De alguna forma Claudius y Khan habían llegado a un entendimiento mutuo. Aunque este último era reticente a ceder el control a los acólitos, había comprendido la gravedad de la situación y parecía dispuesto a hacer concesiones.
- esto requerirá su más absoluta colaboración, su absoluta obediciencia, sin trucos, sin dobleces, sin malos entendidos o retrasos injustificados.
- Ahora su prioridad es la seguridad del Quorum, del aparato de gobierno y de todo el personal del administratum. Eso incluye al personal del arbites, lo que exigirá que (por una vez) ambos cuerpos colaboren estrechamente y se repartan zonas y recursos (en lugar de pisarse los pies continuamente).
- Si se produce un nuevo ataque, debemos (nos, los acólitos inquisitoriales) saberlo inmediatamente y responder de inmediato. General, organizará un sistema de guardias de los objetivos más importantes para la estabilidad del planeta y la ciudad (gobierno, agua, energía, astropuerto, armerías...) y un sistema de comunicación rápida que cubra la ciudad (disponeis de esas bonitas aeronaves que vimos en los canales) y equipos de respuesta rápida que permanecerán a nuestra disposición.
Con un leve gesto e insatisfacción, Khan se tragó sus palabras y asintió con la cabeza. Se despidió con un saludo militar, algo decaído, y salió de la habitación dispuesto a cumplir con su papel en aquellos momentos: reforzar la seguridad de los miembros del Quorum y de las infraestructuras importantes, y establecer patrullas de vigilancia.
Tras el incidente y la reubicación de los miembros del Quorum la corte mecánica había ido vaciándose y ahora apenas quedaba personal a la vista, salvo la escuadra de arbitradores que Skarmen había prometido. A Claudius le surgió la urgencia de hablar con el mariscal, y por suerte pudo comunicarse con él antes de que abandonara el complejo (Constantine ya había salido hace rato por órdenes de Skarmen). Solo la guardiana de los pergaminos permanecía aun allí, con un par de escribas ayudantes, aparentemente sin saber adonde dirigirse ya que sus aposentos habían quedado muy dañados.
Después de una muy breve conversación entre Skarmen, Claudius y Arcturus, este abandonó definitivamente el lugar a toda prisa...
Podéis eliminar de vuestras hojas el talento Rival (Agentes de la ley de Sinophia Magna) que os daba un -10 a las tiradas para interactuar con ellos.
Llegasteis a la corte mecánica a primera hora, pero con todo el caos y la reorganización ya es entrada la tarde. Skarmen os ha ofrecido volver a la torre a recuperaros un poco. Vosotros decidís.
- Necesito que envieis un equipo, de vuestra absoluta confianza a la mansión Haygrass. Me temo que Lady Amorita posee otro de los fragmentos de cristal que estamos buscando y que son lo que buscan nuestros enemigos. Le ruego que envíe una fuerza suficiente - pasó a describir los servidores y los mastines - pero le rogaría que no lastimara en lo posible a Lady Amorita (o sus propiedades), quizás por las buenas sea posible invitarla (convencerla) a ella o a sus sirvientes a colaborar - pasó a describirle cómo vivía en (al menos aparente) desconexión con la realidad -
Skarmen no parecía especialmente feliz de ser llamado, expulsado, y convocado de vuelta otra vez, pero su expresión cambió por completo cuando Claudius le reveló que tenían al posible siguiente objetivo de los asesinos,
— La escuadra nº 7 está cerca de la zona, les informaré de inmediato y me presentaré allí lo más rápido posible. Ustedes si lo desean pueden volver a la torre a recuperarse de sus heridas, me encargaré de que todo esté preparado. — y sin entretenerse, casi sin dar tiempo a los acólitos de darle una respuesta, se aventuró al exterior y subió a un vehículo ligero de los arbitradores.
Arcturus miró implorante a Claudius cuando el maiscal sugirió un descanso. Realmente lo necesitaba.* Había terminado por el momento la avalancha de acontecimientos** y sentía una constante náusea y un ligero temblor. Tenía frío, se sentía húmedo y no sabía si se debía a llevar la ropa calada constantemente desde hacía días o era algún desajuste criptoneuronal de sus electroplacas craneales.
Compartió todo eso con Claudius entre gruñidos con la confianza que da el sentirse deshauciado. Se quedó allí sentado, esperando a que volviera a aparecer todo el grupo. Ni siquiera reaccionó cuando salió Khan con aire casi tan demudado como el suyo propio. Solo se le quedó mirando mientras salía a paso rápido.
*Digo yo que Arcty recuperará más puntos descansando, no? A qué ritmo va eso?
**Voy a esperar a que tenga sentido onrol que Nero comparta esos documentos que le pasó la bibliotecaria esa con Arcty para comentar algo sobre ellos ya con todo el team.
Asintió satisfecho cuando Khan abandonó la sala, y sólo en ése momento se dio cuenta de la tensión que había mantenido, cuando relajó los hombros y notó como sus músculos protestaban. - Estoy de acuerdo, Gianna. Acompañaremos a la Hermana Isolda para proporcionarle nuestro apoyo. - coincidió.
