a ser la niña que fue antaño.
Dime que no te gustaria volver a oirla reir o a verla sonreir.
Asiento y sonrio Te dare su direccion, para que puedas verla. No la reconocerias

MIro a la ventana y me rio William si ahora os reunis sera para mi lo mas importante, te considero un hijo y como tal quiero que seas feliz. Una buena vida lejos de los caminos que hemos recorrido, una vida de tranquilidad. Aciagos dias se reunen en nuestro mundo y aciagos seran los que nos lleven a ser viejos atados a una cama llenos de achaques.

Ser Arthur me desconcierta. No por su gran corazón, del que ha hecho gala en innumerables ocasiones. Ha sido un padre para mí, no solo un maestro y un amigo. Es un gran hombre, y su opinión cuenta mucho para mí. Sin embargo, tengo la sensación de que los consejos que me brinda ahora muestran menos de lo que ocultan.

¿Qué quiere decir con protegerla? ¿Protegerla... de qué? ¿De quién? Yo no se nada de la Corte, no he tenido nunca relación con sus maquinaciones y su palabrería. De pequeño fui educado para hacer honor a la nobleza de mi linaje, pero esas lecciones quedan muy atrás en el tiempo. Y tampoco fueron jamás demasiado avanzadas.

Sin embargo, vuelve a insistir en alejar mi camino de la nobleza de la espada y la lanza, de sentarme a una mesa a engordar con la tranquilidad de quienes envían a otros a luchar sus batallas. Es algo que no me gusta, no es el camino que yo he escogido.

No obstante...

• La sangre me llama, y no he de ignorar la llamada. Acudiré en busca de mi hermana, pero no para vivir a su costa. Iré para protegerla. Quienquiera que desee dañarla, de un modo u otro, deberá hacerlo por encima de mi cuerpo frío y muerto. No hay mayor justa ni torneo, no hay más gloriosa batalla, que la que se lucha por proteger a un ser querido. Sin embargo, en el instante en que no corra peligro, regresaré a la busqueda de mi propio sendero.

Mis últimas palabras están guiadas por el orgullo, pero no me dejo llevar por la ira o el mal humor. Al contrario, es una renovada determinación que ilumina mi amplia sonrisa y empequeñece mis ojos brillantes. Ahora tengo un objetivo, y no hay nada que me emocione más que eso.

Además, voy a volver a ver a mi hermanita.

Asiento mientras le miro. Me siento orgulloso, William es el hijo que nunca tuve, el hijo que hubiera podido tener si hubiera seguido lo que entonces me dictaba el corazon y no el deseo de recorrer mundo.

William se que haras lo que es bueno, se que todo lo que te he enseñado para este momento te sera absolutamente util. Para protegerla, pero recuerda que en la corte no se juega como en los torneos. Alli el juego es muy distinto.
Usaran tus miedos, tus defectos, tus iras contra ti y contra los tuyos.
Seras el que provoque todo si no sabes controlarte no se si comprendera lo que le digo, no me importa, debera hacerlo por si mismo sino y que en ese lugar el torneo es otro bien distinto, por el poder y la informacion. Por la supervivencia y la vida.

Ve a Lanza del sol. En la calle principal al final hay una casa de marmol negro, con una enorme puerta. Es la de tu hermana. Hazlo mañana descansado y con la fresca del dia.
Ten un buen viaje hijo mio

Observo a mi mentor mientras trata de explicarme algo acerca de la corte. Sin embargo, creo que está equivocado. Asume que no sabré comportarme, que estaré en inferioridad de condiciones frente a esos cortesanos.

Tonterías.

Muestro mi más amplia sonrisa, reprimiendo la risa floja que amenaza con escapárseme. Por favor, si todo yo soy galantería y encanto ¿qué peligro puedo correr en ese lugar? Las atenciones de las doncellas y las envidias de los varones, nada que mi alcoba y mi espada no puedan controlar...

