En el vestíbulo se encuentran los señores Feisman y Winter, y la señora Winter. El matrimonio acaba de salir de uno de las salas, mientras que Reginald estaba subiendo por las escaleras.
Reginal saludó con un movimiento leve de cabeza al matrimonio.
-Buenas, ¿han descubierto algo interesante sobre el cuadro o alguna otra cosa? ¿Algo sobre nuestro famoso fantasma?- dijo esto último con algo de incredulidad, ya que no confiaba demasiado en esa teoría alejada de la racional.
-Bueno dias. Acabamos de mirar en la sala de estar, pero no hemos encotrado nada- comentó con una risita.- Los cuadros siguen donde siempre, señor Feisman.
Se calló un moneto y añadió:
- ¿Los humos siguen tan caldeados en el comedor?
-Sí, señora, la anfitriona está pasando un mal trago porque no le gusta que los sirvientes hayan monopolizado el mando de la mansión, pero los sirvientes siguen haciéndolo. Yo voy primero a mi habitación por si esos borricos me han desordenado mis pertenencias, luego volveré con todos para seguir indagando el misterio.
Reginald vuelve a continuar con su ascenso por las escaleras, hasta llegar a su habitación.
Hilda Anne se volvió y miró a su marido.
- ¡Esto es increible! Aunque comprendo que lady Adler no haga nada. En estos momentos la pobre debe estar como en otro lugar...
-Es verdad, la señora de la casa no suele comportarse así. De todas formas no se que mosca le habrá picado al servicio. Siempre han sido muy formales en todos los sentidos.
Añadió, dirigiendose hacia su esposa:
- ¿Seguimos mirando cuadros? Quiero llegar al fondo de este asunto cuanto antes.
-Si quieren me uno a ustedes en un rato.
Reginald subió las escaleras.
Me voy a mi habitación... si me dejan xDDDDDDDDD
- Estaremos en una de estas habitaciones.-dijo mirando como Reginald subía las escaleras.