Nero únicamente bufó, perdiéndole todo el respeto que podía ostentar hacia el marsical. Si a eso había quedado reducido el arbites sinophiano, era una maldita vergüenza. Entonces sintió algo de remordimiento por el pobre Constantine.
Era cierto que Nero le había entrado como un grox salvaje en su primer contacto y ahora se arrepentía. El viejo e indolente mariscal lo había dejado todo en manos de un pobre chaval imberbe. Todo aquello era algo demasiado gordo para alguien tan inexperto, así que en el fondo se apiadó de él.
-Tienes razón, Vipus, aquí no tenemos nada más que hacer- 'Tan solo perder el tiempo'. La última frase tan solo la pensó, pero estaba claro que aquel hombre no haría nada más.
Gianna: - Entonces según usted todo lo que esta pasando con los asesinatos es culpa de cuatro maleantes o criminales extremistas, de verdad cree eso, no piensa que nadie mas pueda estar moviendo sus hilos para conseguir otra cosa, usted lleva toda su vida aquí como para saber como funciona cada uno de sus nobles...
— Da por hecho muchas cosas equivocadas sobre mí, señorita. Para empezar, no soy nativo de aquí, solo llevo en este planeta un par de años. — Skarmen no había elevado la voz, pero sin duda parecía levemente ofendido por el tono empleado por Gianna — Y sí, por supuesto que creí que eran los actos de unos criminales extremistas. ¿Qué razones podía tener para creer lo contrario? Ustedes mismos han presenciado la lucha de poder que hay aquí: los Agentes de la ley liderados por Xiabius, el Quorum moviendo los hilos tras él y Resaca en guerra declarada contra los nobles y todas las fuerzas del orden. — ennumeró levantando uno a uno los dedos de su mano derecha.
— Estas son las facciones de más importancia ahora mismo en Magna. Si los asesinatos tenían un motivo planificado detrás de ellos solo una de estas 3 podría ser la responsable, y con las víctimas siendo en su mayoría nobles o adinerados sin relación aparente, todo parecía apuntar a Resaca y que yo sepa son terroristas, no herejes ni adoradores de demonios. —
Isolda: pero ya veo que a usted le da absolutamente igual que estemos o no estemos aquí, eso es lo único que quería saber, hasta que punto está dispuesto a ayudarnos en nuestra investigación que, casualmente, les ayuda a ustedes.
— Ustedes tienen su trabajo y yo tengo el mío, ambos debemos preocuparnos por cumplir con la parte que nos toca. Por supuesto, les prestaré toda la ayuda que me pidan dentro del alcance de mis limitaciones, de eso no tiene que tener la menor duda, pero tengan en cuenta que apenas podemos prescindir de hombre; me resultará más fácil proveerles de vehículos o municiones que de personal. —
Aquella fue la fría despedida de Skarmen. Ni bien habíais salido de la habitación, dejó la taza sobre la mesa y recogió del suelo un pergamino aparentemente al azar. La última imagen que tuvisteis de él fue su figura enfrascada en la lectura de la hoja de pergamino frente a una pizarra cubierta de tiza con expresión concentrada y una pluma rezumante de tinta en la mano.
En el proximo post pasamos al día siguiente.
Al día siguiente, Arcturus madrugó. Aunque procuró no despertar a los acólitos con los que compartía alojamiento, inevitablemente algunos breves chasquidos chirriantes brotaron de su cuerpo al desentumecerse. Desayunó algo rápido en el comedor de los arbites y procuró buscar a los dos hombres que, aparte de Eisen Silos, llevaban sirviendo en el cuerpo local desde los tiempos de la temible tecnoherejía que había puesto en jaque toda la civilización planetaria. Con suerte, le daría tiempo a verlos antes de que iniciaran sus tareas rutinarias, y aún tendría tiempo de acompañar a sus compañeros a hablar con la sirvienta de Rolart, o lo que decidieran finalmente.
Pues eso, declaración de intenciones, ¿es posible, dire? No es que Arcty quiera ir en solitario, pero le pareció entender que nadie más estaba interesado y no quiere ralentizar la investigación principal.
Master: Quería decir que pasábamos al día siguiente en mí próximo post xD, aunque no tiene importancia.
¿Seguro que quieres buscar a esos arbitradores vagando por ahí al azar? Tienes la opción de que los hagan llamar y te los traigan a tu presencia.
-Las luchas de poder pueden ser promovidas por muchas cosas y hemos visto lo suficiente para saber que en muchas ocasiones hay algún culto o hereje intentando debilitar la posición de poder para adquirirla él y que estén usando a los Resaca, al Quorum, a los Agentes de la Ley o a todos a la vez es algo que podría ser.