• Estad tranquilo, Ser Arthur, no hay nada a lo que deba temer en la corte. Me habéis instruido bien, puedo enfrentarme a ello y salir victorioso.

Tengo una dirección. La calle principal de Lanza del Sol, una casa de mármol negro. El hogar de mi hermana, de mi pequeña hermana. Me pregunto cuánto habrá cambiado. Me pregunto qué dirá al verme. Me pregunto si necesitará mi ayuda, sea cual sea ésta, si la aceptará.

Poco importa. Ya he decidido dársela, y soy demasiado obstinado para echarme atrás.

Solo sonrie cuando asiente y se da media vuelta para marcharse por el pasillo como ha venido. NO es hombre de quedarse mucho en ningun sitio, nunca te dijo por que, pero tiene que ver con su pasado antes de ser Caballero.

Vuelves a dormir, ahora si que puedes dormir, esperas que no te vuelva a molestar ninguna pesadilla, solo sonries para ti antes de volver a quedarte dormido y dejarte  llevar por el sopor.

Cuando despiertas es por un mozo de las cuadras que esta dando de comer a los caballos y algunas de las camareras de la posada que estan por los pasillos preparandose para arreglar habitaciones. Es un buen dia, un largo camino de tres jornadas te espera hasta Lanza y alli, tu familia, la unica que te queda, pero algo te dice que Ser Arthur, te ocultaba algo mas en tu conversacion de ayer, algo que no ha querido decirte no sabes bien por que, tal vez para que no te preocuparas o tal vez por otra cosa.

Los sonidos de la mañana me hacen desperezarme holgazanamente. He descansado bien, desde que se marchara Ser Arthur a altas horas de la madrugada tras una visita que resultó tan fructífera como fugaz. Sin embargo, antes de eso las pesadillas me habían martirizado, y temo que podría descansar todo el día y una nueva noche hasta recuperarme del todo.

Pero no lo haré. Salto de la cama con una amplia sonrisa, estirándome nada más ponerme en pie. En el exterior, hombres y mujeres se afanan en cumplir con sus obligaciones ¿Por qué iba a ser yo diferente? Los tiempos de nobleza consentida quedan muy atrás en el tiempo, el camino de caballería en que me instruyó Ser Arthur ronda otros derroteros: honor, sacrificio, esfuerzo, lealtad, valor...

Me pongo mis ropas apresuradamente, sopesando la posibilidad de desayunar algo antes de partir. Una de las camareras de la posada me miraba ayer con ojos interesados, lo que me hace pensar que sería posible obtener un precio algo más asequible por algo de comida caliente. Sin embargo, también podría estar tentado de pagarle su amabilidad, y eso me retrasaría demasiado. No, es mejor partir cuanto antes, con la fresca, y tomar algo por el camino a media mañana.

Tomo mis pertenencias y salgo torpemente de la habitación. Es en momentos como éste cuando echo en falta contar con un escudero. Él podría encargarse de preparar los caballos y cargar mi armadura en el animal de carga, junto a la lanza y el resto del habituallamiento. En lugar de ello, debo ser yo quien se ocupe hasta de los menores menesteres. Ser Arthur me enseñó a no cargar con la pesada armadura más allá de lo necesario. Me la pondré cando los caminos se alejen de las ciudades, y mientras tanto la cargará el animal.

Cuando abandono la taberna, la camarera me observa desde la puerta. La sonrío, encantador, pero rápidamente aparto la mirada. Es demasiado hermosa y lozana como para dejarme tentar. Me queda un largo camino por delante hasta llegar a Lanza del Sol, a presencia de mi hermana.

La camarera solo sonrie un segundo antes de que la llamen a voces desde dentro y que te alejes de alli.
Por lo que sabes Lanza se encuentra un poco al sur de donde estas, si sigues el camino principal encontraras sus puertas a un par de dias.
Pero hace calor, hay poca agua y mucho desierto. Arena, sol y tal vez bandidos, no es bueno ir con armadura en ese clima, aunque donde vivias el lugar era de un clima mas benigno.

