Partida Rol por web

Todos, salvo tu marido, habeis subido a dormir. Decides que es el momento perfecto para ejecutar tu plan.

Encuentras a tu marido muerto mientras la sonata claro de luna suena en la vieja gramola. Tras subirle a rastras hasta vuestra habitacion, abres el pasadizo secreto y lo sigues arrastrando hasta el pozo. Alli lo dejas caer y te despides dolorosamente de el. Vuelves a tu habitacion a intentar dormir. Cosa que probablemente no consigues.

 Eleanor ni siquiera intentó volver a dormir, se limitó a tenderse en la cama y contemplar el techo con mirada desenfocada. Ya estaba hecho. Por fin. Ahora sólo hacía falta esperar... La noche iba a ser muy, muy larga. Ojalá hubiera otro hombre a su lado para compartir la agonía de las horas que quedaban hasta que despuntara el día. 

Unos golpecitos en la puerta te despiertan. Te frotas los ojos y dices un "adelante" conteniendo un bostezo. Entra Catherine, el ama de llaves, recta y pulcra como la has vistoel día anterior.

- Disculpe, señora, sólo quería avisarle que el desayuno se servirá dentro de media hora en el comedor. Nos complacería que nos acompañara. Si desea algo mientras, no dude en decírnoslo.

Y acto seguido abandona la habitación.

Chicos/as, cuando vayais a una habitacion poned en notas de juego "voy a la habitacion X". Pero no podeis postear seguidamente en esa habitacion por dos motivos: para que a los master nos de tiempo a activaros la informacion que creamos conveniente de dicha habitacion y porque sino los que tengan un ritmo de posteo alto se podran recorrer la casa en una tarde, imposibilitando a otros jugadores que les acompañen, les sigan o se lo impidan.

Podeis usar vuestras habitaciones como post personal para hablar con nosotros (como muchos ya habeis hecho) y tened en cuenta que la habitacion 9 esta a disposicion de quien quiera entrar sin pedir permiso. Si quereis entrar a las habitacion ocupadas, lloradle al propietario de ella que os deje husmear.

El cielo por fin clareaba al otro lado de la ventana. Eleanor se dirigió al baño y echó un rápido vistazo a su imagen en el espejo. Las ojeras aún no se notaban excesivamente en su rostro, aunque más adelante quizá tendría que justificar el haber pasado una mala noche. Compuso una expresión afable y adormilada y se dirigió al comedor. 

- ¿Señor y señora Adler?

El insistente toque y la voz de Catherin se oía desde el otro lado de la puerta. La impaciencia y determinación de la voz del ama de llaves resultaba bastante molesta. Ella está esperando tras la puerta que sus queridos anfitriones salgan a cumplir con la molesta necesidad de acompañar a sus invitados al comedor.

Es imposible, pero sabes a ciencia cierta que está pensando lo poco que la pagais para todo lo que tiene que aguantar.

 - Voy ahora mismo, Catherine, no te inquietes -dijo Eleanor, y se dispuso a salir al encuentro de sus invitados... y de su destino.