Isolda asintió de forma seca y firme ante las últimas palabras del senescal.
-Llegaremos al final de este asunto y lo solucionaremos independientemente de quien sea que está detrás. No le pediré hombres, pero si me interesaría un vehículo blindado* de algún tipo que tenga a nuestra disposición absoluta para poder movernos por la ciudad, aunque si tuviera un aerodeslizador sería más rápido -pensó durante un momento- y tal vez uno o dos arbitres para que puedan darnos información en el momento, pero en caso de los arbitradores que sean siempre los mismos y se presenten ante nosotros sin casco, no quiero tener que tratar cada momento con uno diferente.
Cuando salieron del despacho de Skarmen, Isolda solo negó con la cabeza mostrando así que no le gustaba, para nada, lo que había visto. Ese hombre parecía estar más enfrascado en salvar el pellejo que en hacer su trabajo.
*Algo tipo APC, no tiene que ser un rhino ni nada, pero si algo que pueda soportar el fuego de armas de mano sin caerse con dos disparos
Claudius aprovechó la oferta del magister literalmente y pidió reponer sus municiones sustituyendo las baterias que había empleado en la defensa de la barcaza. A fin de cuentas era una petición modesta, pues aquella gente no tendría dificultad en recargar las baterias que éntregaba descargadas.
Después de volver a hojear los informes (con sus propias anotaciones al margen) y de revisar las imágenes y los audios que había registrado su servocráneo (nunca dejaba de sorprenderse de como se veían las mismas cosas desde otro punto de vista, en particular las caras y las reacciones de la gente, se despidió de sus acompañantes y se dirigió a sus improbablemente cómodos alojamientos (aunque mejor que una prisión inquisitorial si que iban a ser).
— Veré que se puede hacer. — fueron las palabras de despedida de Skarmen mientras los acólitos desaparecían tras las escaleras en espiral. Más abajo estaba Constantine, dando vueltas inquieto por la sala, pero al aparecer de nuevo el grupo casi dio un salto y se apresuró a abrir la reja para volver a cerrar la puerta tras de ellos; hizo unas cuantas preguntas banales a los acólitos sobre su opinión de Skarmen solo para continuar ensalzándolo poco después. Sin duda Constantine tenía un respeto reverencial por su superior.
Pero el tiempo de las indagaciones había terminado por el momento. Incluso los acólitos comenzaron a notar el cansancio acumulado tras aquél largo día y se vieron obligados a admitir que unas horas de sueño les vendrían bien. Las habitaciones ya estaban preparadas y organizadas como habían pedido los acólitos, y en la pequeña mesita de Isolda había una vela preparada y una pequeña tablilla de madera toscamente grabada con el rostro de San Drusus.
La sueños de los acólitos fueron turbulentos y confusos aquella noche, las imágenes se entremezclaban y superponían sin mucho sentido como cualquier otro sueño, pero al despertar solo recordaron una sentimiento de angustia y la sensación de que la tormenta y la lluvia les habían acompañado dentro de sus sueños de principio a fin. De hecho, tuvieron que comprobar la hora más de una vez para convencerse de que había pasado la noche, ya que el cielo seguía tan encapotado como el día anterior, sin que los truenos, el vendaval o la lluvia hubiesen remitido un ápice.
Arcturus se había levantado pronto e intentado buscar de pasada a los 2 arbitradores anteriores al episodio de los Hombres Vacíos, pero le fue imposible, la mayoría de las escuadras ya estaban de nuevo en movimiento fuera de la fortaleza y el resto descansaban tras haber regresado de una redada nocturna, solo quedaban en pie y despiertos los arbitradores mínimos para mantener los servicios de defensa y comunicaciones de la fortaleza activos.
Un sirviente les esperaba a todos de camino al ascensor para acompañarlos hasta el arsenal donde Claudius pudo ceder las baterías de sus armas a cambio de unas recargadas y la tienda exterior para disfrutar de un desayuno rápido antes de ponerse en camino. Guiados de nuevo hasta el garaje, una solitaria arbitradora cubierta con un manto marrón que hacía las veces de gabardina impermeable esperaba junto a un vehículo, un poco viejo y oxidado por la exposición a la lluvia, pero de buen tamaño y aspecto robusto. La arbitradora sí llevaba casco pero, seguramente por la petición de Isolda, había sustituido el más común casco totalmente cerrado por uno que dejaba el rostro visible.
