Fihad Constantine - Mariscal de 3ª - Arbitradores de Sinophia Magna
Estricto en un primer momento, pero muy colaborador con los acólitos después de que se identificasen como tales. Admira profundamente a su superior Skarmen. Es muy enérgico, en contraste con el resto de arbitradores comunes que tienen un aire taciturno, pero se hace respetar para que los hombres bajo su mando cumplan sus órdenes y demuestra una gran iniciativa. En su encuentro con Khan parecía amedrentado y recurrió a los acólitos para lidiar con él aunque afirma que Skarmen sería capaz de mantenerlo a raya. Tiene a los acólitos en muy alta estima.
"General" Xiabius Khan - Líder de los agentes de la ley de Sinophia Magna y el cuerpo de policía secreta de los Mandato
Su título de "general" parece fuera de lugar a su puesto, parece que se debe a que en su pasado trabajó como general mercenario y mantuvo el título a uso común. En el breve encontronazo con los acólitos ha dado la impresión de ser un hombre con ansias de dinero y poder, que recurre fácilmente a las amenazas aprovechando su posición privilegiada para conseguir sus fines (por suerte, no llegó a cumplir con su últimatum de atacar la base de los arbitradores).
Es respaldado, al menos financieramente, por los nobles locales del Quorum y aspira a absorber las funciones e influencia del Arbites; para ello parece dispuesto a desprestigiar el adeptus cuanto sea necesario y convencer a los nobles locales de prescindir de ellos.
Según Nero, se sabe que Khan se aprovecha de su posición para su beneficio personal, y los nobles le permiten actuar como le plazca siempre que mantenga a la población común bajo control.
Colchis Skarmen - Mariscal de 1ª - Líder de los arbitradores de Sinophia Magna
Encerrado en su despacho y enteramente dedicado al trabajo de oficina, da la impresión de desatender las labores de campo. Su encuentro con los acólitos dejó entrever que el propio mariscal se consideraba atado de manos en los asuntos del planeta, y que luchaba simplemente por mantener a los arbitradores en activo sin pretensiones más ambiciosas. Admitió no haber concedido a los asesinatos la importancia suficiente como para llamar a la inquisición y que fue su segundo, Constantine, quien se saltó la cadena de mando para informar sobre ello a Escintila.
A pesar de todo, prometió apoyar a los acólitos logísticamente en la medida de lo posible, y también proporcionó alguna información adicional sobre los nobles y Khan.