Y si, esa duda ahora te corroe. ¿y si ahora es como tu padre, tan malvada que no te reconozca y que te haga a un lado? puede haber cambiado, puede que incluso no sea ella misma. Era una niña cuando os separasteis, bueno no tan niña, pero seguro que tiene a mas de un moscon  a su alrededor para intentar conseguir lo poco que quede de la fortuna familiar o simplemente para colarse entre sus faldas con promesas vacuas y vanas.

No, no es asi, cuando era pequeña eras su amigo, mas que su hermano, os metisteis en demasiados lios cuando podiais y os escapabais de Duncan,Por los Siete por que tuvo que matarle, por que le tiro pro la ventana, ni encontrasteis su cuerpo, ni los restos. Se lo comerian las alimañas..pero esos no son buenos pensamientos.

Hay mejores, el mundo se abre de nuevo, tal vez te consiga un escudero, tal vez incluso te consiga otro caballo o una armadura nueva, sois hermanos y te debe muchos regalos del nombre. Seguro que hara una gran fiesta y te presente a todos esos nobles estirados de la ciudad.

Los pensamientos acerca de mi hermana me alejan de esa taberna, tan parecida a cuantas otras he habitado en estos años de caballería. Tabernas, posadas apartadas, campamentos, y solo de vez en cuando un confortable hogar que diera hospitalidad a Ser Arthur y a su joven escudero. Ninguno desde que recorro mi camino en solitario, supongo que no me he ganado el respeto y las amistades con que cuenta un honorable caballero como él. La idea de descansar en un palacio, o en su defecto una noble casa, me parece de lo más atractivo.

Y sin embargo no es la suavidad de las sábanas ni la comodidad del colchón lo que me llama. Tampoco los sabrosos alimentos, los corceles de generosa zancada ni los solícitos aprendices con ganas de optar a escudero. Todo eso es más que secundario.

Me recuesto en la silla de montar, dejando mi rostro descansar mirando al cielo, con una amplia sonrisa. Los rayos del sol calientan mi piel y broncean mi rostro. Mi mente vuela a tiempos más felices, años atrás, cuando eramos tres. No, cinco. Tres hermanos, y dos padres. Una familia. Tiempos felices. Mis padres ya no están, como tampoco Duncan. Pero está ella, a pesar de que había perdido la esperanza de encontrarnos.

Mi hermanita, mi dulce hermanita...

¿Dulce? Hace años que no la veo. Desconozco cuanto habrá cambiado en este tiempo. Yo he cambiado, y mucho. Poco queda de aquel mozalbete enclenque, convertido ahora en un arrojado hombre de espada y honor. ¿Cuanto puede haber cambiado ella? ¿Cuanto quedará de la que conocí?

Poco importa. Sea como sea que hayamos cambiado, seguimos siendo hermanos. La sangre llama, y yo no desoigo mis responsabilidades. Debo acudir a ella, presentarle mis respetos, comprobar que esté bien. Y de no estarlo, cuidar de ella. Por las palabras de Ser Arthur, mucho me temo que en todo este asunto hay mucho más de lo que pueda parecer a simple vista. La corte está llena de gusanos despreciables esperando a sacar tajada sin mover un dedo. Me pregunto cuantos de ellos habrán puesto a mi hermana en el centro del tornado de sus planes, dispuestos a acabar con ella sin dilación solo por cumplir sus objetivos.

Espoleo mi caballo, apresurando ligeramente el paso. No quiero agotarlo, pero tampoco voy a dejar que el camino sea extremadamente lento y tedioso. Quiero llegar cuanto antes.

Una melodia algo estrembotica suena en el camino, mientras un poco mas adelante se ve un figura que va tocando en un laud algo. Ropas brillantes y algo extrañas, un juglar debe ser.