Al verles llegar, la arbitradora escupió al suelo una sustancia negra, una variante masticable de las varillas de lho, y se irguió en posición de saludo. — Piloto Essira a sus órdenes. El mariscal Constantine me ha pedido que les haga llegar sus disculpas, pero hoy no podrá acompañarlos. Se ha solicitado su presencia con dos escuadras en la vecina ciudad Karib. — al contrario que Constantine, la piloto no observaba a los acólitos con reverencia; se dirigía hacia ellos formalmente, pero con una voz ligeramente hastiada. Era joven, apenas superada la veintena, y por su rostro parecía que lo que sentía hacia los acólitos era sobre todo curiosidad.
El transporte es un Taurox. Movilidad inferior que un vehículo de reconocimiento, y blindaje inferior que un tanque, tiene el equivalente a una ametralladora pesada acoplada en la torreta superior, ya afianzada, que gira 360º, y ranuras para que la tripulación dispare desde los laterales o el frontal (máximo 1 persona disparando en cada lado). Admite piloto, copiloto y hasta 10 miembros más de tripulación.
¿Adonde queréis ir?
Después de un corto e intranquilo descanso un nuevo día volvía a despuntar, nos volvimos a juntar para tomar un ligero desayuno antes de encaminarnos hasta nuestro siguiente objetivo, y como bien había pedido Isolda teníamos un vehículo junto a su piloto para nuestra disposición, era el momento de decidir hacia donde nos encaminábamos, me giro hacia Nero, - bueno, nosotros creo que tomaremos otro camino hacia esos lugares tan bonitos de esta ciudad, o crees que será mejor visitarlos cuando empiece a caer la noche...
Cada hora que pasaba, Isolda odiaba más ese lugar y tras pasar la primera noche su opinión no cambió absolutamente nada. Un mundo regido por unos "quiero y no puedo" que hacen cualquier cosa por mantener su poder, dándoles igual todo. Seguro que todo estos asesinatos nos les habría importado nada de no ser por la masacre de esa familia noble.
Aunque el pequeño detalle de la vela y la pequeña y tosca imagen de San Drusus la hizo sonreír ligeramente. Había encendido esa vela y había rezado hasta que la entró el sueño y se dispuso a dormir, pero eso no lo reconocería ante nadie, al menos por el momento.
En el desayuno si probó la taza de recafeinado que servían en ese lugar y mordisqueó algo de comida, pero no sabía lo que iba a encontrarse delante.
En el parking de vehículos, la sororita asintió conforme al ver el vehículo que tenían ante ellos. No era el más rápido, pero podrían embestir la mayoría de las cosas que se les pusiera delante, además de un buen armamento. La conductora le gustó, sencilla y directa, sin miedo ante su presencia, tratándoles con disciplina y respeto, nada de lo que quejarse ya que se habían cumplido las peticiones que había hecho al líder de los arbitres.
-Hermana Isolda, de los Ordos -se presentó a la joven- ¿Dos escuadras? -frunció el ceño porque eso le parecía mucho para los pocos que eran, demasiados- ¿Qué es lo que ha ocurrido para necesitar a tantos hombres?.
Miró a Gianna.
-A mí me gustaría ver de nuevo la escena del crimen de anoche, la que nos interrumpieron por el espionaje de nuestro invitado -sabía que era muy tarde y no habría ni rastro de nada, pero quería hablar con algunos de los vecinos solo por si podían añadir algo de luz sobre quienes eran los dos hombres, un poco más en realidad y puede que el segundo no fuera ni de la zona- a no ser que tengamos la cita que pedí ayer. ¿Recibimos algún tipo de respuesta?.*
*Me refiero a lo de la cita con la noble y tal
-Hágalo -fue la respuesta a Constantine sobre la posibilidad de mandar un mensajero a la noble Zamura Rolart.
Master: pequeña confusión. Zamura Rolart es la asesinada. Habéis enviado un mensaje a su familia.
Claudius comprobó las baterías mientras hacían cola para subir al vehículo. Una vez hechas las presentaciones con la piloto Essira, el noble, haciendo gala de una habilidad y algo de picardía rodeó el vehículo estudiándolo con detenimiento para aprovechar y subirse, del lado opuesto, en el asiento del copiloto, que nadie había tenido tiempo de reclamar para sí 1 y que le permitiría estudiar la ciudad como nadie, en lugar de emplear las estrechas rendijas de tirador de la parte posterior.
Dejó al servidor en modo espera sobre sus rodillas y sonrió afablemente a la piloto cuando ésta ocupó su asiento.
A mí me gustaría ver de nuevo la escena del crimen de anoche
- Sería estupendo - respondió, sin dirigirse a nadie en particular. Se había quedado con las ganas de hacer investigación de campo y en su lugar había estado (igualmente entretenido) revisando informes y cadáveres con Arcturus.