- Bien, ¿cuál pensáis que debe ser nuestro siguiente paso? - consultó a sus compañeros. Su estómago rugió y se llevó una mano a él. - Podemos hablarlo mientras comemos algo, no sería mala idea. También recibiremos los informes preliminares de los arbitradores y... en fin, que se nos va acumulando la faena. -
Se habían percatado de las pausas de Claudius, y le daba bastante repelús aquella piedra y lo que representaba, pero estaban conminados a encontrar respuestas a su misión.
Podéis eliminar de vuestras hojas el talento Rival (Agentes de la ley de Sinophia Magna) que os daba un -10 a las tiradas para interactuar con ellos.
Arcturus y Claudius volvieron a la sala al tiempo que Nero proponía un descanso. Verdaderamente parecía lo más adecuado en aquel momento. Así podrían atender a las heridas del tecnoadepto de nuevo, cambiar sus vendajes (y estudiar de primera mano como reaccionaba la carne herida a los implantes, cables y placas que se entremezclaban con ésta, algo pocas veces accesible a los no iniciados en los secretos de Marte).
Además quizás podría estudiar el volúmen que había tomado prestado de la biblioteca del Quorum. La misión por otro lado seguiría su curso y si todo marchaba como esperaba (deseaba) el siguiente fragmento de cristal llegaría, directamente, sin (o con poco) derramamiento de sangre y (por una vez) sin riesgo para ellos.
Volver al cuartel del arbites les permitiría coordinar sus esfuerzos. Antes de marcharse ordenaría que los cadáveres (de atacantes y víctimas (Juez supremo incluido) fueran enviados al cuartel general donde podrían estudiarlos con más detenimiento (y sin las torpes manos (u otros apéndices) del obsoleto tecnomagus del arbites).
Resumen de intenciones por orden cronológico y de prioridad:
- Ordenar que los cuerpos se remitan a la torre del arbites (orden de nadie toca nada salvo la Inquisición)
- Mantener contacto por radio con la escuadra 7 del arbites (ya os enterareís, ya) o en su defecto con el progreso de ésta, con posiblidad de dirigirnos a su posición si la cosa se tuerce (que ya lo veo venir)
- ¿sería posible que Khan pusiera a nuestra disposición uno de sus flamantes aerodeslizadores? seguro que nos llevan rápido y a cualquier parte y el hecho de que conozca nuestros movimientos no parece ya algo tan malo
- Volver a la torre (en el transporte del arbites o en un aerodeslizador)
- Curar/reparar Arcturus de nuevo si es posible
- Estudiar los cuerpos en la sala de autopsias
- Estudiar el códice sustraido de la biblioteca
-Me parece bien. Bajar la guardia y pensar que uno puede enfrentarse solo a los poderes insidiosos es el primer paso de la condenación -contestó al hecho de que Gianna y Nero la custodiaran como ella misma había custodiado a otras hermanas o personas imporntantes.
-Creo que podríamos reagruparnos en el cuartel de los arbitres y, además, me gustaría inspeccionar bien la torre. No se llama Insensatez de Haarlock por casualidad, eso seguro, puede que haya algo allí que con todo lo que estaba pasando se nos haya escapado*.
Le parecía buena idea ayudar a Vipus con la investigación. No podía hacer nada por Arcturus, pero sabía que muchos ciudadanos imperiales no sabían leer, por lo que a lo mejor su ayuda pudiera servir de algo, por poco que fuera.
*se refiere a las salas donde estaba Skarmen y pisos superiores, y que no pudieron ver si allí hubiera algo.
Fue un alivio para Arcturus que varios compañeros vieran bien retirarse a los cuarteles de invierno con los arbitradores. Se imaginó que todo había marchado bien con Khan. Permaneció quieto un momento, esperando que tal vez quisieran dirigirse a la guardiana de los pergaminos antes de irse.
Poniéndose en pie lentamente, con expresión dolorida, se interesó por los papeles que discretamente mostraba Nero,* aunque murmuró que antes necesitaba descansar un poco. Que estaría bien tener un Medicus Machanicus cerca, y no a ese carcamal obsoleto del Arbites...
Fue caminando despacio hasta el transporte.
*Una manera de meter esa documentación a la que se refirió Nero unos posts atrás. Ahora mismo voy muy pillado y no em da tiempo a rolearlo, pero en el próximo post lo intentaré.
La reunión había acabado y, por suerte, habían obtenido la colaboración de las fuerzas locales, cosa que no parecía excesivamente fácil cuando había comenzado.
La torre de los arbitradores es un buen destino.-Ahora que disponían de dos de esos codiciados fragmentos parecía lógico rodearse de cuantas más armas amigas mejor. Pero más allá de este primer paso lógico la guardia imperial estaba sin ideas, tal vez un rato de descanso despejara su mente y encontrara algo por donde continuar investigando.
Los acólitos se mostraron de acuerdo en volver al cuartel general de los arbitradores para organizarse. Parecía que hubiera pasado mucho tiempo desde que llegasen a ese planeta, pero aunque hubiera sido a costa de que ocurrieran terribles incidentes, por fin parecían tener algo de control sobre lo que ocurría allí, y parecían algo más cerca de desentrañar el misterio.
Cuando salieron al exterior la escuadra prometida los esperaba. El viento sopaba con fuerza, la lluvia caía a mares y las nubes del cielo parecían más negras que nunca.
Fin de la escena, pasamos a la siguiente.