Parece pensativo mientras se para y sigue con la tonada antes de que pases a su lado, te mira Mi señor, quereis una alegre melodia que os pueda acompañar en el camino, solo por unas monedas o algo de proteccion.

El camino hacia Lanza del Sol es largo y peligroso para un solo viajero como yo

Una sonrisa mientras hace una reverencia y camina junto al caballo mientras raspa las cuerdas del laud un solo segundo. Antes has oido juglares, en el cumpleaños de tu hermana siempre venia uno a cantar las canciones que la gustaban y en las justas tambien los escuchas.

Tenía ya los ojos cerrados, por el aburrimiento y porque me había quedado embobado con la cara mirando al cielo para ponerme moreno, y empezaba a quedarme dormido. Afortunadamente, el camino es lo bastante claro como para no precisar ir guiando constantemente a mi caballo.

El caso es que la música me hace reaccionar. Me incorporo, ajustando mis posaderas correctamente en la silla de montar, y observo divertido al extraño personaje que se me acerca. Sonrío amistosamente cuando se decide a entablar conversación, sin dejar de fijarme en sus extrañas ropas brillantes y de vivos colores. Me pregunto si vestirán así los petimetres de la corte, o si lo harán solo sus bufones. Su propuesta parece interesante, no lo puedo negar. La música es de por sí grata compañía, y estoy seguro de que este desconocido tiene grandes historias que contar.

Quién sabe, quizás algún día una de sus canciones verse sobre mí. Sobre el valiente Ser William, triunfador de tantos y tantos torneos.

De momento poca cosa grandiosa podría cantar sobre mis gestas.

• No cuento con una gran fortuna, mi buen bardo, pero gustoso compartiría algunas monedas y parte de mi comida a cambio de agradable compañía y música que endulce este tedioso viaje. -Puedo compartir mi comida, hice buen acopio de alimentos para el viaje, ya que no pensaba viajar precisamente a Lanza del Sol. Con destino incierto, siempre acostumbro a cargar con abituallamiento extra- Yo también viajo a Lanza del Sol, tengo asuntos familiares que atender allí. -Acabo de descubrir que me encanta decir eso: "asuntos familiares"- Mi nombre es Ser William -Le tiendo la mano- Nada de Señor ni cosas por el estilo, solo Ser William, William o, quizás más adelante, solo Will.

Nunca me ha gustado el modo en que algunos caballeros alardean de su posición y poder, frente a gentes más desfavorecidas. Un noble puede tener motivos para exigir un cierto nivel de respeto, ya que es responsable de liderar a otros y necesita mantener una disciplina entre los suyos. Sin embargo, un caballero sin tropas ni siervos no necesita de tales tratamientos. No me considero ahora mismo más importante que este bardo, lo que nos sitúa como iguales. Quizás un día eso cambie o quizás no, pero de momento es mi forma de pensar.

Sonrio mientras comienzo a cantar una nueva cancion con gesto distendido antesde pararme y de mirarle. Augustus Black, un placer conoceros Ser William, posiblemente en un futuro pueda cantar algo y no sobre doncellas que lloran la perdida de sus caballero.

Continuo un poco mas antes de dejar el laud a mi espalda yo vuelvo a Lanza por que hace unos meses estuve en una fiesta de una hermosa dama que quedo prendado de mis artes y me aconsejo que fuera de viaje a Poniente, pero alli desde luego no respetan ninguna creatividad.

Tal vez otra vez pueda ayudarme o su amigo o prometido lo que fuera. Lady Alyse Ladybridge es toda una dama, hermosa, dulce y ...si no fuera noble y no tuviera ese leon a su lado...

Lady Alyse Ladybridge...

¡¡Alyse!!