1 Hieronymus hubiera dicho que era un puesto muy al descubierto y hubiera tomado la torreta o el habitáculo blindado por miedo a ser reconocido. Sin embargo, Claudius es un inconsciente y un curioso.
Isolda: ¿Recibimos algún tipo de respuesta?.*
— Sí, por supuesto. — la arbitradora se sacó del bolsillo una placa de datos de tamaño reducido para consultar algo en su interior antes de contestar definitivamente. — La familia Rolart ha aceptado la visita a petición del Adeptus Arbites y nos hacen saber que la criada personal de su hija Zamura estará allí durante el día de hoy, aunque ya no trabaja para ellos. —
Gianna: - bueno, nosotros creo que tomaremos otro camino hacia esos lugares tan bonitos de esta ciudad, o crees que será mejor visitarlos cuando empiece a caer la noche... -*
— Si no quieren que les deje de camino, tendrán que coger otro vehículo. Creo que aún quedan un puñado de motocicletas disponibles y un jeep ligero de reconocimiento. —
Isolda: - ¿Dos escuadras? -frunció el ceño porque eso le parecía mucho para los pocos que eran, demasiados- ¿Qué es lo que ha ocurrido para necesitar a tantos hombres?.
— Problemas en los manufactorum. Los trabajadores de uno de ellos lo han saboteado, se han atrincherado en el interior y se han defendido con explosivos caseros de los intentos por sacarlos de ahí. Las fuerzas de ciudad Karib solicitaron ayuda para doblegar a los insurgentes. —
*Incluso de día, no hay mucha luz a causa de las permanentes nubes de tormenta en el cielo (lo mínimo para no necesitar de farolas o lámparas). Si vais a esperar a que oscurezca más, recordad que acaba de "amanecer" hace nada.
Podéis dividiros, pero decidid donde vais cada uno. Finalmente sí que voy a dejar el Lunes 2 de Noviembre como día de descanso, así que continuamos el Jueves 5.
Resulta que abrí esta escena hace tiempo, pero no llegué a poneros como destinatarios :(
Cuando se reunió con el resto del equipo ante el vehículo que les prestaban, Arcturus parecía más taciturno que de costumbre y más abstraído que nunca. Apenas saludó a sus compañeros, y no hizo ningún comentario, aparte de enumerar la lista de posibles tareas. Una vez más. Parecía, realmente más que nunca, en otro mundo. Eso sí, se había agenciado con un acople lanzallamas para su rifle como el que tan buenos resultados le había dado al llegar al planeta frente a... quién sabía quiénes eran realmente aquellos hombres, y las consecuencias que todavía podría tener para los inquisidores aquel encuentro.
Se sentó en una de las plazas del transporte mirando hacia el exterior con aire meditabundo.
Perdón por anticiparme en mi último post. Por lo que dices, dire, nada que hacer con los arbites esos que busca Arcty.
Narro en sintonía con mi futura ausencia.
-Saboteos en manufactorums, asesinatos violentos y descontrolados, no me gusta la forma que toma esto en mi cabeza -explicó la sororita a sus compañeros sin ningún tipo de pudor- iremos primero a ver a la familia Rolart y después a la zona del asesinato, pero si queréis podemos pasar antes por otro lugar -comentó a sus compañeros.
Me encojo de hombros ante las palabras de Isolda, - por mi bien, podemos visitar la escena del crimen, haber si podemos intentar hablar con alguno de los vecinos, tampoco nos llevara tanto tiempo, después ya iremos Nero y yo a dar una vuelta por los suburbios de la ciudad..., con paso firme me posiciono en uno de los asientos de la parte trasera del vehículo, creo que tenemos la misma idea, o algo se esta cociendo a fuego lento o muchas casualidades de golpe, y últimamente las casualidades no existen para nosotros...
- Iremos primero a ver a la familia Rolart y después a la zona del asesinato, pero si queréis podemos pasar antes por otro lugar - dijo Isolda, que parecía haberse erigido en guía del grupo o al menos era el puesto que prudentemente le habían concedido todos ellos tras el agresivo arranque contra el general Khan.
- Si me permitís, hermana - dijo Claudius volviéndose hacia ella con una sonrisa apaciguadora - quizás sea mejor valorar la escena del crimen primero y hablar con los nobles después.
- Por experiencia como investigador (si bien no de crímenes hasta que me uní a la Inquisición, pero si de otros misterios), sé que las pistas tienden a desaparecer, borrarse o ser manipuladas con el paso del tiempo, incluso en breve plazo.