Este es un mundo lleno de casualidades. Sin embargo, cuando se empiezan a unir unas con otras es difícil no pensar que hay algo más. Que hay algo o alguien en algún lugar dirigiendo mis pasos. Parece que estoy destinado a encontrar a mi hermana, y debo reconocer que no es una idea desagradable.

Por un instante casi me siento molesto por el modo en que este bardo habla de ella, pero es cierto que sirmpre destacó mi hermana por su belleza angelical. Es normal que los hombres hablen de ella, que anhelen sus encantos...

Sin embargo ¿Qué es eso de un león?

• Habladme más de esa dama, ¿qué sabéis de ella? ¿Y de ese... "león" que la acompaña?

Sonrio mientras meto mi mano en el cinturon de mi ropa y miro al cielo melancolico mientras camino.
Una dama de gran belleza, gentil, rica, no vamos a negarlo con su puesto en la corte. Nada menos que la Tesorera de Lanza del Sol,  amada tanto por le principe Doran como por el principe Oberyn.
Cualquier noble estaria encantado de tenerla entre sus conquistas o en su casa como esposa, pero no hay ninguno que lo haya conseguido tal vez ese hombre de poniente.

Un Lannister, nada menos que un leon. Pero no se ha hablado de boda, ni de nada. Asi que presupongo que aun sera su prometido o tal vez solo sean amantes, ya sabeis la tradicion de estas tierras, pero ella, le mira con ojos enamorados. Al menos la ultima vez que les vi y fue hace unos tres meses mas o menos en una fiesta. Un extraño hombre, no se sabe mucho de el o lo ha ocultado muy bien

De modo que tesorera de Lanza del Sol. Parece que mi pequeña hermana ha progresado mucho en la vida. Es alguien importante e influyente, o al menos eso parece. ¿Hasta que punto puede alguien así necesitar de la protección de un pobre caballero como yo? Puede que Ser Arthur estuviera equivocado, después de todo...

• Me pregunto como es que una joven y hermosa dama ha conseguido situarse de tal modo en un cargo como el de Tesorera de Lanza del Sol...

Parece una simple reflexión pronunciada en voz alta, pero no deja de ser un medio para descubrir si este extraño personaje sabe algo al respecto, sin descubrir mi verdadero interés en descubrir cuanto pueda.

En efecto, no tengo intención de desvelar mi identidad como miembro de la familia Ladybridge. No he usado mi apellido desde que tuve que huir del hogar familiar, y tampoco deseo regresar a él ahora. Tengo un deber hacia mi hermana, pero la vida en la corte no es a buen seguro para mi. Comenzar a airear ahora mi apellido solo serviría para que crezcan los rumores sobre mí, salpicando a mi hermana solo dios sabe de qué manera, y para dar rienda suelta a las especulaciones. No necesito que nadie sepa quien soy, con que lo sepa ella me basta.

• Y ese hombre... -De modo que está enamorada de él, sea quien sea. Eso es bueno, el amor da felicidad y nada deseo más que verla feliz. Sin embargo, solo ha dicho que ELLA está enamorada- ¿...estará también enamorado? Es muy jugoso engatusar a una hermosa dama de buena posición, y supongo que la Tesorera Real es plato apetecible...

Dicen que tiene la proteccion de la casa Martell y que puede que sea algo mas que la Tesorera para alguno de ellos, pero son solo rumores, es una dama tan hermosa que es logico que despierte esas envidias.
Lo consiguio hace unos años y desde entonces lo atesora con total profusion.
Niego mientras vuelvo a coger el laud y a rasgar sus cuerda antes de volver a contestar....

Realmente creo que si, que la ama, sus ojos son los de un hombre enamorado pero siempre se puede engañar a las miradasde los demas y al corazon de la persona que esta cerca, es tan...seria tan horrible si lo hubiera echo solo para conseguir quien sabe que oscuros planes, alguien deberia pararle los pies.

Comienzo a volver a cantar...

Creo que deberia tocar esta, le pega mas y es mas sentida.