- Por otro lado, hacer esperar a un noble no suele ser buena cosa, pero dada nuestra (más bien vuestra) actual fama en el planeta creo que la familia Rolart estará dispuesta a esperarnos un poco más (siempre y cuando no sea una demora excesiva)
Creyendo que no podía hacer más por doblegar la voluntad de la sororita, se volvió hacia la conductora
- ¿Son frecuentes este tipo de revueltas? Ya sea en Karib o en Magna
-Sí- Añadió Nero -Se está mezclando un cóctel bastante explosivo y no parece que vaya a tardar mucho en saltar todo por los aires- Todavía tenía en la mano su taza metálica llena de recafeinado medio tibio y en la otra, una varilla de lho encendida. No le quedaban muchas a decir verdad en el paquete.
-No sería mala idea darse una vuelta por nuestro destino, Gianna, no por hacer algo especial, de día no suele haber mucho movimiento, pero si podremos dar con alguien y arreglar algún encuentro más interesante para esta noche, que es cuando las ratas salen a la calle- Le guiñó el ojo, con una medio sonrisa en la boca.
-Essirna- Llamó a la piloto -¿Que sitios están de moda ahora por ahí abajo ahora?- Preguntó en referencia a los bajos fondos
-En mis tiempos se podía desayunar algo decente en la pala rota y luego visitar el Colorines para pillar a algún desgraciado y que empezase a cantar, pero ahora no sé-
Sorbió la taza y le dio una calada al lho.
-Gianna, no es por ser pesado, pero será una misión más de infiltración que de combate, así que deberíamos ir más...¿Normales? Y con menos artillería encima, espero que eso no te moleste-
Asiento ante las palabras de Nero, si, eso lo tengo claro, con estas pintas pasaríamos poco desapercibidos, no te preocupes dejare mis armas a buen recaudo antes de partir a nuestro destino.
Cuando vayamos de excursión a los bajos fondos dejo todo aquello que sea susceptible de no pasar desapercibido.
- Me temo, mis queridos amigos que con este vehículo seremos poco discretos en casi cualquier parte (en realidad en ninguna parte, salvo que uno piense visitar en un cuartel de infantería mecanizada de la Guardia o de las PDF si se trata de un planeta tecnológicamente avanzado y bastante pudiente).
- En todo caso bien pueden dejar sus pertenencias dentro del vehiculo, donde no creo que vayan a perderlas - añadió mientras sostenía entre sus rodillas su rifle de caza, que no tenía mucha intención de dejar lejos dados los altercados que habían sufrido en la ciudad tanto en el barco como cuando Gianna, Isolda y Nero acompañaron al arbites.
De cualquier forma Claudius no tenía intención de visitar los barrios bajos, mezclarse con la chusma y la hez de la sociedad podía tener su aquel de vez en cuando, pero cuando uno tenía trabajo que hacer y una entretenida investigación en la que enfrascarse, estudiar los primitivos ritos de apareamiento y violencia de los trabajadores de bajo rango no era una prioridad.
Claudius: - ¿Son frecuentes este tipo de revueltas? Ya sea en Karib o en Magna
— Magna siempre ha sido más "ruidosa" que Karib. Ya saben, es más grande y atrae más problemas. Que haya ocurrido algo allí es nuevo. Antes nadie se atrevía a tanto, pero las cosas se han ido poniendo cada vez peor durante los últimos años. —
Nero: ¿Que sitios están de moda ahora por ahí abajo ahora?-
La piloto se tomó un momento al contestar — Ahí abajo, quien sabe. En los bajos fondos los locales abren, cierran y se trasladan cada dos por tres, especialmente cuando hacemos una redada. Hace un tiempo le sacamos a uno de ellos el nombre de uno aparentemente famoso "La cola del gusano", pero desaparecieron y no tengo ni idea de donde puede estar. —
— Si te interesa algún otro local, en el distrito comercial está "La mano desdeñosa". Ahí siempre hay gente interesante. —
Nero y Gianna: Ya que planteáis ir desapercibidos os doy unas cuantas pautas.
- Si sustituís vuestro blindaje por "Abrigo antifragmentación ligero" o inferior (os lo proporcionan los arbites) sumaríais un +10 a las tiradas para Indagar y similares que involucren interactuar con gente de los bajos fondos.
- Si lleváis como mucho 1 armas básica o cuerpo a cuerpo y 1 pistola cada uno, sumaríais otro +10 a esas tiradas.
Al final Isolda quería ir primero a ver a los nobles y Claudius primero volver a la escena del crimen. Por sus últimas palabras, entiendo que Claudius se ha "doblegado" y vais a ver a los nobles.
Fin de la escena.